Capítulo Cuarenta y Dos
CAPÍTULO CUARENTA Y DOS
25 de octubre, 2011.
Estoy de vuelta a la realidad en mi oficina luego de unas deliciosas vacaciones en las Bahamas, lo mejor es el hecho de que Harry tiene diez días libres y ahora se encuentra en mi apartamento trabajando en una de las canciones, pero al salir del trabajo nos encontraremos y pasaremos por Dan.
Un toque en la puerta de mi pequeña oficina me hace alzar la vista encontrando a Amelia.
—Te sienta bien ese bronceado, Kaethennis.
Me toma por sorpresa su visita, pero no lo comento mientras toma asiento frente a mí, permaneciendo en silencio en tanto sus ojos se pasean por los rincones de mi pequeña, pero cómoda oficina.
Con el transcurso de los segundos el silencio se torna un tanto incómodo para mí, me siento a la expectativa.
—¿Puedo ayudarte en algo, Amelia? —rompo el silencio.
Su sonrisa es inmediata.
—Tengo algo muy interesante e importante que decirte, para ser sincera me hace muy feliz, Kaethennis.
La miro a la espera de que continúe y cuando alza su mano, me fijo de inmediato en la gran roca adornando su dedo anular.
¿Acaso es una epidemia? Porque esa sortija luce como una de compromiso.
Ella nota que me doy cuenta y sonríe con la más grande expresión de felicidad y extiende la mano hacia mí en donde no tardo en tomarla para evaluar repleta de curiosidad su anillo. Se ve caro,
—¿Es lo que creo que es?
—Así es, me casaré con Preston.
Asiento, Preston es su novio de hace quizás un año, la primera relación según lo que sé, desde su divorcio. Amelia nunca ha dejado de creer en el amor incluso si su primer matrimonio de años no funcionó.
No me toma tanto por sorpresa como lo hace la manera en la que me estoy sintiendo: celosa.
Reconozco los celos retorciéndome las tripas y no se trata de una envidia maliciosa, parece más los celos de una añoranza desconocida al darme cuenta de que mi jefa, a quien considero de alguna manera una amiga, y mi mejor amiga se han comprometido con los que llaman los amores de su vida, creo que en el fondo pudiera desear vivir ese tipo de experiencia, aunque nunca lo imaginé.
Amelia parece estar a la espera de una respuesta por lo que le sonrío y la felicito, poniéndome de pie e inclinándome para un abrazo que recibe gustosa antes de que tomemos asiento nuevamente.
—Al final del día todos siempre encontramos a quien nos complementa —me dice con confianza y seguridad—, eso que llaman nuestra alma gemela.
De inmediato mis pensamientos van a Harry, a la manera en la que me hace sentir y el cómo lo amo.
—Bueno definitivamente esa era una noticia importante para dar— digo con una sonrisa.
—Cariño, esa no es la razón por la que estoy aquí interrumpiendo tu hora de trabajo — sus dedos dan toquecitos contra mi escritorio—. Los superiores de la sede principal en Londres leyeron tus cuentos, varios de tus proyectos de corrección y parte de la biografía de BG.5.
Abro mis ojos con sorpresa, eso no lo esperaba para nada aun cuando tiene sentido que quieran saber quién estuvo a cargo de un proyecto tan grande como el de la biografía de una banda mundialmente conocida.
Amelia es mi jefa directa, la directora de esta sede y tener su aprobación, el que ella lea lo que escribo y me tenga tanta confianza ya es suficiente mérito para mí, pero que la sede principal sepa de mi existencia más que como "una de nuestras trabajadoras" hace que mis piernas tiemblen como gelatina.
—¿Estás hablándome en serio?
—Ellos están bastante sorprendidos de que siendo tan joven tengas todo ese talento concentrado en ti, exactamente lo que yo pensé desde el momento en el que te contrate y lo que pienso cada vez que te asigno un proyecto.
