Capítulo Cincuenta y Ocho
CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO
18 de enero, 2012
Acabo de llegar del trabajo junto a Katherine tras buscar a Dan en casa de los Jefferson, ellos se ofrecieron a cuidarlo mientras me organizo con una niñera y el kínder.
Dan no pierde el tiempo en tomar la mano de mi hermana para guiarla hacia la habitación en donde Harry armó su batería.
Siento alivio en cuanto me quito los zapatos de tacón, esto de trabajar con ellos no es mi cosa favorita y cuando bebé crezca y mis pies se hinchen será un no rotundo. Con ese pensamiento me toco el vientre, ya no es plano, pero sigue siendo un embarazo imperceptible.
Me pregunto si será un niño o niña, Harry y yo no tenemos preferencias, pero si le preguntas a Dan él dirá que quiere un Ayam y cuando intentamos hacerle entender que podría ser niña, asegura que no quiere.
Decirle la noticia a Dan sobre el embarazo no fue sencillo, en un principio él simplemente no comprendía lo que queríamos decirle y luego comenzó a llorar...
—Nani mía, papi azul mío —decía señalando mi estómago mientras derramaba lágrimas—. No quelo.
Miré a Harry quien aclaró la garganta mientras se arrodillaba frente a Dan.
—Cielo, no llores —pedí acariciando su cabello—. Puedes compartir, te seguiremos amando mucho. Será como tener un Adam.
—¿Ayam?
—Sí, un bebé que podrás cuidar y enseñar a jugar.
Dan nos miró con ojos llorosos antes de enfocarse nuevamente en mi estómago y levantarme la camisa, sus dedos estaban pegajosos y fríos cuando me tocó mientras fruncía el ceño.
—No está, nani.
Harry y yo reímos.
—Aun no, pero va a crecer y vas a amarlo mucho ¿verdad?
—No shé —fue su respuesta y se enfocó nuevamente en sus juguetes, ignorándonos deliberadamente.
Sonrío ante el recuerdo, cuando nazca lo entenderá mejor.
Mi teléfono suena y sonrío al descubrir que se trata de mamá, por lo que pronto nos adentramos a una conversación.
La extraño, nunca hemos estado tan alejadas por tanto tiempo, pero es un proceso de cambio al que estamos adaptándonos para bien.
Mientras pongo al día a mamá con respecto a mi embarazo y cómo marcha mi trabajo, reviso mis emails. En algún momento de la conversación ella pide hablar con Dan y Katherine, lo que me da tiempo a leer el nuevo email que llega.
El correo es del abogado que Harry contrató y se me notifica que la demanda contra Jake ha sido introducida al igual que a la guardería, no es una mala noticia, pero me pone tensa porque solo recordar ese suceso me pone mal. Fue un momento de mi vida que no quiero recordar, pero que debo enfrentar para poder dejar a Jake atrás.
Comienzo a redactar mi respuesta en tanto llamo a Harry, pero debe de estar ocupado porque no me contesta. Tiene sentido, estos últimos días han estado dedicados gran parte a ensayo y logísticas de la gira, trato de no enfocarme todavía en que Harry se irá por un mes, pese a entenderlo.
Antes de que pueda enviar el email el timbre suena y la verdad es que no sé de quién podría tratarse, Harry no me dijo que esperase a alguien, pero cuando abro la puerta, se me revuelve el estómago.
Ella me mira con impactantes ojos verdes en una piel trigueña y una belleza innegable. Parece igual de afectada que yo por encontrarnos, pero luego luce molesta mientras me mira con desagrado tras hacerle un escaneo a mi aspecto.
Pongo mi dedo pulgar sobre mis labios en un estado pensativo, pero el sonido del timbre me saca de mis ensoñaciones. Con pereza y aun pensativa me dirijo a la puerta y nada más abrirla me lleno de sorpresa y creo que ella también lo hace por la manera en la que me observa.
Relajo mi ceño y planto una sonrisa falsa, no quiero problemas o discusiones, en todo caso, es preferible que se vaya.
—Hola ¿En qué puedo ayudarte, Jenny?
—Con nada ¿Se encuentra Harry?
—No, pero si gustas a dejarle un algún mensaje, con gusto se lo daré.
Rueda los ojos, parece que mi falsa amabilidad la molesta más y mira por encima de mi hombro como si estuviese negándoselo.
—No pienso dejarle ningún mensaje contigo.
—En ese caso, no puedo hacer nada por ti, Jenny.
No borro mi sonrisa falsa. La incomodidad de toda esta interacción me eriza la piel y mi falsa amabilidad caducará pronto.
