Capítulo Diez
DIEZ
15 de abril, 2011
Leo una vez más el párrafo que recién había corregido lanzándole una mirada de tanto en tanto a Dan que juega sobre la alfombra. Estamos en mi oficina y aunque mi bebé no debería de estar aquí, debido a un cierre de improvisto en la guardería el día de hoy y la indisposición de mi familia para cuidarlo, lo traje conmigo y siendo honesta, él lo está haciendo de maravillas pese a que su entorno debe resultarle tremendamente aburrido.
Un vistazo a mi reloj me hace saber que falta poco más de media hora para reunirme con BG.5 e iniciar a sondear todo lo necesario para abordar la biografía. De nuevo le escribo un mensaje a mi hermano para confirmar, nuevamente, que pasará por Dan antes de la reunión.
Keith: deja de ser molesta, ya te dije que estaría ahí, cabeza de zanahoria
Kaethennis: ¿Cuándo piensas superar ese apodo?
Keith: nunca (:
Ruedo los ojos, pero sonrío porque es la manera en la que me llama desde pequeña cuando mi cabello tiraba más a naranja que al rojo, al principio me hacía llorar, pero luego me convencí que era su manera de expresar su amor fraternal hacia mí.
Cerrando la laptop, decido ponerme en marcha al restaurante porque no sé cómo esté el tráfico y lo último que deseo es llegar tarde una vez más. Así que tomo a un quejumbroso Dan en mis brazos que me pide que lo deje caminar, a lo que cedo, y tomando mi bolso junto a los juguetes de mi bebé, salgo rumbo a reunirme con BG.5... en un taxi porque mi auto se encuentra en un taller por una falla.
Efectivamente encontramos tráfico, pero mis precauciones sobre el tiempo me hacen llegar con el tiempo bien cronometrado, no puedo decir lo mismo de Keith que me hace saber por un mensaje que tiene unos minutos de retraso.
Veo a Dan en mis brazos decidiendo si me retraso unos minutos en la reunión por esperar a mi hermano o aparezco con él, pero mi indecisión al parecer dura demasiado porque mientras Dan me aprieta las mejillas con sus manos, echo un vistazo dentro del restaurante y encuentro que un hombre vestido de negro, que reconozco vagamente como uno de los guardaespaldas que vi antes, me indica que lo siga.
—Mami tiene una importante reunión, así que como siempre serás un gran niño mientras llega el tío Keith ¿Verdad? —Le pregunto mientras avanzo sintiendo que tengo demasiado peso conmigo entre Dan, mi bolso y su mochila.
—Bueno —Se encoge de hombros y sonrío plantándole un beso en la mejilla.
—Ahora te pondré en el suelo y me darás la mano.
Lo hace sin rechistar, mirando las mesas mientras avanzamos hacia un reservado discreto con poca iluminación. Mi hijo lanza un jadeo audible cuando uno de los meseros hace rodar un carrito de postre con varios dulces de chocolate.
—Mira, nani —dice en voz bastante alta— ¡Chocholate!
—Luego lo miramos —apresuro el paso antes de que lo pida y afortunadamente avanza sin rechistar.
Cuando ya casi alcanzamos la mesa, mi hijo comienza a resistirse a caminar.
—No quelo —Me hace saber apretando mi mano, pero es un niño y no le queda de otra que seguir mi paso hasta que estamos frente a BG.5.
Hoy su representante no está o al menos no en este momento.
Escucho el sonidito que me anuncia que Dan podría comenzar a llorar y me agacho con rapidez para poder hablarle mientras nos vemos a los ojos.
Es un niño sociable, pero al principio le cuesta adaptarse a las personas nuevas y sentarse con cinco desconocidos no es una idea que le apetezca.
—Hagamos algo —intento negociar con un tono de voz entusiasta que siempre funciona—. Este es un juego solo para niños inteligentes y geniales, eres uno de esos ¿verdad?
Asiente con cautela mirando detrás de mí con el ceño fruncido antes de mirarme nuevamente.
—Debes sentarte con mami y esperarás a que el tío Keith venga por ti, no llorarás y serás encantador como siempre y cuando ganes conseguiremos uno de esos pasteles de chocolate.
—¿Chocholate?
—Sí, cariño, chocolate —Aseguro y sé que esto es un soborno, pero necesito que se sienta a gusto—. ¿Quieres jugar, Dan?
Asiente con entusiasmo, posiblemente imaginando ese pastel de chocolate.
—Bien, la primera regla es que debes saludar —asiento hacia nuestro público.
Ellos le sonríen a Dan quien los saluda con la mano junto a un bajo "hola."
—Espero no les moleste, pero ha sido todo un caos hoy el tema de la guardería y mi hermano pasará por él cuando cosiga vencer el tráfico.
—No hay problema —Me hace saber Andrew y respiro con alivio.
Tomo asiento con Dan junto a mí y reacomodo mis pertenencias dejando la laptop sobre la mesa junto al teléfono. En todo ese proceso, Dan intenta bajarse de su asiento.
—¡Eh! No, no, no ¿A dónde vas? —Lo reacomodo y se retuerce—. ¿Tía Kat te dio dulces?
—Poquito —Une sus dedos para hacer la seña que mi hermana le enseñó.
Saco un par de sus juguetes para que se entretenga y parece funcionar. Vuelvo mi atencion a BG.5 con una sonrisa apenada ¿Esto es poco profesional?
—Así que firmaste el contrato y si lo rompes podemos demandarte. —dice Dexter.
—Encantador —Respondo con ironía y ellos ríe—. De verdad lamento lo de Dan, pero prometo que mi hermano vendrá por él.
—Él no es ninguna molestia —asegura Harry y me permito mirarlo realmente.