Permanecemos en silencio y casi quiero estrangularla para que termine de hablar de una bendita vez, me está poniendo de los nervios.
Amelia dirige sus ojos hacia los míos y respiro hondo sabiendo que lo que me dirá bien podría ser una noticia grande para dirigir.
—Ellos te quieren.
—Pues ellos me tienen, digo... soy su empleada ¿no? —pregunto con evidente confusión.
—Creo que la sorpresa no te deja pensar bien. Cuando digo que ellos te quieren me refiero a que te quieren en Londres con grandes proyectos, una buena oficina y un sueldo mucho más beneficioso.
Afortunadamente me encuentro sentada ante esta noticia o podría haberme caído de culo ante el sinfín de emociones que me embargan. Me siento mareada, acelerada y a instantes de enloquecer mientras el estómago se me revuelve.
¡Madre mía! Me quieren en Londres, con un gran sueldo y grandes proyectos, es como si mi título universitario en este momento estuviera bailando frente a mi cantando "lo logramos, hijos de puta, lo logramos."
Lo logré.
—¿Kaethennis, estas bien? Estas algo pálida, cariño.
Me mantengo estática con la boca abierta.
Londres, yo... en Londres.
Es como si de un momento a otro aparte de la emoción, por mi cabeza pasara el recordatorio de que mi familia vive en Liverpool y Harry que vive en Londres.
Mi vida en Liverpool, la posible vida en Londres.
—¿Quieres un poco de agua?
Siento un sudor frio en mi frente, es como si esta noticia hiciera un gran choque en mí.
Me volveré loca ante tantos pensamientos ocupando mi mente.
Creo que la sangre se concentra con intensidad en mi cuello pues este comienza a picarme, me estoy volviendo loca.
—¿No es una broma? —pregunto finalmente cuando Amelia comienza a asustarse de mi silencio.
—Estoy hablando muy en serio cariño.
Los ojos se me llenan de lágrimas que no tardan en derramarse porque siempre he sido ambiciosa y aunque cuando quedé embarazada pensé que habían limitaciones para lograr mis metas, no me rendí, me esforcé mucho para conseguir lo mejor para mí y para mi hijo. Siempre fue trabajo y mi hijo, nada de tiempo para mí, queriendo demostrarle al mundo y a mí misma que estaba a la altura de mis sueños y aquí estoy, con otra puerta abriéndose para mí, recibiendo los frutos de mi trabajo.
Independientemente de si quiero marcharme de Liverpool o no, es un gran paso como profesional además de tener mucho peso positivo a nivel personal, porque esta soy yo, la chica que cuando descubrió a los diecinueve años que estaba embarazada creyó que no llegaría lejos y considero a Harry Daniel como un error, el error más hermoso que he cometido y del que no me arrepiento.
Amelia me da una sonrisa maternal, porque sé que esto para ella significa mucho, ella ha sido una guía que me ha ayudado a crecer, que ha creído en mí, siempre ha tenido fe en mí, me dio mi pequeño espacio y mucha confianza para crecer poco a poco.
—No puedo detener las lágrimas —Me disculpo con la voz enronquecida.
—Oh, cielo, déjame darte un abrazo.
Sin dudarlo me pongo de pie y ella rodea el lugar hasta apretarme en sus brazos y mientras lloro de alegría, nostalgia y tanto orgullo.
Aun cuando me importa mi familia, sé que aceptaré esto porque lo merezco, lo haré por mí, porque es mi sueño y cuando logras algo tienes derecho a tomarlo con tus manos y disfrutarlo.
—Sequemos esas lágrimas —dice Amelia limpiándome el rostro—, no queremos que todos piensen que te estoy dando una mala noticia. Jordan Hunter estará viniendo desde Londres para establecer el contrato y hacerte la "entrevista", solo es para hacerlo oficial si te interesa...
—Sí, claro, por supuesto que me interesa... yo... ¿Cuándo?