—¿Qué haces aquí? —Decide preguntar tras mirarme en silencio durante largos segundos.
—Estoy en mi hogar esperando a mi novio.
Parece sorprendida y me cree.
No sé qué pasaría por su cabeza al venir, pero no olvido que estuvo alrededor de Harry el tiempo que estuvimos separados ni las cosas que dijo de mí y de mi hijo.
—¿Qué es lo que le haces? Porque no entiendo cómo es que Harry, siendo un hombre tan asombros, está con alguien... como tú.
Cuento hasta cinco antes de responderle. Soy consciente de que me menosprecia, que me creo muy poco para Harry.
—La última vez que vi me reflejo, encontré a una mujer hermosa y ardiente, sin embargo, también tengo consciencia de quién soy y mi interior. No tienes qué entender por qué Harry me ama, no es tu asunto, nuestro amor y relación es cosa nuestra, no te hagas preguntas que te niegas a responder.
—Lo que creo es que utilizas a tu hijo para tenerlo. Por si no lo sabes, Harry y yo tuvimos una larga relación de tres años...
—Me parece que fueron dos, según lo que leí y me dijo Harry —la interrumpo y eso parece cabrearla porque sus palabras no están haciendo el efecto que ella quiere en mí.
—Y todos saben que Harry y yo somos una gran pareja.
—No estoy interesada en la opinión de los demás. Es momento de superar esta situación e irte, ambas estamos pasando un mal momento con este encuentro y lo sabes.
La risa de Dan se escucha mientras llega a la sala seguido de Katherine.
Mi hermana se sorprende al ver a Jenny y ésta última pone su mirada en mi hijo antes de mirarme a mí sonreír con condescendencia y solo rezo para que no cometa el error de meterse con Dan.
Puede decir lo que quiera de mí, pero nunca de mi hijo.
—Harry siempre ha sido muy bondadoso —comienza y creo escuchar su voz junto a la de los chicos acercarse—, por lo que entiendo que quiera ser el padre de tu hijo bastardo.
Katherine Jadea y yo siento la ira como un calor que me recorre el cuerpo.
¿Cómo se atreve?
—¿Cómo has llamado a mi hijo? —pregunto con una voz contenida, pero ella intenta repetirlo:
—Bastar...—no la dejo terminar.
Mi cuerpo actúa antes de que lo haga mi mente, pero tenía el mismo plan, y la abofeteo haciendo su rostro girar por la fuerza que empleo.
Nunca me pelearía con una mujer por un hombre, pero quemaría el maldito mundo por mi hijo, ni ella ni nadie nunca tendrá el poder u oportunidad de llamar a mi bebé de esa forma.
—Solo digo la verdad, es un bast...
Mi mano es rápida y se adentra a su cabello, jalando y haciéndola gritar.
Odio estar haciendo esto, odio mi reacción, pero me siento fuera de mí. Furiosa y herida de que alguien pueda lanzar su veneno hacia un bebé, mi bebé.
—Jamás vuelvas a referirte a mi hijo —siseo y justo BG.5 aparecen luciendo sorprendidos—. No es mi culpa ni la de mi hijo que no tengas límites ni entiendas que tu relación con mi novio terminó. Di lo que quieras de mí, pero nunca de mi hijo.
Le suelto el cabello sintiendo hebras quedarse enredadas en mis dedos. Siento una rabia que me quiere hacer llorar y un vistazo hacia atrás me hace saber que mi hermana se llevó a Dan, pero seguramente él escuchó y aunque agradezco que no lo entienda, odio la idea de que siquiera lo escuchara.
—Eres una...
—¿Jennyfer? —la interrumpe Harry— ¿Qué haces aquí?
—Solo quería hablar contigo y ésta salvaje...
—Por favor respeta a mi novia —la interrumpe nuevamente Harry y ella jadea.
—¿Sabes qué, Harry? Será mejor que hablemos otro día —concluye acariciándose la mejilla herida en donde descansa las marcas de mis dedos.
Miro hacia mi mano mientras la sacudo, liberando todas esas hebras de cabello castaño que quedaron ahí.
Ella se aleja, yéndose enojada, pero dudo que esté tan enfadada cómo me encuentro yo.
Sin hablar con Harry o Ethan y Doug, me dirijo a la cocina, yendo a los platos sin lavar porque necesito ocupar mis manos y mi mente, tengo demasiada tensión a instantes de estallar.
Odio que mi molestia me haga llorar y no sé si se trate de las hormonas del embarazo potenciando mis emociones.
—¿Kae? ¿Nena, estás bien?
