Raúl.

Una vez en la cama, no nos podíamos dormir pues los dos habíamos olvidado por completo apagar la luz que iluminaba el gran cuarto. Así que decidimos hablar un rato. En la cama estaban mis jeans y Beck se acercó para buscar chicles.

- No tengo chicles. - dije divertido viendo como buscaba por todos lados.

-  Shhh- dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.

Saco mi cartera y de ella se callo una foto. La tomo entre sus manos.

- ¡Mierda Rauw! Mira que lindo eras.

Efectivamente encontró la foto de cuando era pequeño.

- Dame eso.- se lo quise quitar, pero se puso de pie y se alejo de la cama.

- No. - me levante y la perseguí por todo el cuarto. Los dos estábamos desnudos corriendo como locos.

- ¡Bien! Ya, tu ganas. - dije y me senté en la cama fingiendo estar enojado.

- Sabias que te ves tremendamente sexy haciendo pucheros como un niño. - dijo y me dio un beso en la nariz. Se sentó a mi lado.

- ¿Me darás la foto?.

- No... ¿Me la puedo quedar?.

- No, quede horrible. - dije.

- ¿Por qué no? Si sales todo acicalao.

- Claro que no, solo me recuerda lo nerd fuí.

- Y déjame decirte que fuiste un nerd muy sexy. - me reí mientras veía la foto- además si no te gusta ¿Por qué la traes en tu billetera?.

- Mi mamá me la mando y la guarde allí y se me olvido sacarla.

- Bueno, me la quedare. - dijo

- Esta bien, pero dame un beso. - me dio un pico. - No, quiero uno de verdad. - me tomo de la cara y nos besamos.

Nos acostamos de nuevo.

- ¡La luz!. - dijimos los dos al mismo tiempo.

- Yo voy. - me pare y la apague, para después por fin dormir tranquilos.

El sol no demoró en salir, debía ir a trabajar. Estaba pensando seriamente pedir unas largas vacaciones.

En fin cuando termine de bañarme, salí a cambiarme. Beck seguía dormida, me senté en la orilla de la cama, estaba por ponerme la camisa cuando siento unos labio en mi cuello y unas manos en mi abdomen.

- Buenos días. -  dijo adormilada.

- Buenos días linda. - me quede allí sintiendo cada una de sus caricias.

- ¿A dónde vas?.

- Al trabajo, se me esta haciendo tarde. - me pare y me gire a verla.

- Espera, yo te ayudo.

Se arrodilló en la cama y me ayudo a abrocharme la camisa y después a ponerme la corbata. No pude evitar ver su cuerpo desnudo. Era simplemente perfecto y era mío, solo mío. Por último me dio un beso.

- Que te vaya bien. - dijo sonriendo.

- Gracias. - le sonreí de vuelta. - ¿Que harás tú en todo el día,bellaquita?. - solo quería asegurarme que no hiciera una de sus locuras.

- Pues iré a la escuela. - dijo ¿Feliz? Por que estaría feliz de ir a la escuela. - es que al parecer la universidad a la que quiero entrar, esta dando becas y voy a hacer el papeleo para aplicar para una.

- Pues siendo así, que tengas suerte linda. - le di un pico. - cuídate, no dejes que extraños entren a casa, pórtate bien y...

- Tranquilo Rauw, se cuidarme sola. - se rio.

- Lo se. - sonreí. - Nos vemos linda.

- Adiós Rauw. - nos dimos un ultimo beso y me marche directo a mi trabajo.