—Aproximadamente tomará dos meses el que venga, el tiempo necesario para que termines los proyectos que tienes asignados y para que ellos se coordinen, ya una vez todo sea oficial supongo que solo tomará un par de meses instalarte en Londres.
—Se siente tan rápido, pero increíble.
—Estoy muy orgullosa de ti y sé que en un futuro cuando tu hijo vea todo lo que su mami ha hecho y cómo ha surgido y se ha abierto camino, él también te dirá lo orgulloso que está.
—Basta, harás que me vuelva un río de lágrimas.
Amelia ríe y yo también lo hago.
Este es otro momento de mi vida en el que soy sumamente feliz.
***
En cuanto llego a mi departamento encuentro a Harry y Dan tirados en el piso jugando con unos legos. Al final mamá tuvo que pasar por Dan y lo trajo al apartamento dejándolo con Harry.
Dan corre hacia mí colgándose de mi pierna mientras canturrea "nani" y no tardo en agacharme para plantarse un beso sonoro en la mejilla que lo tiene riendo. Me libera la pierna y corre volviendo a sus legos y a Harry.
Le sonrío a mi novio y luego me distraigo dándome cuenta de que de la habitación de Dan emerge mi mejor amiga.
—Tardaste en llegar —Se queja Bridget con un mohín mientras ubica sus manos en sus caderas.
Su vientre ha crecido notablemente y su rostro está redondeado con mejillas llenas, está hermosa y aun me sorprende verla en este estado.
Me es difícil creer que Keith se haya separado de ella, el hombre difícilmente la deja respirar.
Camino hacia mi mejor amiga y cuando estoy lo suficientemente cerca estrujo con mis manos sus mejillas haciéndola gruñir antes de agacharme y besar su dura pancita de mamá, Dan ríe.
—Yo quelo.
Lo tomo y lo pongo frente al estómago de Bridget donde el frunce los labios y presiona haciendo sonreír a a mi mejor amiga.
—¿Se me dejará a mí también besar su estómago? —Pregunta Harry poniéndose en pie.
—No — le digo haciéndolo rodar los ojos y reír a Bridget—. ¿En dónde está mi hermano?
—Está en una importante reunión, pasará por mi más tarde, él está enloqueciéndome, Kae, no me deja respirar y desde que dijeron que hay este problema con mi ovario solo se ha vuelto peor, si sigue así voy a asfixiarlo mientras duerme.
No puedo evitar reír mientras me dirijo hasta la cocina a tomar un poco de jugo de manzana. Bridget me sigue mientras Dan y Harry continúan jugando con los legos.
—¿Qué se siente tener a un hombre caliente durmiendo a tu lado y en tu departamento? —pregunta mi amiga cuñada de la nada.
Mi sonrisa es suficiente respuesta y ella ríe.
Son poquitísimos días los que Harry lleva aquí y sé que pronto se irá a Londres de nuevo, pero he sentido por esos días que somos como una familia.
—Te ves tan feliz, Kae.
—Es porque lo soy —tomo su mano—. Gracias por haberme aconsejado desde un principio darme una oportunidad con Harry, en cierta forma creo que tú has sido mucho mejor amiga que yo.
—No seas tonta, has sido y eres la mejor amiga que puedo tener, créeme que muchas cosas buenas han pasado en mi vida gracias a ti.
—Oh, bueno, creo que esto se está poniendo increíblemente sentimental —Bromeo haciéndola reír—. Te amo, Brid, lamento no decirlo muy seguido, en tantos años de amistad te lo he dicho muy pocas veces, daría mi vida por ti, estoy muy feliz de que formes parte de mi vida.
Cuando comencé a hablar no pretendía hacer llorar a Bridge, pero ella está llorando mientras ríe.
—Malditas hormonas, este bebé me ha vuelto una llorona. Sabes que también te amo.
