•| Una Limpieza Profunda II

Beck.

¿Que trata de decir con que con eso no es todo?. Yo me quede como estatua en su cuarto mientras él se fue a quien sabe donde. Salí de mi trance cuando lo vi entrar de nuevo pero esta vez con algo entre sus manos.

- Vas a limpiar mi casa- dijo sonriendo. - Y no olvides tu uniforme bellaquita.

- ¿Estás volviendote loco? No voy a limpiar toda la casa y mucho menos con este uniforme. - Dije rápidamente.

- Si lo haras, es parte de mi premio. - Dijo riendo. - Así que ponte tu uniforme, ponte a limpiar que yo disfrutare del espectáculo.

Salió de la habitación dejándome con la palabra en la boca. Bravo Beck tenias que hacer esa apuesta. Me aplaudí mentalmente. Me puse el uniforme de sirvienta y baje las escaleras. Raúl estaba en la cocina y yo decidí empezar por allí.

Mientras limpiaba todo el tiradero de la cocina sentí que la mirada de Raúl pasaba por todo mi cuerpo, no pude evitar mojarme, al saber que el observaba cada uno de mis movimientos. De vez en cuando me agachaba para recoger algo y podía escuchar como Rauw se aclaraba la garganta.

- ¿Me tendrás limpiando todo el día sin tocarme?. - Yo quería que me tocara.

- Si, bueno si es que resisto.- Dijo. - Me gusta observarte y es mejor que me deleite un poco viéndote y ya después pasamos a lo físico. No te desesperes. - Dijo sin quitarme la mirada de encima.

Seguí limpiando, lavando platos, guardando cosas. Cuando por fin termine la cocina pase a la sala y Raúl venia detrás de mi. Me agache para recoger unos libros, pero los tire en cuanto sentí un pellizco en mi culo.

- ¿Acaso no dijiste que no me tocarias?. - Lo regañe.

- Pues se supone, pero quien te manda a ponerme tu precioso culo en la cara. - yo fruncí el seño y me reí.

Recogí todo el tiradero que tenia. No podía creer que enserio me haria limpiar toda su casa.

Me lleve toda la mañana recogiendo, la planta de abajo y cuando dieron las dos de la tarde. Me dejo tomar una descanso para comer. Estaba muy cansada y me faltaba todavía la segunda planta de la casa. Bueno por lo menos no era una enorme casa y me tocaba recoger menos.

Terminamos de comer, ya no quería limpiar y camine hacia las escaleras lentamente.

- Andando hermosa todavía no terminas. - Me dijo dándome una fuerte nalgada.

- Mierda ¡Raúl!. - Me queje. - Me dolió.

- Perdón hermosa. - Me dijo mientras me sobaba la nalga que me había cacheteado.

Por fin subimos, comencé a limpiar, los cuartos. Gracias a mi suerte estos no estaban tan sucios. Así que mi trabajo fue mas rápido. Cuando termine me di cuenta que Raúl no estaba.

Me fui directo a su cuarto, tampoco estaba. Estaba tan cansada que me dio flojera buscarlo así que me fui directo al baño. Quería meterme en la tina con agua tibia para relajar mis músculos. En cuanto entre, abrí la boca de asombro. El baño estaba iluminado por muchas velas y Raúl se encontraba en el jacuzzi, que tenia espuma en todos lados. Me mordí el labio al imaginar que  estaría desnudo en el agua.

- Ven bellaquita te mereces un baño relajante. - Me estiro la mano para que me acercara.

Sin dudarlo me quite la ropa hasta quedar desnuda y tome su mano. En cuanto mi piel toco el agua, solté un gemido. El agua estaba a la temperatura correcta y se sentía tan relajante. Rauw me sentó en medio de sus piernas, sentí como mi trasero roso su pene y solté un leve quejido.

- Lo has hecho muy bien. - Me dijo mientras ponía sus manos en mis hombros y comenzaba con un delicioso masaje.

- Aja. - Es lo único que pude decir.

Siguió con el masaje y yo estaba en el cielo. Después de un rato sus manos dejaron mis hombros y se fueron directo a mis pechos.

- Mmmmm

- ¿Te gusta?. - Me susurro en un odio mientras apretaba mas su agarre en mis pechos.

- Mhh Si. - Le conteste.

No me aguante mas, me voltee y le di un gran beso en esos labios que tanto me gustaban probar. Ahora yo estaba con las piernas abiertas sentada sobre él, mientras nos besábamos. Su legua y labios parecían tener una batalla épica. Pero él rompió el beso y me vio a los ojos. Sentí como Raúl restregaba su pene a mi estrada y como lo metía lentamente.

- Aaahhh. - Solté en su oído.

Empecé a dar saltitos encima de él. El agua salía por los bordes del jacuzzi a medida que aumentaba la velocidad de mis movimientos. Acelere mis saltos con su ayuda y cuando esta apunto de llegar al orgasmo él me detuvo. Me cabio de posición ahora yo me aferraba a sus hombros para no ahogarme y el esta encima de mi envistiéndome rápidamente. Ambos soltábamos gemido y yo de vez en cuando le rogaba por mas.

De repente, se detuvo. Raúl subió una de mis piernas a su hombro y siguió embistiéndome, en esta posición pude sentir mejor como se metía y salía de mi. Recargue mi frente en la suya, los dos teníamos los ojos serados, escuchando nuestros jadeos y el sonido del agua al caer fuera del jacuzzi. Le daba uno que otro beso o él me daba unos a mi.

Después de un rato se corrió en mi y lo único que hice fue gritar, al igual que él. Era la primera vez que se corría, sin usar un condón, se sentía tan caliente en mi interior y eso me gusto.

Con nuestras respiraciones agitadas, Raúl me cargo fuera del jacuzzi, me seco como pudo por que yo estaba demasiado cansada para mover aunque sea un dedo. Me llevo a la cama y no dure mucho en quedarme dormida. Pero antes de que lo hiciera me pareció escuchar la voz de Raúl.

- Te quiero Beck...

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