Un sollozo se me escapa y segundos después, Harry me hace girar para envolverme entre sus brazos tras cerrar la llave. Enredo mis brazos alrededor de su cintura.
Permanecemos de ese modo durante un tiempo en donde lloró dándome cuenta que mi tensión y molestia va disminuyendo.
—¿Qué sucedió, Kae? Porque llegue justo en el momento en el que el cabello de Jenny estaba alrededor de tu mano...
—Perdí el control, llamó bastardo a Dan. me duele ¿vale? Es un niño que no ha lastimado a nadie menos a ella.
Me abraza con más fuerza.
—Lo siento, es inaceptable. Hablaré con ella, de ninguna manera puede...
—No —alzo mi rostro y lo miro a través de mis lágrimas—. Jamás te exigiría algo ni te prohibiera ver a alguien, pero no me siento cómoda con que la veas, no cuando sus intenciones no son buenas, lamento si sueno como una novia controladora, pero la quiero lejos de nuestra vida y nuestra familia.
—Está bien, lo entiendo. Ya le dejé en claro que no hay posibilidad de una amistad, estoy enfocado en mi familia y de nuevo lamento que hayas tenido que pasar por esto.
Me acurruco contra su cuerpo.
—¿Fue una fuerte bofetada? Pude ver tus dedos —murmura y a mi pesar me río.
—Se lo merecía, no me arrepiento.
—No pensé que lo hicieras, pero esperemos no tengas que recurrir de nuevo a ello.
—Sí, también lo espero.
***
30 de enero, 2012
Estoy sentada sobre las piernas de Harry con el rostro oculto contra su cuello mientras todos hablan a nuestro alrededor. Hoy amanecí algo mareada y con nauseas, pero eso no me impidió venir a despedirme.
Preferí dejar a Dan con Katherine, fue lo mejor porque si la despedida de Harry y Dan fue difícil en el apartamento, aquí, en el aeropuerto, hubiese sido peor.
Escucho a Dexter reír y siento el pecho de Harry temblar cuando también lo hace.
—Me gusta mucho tu camisa, Kaethennis —dice Andrew y saco el rostro de mi escondiste para sonreírle.
—Gracias, Harry me la regaló.
Es una camisa de algodón, blanca y sin mangas que cae en un ajuste que muestra apenas el relieve de mi vientre de tres meses y a la altura del estómago se lee: "Baby Loading..." la amé cuando Harry me la dio hace unos días.
Él dice que me veo impresionante y yo creo que esta camisa es un gran "Estoy embarazada" para la prensa, pero es una consecuencia que asumiremos, estamos listos.
Las manos de mi novio se ubican en mi estómago bajo, acariciándome como ama hacer últimamente en tanto labios rozan mi oreja. Estoy tratando de ignorar el hecho de que será un tiempo con las hormonas al tope sin Harry y yo teniendo sexo.
—¿Qué tal si vamos por algo de desayunar? —pregunta tras besarme la mejilla.
—No sé si me sentará bien, amanecí algo sensible del estómago.
Harry parece comprenderme, pero la mirada que me da también me hace saber que está preocupado de que deje de comer para evitar los vómitos y lo último que deseo es que se vaya preocupado, bastante le cuesta hacerlo, así que le sonrío y me pongo en pie.
—Muy bien, vayamos a comer.
Me sonríe y se pone de pie entrelazando nuestros dedos. Stone, uno de los guardaespaldas, nos acompaña en tanto nos acercamos a una cafetería en donde disfruto de unos minutos con mi Harry antes de que se vaya.
Me mantengo de pie mientras los brazos de los chicos comienzan a envolverme. Me muerdo el labio para no llorar y creo que Doug lo nota porque hace un puchero que me hace sonreír justo antes de abrazarme.
—Te extrañaremos — dice Ethan dándome un abrazo que resulta reconfortante—, cuidaremos de Harry, no dejaremos que le arrojen muchas bragas ni sujetadores.
—No dejaremos tampoco que firme pechos —asegura Andrew despidiéndose.
—Le quitaremos toda la diversión —anuncia Dexter con dramatismo frente a mí, luego con sus pulgares me limpia las lágrimas que escaparon—. No llores, Hottie, me pones muy sentimental. Voy a extrañarte mucho, mi querida hermana.
—No puedo parar de llorar —Me disculpo y ríe por lo bajo.
—Ven aquí, Hottie.
Dexter tira de mi cuerpo para un gran abrazo en donde me alza haciéndome reír entre lágrimas y cuando me deja sobre mis pies, sus manos van a mi estómago.
