CAPÍTULO 9

En la bulliciosa cafetería, Tn se encontraba sentado en una mesa con Mary y Wen, el ambiente cargado con el aroma del café recién hecho y el murmullo de las conversaciones a su alrededor. Las chicas, con expresiones que mezclaban incredulidad y preocupación, lo miraban fijamente, esperando respuestas.

Mary: ¿Qué crees que haces llevándote a vivir a una asesina contigo? -preguntó Mary, sus ojos fijos en él, reflejando una mezcla de curiosidad y desaprobación.

Wen, con una mirada igualmente inquisitiva, añadió:

Wen: Sí, y ¿cómo es que le revelaste tu identidad tan fácilmente?

Tn dejó escapar una risa nerviosa, intentando restar importancia a la situación.

Tn: Tranquilícense. Tengo todo bajo control -dijo, agitando una mano en un gesto despreocupado que no logró convencer a ninguna de las dos.

Mary cruzó los brazos, su expresión escéptica.

Mary: Llevar a una villana a tu departamento no parece ser una magnífica idea -insistió.

Tn: Maxime está bien -respondió Tn, con un tono que intentaba ser tranquilizador.

Las cejas de Wen y Mary se alzaron al unísono, sus miradas cargadas de una mezcla de celos y diversión.

Mary/Wen: Maxime, eh... -dijeron casi al mismo tiempo, con un tono que dejaba claro que no habían pasado por alto la familiaridad en su voz.

Tn soltó una carcajada, aunque un poco nerviosa.

Tn: Vamos, no sean celosas. Solo es una niña.

Mary no pudo evitar lanzar un comentario mordaz.

Mary: Gwen era solo una chica y parece que también tiene tu atención.

La risa de Tn se tornó aún más nerviosa, consciente de su tendencia a encariñarse fácilmente.

Fue en ese momento, justo cuando todo parecía girar alrededor de sus complicadas relaciones, que algo cambió en el aire. El sentido arácnido de Tn se activó de repente, un zumbido urgente que le recorrió la columna vertebral. Sin pensarlo dos veces, se lanzó sobre Mary y Wen, derribándolas al suelo justo a tiempo para cubrirlas con su cuerpo.

Un segundo después, una explosión resonó por toda la cafetería, el estruendo llenando el espacio mientras una bomba perdida estallaba, destrozando ventanales y lanzando escombros por doquier. La onda expansiva sacudió el suelo, haciendo que las tazas y platos se estrellaran contra el suelo en un caos de fragmentos y ruido ensordecedor.

Tn, protegiendo a las chicas con su cuerpo, sintió la fuerza de la explosión, pero su atención estaba totalmente centrada en mantenerlas a salvo. El bullicio se transformó en un caos absoluto, y el aire se llenó de polvo y confusión. En medio de la conmoción, Tn sabía que tendría que actuar rápido para descubrir el origen del ataque y garantizar la seguridad de todos.

En un estudio de televisión iluminado tenuemente, el noticiero de la noche se desarrollaba con la seriedad que demandaban los recientes acontecimientos en la ciudad. La cámara enfocaba al presentador, un hombre de rostro grave y voz firme, mientras se dirigía a la audiencia con el peso de las noticias que estaba a punto de compartir.

Noticiero: Buenas noches, estimados televidentes. Hoy nos enfrentamos a una realidad inquietante que ha comenzado a manifestarse en nuestras calles -comenzó, su tono medido pero cargado de preocupación-. En las últimas semanas, hemos visto un alarmante incremento en el índice de violencia en nuestra ciudad. Incidentes que antes parecían aislados se han convertido en una tendencia perturbadora, con un aumento significativo en actividades delictivas que imitan a los villanos clásicos de Spiderman.

Mientras hablaba, en la pantalla aparecían imágenes de escenas del crimen, lugares acordonados por la policía y ciudadanos preocupados que miraban con temor el caos que se desataba a su alrededor. Las imágenes eran un recordatorio visual de la creciente inseguridad que acechaba en cada esquina.

Noticiero: Lo que inicialmente parecía ser una serie de incidentes aislados ahora toma la forma de un patrón preocupante -continuó el presentador-. Grupos o individuos desconocidos han comenzado a adoptar las apariencias y métodos de villanos como el Duende Verde, el Doctor Octopus y otros conocidos enemigos de Spiderman. Este fenómeno ha generado una ola de caos y miedo entre los ciudadanos, quienes se preguntan si estos imitadores son simplemente fanáticos trastornados o parte de una amenaza más grande y organizada.

La cámara regresó al presentador, quien hizo una pausa antes de abordar una de las preguntas más divisivas planteadas en la ciudad.

Noticiero: Esto nos lleva a una cuestión que ha dividido a la opinión pública durante años: ¿Es Spiderman una verdadera amenaza para nuestra ciudad? -planteó, su mirada fija en la cámara-. Mientras algunos consideran que es un héroe que lucha por protegernos, otros sugieren que su presencia atrae un tipo de peligro que de otro modo podría no existir. ¿Es posible que estos nuevos brotes de violencia sean una consecuencia directa de la influencia de Spiderman?

El tono del noticiero era sobrio y reflexivo, invitando a los espectadores a considerar el dilema desde diferentes ángulos. Mientras las imágenes de Spiderman salvando vidas y combatiendo el crimen aparecían en pantalla, el presentador concluyó su segmento.

Noticiero: Independientemente de dónde se posicione cada uno en este debate, lo cierto es que la seguridad de nuestra ciudad está en juego, y necesitamos soluciones efectivas más que nunca. Queda por ver cómo las autoridades y Spiderman responderán a esta nueva ola de imitadores y qué medidas se implementarán para restaurar la paz en nuestras calles.

