Al bajar del "Panorama Tower" , los dos estábamos tomados de las manos y con una enorme sonrisa que nadie nos la podía quitar. Raúl me ayudo a subir al auto y condujo. Pero en vez de llevarme a casa, se fue por otro lado, trate de averiguar cuál sería el lugar a donde me llevaría pero no obtuve respuesta, solo me dijo "es un sorpresa". La verdad es que sus sorpresas siempre eran buenas, así que me relaje y me dedique a ver por la ventana.

Llegamos a un hotel. Me ayudo a bajar del auto y entramos. Yo lo espere, mientras que el iba por las llaves del cuarto.

Estaba tan feliz, Mayra tenia razón, debí haberle dicho a Raúl hace mucho que lo que sentía por él.

Pensando en lo que paso hace menos de una hora, se me volvió a formar una sonrisa. Vi como Raúl se acercaba con una sonrisa igual a la mía. Subimos por el elevador, en silencio.

Al llegar al cuarto, me dejo pasar primero. Me quede con la boca un poco abierta al ver que la habitación estaba decorada con velas y muchos pétalos de rosas. Era enorme, era como ver toda mi casa entera en un cuarto de hotel. Había un camino de pétalos, sin dudarlo lo seguí, hasta que llegue a la cama, que también estaba decorada con pétalos y velas alrededor. Escuche como Raúl entraba al cuarto.

Nos miramos a los ojos y no nos dijimos nada. No hacia falta. Él se acerco a mi, nos besamos despacio, disfrutando del beso. Con mis manos le quite el saco, para después desabrocharle los botones uno por uno.

Él por su parte, movió sus manos al cierre de mi vestido y poco a poco lo bajo. Lo bajo por completo, y dejo que callera al piso. Ahora yo estaba solo con ropa interior.

Le quite el cinturón y los pantalones. Ahora los dos estábamos iguales. Nos separamos del beso, le sonreí y el me sonrió. Volvimos a besarnos con amor. Lentamente le quite la ultima prenda que le quedaba dejándolo desnudo, mientras que el me quitaba lo demás a mi. Una vez desnudos. Nos acostamos. Raúl encima de mi y yo abajo.

- Te amo- dije.

- Te amo – dijo él

Después de eso Raúl se hundió en mi, era el mayor placer que pude experimentar. Porque era la primera ves que hacíamos el amor. Ya habíamos tenido sexo pero era totalmente diferente a lo que hacemos en este momento. Durante toda la noche nos hicimos uno solo, nos dijimos cuanto nos amábamos.

Definitivamente es la mejor noche de mi vida.

Hicimos el amor, hasta el amanecer, una vez que nuestros cuerpos estuvieron cansados, nos arropamos. Y dormimos juntos.

Un mes. Un mes había pasado desde que Raúl es mi novio. Estoy demasiado feliz, ¿Que mas puedo pedir?. Tengo al mejor novio del mundo.

Hoy, estábamos en el parque, uno muy lejos de mi casa para que mi mamá no nos viera.

- Te amo.- Dijo Raúl

- Mira que coincidencia, yo también te am...- no pude continuar por que alguien me interrumpió y cuando me di al vuelta para ver quien era. Mi sonrisa desapareció.

- Rauw bebé, me alegra tanto encontrarte aquí. He tratado de comunicarme contigo pero no coges mis llamadas. - dijo Taylor con su voz chillona ignorando completamente el hecho de que yo estaba allí.

- Creo que fui muy claro contigo la última vez que hablamos, Taylor. - le dijo enojado- dije que no te quería volver a ver, así que vete. - sonreí

- Eres un tontito Rauw, si tú y yo estamos a punto de serlo todo. - dijo aun con una sonrisa y yo ya me estaba cansando de ella.

- No, no sere ni tu novio, no soy tu amigo, ni tu ginecólogo. - dijo- no soy nada tuyo, así que ya deja de molestarme, por que yo tengo novia.- juro que se me paro en corazón en ese momento de la felicidad.

- Debemos estar juntos Raúl. - se hacerlo a él para besarlo pero yo no la deje, la jale de su cabello para alejarla.

- ¡Eres una maldita loca! - me grito, aún no le soltaba el cabello y yo solo reía.- suéltame maldita puta- la solté y vi como Raúl se reía también.

- No vuelvas a acercarte a mi novio- le dije viéndola a la cara- ¿Entendiste?.

- N me hagas reír maldita estupida- se acomodo el cabello y se acerco a mi.- es obvio que Rauw esta jugando contigo, solo mírate eres una niñita y el necesita una mujer a su lado y esa soy yo.- sonrió, la verdad es que me sentí un poco mal por su comentario pero no dejaría que eso me afectara- además de seguro que todavía eres una virgen y...

- Para que lo sepas, ellas es mi mujer y la amo, ella se hace respetar ¡Se valora! Tu no Taylor. - le dijo Rauw y a Taylor se le borro la sonrisa de inmediato- así que amablemente te pido que te largues y nos dejes en paz.- dijo mientras me tomaba por la cintura y me atraía a él.

- ¡Pero es virgen!.- dijo desesperada.

- No cariño te equivocas, Rauw se encargó de eso hace muchísimo tiempo, ¿Sabes que es lo mejor?. - dije con una enorme sonrisa- lo sigue haciendo y cada vez lo hace mejor, ¿Verdad amor?.

- Siempre trato de complacerte en todo. - dijo y yo me reí porque Taylor ya estaba roja.

- Bien pues, creo que es hora de que te vayas Taylor- le giñe un ojo y se fue muy enojada.

En cuanto se fue, Raúl y yo estallamos en risas.

- Eres la mejor novia ¿Lo sabias?- dijo cargándome en su espalda.

- Lo se. - le bese su mejilla.

- Vamos por un helado- dijo mientras caminábamos a la tienda de helados.

- Me encanta el helado - dije como una niña pequeña y escuche como se reía.

Taylor

Es solo una maldita mocosa, la odio, ojala que se muera. ¡Mierda! esa mocosa no se llevará a mi hombre, no lo permitiré. La hare sufrir y tengo el plan perfecto.

Sonriendo, llamo a unos de mis amantes para que me ayude a conseguir unas cuantas cosas para poner en marcha el plan "separar a la mocosa del hombre de mi vida".