•| Una Placentera Pesadilla
Estaba de nuevo en su consultorio, yo estaba totalmente desnuda sentada en su escritorio y él solo tenia sus boxers que me dejan ver lo feliz que le hacia mi presencia, me besaba brusca pero apasionadamente mientras con una mano me sujetaba de la nuca y con la otra me estrujaba un pecho haciendo que soltara un gemido en su boca. Pensé que era momento de quitar mi timidez así que tome el borde de su última prenda y la baje lenta mente, en cuanto la quite por completo sentí su pene chocar contra mi mano.
Rompí el beso que tenía con Raúl, comencé a tocar toda su longitud con la mano y la acaricie de arriba hacia abajo, lo hacia cada ves mas rápido y puede escuchar como le comenzaba a faltar la respiración a Raúl y soltaba uno que otro gemido que hacian que me mojara cada vez mas.
Adiós a mi timidez, lo empuje suavemente a su silla y me puse de rodillas, sin dudar me metí su pene en mi boca, pero solo llegue hasta la mitad. El era tan grande que si seguia metiendo lo todo me ahogaría.
Continúe con lo mío y empecé a succionar lentamente la punta para luego deslizar todo su ser en mi boca. Raúl tenia su mano enredada en mi cabello y empujándome con para que lo saborea mas a fondo.
Segui chupando y cuando senti que se corria comencé a succionar con mas fuerza hasta que...
Me senté en mi cama sudada y jadeando. Eran las 3:30 am. Esta es la quinta vez que soñaba algo asi con mi ginecólogo, con Raúl. Desde que regrese de mi primera consulta no he parado de tener esos sueños húmedos con él, nos imaginaba a el y a mi en diferentes escenarios, como en su oficina, en mi cama, en la piscina y lo mas sorprendente en mi escuela. Esto estaba mal, yo sabia, pero simplemente no lo podía evitar. Me encantaba imaginarme como me haría suya.
Estaba tan excitada por el sueño que no me quedo mas remedio que masturbarme, me quite toda la ropa quedando desnuda, acaricie mis pechos lentamente para después bajar una de mis manos a mi clitoris y empecé a tocarlo despacio, recordando como me toco el primer día que nos conocimos, aumente la velocidad y mientras mordía la almohada para que no se escucharan mis gemidos, seguí así hasta que llegue al orgasmo, cayendo rendida en un profundo sueño.c
Raúl
- Ahhhhh mierda! Si ohhh Dios - Se escuchaban los gritos de una mujer- Sigue sigue! Si! Ah mierda justo ahí.
- ¿Quieres mas zorra?- Decia el hombre mientras la penetraba rápidamente.
- Si por.. ahhhh por favor- dijo la mujer como pudo...
Movía mi mano rápidamente alrededor de todo mi pene mientras veia la película porno que me presto Jefnier. Llevo despierto desde la una de la mañana y no he podido dormir. Si otra vez me puse a pensar en ella, en mi dulce e inocente Beck y gracias a ello no he dejado de masturbarme pensando en ella y fantaseando con el día en que folle su hermosa boquita.
A Pasado toda una semana y solo cuento los días para volver a verla y poder tocarla todo lo que yo quiera, aunque no debería pensar así, ella es una niña y yo un hombre. Pero algo me pasa con ella, es perfecta y simplemente no puedo mantener mis pensamientos y mis manos lejos de su cuerpo. Fantaseaba con hacerla mía en donde fuera, pero ya quería enterrarme en ella. Seguí viendo la película hasta que al fin me corri. Me limpie, apague la tele y trate de dormir. Cuando estaba apunto de dormirme sentí como mi amigote volvía a crecer.
Mierda ya no aguanto mas, en la próxima cita que tenga con ella. Tengo que hacerla mía.
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