Su atencion está en Dan y hay una sonrisa suave llena de dulzura en su rostro, aunque se transforma en diversión cuando una vez más mi hijo intenta bajarse del asiento.
Un mesero viene por nuestra orden y es coqueto cuando toma mi pedido, me es inevitable que los viejos hábitos no actuen cuando le devuelvo algo de ello de manera inofensiva, haciendo que se vaya con las mejillas sonrojadas.
Eso fue divertido.
—Creo que se ha ido enamorado —Me hace saber Ethan hablandome por primera vez hoy.
—No creo —Me río intentando que Dan se siente, pero es bastante firme sobre mantenerse de pie en el asiento.
—¡Nani mira! —Me pide tirando de mi camisa y señalando detrás de la cabeza de Harry.
En cuestión de segundos, Dan está subiendo sobre la mesa e intento detenerlo, pero es ágil estirando sus brazos hacia un sorprendido Harry. Mi hijo abre y cierra las manos en un pedido silencioso que Harry acata tras sacudir la cabeza. Enfocado en su objetivo, Dan parece alegre en los brazos de Harry mientras extiende una de sus astutas y pequeñas manos y acaricia una de las hojas de la planta majestuosa que descansa justo detrás de la cabeza de Harry.
Básicamente él ha usado al famoso baterista de BG.5 para sus intereses y no soy la única en darse cuenta.
—Él me utilizo —Lo acusa Harry y sonrío.
—Es un bebé listo y tú eras el más cercano a la planta, las ama, pero no tienes que sostenerlo.
—Está bien —Me dice mirando el perfil de un embelesado Dan.
—Es cuidadoso con como las toca —Se sorprende Andrew.
—Le hemos enseñado a ser gentil con la naturaleza —murmuro mirando a Harry con mi hijo.
No pensé que algun día mi bebé volvería estar en sus brazos, es como un sueño o una ilusion.
Aclarandome la garganta vuelvo en mí y recuerdo el punto de esta reunion.
—¿Ya saben que enfoque quieren darle a su biografía?
—Queremos ser honestos, sin embargo, apuntamos a que sea apto tambien para un público juvenil teniendo en cuenta que nos siguen personas dentro de un rango de edades muy amplio —Me responde Ethan.
—No queremos hablar de encuentros sexuales —Me hace saber Harry y me lleno de alivio aunque no sé por qué.
—Estoy seguro de que Hottie —dice Dexter— sabrá muy bien cómo abordar nuestras vidas.
Me sorprendo por el apodo, pero le sonrío agradecida por la forma en la que está creyendo en mi trabajo.
El mesero regresa con las órdenes y Dan aplaude en cuanto dejan las papas fritas. Estiro mis manos para que vuelva a su asiento, pero me frunce el ceño antes de acercarse más a Harry pasándole un brazo alrededor del cuello.
—Bebé, ven —digo sonriendle, sin embargo, se pega más a Harry— ¿Dan?
—Uh, creo que alguien recordó a Harry y no quiere soltarlo —Se ríe Doug.
—Es por esa estúpida planta —digo totalmente ofendida de que mi hijo lo prefiera.
Harry me sonríe y toma las papas deslizandolas más cerca, toma una y se la entrega a Dan que sigue cómodo de pie entre sus brazos. Sigo la manera en la que Harry presta atencion minuciosamente a Dan comiendo la papa como si verificara que no se ahogará o quemará entonces mi hijo le da mi sonrisa favorita: la de ojos entrecerrados y achinados mientras muestra sus pequeños dientes y se le hace un hoyuelo.
—Tu hijo realmente es de muy buenos genes —comenta Andrew bebiendo de su té.
De estos cinco hombres rápidamente me he dado cuenta que Andrew quizás es el más educado o centrado.
Dejando a Dan al parecer en buenas manos, me enfoco en mi laptop sobre la mesa y doy un sorbo a mi limonada.
—Oye, Hottie —Me llama Dexter.
—Kaethennis es mi nombre, no Hottie.
—Debes aceptar el hecho de que oficialmente Dexter te bautizó como Hottie, así te quedas —Hace saber Doug palmeado la mesa.
—Me agradas, Hottie. Así que brindemos por nuestros dos nuevos miembros: Hottie y Harry Daniel. —pide teatralemente Dexter haciéndome sonreír mientras Dan lo mira con interés.
—¡Rojo! —grita Dan señalando a Dexter, últimamente mamá le había estado enseñando los colores. — ¡Nani, él es rojo!
—Al parecer no soy la única con nuevo apodo —Me regocijo y entonxes Dan voltea y le toma el rostro a Harry entre sus manos llenas de grasa mientras le mira los ojos.
Mi hijo se ve pensativo y se inclina más hacia Harry quien le sonríe con curiosidad y por alguna razón eso hace que mi corazón lata muy rápido.
—Azul — murmura Dan alegre—. Nani, él es azul.
—Lo es —respondo mirando a los ojos de Harry mirandome directamente.
—Y tu nani, es Hottie —Le hace saber Harry.
Algo acerca en la forma en la pronuncia Hottie con voz ronca y masculina ocasiona que luche contra un estremecimiento.
Nuevamente obtengo uno de sus guiños antes de que tome de su bebida y mi mirada persigue a su nuez de Adan con cada trago, me hace sentir la boca seca. Me siento en un trance mientras bebo de mi limonada sin poder dejar de verlo.
—Jardinero pobre y cabeza de zanahoria —Anuncia mi hermano con su llegada— y por supuesto el famoso Harry Jefferson, alias papi falso de Harry Daniel.
Me atraganto con la bebida porque por supuesto que Keith haría algo como eso.
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