•| Sorpresa
Raúl.
Me levante temprano, Beck aún seguía dormida, se veía tan jodidamente tierna.
Decidí prepararle el desayuno, hoy era un día importante. Le daría una sorpresa.
No soy muy experto haciendo desayunos, así que hice algo sencillo. Huevos con tocino y un vaso de jugo de naranja, en la charola le puse una rosa.
Subí, en cuanto entre, ella seguía durmiendo. Era de esperarse, tuvimos una noche pesada. Sonreí al recordarlo.
Deje la charola, en el buro y me tumbe de nuevo en la cama. La contemple por unos minutos, ella era tan perfecta, de los pies a la cabeza. En el tiempo que la observe, pense en como es que una niña, me había enamorado tanto y en tan poco tiempo. Comencé a acariciar su cabello con mis dedos y susurre varias cosas en su oido para que despertara.
- Linda, ya es tarde. - dije, pero no se levanto.
- No quiero, cinco minutos mas- dijo aun sin abrir los ojos. Me reí y le di un beso en la nariz.
- Vamos, te tengo una sorpresa y si no te levantas no podré dártela.
- No me la des, yo quiero seguir durmiendo - dijo y se tapo con las mantas.
- Esta bien, buscare alguien más para darle mi sorpresa - me pare pero luego sentí como unos brazos me jalaban y caí acostado en la cama. Beck se subió sobre mi.
- Nada de irte a buscar a otra, me oíste Ocasión - se puso celosa y yo solo reí- ¿De que te ríes?
- De nada. ¿Vamos a desayunar? - dije y vi como se le formaba un enorme sonrisa.
- Si, muero de hambre.
Nos quedamos en la cama desayunando. De vez en cuando ella me daba de comer y yo a ella, nos robábamos uno que otro beso. Cuando terminamos, ya eran las tres de la tarde. Creo que tardamos mucho en "desayunar". Me reí por ese pensamiento.
- Y bien, no quiero ser curiosa pero... ¿Cual es mi sorpresa? - dijo viéndome a los ojos.
- No te diré nada hasta la noche - dije y antes de salir del cuarto me voltee-antes de que se me olvide, hoy vamos a cenar a las 7 así que ponte mas hermosa de lo que estas ¿Si?.
- Bien, esperaré - dijo mientras se volvía a acostar.
Dieron las 5 de la tarde y ella se fue a su casa, para arreglarse. Yo le dije que podía organizarse aquí, pero no quiso. Me quede desde las cinco solo así que me puse a verificar que todo lo que tenía planeado para esta noche no saliera mal.
Faltaba una hora para que las siete llegarán, me bañe, me cambie y me puse un traje nuevo. Lo había comprado para esta noche, pues esta tenía que ser perfecta en todos los sentidos.
Dieron las siete y fui por Beck a su casa. En cuanto abrió la puerta me quede como un idiota enamorado, se veía perfecta con ese vestido. Me quede contemplándola, hasta que ella me saco de mis pensamientos.
Al llegar al restaurante, nos dieron la mejor mesa del lugar. Se podía ver casi todo Miami y la puesta de sol.
- ¿No se te hace raro que no hay mas gente?- dijo Beck- es que solo estamos nosotros.
- No- dije sin preocupacion - considerando que alquile el restaurante para nosotros esta noche.
- !¿Que?¡- grito- Raúl ... no debiste.. de seguro te costo una fortuna y tu no tienes por que gastar tu dinero en mi.- dijo pero la calle con un suave beso en sus labios.
- Beck, linda, por ti gastaría hasta la última moneda que tengo. - dije viéndola a los ojos- con tal de verte feliz.- le sonreí y ella me sonrió.
- Gracias, aunque sigo pensando en que no debiste- dijo y los dos nos reímos.
Cenamos tranquilamente, la comida enserio estaba deliciosa. Vimos como el sol se ocultaba y las luces del bello Miami se prendían alumbrando las calles. Era una vista espectacular.
Seguimos cenando mientras platicábamos del día en que nos conocimos.
- Y ¿Que fue lo primero que pensaste en cuanto me viste por primera vez?- me pregunto Beck.
- ¿Te digo la verdad?- ella sintió con una sonrisa, me acerque a ella y le susurre en el odio- que eras la chica mas hermosa y sexy que había visto, además de que te quería coger en cuanto entraste a mi consultorio- escuche como se reía y volteaba la cara para después besarme.
- Que coincidencia yo pensé lo mismo- dijo con una sonrisa después de terminar con el beso.
- ¿Que soy un chica hermosa y sexy? - ella se rio con ganas y yo me uní a ella.
- No tonto, que eras el hombre mas sexy que había visto- dijo y ahora yo le di un corto beso- además que también quería que me cogieras en tu escritorio- dijo como una niña que quería hacer alguna travesura.
- Pues tal vez, algún día se te cumpla ese deseo- dije.
Terminamos de cenar y era hora de darle la sorpresa. Estaba tan nervioso que ya estaba sudando. Me di una bofetada mentalmente y trate de controlarme. Salimos del restaurante y la lleve a el lugar.
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