—También voy a extrañar a bebé en camino, espero con ansias que cuando vuelva ese sobrino o sobrina ya esté más grande.
—Seguro estaré redonda —bromeo.
Me besa la mejilla de manera sonora y luego me pierdo entre los brazos de Harry, ambos nos aferramos en un fuerte abrazo. No quiero actuar de manera dramática, pero comienzo a sollozar y a mojarle la camisa con mis lágrimas y afortunadamente se alejan lo suficiente para darnos algo de privacidad.
—No llores, cariño o no podré irme —me pide con dulzura—. Te voy a echar mucho de menos, a ti, al pequeño hombrecito y bebé en camino, pero si lloras definitivamente no podré irme.
—Mi amor, pero es que no puedo evitarlo. Estaremos bien, puedes irte tranquilo —Le tomo el rostro entre las manos y lo beso dulcemente.
Cuando libero sus labios, recargo mi frente de la suya mientras respiro hondo y me pierdo en esa mirada llena de diversas tonalidades de azul, unos ojos que me fascinan y enamoran cada día un poco más.
—Voy a echarte muchísimo de menos, pero estaré bien ¿de acuerdo? Te amo.
—Eres todo y más para mí, solo estoy a una llamada, y hablaremos por Skype, te llamaré tantas veces que acabarás por cansarte de mi voz —río porque eso es imposible.
—Ya debes irte —murmuro abrazándolo con fuerza—; hazlos enloquecer cuando toques, trataré de ver los que pueda por internet, así que procura decir algo lindo para mí siempre que puedas.
—Tenlo por seguro.
—Y puedes firmar pechos siempre y cuando sea el marcador quien los toque y no tus manos.
Él ríe asintiendo luego me besa una vez más y suspira contra mis labios antes de bajar y besar mi vientre alto.
—Pórtate bien con mami que papi debe viajar ¿de acuerdo? —Se pone en pie—. Manténme al tanto de todo, te amo. Fire, te llevará al apartamento— dice señalando a uno de los guardaespaldas—. En cuanto vuelva, un vendedor de bienes y raíces nos ayudará a encontrar nuestra casa.
—Ya me lo dijiste —Le recuerdo riendo antes de abrazarlo una vez más lo abrazo una vez más—. Ve, que el avión te dejará.
Nos despedimos al menos dos veces más antes de que finalmente, con su camisa llena de mis lágrimas, se vaya.
¡Maldita sea! Nuevamente estoy llorando mientras de pie veo el lugar por el que se fue, anuncian dos vuelos y respiro hondo. Fire se aclara la garganta y me sonríe ofreciéndome un pañuelo.
—Lo extrañaré mucho.
—Estoy seguro de que él también —dice mirando alrededor en tanto me escolta.
—No te llamas Fire ¿Verdad?
Ríe por lo bajo y sacude la cabeza en negación antes de decirme su nombre y que Fire es solo el apodo que Dexter le dio.
***
31 de enero, 2012
«¿Baby Loanding...? ¿Baby Karry?
Así como lo leen. Hay un bebé Jefferson cargándose, nada más y nada menos que en el vientre de la escritora de cuentos infantiles Kaethennis Stuart.
Informes e imágenes nos informan y dan a conocer que, Harry Jefferson va a ser papi.
A finales de diciembre se venía manejando el rumor de Harry y Kaethennis dando otro paso al ir a vivir juntos, sin embargo, el representante de Harry Jefferson no desmintió ni afirmo los rumores.
Cuando parecía que ya lo habíamos visto todo en tan encantadora pareja que llaman "Karry," una camisa nos dio la sorpresa.
El día de ayer, la pareja se vio junto a los miembros restantes de BG.5 en el aeropuerto en donde la aclamada agrupación partiría a México dando inicio a su gira por América.
Los mimos, abrazos y besos compartidos no fue lo que llamó la atención ¡No, señores! Lo que lo hizo fueron las palabras "Baby loading" en la camisa de la escritora.
Posiblemente esta noticia este rompiendo corazones, pero ¡Vamos! Todos estamos amando a Karry.
Aunque el representante de Harry Jefferson y la pareja no dan respuesta a los rumores, estamos muy seguros de que pronto se viene un nuevo Jefferson.
¿Niña o niño? ¿Qué creen que le espere?
Ahora si desean arrojar bragas al escenario, quizás podrían arrojar pañales, después de todo, parece que van a necesitarlos.
#BabyKarry»
Acaricio mi vientre mientras termino de leer desde mi teléfono uno de los tantos artículos circulando.
—Ya saben de ti, mi cielo —murmuro al ser que crece dentro de mi mientras sonrío.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top