Capítulo Seis
SEIS
Mi hermana no deja de hacer todo tipo de preguntas con rapidez, pero no la escucho porque de manera discreta, o al menos espero estar siéndolo, miro a Harry mientras cargo a un dormido Harry Daniel.
Lo he estado viendo durante todo el evento porque no salgo de la impresión ¿Cuáles eran las probabilidades de que tomara la mano de un baterista mundialmente famoso? Me parece irreal.
Dan lleva al menos dormido una hora, totalmente cansado de la energía en la que ha convivido durante horas en un evento que no imaginé que fuese tan largo. Bueno, también se trata de que mi hermana está algo renuente a despedirse de sus ídolos, solo queda ella junto a cuatro chicas más, pero los miembros de BG.5 no dejan de ser amables pese a que debe encontrarse agotados.
Me complace confirmar que, pese a ser la más pequeña del grupo del club que hoy ha asistido al evento, mi hermana es muy querida y respetada. Constantemente Keith y yo estamos preocupados de que alguien la lastime porque aun cuando con nosotros es descarada y explosiva, mi hermana tiene una personalidad tímida y silenciosa ante los demás.
—Kathe —interrumpo su parloteo— ¿Puedes callarte? Son muchas preguntas que ni siquiera me dejas responder.
—Lo siento, es solo que esto es sorprendente, Kae. Es decir, él es Harry. Es Harry Jefferson, un hombre muy codiciado y... ¡perfecto!
—Y te he dicho que no sabía que era él.
—¿Pero cómo no ibas a saberlo?
—¡Pues perdón! Pero en ese momento estaba tratando de sacar a alguien del tamaño de una sandía por un orificio del tamaño de una cereza.
—Vale, entiendo el mensaje. Pero eso es algo grande y él parece feliz de verte.
—Tonterías. Él solo es un tipo muy agradable que se alegra de saber que a una madre adolescente le fue bien.
Mi hermana quiere replicar, pero la presidenta del club la llama y asiento para que vaya a escuchar lo que sea que el hombre guapo de cabello ondulo, que ahora sé que es el representante de BG.5, vaya a decirle.
Los cincos miembros de BG.5 están dispersos por el lugar y me pregunto si un requisito para formar parte de la banda era el que fueran innegablemente atractivos de diferentes maneras.
Harry, Doug y Dexter fueron el principio de mi sorpresa de ver a chicos guapos, porque también se encuentra el castaño alto y de complexión de nadador que tiene unos preciosos ojos avellanas, rostro anguloso y una actitud algo reservada, parece el protagonista misterioso de los libros que edito y tiene mucha presencia, además, su acento de Bolton lo hace parecer aún más irresistible y ahora sé que se llama Ethan. También me di cuenta que mayormente pasó el rato en el mismo grupo que el miembro más alto de la banda: Andrew.
Andrew es impresionante, creo que lo más me llamó la atención fue su cálida sonrisa y la manera en la que su mirada transmite tanto. Rubio miel, complexión tonificada, ojos color miel cautivadores, un sonrojo muy natural, nariz recta y una presencia que transmite seguridad y confianza. Da la impresión de que con él es imposible no estar a gusto, además, tiene un hoyuelo en la mejilla que se asoma con cada sonrisa.
Cerrando los ojos no puedo evitar suspirar con cansancio, comienza a dolerme la espalda por cargar a Dan, ya es un niño pesado y quiero llegar al hotel a descansar un rato antes de continuar con la edición de uno de los libros. Estoy soñando con darme un buen baño en ese jacuzzi si Dan continúa durmiendo al llegar.
Sonrío ante la perspectiva de ese baño soñado y cuando abro los ojos, me encuentro con la mirada azul y penetrante de Harry Jefferson. Él me mira mientras Andrew le dice algo a lo que parece no prestarle atención y cuando le doy una sonrisa tentativa, me devuelve su propia sonrisa ¡Joder! ¿Cómo un hombre puede ser tan precioso?
Desviando la mirada, me doy cuenta de que tal vez la charla de mi hermana tarde más de lo esperado por lo que nuevamente me adueño de una de las sillas, sintiéndome aliviada cuando recargo la espalda. Estoy tan cansada.
No tardo en darme cuenta de que nuevamente Harry está viniendo hacia mí y en silencio lo sigo mientras toma una silla, dejarla a mi lado y proceder a sentarse. Toda su atención recae en mí.
—Debe de estar totalmente agotado —Inicia la conversacion haciendo referencia a mi hijo que se aferra a mí incluso dormido.
—No es el ambiente ideal para un niño tan pequeño, demasiadas emociones, pero la pasó bien, sació su curiosidad con un monton de preguntas de "por qué" —ruedo los ojos ante lo último—, tuve que inventar algunas respuestas.
—Espero hayan sido respuestas creativas.
—Creeme, tengo muchisima creatividad —Le sonrío y él se pone aun más cómodo.
—Pensé que no volvería a verte —Se rasca distraidamente la barba—. Llegué a Liverpool para un concierto y en un ensayo Dexter decidió jugar con mis baquetas, eso fue lo que me envió al hospital y luego de ayudarte, me di cuenta de que no sabía nada de ti, había concluido en que no nos volveríamos a ver.
—¿Y te decepciona que estemos coincidiendo una vez más?