Asiento sonriendo, también tengo los ojos acuosos y siento que tengo que darle la noticia a alguien, y la mejor persona es mi mejor amiga.
Respiro hondo y me acerco a ella, no quiero que Harry lo sepa aun, esto se trata de mí.
—Me ascendieron.
Bridget me abraza, bueno al menos lo intenta, pero su vientre crecido nos deja separadas por centímetros lo cual nos hace reír.
—Eso es fantástico, Kae, suena como algo malditamente genial.
—Sí, ahora tendré proyectos más grandes y libertad para escribir y... es en Londres.
Bridget abre sus ojos al igual que su boca y río incómodamente porque no quiero pensar en el hecho de que estaré cuatro horas de distancia de mi mejor amiga, nunca nos hemos separado por más de unos cuantos días, es como mi gemela no reconocida genéticamente.
—¿Me estás jodiendo, verdad?
Niego con la cabeza y entonces otra vez ella me abraza mientras comienza a divagar acerca de cosas que no entiendo.
—¿Qué sucede?
—Llevo un tiempo pensando cómo decirte esto, Keith y yo queríamos esperar, pero...
—¡Solo dilo!
—Vamos a mudarnos a Londres una vez el niño nazca y tenga al menos un par de meses. Papá está abriendo una sede en Londres y nos quiere allá, nos pareció un buen comienzo para nuestra familia y ahora tú... ¡Oh Dios! Llevaba tantos días preocupada acerca de estar lejos de mi mejor amiga y ahora ¡Te tendré!
Estoy muy sorprendida ante la noticia y le doy un empujón a juego.
—Eres una desgraciada, no pensabas decirme, pensabas romper mi corazón dándome la noticia semanas antes.
Ella ríe, sin embargo, no lo niega, la conozco muy bien, y ahora mi felicidad es mucho más grande sabiendo que a pesar de que mis padres se quedan en Liverpool, mis hermanos y mejor amiga estarán en Londres, porque Katherine estudiaré a nivel universitario allá.
Después de hablar un poco más con Bridget, decidimos ir por comida china en el restaurante a unas tres cuadras, ella siendo perezosa y sintiéndose cansada pide quedarse con Dan, aunque intuyo que su decisión se debe a que Keith llamó haciéndonos saber que viene en camino.
Ella dice que Keith no la deja respirar, pero para ser honesta sé con certeza que está disfrutando de esa atención.
Por eso Harry y yo estamos caminando hacia la salida, estoy riendo de algo que él dice, pero me detengo abruptamente cuando frente a mi encuentro a Jake.
Harry se detiene detrás de mí chocando con mi espalda y en cuanto nota a Jake, da un paso adelante devolviéndole la mirada que éste le lanza.
La mano de Harry busca la mía y me da un suave apretón que identifico como apoyo.
—Te dije que debíamos hablar, así que me tomé la molestia de venir —Me hace saber Jake.
Salgo rápidamente de mi trance y frunzo el ceño.
—Y creo haberte mandado a la mierda, te dejé en claro que puesto que no estás interesado en mi hijo debías dar marcha atrás y dejarnos tranquilos.
—Bueno, pues resulta que te he visto Kaethennis y han venido a mí muchos recuerdos, especialmente en los que llevabas poca ropa.
La mano de Harry se aprieta contra la mía y Jake ve hacia nuestras manos, ladea la cabeza como si estuviese midiendo a Harry.
—Bueno eso es lo que tendrás: recuerdos, porque tú y yo no volverá a pasar, además tengo novio.
—¿Novio? —se ríe—. Cariño a ti nunca te gusto eso de las relaciones, solo te gustaba el sexo casual.
—Ahora, esas han sido las palabras equivocadas para decir —le advierte Harry liberando mi mano y dando un paso al frente—. Creo que no lo has captado ¿tú y ella? Bien, eso no volverá a pasar, así que será mejor que detengas tus fantasías porque claramente ella no está interesada en ti.