Con estas palabras, el noticiero pasó a otro tema, dejando a los espectadores con una sensación de incertidumbre y reflexión sobre el papel de Spiderman en el tejido complejo de su ciudad y sus desafíos actuales.

En la habitación de Wen, el ambiente estaba cargado de una tensión palpable después de la emisión del noticiero. Tn se inclinó hacia adelante, apagando el televisor con un suspiro pesado. La luz de la pantalla se desvaneció, dejando la habitación en una penumbra suave, solo iluminada por las lámparas de mesa a su alrededor.

Tn: No son solo imitadores -dijo Tn, rompiendo el silencio mientras se volvía hacia Wen y Mary Jane, quienes estaban sentadas cerca, con expresiones de preocupación grabadas en sus rostros-. Es algo mucho más grande.

Wen, sentada detrás de él, cosía con cuidado la herida que cruzaba su espalda musculosa, sus manos moviéndose con delicadeza y precisión. La preocupación en su rostro era evidente, pero sus dedos no titubearon mientras trabajaba.

Mary: ¿A qué te refieres, Tn? -preguntó Mary, su voz reflejando tanto curiosidad como un toque de miedo.

Tn se tomó un momento antes de responder, el peso de sus palabras resonando en la habitación.

Tn: No es un simple movimiento de seguidores de villanos -explicó, su tono grave-. Son nuevas versiones de mis antiguos enemigos.

Mary lo miró, incrédula, su mente retrocediendo a eventos pasados.

Mary: ¿Te refieres a algo como lo que sucedió hace un año con los agujeros de las líneas temporales? -preguntó, recordando el caos causado por las realidades alternas.

Tn asintió, su mirada fija en el suelo por un momento antes de levantarla hacia las chicas.

Tn: Algo así -admitió-. Y debo detenerlo antes de que se salga de control.

Wen terminó de coser la herida, uniendo los últimos puntos con cuidado antes de limpiar la zona con delicadeza. Sus dedos rozaron la piel de Tn, y en un gesto de afecto y protección, se acomodó en su regazo, su figura delgada y elegante frotándose suavemente contra él.

Wen:Necesitarás ayuda -dijo Wen, sus palabras suaves pero firmes mientras lo miraba a los ojos.

Tn sonrió, una calidez genuina iluminando su rostro mientras colocaba una mano sobre la de Wen.

Tn: Ya la tengo -respondió, su voz llena de gratitud y serenidad.

En el momento en que los sentidos de Tn captaron el sonido de la puerta abriéndose en la planta baja, su cuerpo se tensó de inmediato. Se giró hacia Wen, su voz baja y urgente.

George: Tu padre ya llegó -dijo, con una mezcla de advertencia y urgencia.

Wen se puso nerviosa al instante, consciente de que la idea de tener chicos en casa no era precisamente la favorita de su padre. Actuando rápidamente, le pasó su camisa a Tn para que se cubriera, mientras Mary se dirigía hacia la puerta, con la intención de ponerle seguro.

Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, la puerta se abrió de par en par y George, el padre de Wen, entró en la habitación. Wen y Mary lo recibieron con sonrisas un tanto forzadas, tratando de ocultar cualquier rastro de nerviosismo.

Mary: Hola, señor Stacy -dijo Mary, su tono deliberadamente despreocupado.

Wen: ¿Papá? ¿Qué haces en casa tan pronto? -preguntó Wen, intentando sonar casual mientras su corazón latía con fuerza.

George suspiró con alivio al verlas.

George: Escuché sobre el atentado en la cafetería -dijo, su voz cargada de una mezcla de preocupación y alivio-. Como me habías dicho que irías allí con Mary, me llevé un susto de muerte al escuchar la noticia. Me alegra que no hayan ido.

Wen rió nerviosamente, la situación tensándose momentáneamente mientras recordaba cómo Tn las había protegido.

Wen: Sí, bueno... no fuimos -improvisó-. Mary se sentía mal y decidimos quedarnos aquí.

Mary asintió rápidamente, siguiendo el juego de Wen.

Mary: Exacto, me sentía un poco... indispuesta -dijo, tratando de sonar convincente.

George asintió, aparentemente aliviado, pero entonces su mirada se posó en una mancha de sangre que había pasado desapercibida en la silla.

George: ¿De quién es esa sangre? -preguntó, su tono cambiando a preocupación.

Wen se quedó congelada, sus nervios a punto de traicionarla, pero Mary, rápida de reflejos, la salvó.

Mary: Oh, eso... soy yo, señor Stacy. Estoy... teniendo mi periodo -dijo, sus mejillas sonrojándose con fuerza por la excusa que acababa de inventar.

George se sintió instantáneamente incómodo, su rostro se tornó de un rojo brillante mientras se cubría los ojos con la mano.

George: Oh, lo siento mucho, Mary. Disculpa por preguntar... no quise incomodarte -dijo, retrocediendo lentamente hacia la puerta.

Wen: Sí, papá, mejor sal... -sugirió Wen, tratando de suprimir una risa nerviosa.

George, aún ligeramente avergonzado, salió de la habitación, murmurando disculpas mientras cerraba la puerta tras de sí.

Desde el techo, donde se había pegado para evitar ser visto, Tn observaba toda la escena con una mezcla de diversión y alivio. La tensión del momento se había disipado, dejando tras de sí una sensación de camaradería y, sobre todo, una anécdota que probablemente recordaría para burlarse de Mary en el futuro.

CONTINUARÁ.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top