Capítulo Quince
QUINCE
5 de Mayo, 2011.
—¿Qué sucede contigo? ¿Piensas derribar mi puerta? —Me pregunta Bridget en cuanto abre la puerta de su apartamento.
—¡Tía Bri! —grita Dan entre mis brazos.
Espero de verdad y pronto la guardería comience a funcionar.
—Hola, príncipe —Ella lo toma de mis brazos mientras entro presa de mi pequeña crisis.
Voy directo a su refrigerador y tomo una cerveza, lo que tiene a mi mejor amiga mirándome con curiosidad y sospecha. Doy el primer sorbo dando un vistazo alrededor, nunca he entendido por qué todo en el apartamento de Bridget todo es pequeño.
Sin quitarme la vista de encima, ella deja a mi hijo correr libre por su apartamento y se sienta en el sofá en tanto comienzo mi caminata de un lado a otro.
—Harry Jefferson me besó, con lengua, con pasión, con todo.
—Mierda —murmura por lo bajo para que Dan no escuche—, quiero detalles.
—Oh, Bridget, él besa maravilloso. Fue como una explosión —susurro—. Quiero más.
—¿Más qué? —pregunta— ¿más besos? ¿caricias? ¿sexo?
—Todo eso y más. No dejo de pensar en la manera en la que me beso, en la que lo besé. Luego me dijo algo acerca de él dispuesto a robarme más que besos y no desistir.
—Kae, te advertí que estabas destinada a caer, que estabas destinada a tener sexo con Harry.
—¡No se supone que él deba gustarme! No de esta forma. No es mi tipo siquiera, vamos, es demasiado atractivo y ardiente, esa clase de hombres siempre traen problemas y no hablemos de su impresionante personalidad. Es la clase de hombre por el que vas cayendo sin darte cuenta y cuando menos lo esperas estás como una esclava haciendo hasta lo imposible por hacerlo feliz.
—Entiendo tu punto, Kae, pero es mi deber recordarte que no todos los hombres manejan ese concepto de relación. Dar no significa esclavitud.
Bebo más de mi cerveza viendo a mi hijo entretenerse con cualquier cosa en el apartamento.
—Quiero hacerlo Brid, realmente quiero dejarme llevar, es solo que me asusta. No es como cuando tenía diecinueve años y solo se trataba de mí. Ahora tengo a Dan y quiero protegerlo, dejar que Harry entre en mi vida es dejar que entre a la de mi hijo, es algo grande.
—No sigas con esa visión fatalista en la que disfrutar de tu feminidad y como mujer afectará a tu hijo o te quedaras sola, Kaethennis, no uses a Dan como una barrera, él es un niño magnifico. Harry lo vio nacer, sabe de la existencia de Dan y eso no le impidió besarte.
» Realmente le interesas y él sabe que para ti no sería un juego. Permítete esto, Kae, él está poniendo tu mundo de cabeza, ve de a poco si así lo prefieres, pero mientras más barreras pongas más rápido caerás por él. Harry no es Jake y lo sabes.
Ante eso permanezco en silencio. Yo no estoy haciendo eso... ¿o sí? No puedo caer en el grave error de comparar a Harry con Jake.
—Dejaré que las cosas se den solas, no estoy diciendo que dormiré con él... ahora, pero no voy a negarme a mis deseos. Somos adultos, podemos manejar la situación.
—¡Así se habla! —celebra Bridget — Ahora déjame y me cambio para irnos.
—¿A dónde?
—A tu ginecólogo, debes comenzar a tomar anticonceptivos, no se sabe en qué momento terminas desnuda debajo Harry Jefferson, hay que ser precavidas.
Río con incredulidad y ella me guiña un ojo, entusiasmada como si estuviese viviendo una experiencia propia.
***
10 de mayo, 2011
Desde que soy madre mis baños o ducha no han vuelto a ser lo mismo, excepto quizá cuando alguien lo cuida. Así que mientras tomo una ducha, permanezco con la puerta abierta, asomando la cabeza de tanto en tanto para verificar que todo está bajo control. Mi hijo solo trae puesto un bóxer de patitos y parece entretenido jugando con mi teléfono. En cuanto nota que de nuevo le doy mi atención, me sonríe y le devuelvo el gesto.