—Este es un asunto que no tiene que ver contigo, así que da media vuelta y saca tu culo de aquí, esto es entre ella y yo.
—Me parece que estás diciendo las cosas equivocadas y que estás a instantes de tener una paliza, pedazo de mierda.
Me sobresalto porque nunca había escuchado a Harry hablar de esa forma ni la expresión feroz en su rostro.
—Jake solo vete.
—Mira tienes razón, el niño no me interesa del todo porque no lo conozco, pero eso puede cambiar, lo intentaría mientras lo intentemos, puedo aprender a quererlo y ser un padre responsable. Seremos una familia, ahora puedo ver que no eres solo una calienta pol...
Una vez más abofeteo a Jake cortando el hilo de sus terribles palabras.
Odio que se exprese de mí de esa manera, pero odio más que reduzca a lo más hermoso de mi vida, mi hijo, a un estorbo o un inconveniente con el que lidiar.
El rostro de Jake se contrae y toma mi mano, siento algo de miedo ante su expresión feroz, me mira como si quisiera acabar conmigo.
—Esa será la última bofetada que recibo tuya, y solo porque extraño todo ese sexo salvaje que...
—Ahora si te la ganaste, jodido imbécil.
Creo sentir que Harry me hace un lado justo antes de ver su puño aterrizar contra la nariz de Jake quien jadea de sorpresa y dolor.
—Pedazo de mierda que no sabe cuándo parar —dice Harry antes de golpearlo una vez más.
Jake responde con un puñetazo en su barbilla lo que solo enoja más a Harry. Atrás queda el novio dulce, paciente y maravilloso, ahora es alguien molesto queriendo hacerle entender a Jake por los golpes lo mucho que lo ha enojado.
Harry lo toma del cuello y lo estampa con fuerza contra la pared.
Siento todo esto surreal.
—Nadie ni mucho menos un cabrón de mierda, le habla de esa forma a Kaethennis—espeta mientras lo zarandea contra la pared —. Tampoco dejaré que te expreses de esa forma de Harry Daniel.
Jake le da un golpe a Harry haciendo que lo suelte, pero creo que mi novio está lo suficiente molesto para ignorar el golpe y doblarse sobre Jake sujetándolo del cuello.
—Déjalos en paz.
Cuando salgo de mi sorpresa grito y creo escucharme llamar a Harry, porque para el momento en el que reacciono ambos se encuentran en el suelo y aunque a Harry le sangra el labio inferior, Jake está sangrando por la nariz, labios y creo que su ojo se está hinchando mientras Harry lo sigue golpeando.
Estoy gritando que se detenga porque tengo miedo que no pare.
—Jodida escoria —Sigue Harry, esta vez viéndolo fijamente mientras lo sostiene.
Justo cuando Harry comienza a golpearlo una vez más veo el auto de Keith estacionarse y comienzo a gritar su nombre. Con rapidez mi hermano se acerca alarmado por mis gritos.
—¡Detenlo, detenlo! Has que se detenga.
Keith maldice y aun recibiendo un codazo por parte de Harry logra quitárselo de encima a un muy golpeado Jake.
—Suéltame —ruge Harry —. Voy a partirle hasta los dedos de la mano a ese cabrón de mierda.
—Voy a demandarte, jodido imbécil —grita Jake tambaleándose cuando se pone de pie —. Voy...
—Haz la mierda que quieras, pero solo quiero que sepas que estaré encantado de partirte la cara una y otra vez...
—Harry, por favor...
Harry parece verme mientras jadea, las manos le tiemblan y Jake hace lo equivocado al llamarme puta y Keith apenas puede contener a Harry.
—Ahora sí voy a matarte, suéltame, maldita sea, ¡Suéltame, Keith!
—Lárgate, Jake.
—Voy a demandarte, voy...
—¡No vas a hacer nada! ¡Lárgate ahora mismo o llamaré a la policía! —Grito.