—Para nada, es una buena sorpresa —Me sonríe pasando la mirada por todo mi rostro como si estuviese procesando mi presencia—. A veces pensaba que lo había imaginado, pero ya veo que fue real.
—Muy real, creeme, no olvidaré nunca el dolor que viví para traer a esta personita al mundo.
—Lo que me doy cuenta es que aunque te recordaba bastante bien, mi memoria no te hizo justicia.
—Ah, siempre he sido guapa, pero ahora mucho más —bromeo—. Me sienta bien la responsabilidad, el trabajo y ser madre.
—Te creo —asiente y yo sonrío.
»Al día siguiente cuando volví para un chequeo de mis dedos antes del gran día del concierto, te busqué, pero no te encontré y cómo no sabía tu nombre, no pudieron darme respuestas.
—Estoy segura de que tienes la suficiente influencia para haber conseguido esas respuestas.
—No quería invadir tu privacidad de esa manera, me parecía mal... aunque estuve tentado —confieza lo último y río.
—Tuve un parto que salieo bastante bien pese a que mi hijo nació tres semanas antes, la mañana siguiente ya me habian dado el alta y moría por ir a casa.
Él asiente y nos mantenemos en silencio. Con el hombro entumecido, con mucho cuidado cambio la posicion de Dan acostandolo con la mejilla contra mi pecho y las piernas colgandole de las mías, soy su cama personal.
—No sé por qué me sigue impresionando que el bebé diminuto sea este encantador niño, es obvio que el tiempo ha pasado, pero me impresiona verlo así.
—A mí me sorprende verlo crecer día tras día. Es un niño muy inteligente con tantas ganas de descubrir el mundo —Sonrío a mi bebé— y no es porque sea mío, pero es el niño más hermoso que he visto en mi vida.
—Una mamá enamorada, pero coincido en que es bastante impresionante... Como tú.
—Supo escoger bien a quién parecerse —presumo—. Tienes un nombre muy peculiar, Kaethennis.
—No encontrarás a alguien más con mi nombre, mis padres fueron creativos y tienen una cosa con la K.
—Menos Harry Daniel.
—Un golpe duro para su tradición familiar, pero supieron entenderlo. Les hubiese gustado conocerte.
—Entonces solo tendrían que haber comprado una revista —Bromea y ruedo los ojos riendo por lo bajo.
—Confieso que aquel día no te detallé demasiado, solo eras el chico guapo de ojos azules al que casi le destruyo la mano con los aprietos que di.
—Guapo ¿Eh?
—Es porque no te vi bien, de haber sido más consciente, te hubiese recordardo como absurdamente atractivo en lugar de solo guapo.
Espera ¿Qué hago coqueteando? Yo ya no hago eso.
Me mira fijamente y lucho contra la necesidad de removerme en la silla.
—¿Y qué hay de ti? ¿Qué tal todo?
—Bastante bien, haciendo música, giras, prensa y todo eso.
—Y todo eso —repito sonriendo—. Eres muy famoso.
—Lo dice la mujer que no sabía quién era.
—¿Quieres que llegue a casa y me ponga al día con todo sobre ti?
—Podrías ponerte al día aquí conmigo si me haces cualquier pregunta que quieras.
Ahora, él está coqueteándome.
Y quiero responder, pero bajo la mirada a mi hijo y me recuerdo que esta versión de mí es centrada con objetivos muy claros.
—¿Sigues en Liverpool? —pregunta al darse cuenta que obviare lo anterior.
—Sí, trabajo en una editorial. Me gradué en escritura creativa —agrego como si quisiera demostrar que soy una mujer centrada—, podría decirse que soy una escritora y correctora.
—Eso suena a que Harry Daniel tiene una mamá con un trabajo grande.
Mi sonrisa es inmediata. Es innegablemente encantador.
—Harry —Lo llama el chico de Bolton, Ethan.
Harry suspira como si lo lamentara y se pone de pie dándonos una larga mirada.
—Debo irme —asiente para sí mismo—. Me alegra mucho saber que estás bien y que tienes a un niño sano y feliz. Estuve un tiempo preocupado por ti. Al menos ya sé que esa chica de despampanante cabello caoba y hermosos ojos grises ya no está aterrada ni asustada de tener a un bebé, si no que ella está feliz y segura de tenerlo en sus brazos. Intuyo que lo haces muy bien Kaethennis.
Inexplicablemente un nudo se instala en mi garganta. Él sostuvo mi mano a través del miedo que vio en mis ojos, secó mis lágrimas y cuando quise rendirme con un "no puedo" me había asegurado con una sonrisa nerviosa que todo estaría bien. Sus palabras resultan significativas para mí.
Sin pensarlo, tal como lo hice aquella vez, tomo su mano dándole un apretón y me sonríe con calidez.
—¿Esto es lo nuestro? —Mira hacia nuestras manos y le sonrío.
—Nunca te agradecí como era debido —comienzo—. No sé si hubiese podido hacerlo sin ti. Te agradezco mucho, él que Dan lleve tu nombre no refleja ni un poquito de lo agradecida que estoy.
—Lo volvería a hacer —Me asegura apretando ligeramnete mi mano antes de soltarla—. Hasta pronto, Kaethennis.
Lo miro alejarse dándome cuenta de que mi corazón vuelve a la normalidad porque había estado ignorando lo rápido que eran los latidos con él sentado a mi lado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top