—¿Todo bien? —pregunto y asiento por lo que vuelvo a meterme debajo del agua.
Me enjabono tan rápido como puedo y poco después, tras enjaguarme, salgo de la ducha envuelta en una toalla y con otra en mi cabello. Pongo la tina a llenarse para bañar a Dan cuando presto atención al escucharlo hablar.
—Hola —canturrea—. Hady Daniel.
Frunciendo el ceño camino hasta él, encontrándolo sentado en la alfombra con el teléfono contra la oreja mientras balbucea respuestas a quien sea que haya llamado esta vez.
—¡Harry Daniel!
Él ríe de lo que sea que le dicen mientras me mira.
—¡Nani! —hace una pausa y escucha—. Shi.
Me extiende el teléfono que no dudo en tomar y cuando leo el nombre en el identificador de llamadas exhalo con lentitud.
—Mierda.
—No malas palabras, Kaethennis —Me reprende Harry en cuanto me llevo el teléfono a la oreja—. Estaba muy sorprendido de ver tu nombre como llamada entrante, pero ya veo que fue el agradable pequeño Harry quien decidió hacerme una llamada de cortesía.
—Lo siento, él siempre está jugando con mi teléfono y en ocasiones como estas termina llamando a alguien —Le hago saber sintiendo la toalla aflojarse en mi cabello y terminando de quitarla.
—No te preocupes, es un niño muy activo a la hora de hablar, además gracias a él ahora estamos hablando por teléfono.
Dándome cuenta de que Dan ya no se encuentra en mi radar camino hasta encontrarlo frente a la bañera sumergiendo una mano en el agua, lo que me hace saber que ya está impaciente por bañarse, prueba de ello es que se quita el bóxer.
También me doy cuenta de que mi cabello está goteando sobre el suelo.
—Dan cuidado si te caes —advierto y él me sonríe confiado de que eso no sucederá—. Harry, si lo que querías era hablar por teléfono conmigo podrías haber llamado y no esperar que un niño de dos años jugara con el teléfono de su mamá.
—Oh, Hottie, debes saber que yo, Harry Jefferson, soy un hombre muy tímido.
—Claro —recuerdo nuestro último encuentro—, eres tan tímido que has estado robando besos.
Maniobro para conseguir meter a Dan en la tina mientras sostengo con mi hombro el teléfono y escucho a Harry reír de manera ronca haciendo que una sensación agradable me recorra el cuerpo.
—¿Has pensado en mis opciones, Kaethennis?
—¿Qué es lo que quieres de mí, Harry Jefferson?
Me salpica agua cuando Dan golpea sus manos contra la superficie, pero afortunadamente hoy no hay lucha mientras le aplico shampoo. Todo lo que escucho es la respiración de Harry y se siente tan íntimo que podría imaginarlo tenerlo justo detrás de mí.
—Lo quiero todo, Kaethennis —responde finalmente y me paralizo—. No solo se trata de sexo.
—¿Qué es lo que me estás ofreciendo?
—Conocernos, explorar esa extraña cosa que sucede cuando estamos en un mismo lugar. Pasé dos años y medios de mi vida reviviendo el instante en que tomé tu mano, recordando la sensación electrizante, no pienso pasar un día más pensando acerca de cómo se siente tocarte. Lo quiero todo de ti.
—Tú no puedes tener todo de mí, Harry —susurro consciente de que estoy asustada de la magnitud de su petición—. Simplemente no soy de entregarlo todo.
—Estoy dispuesto a tener todo lo que tú estés dispuesta a darme, pero no quiero solo sexo.
Me quedo en silencio y él pacientemente espera.
—No me gustan los compromisos, no del tipo romántico —confieso con la voz entusiasmada de Dan de fondo—. No me he involucrado con nadie desde que quedé embarazada. Mi hijo es mi mayor prioridad y he hecho todo por protegerlo.
—Eso lo sé y nunca pretendí fingir que él no existe. Lo creas o no, él tiene un gran significado para mí, marco una pauta en mi vida.