Estoy muy segura que justo ahora Keith quiere aprovechar su oportunidad de finalmente tener a Jake frente a él para golpearlo.
Tambaleándose, adolorido y sangrando Jake sube a lo que supongo que es su auto y no me gusta la mirada escalofriante que me da, mucho menos que articule hacia mi "sabrás de mi pronto" antes de desaparecer.
Harry está respirando con fuerza mientras mantiene sus ojos cerrados, Keith lo suelta de a poco.
—Hombre ¿estás bien? —Le pregunta.
Harry niega con su cabeza con las manos apoyadas en las rodillas, reconozco que intenta calmar sus emociones.
—Denme un momento —Nos pide.
—Ese maldito imbécil, te juro que...
—Keith, detente —pido, no necesito que alimente la ira de Harry—. Sube a ver cómo están Dan y Brid, por favor.
—¿Estás segura?
—Por favor.
Keith asiente y comienza a subir las escaleras.
Con lentitud me acerco a Harry hasta tomar una de sus manos, él me mira afectado.
—Vamos a mi auto, suelo tener una pequeña caja con cosas de emergencia por si Dan se lastima.
Él asiente vagamente mientras me deja guiarlo hacia el auto. Una vez estamos dentro localizo la caja, tomo un poco de algodón y lo unto de alcohol.
Trago en seco cuando él hace una mueca ante la presión en su labio, tengo ganas de llorar. Harry hizo todo eso por defenderme y a pesar de que no tiene grandes secuelas pues solo es su labio y nudillos por haber dado tantos golpes, me siento mal de verlo lastimado.
Sin poder evitarlo derramo una lágrima y él respira hondo mientras con la yema de su dedo índice la limpia.
—No llores, por favor.
—Lo siento, solo no me gusta verte así.
—Estoy bien, Kae.
Asiento terminando de curar su labio luego procedo con sus nudillos afectados, si así esta su mano el rostro de Jake ha de ser un desastre.
—Lamento que esto ocurriera, Harry.
—No es tu culpa.
—Lo es, me acosté con él, quedé embarazada y...
—Y tuviste a la personita más especial de este mundo —me interrumpe—, además gracias a Dan nos conocimos. No tienes que lamentar nada, lo golpeé porque quise hacerlo, no iba a permitir que se refiriera a ustedes de ese modo ¿de acuerdo?
Asiento sintiendo mis labios temblar, él se inclina y me da un beso suave, pero supongo que el dolor que siente lo hace alejarse con una pequeña mueca.
—Dexter no me creerá cuando sepa que acabo de darle una paliza a alguien, después de todo soy el hermano pacífico.
—Él dijo que va a demandarte.
—No te preocupes por eso, Max se encargará de ello, ahora ¿Por qué no vamos por esa comida china? Dan y Bridget deben de estar hambrientos.
Una vez más me encuentro asintiendo hasta comienzo a llorar y él como puede me atrae a su regazo mientras presiona mi rostro contra su cuello donde mis lágrimas lo humedecen.
—Tranquila, todo está bien. Estoy aquí contigo.
Lloro estrujando su camisa entre mis manos. Esto ha sido demasiado intenso, estoy asustada de la situación que se está creando. Es hora de admitir que tengo miedo de Jake, su mirada y palabras que me dio antes de irse fueron contundentes.
—Estoy asustada —confieso entre sollozos y Harry me aprieta a su cuerpo.
—Estoy aquí, no dejaré que nada ni nadie te haga daño, Kae —Me toma el rostro entre sus manos.
—Te amo —le digo, porque parece un buen momento para decírselo una vez más.
—Sé que lo haces, yo también te amo.
Me abraza y permanezco en sus brazos por mucho tiempo, el suficiente como para que Keith se encargue de la comida pues para cuando dejo a Harry liberarme de sus brazos, ya el restaurante de comida china está cerrado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top