•| Lugar Secreto
Hoy Rauw me llevaría a un lugar sorpresa. Yo estaba muy emocionada. Íbamos en su auto, yo solo veía por la ventana para descubrir a donde íbamos. Al poco rato llegamos a un campo hermoso.
- Hemos llegado princesa. - me dijo y me sonroje al escuchar como me llamo.
- ¿Haremos un picnic?. - sabia cual era la respuesta.
- Si, ven vamos.
Salimos del auto, Raúl fue por las cosas mientras yo contemplaba la vista. Cuando el regreso, buscamos un buen lugar para comer. Nos pusimos debajo de un hermoso árbol donde nos daba la sombra. Rauw acomodo todas las cosas el solo por que no me dejo ayudarle. Me dijo que una princesa como yo no debería hacer nada de trabajo. Y adivinen quien se sonrojo de nuevo. Si yo.
Una vez que nos sentamos, sacamos la comida que Rauw había traído.
- Yo se que no es la mejor comida del mundo, pero no te quería pedir ayuda para cocinar. - dijo sonrojándose. Se veía tan tierno así y me acerque a darle un suave beso en esos labios que se estaban volviendo en una adicción para mi.
- Para mi es la mejor comida del mundo Raúl, gracias por tomarte el tiempo de hacerla. - dije sonriendo.
Comimos alegres, pues así es como yo me siento cuando estoy con él. Me fascina todo de él, sus gestos, su humor, su personalidad, en fin todo de él me tiene como loca.
- ¿Vamos a pasear?. - me pregunto parándose.
- Vamos. - dije como niña pequeña y él se rio. - ¿A dónde vamos?.
- A un lugar que espero que te guste. - dijo tomando mi mano y sonriendo.
Caminamos tomados de las manos, yo iba viendo el bosque mientras él veía hacia el frente llevándome al lugar misterioso. Por fin llegamos.
- Wow Rauw esto es hermoso. - dije sin quitar la vista de la hermosa cascada que estaba ante mi.
- Sorpresa. - me dijo divertido- Te traje a mi escondite.
- ¿Tu escondite?. - me extraño.
- Si, quería que alguien mas lo conociera a parte de mi y esa persona eres tu. - dijo sonriendo.
- Gracias por traerme. - dije - ¿Como lo encontraste?.
- Pues un día estaba triste por que termine con una chica que en verdad quería pero al final no resulto y quise escaparme aunque sea por un momento de mi vida y conduje hasta que se me acabo la gasolina y mágicamente llegue aquí. - finalizo.
No me gusto mucho la idea de la tipa esa que era su novia, pero aun así me sentía feliz por que me trajo a este lugar. Tal vez si le importe a Raúl mas de lo que él me dice.
- Pero bueno, ¿Que te parece si nos metemos?. - me pregunto.
- Pero no traigo traje de baño, ni nada.
- No importa nos metemos sin ropa. - se rio por la cara que puse. - vamos no tienes nada que no te allá visto ya. - dijo.
- Esta bien, tu ganas. - soy tan fácil de convencer a veces.
Nos quitamos la ropa hasta quedar desnudos, yo me quería meter al agua poco a poco por que estaba fría, pero Rauw me cargo y nos tiro a ambos al agua. Lo regañe cuando salí a la superficie y después solo reímos los dos como locos. Nos pusimos a jugar, fue divertido Rauw me tenia en su espalda mientras el nadaba hacia la cascada. Yo de vez en cuando le robaba un beso y él hacia lo mismo. Como amaba a este hombre.
Llegamos a la cascada. Nos pusimos de bajo para que nos empapara. Sentí como la mano de Rauw se ponía en mi barbilla y me hacia voltear para verlo a los ojos. Los dos estábamos sonriendo. Nos fuimos acercado poco a poco hasta que sus labio hicieron contacto con los míos, formando un gran beso. Raul y yo movíamos nuestros labios despacio, por mi parte con ese beso quería demostrarle cuanto lo amaba, aunque él no lo supiera. Con una mano, puso un mechón de mi pelo que se pegaba a mi cara por el agua detrás de mi oreja y me siguió besando debajo de la cascada. No quería que ese beso se acabara jamás. Pero él se separo y nos quedamos unos minutos admirándonos.
- Beck, hermosa yo te... - di que me amas por favor dilo, pensé y rogué una y otra vez por ello.
- ¿Si?. - le insistí cuando vi que se corto.
- No, olvídalo no es nada. - dijo sonriendo y eso me entristeció un poquito pero aun así yo también le sonreí.
Después de un rato de estar jugando en el agua nos salimos, nos cambiamos y nos dirigimos a su carro.
Cuando llegamos a mi casa, él se bajo conmigo para despedirse de mi.
- Gracias por esta hermosa tarde. - dije viéndolo a los ojos.
- No hay de que linda. - me dio un pequeño beso pero con eso tuve para derretirme.
- Rauw yo...- tenia que decirle que lo amo- yo...
- ¿Que pasa?. - me miro preocupado.
- No nada, después te lo digo. - soy una cobarde no pude decirle.
Él se fue y yo me metí a mi casa regañándome por no decirle.
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