•| El Perdón

Raúl.

Era la imagen más preciosa que pude contemplar. Beck estaba allí, con un diminuto short y una blusa que le llegaba hasta el ombligo y estaba metiendo creo que un pastel al horno, se agacho y me dejo ver su perfecto culo, me dieron ganas de tomarla por detrás. Y lo hubiera hecho, pero recordé que le tenía que dar una explicación.

Ella se levanto y se dio la vuelta. Primero se espanto, después frunció el seño con enojo.

- ¿Que haces aquí?. - Pregunto sería.

- Estoy cuidando la casa de los recién casados. - dije tratando de hacer que me viera a los ojos, pero no lo conseguí.

- ¿Que? Pero si yo vine a cuidar la casa. - dijo enojada.

- Beck, linda tenemos que hablar. - dije cambiando de tema.

- No hay nada de que hablar Raúl.- dijo desviando la mirada. - eres libre de hacer lo que quieras. - esas palabras me estaban destrozando.

- Beck...  Si somos algo ¡Mierda! Quiero estar contigo.- dije acercándome y tomando su cara para que me viera a los ojos- lo que viste no fue mi culpa, cuando tu entraste ella me estaba besando por la fuerza, debes créeme cuando te digo que yo jamás te engañaría. - sus ojos se aguaron.

- ¿No estás mintiendome? Júrame que de beso no significó nada para ti.

- Te lo juro Beck, por la garrita. - dije alzando el meñique. - además, yo no soy libre yo te pertenezco enteramente a ti.

- ¿Todo?. - me pregunto con una leve sonrisa.

- Sí, todo tuyo y puedes hacer lo que quieras conmigo. - dije besando su cuello- ¿Hacemos algo para reconciliarnos bellaquita?.

- Es lo que más quiero en este momento. – dijo mordiendo el lóbulo de mi oído- pero prefiero comerme mi pastel. - se separo de mi y se regreso hasta el horno.

Bueno hoy no haríamos el amor, pero por lo menos todo está bien entre nosotros. Felizmente me comí una rebanada de pastel, que por cierto estaba delicioso.

Sus labios. No deje de verlos en toda la cena. Quería besarlos. Hace mucho que no los besaba, creo que llevo como 20 horas que no los beso y ya los necesitaba con desesperación.

Me pare, ella me miro confundida. Como estaba sentada solo me puse a un lado de ella y baje mi cabeza para besarla. El sabor de su boca era único, me volveré adicto a sus labios. Ella me correspondió el beso. Duramos bastante tiempo besándonos. Hasta que Beck se separo para bostezar y seguir con el beso. Ahora yo me separe y le di un beso en la frente y la cargue como dos recién casados, la lleve a la recamara, la acosté y le quite su ropa hasta dejarla en ropa interior. Ella ya estaba dormida y me dio tanta ternura. Amaba a esta mujer porque eso es lo que era una mujer. MI MUJER. Me desvestí hasta quedar en bóxers y me acosté con ella. Nos arrope y después de un rato me quede profundamente dormido con ella entre mis brazos.

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