Sus palabras tienen efecto en mí y algún sonido se me escapa, por lo que Dan posa su mano fría contra mi mejilla haciéndome sonreír.
—Esto es una gran cosa para mí —consigo decir.
—Tambien para mí.
—Como si no hubieses salido con un montón de chicas ¡Por Dios! Tu exnovia es una modelo.
—Lo creas o no, justo ahora estoy nervioso por ti, así de mucho quiero pasae tiempo contigo y salir.
—Me gustas —digo en voz baja.
—Finalmente me das las palabras ¿Eh? Tú me encantas.
—No creo estar en busca de una relación seria, pero...
—¿Pero?
—Podríamos intentar algo, no lo sé, ver como se dan las cosas. Paso a paso. Nada demasiado serio.
—¿Tienes miedo de que sea más?
Sí.
—Simplemente no quiero correr riesgos ahora, pero entiendo si no es lo que quieres y podemos simplemente dejarlo así.
—Imposible retroceder.
—Harry...
—Dejame ver si entiendo nuestra situacion y lo que quieres.
—De acuerdo —Me siento nerviosa.
No quiero que retroceda, quiero que acepte lo que puedo darle y en el fondo tengo miendo a que me rechace.
—No quieres una relacion o al menos por ahora no te comprometes a ver un futuro en donde seamos algo serio. Quieres un presente con mucha intensidad. ¿Es todo lo que tienes para ofrecerme Kaethennis?
—Es todo, Harry Jefferson, no puedo darte más.
Permanecimos en silencio y me muerdo el labio inferior, los nervios incrementan ante su silencio. Tal vez él no lo sepa, pero para mí este es un gran paso incluso si para él parece algo pequeño y cotidiano. Quizá no sepa la manera en la que estoy dispuesta a confiar en él cuando desde hace mucho tiempo no me abrí a nadie nuevo.
—Lo tomo.
—¿Qué? —susurro.
—He dicho que lo tomo, Hottie. Buscaba algo más contigo, pero si esos son tus límites no te presionaré ¿Quieres algo ligero e incierto sobre el mañana? Bien, entonces lo tendrás. Hiciste tu oferta y la acepto.
—De verdad te gusto.
—De verdad me encantas.
Sonrío sacando a Dan de la bañera y envolviéndolo en una toalla.
—¿Estás seguro?
—Lo estoy —afirma con seguridad y luego ríe—. No puedo creer que gracias al pequeño Harry tú y yo finalmente llegamos a un acuerdo, es un ángel.
—Lo es. Y ahora es un ángel limpio y recién bañado —Beso la mejilla fresca de mi hijo—. Oye... ¿tienes algo que hacer hoy?
—Iba a salir con Andrew, pero no me importa cambiar de planes ¿Qué propones?
Tomo una respiración profunda. Quiero conocerlo mejor, quiero pasar un rato con él.
—¿Quieres venir a un almuerzo familiar?
Para otros esto podría ser todo lo contrario de no compromiso, pero lo veo amigable y mis padres quieren agradecerle lo que hizo por mí hace un par de años.
—¿Familiar? —pregunta sorprendido.
—Sí, es que ellos saben que me ayudaste y mamá está acosándome acerca de cómo deben agradecerte personalmente, así que acabaríamos con esto de una vez por todas. Ese sería un gran favor que podrías hacerme.
—Bueno, no tengo ningún problema en ello, pero no tengo auto. Andrew se llevará la camioneta y no sé nada de Ethan o Dexter desde ayer, por lo que tienen los dos autos ocupados...
—Puedo pasar por ti, si estás dispuesto a ir en un auto lleno de juguetes y un niño pasando por la etapa de repetir todo lo que se dice.
—Puedo hacerlo —acepta y apuesto a que él estaba haciendo esa pequeña sonrisa que tanto comienza a encantarme.
—Entonces Dan y yo estaremos ahí en... —cargo a un risueño Dan y camino hacia su habitacion para vestirlo, viendo la hora cargue a Dan quien reía y me dirigí hacia su habitación para vestirlo, vi la hora en el reloj en forma de oso de la pared— una hora.
—Los espero con ansias.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top