•| No Hay Nada Que Un Buen Oral No Solucioné.
Raúl
Ella esta de espaldas y no me veía, pero yo si la podía ver a través del cristal. Veía como el agua y el jabón pasan por todo su cuerpo, se me hizo agua la boca. Me quite mi pantaloneta y los boxers, quedando desnudo. Sigilosamente abrí la puerta de la regadera, me metí. Se me volvió a parar el pene por la hermosa imagen que veía.
Se estaba lavando el cabello, podía ver como tiraba la cabeza para atrás mientras que el shampoo caía por su espalda, me acerque y la agarre por la cintura haciendo que mi erección quedara pegada a sus nalgas, soltó un gimido. Yo le quite lo que le quedaba de jabón, aparte su pelo para besar y morder su hombro.
- Me debes un round bellaquita. - Le dije rodeando su cintura con mis brazos y seguía besando su hombro.
- Mmm pero ya estoy muy adolorida cariño. - Me dijo, tratando de hacerse la que no quería.
- Vamos no te voy a dar duro, como anoche. - Le dije. - Lo prometo.
- No lo se.
Se rio y se dió la vuelta para darme un beso.
- Estás adolorida pequeña... Pero aún así cooperas. - Volvió a besarme. - Lo tomaré como un si. - Dije en medio del beso.
Comenzamos con un beso, como locos nos comimos la boca del otro. La tome por su precioso y redondo culo, lo acaricie, ella desvió sus manos de mi cuello a mi torso lo empezó a acariciar. La eleve e hice que sus piernas se enredaron en mi cadera.
No me resistí, la penetre de sorpresa haciendo que rompiera el beso.
- Mierda Rauw, no tan fuerte. - Me regaño.
- Mhhh, lo siento preciosa. - La bese.
Esta vez me fui lento al momento que reanude mis envestidas, la recargue en la pared mientras el agua caía en nuestros cuerpos. La penetraba con un poco mas de velocidad, ella solo grita, mientras que yo gruñia. Poco después ella estaba saltando en mi pene mientras me agarraba del cuello y me besaba, también podía sentir como sus pechos rosaban mi torso cuando subía y bajaba. Era una de las sensaciones que mas me gustaba.
- Mhhh pequeña, me voy a correr. - Dije con algo de dificultad. - Detente.
- No, quiero que te vengas dentro de mi.
- Mierda Beck... No podemos... No me puse el preservativo. - Le dije y paro sus movimientos.
- Carajo... Está bien. - Se bajo enojada de mi, se dio la vuelta dándome la espalda,pero para que no se enojara. Con rapidez meti mi mano entre sus piernas, la moví rápido, le meti un dedo en su apretada vagina, ella dejo caer su cabeza en mi hombro derecho y paso su mano izquierda por mi cuello. Se veía hermosa con sus ojos cerrados, en esa posición, toda el agua le caía a ella.
Segui con mis movimientos hasta que se corrió y lo hizo gritándome en el oído. Después ella se puso de rodillas y se metió todo mi pene en su boca. Esto era el paraiso, siguió asi por como cinco minutos hasta que me corrí en su boca.
Luego ambos nos bañamos entre los dos y nos fuimos a desayunar. En el desayuno nos la pasamos en risas y besos, fue lo mejor. Pero llego la hora en que la tenía que llevar a su casa, la lleve y me despedí con un beso apasionado antes de que se bajara del auto. Sin duda fue el mejor fin de semana de toda mi vida. Pero el siguiente sería aún mejor.
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