•|Decadencia
- ¡Rápido Beck! Se nos hace tarde. - me apresuro Val de nuevo.
- ¡Ya voy!. - le dije.
- Pues, no veo que te estés moviendo.
- Lo siento, pero si no lo notas estoy muy embarazada.
- Si, pero eso no te da el derecho de ser floja. - me dijo riendo.
- Ya voy, enserio.
Solo llevamos una semana en la universidad y ya estaba exhausta. Pero debía poner de toda mi parte ya que desde que se enteraron que estaba embarazada me quisieron quitar la beca, pero le prometí al director que no bajaría mi promedio y acepto.
Todavía sigo pensando en Raúl, me pregunto si estará bien o si habrá continuado con su patético amor con Taylor, quiero pensar en que no están juntos. Por ahora, solo espero superarlo rápido.
Después de subirnos al carro, val condujo como loca para llegar a tiempo. Al fin llegamos y cada quien se fue por su lado. Yo a mi clase de arte y ella a su clase de medicina.
Las clases pasaron demasiado rápido hasta que toco el almuerzo. Dios muero de hambre. Tenia unos antojos horribles, quería comer una malteada de vainilla.
Llegue a la cafetería y la compre, me dirigí hacia la salida para buscar a Val, pero alguien choco conmigo y mi malteada se derramó por completo en el piso.
- Mi malteada. - dije como niña pequeña viendo mi vaso en el suelo.
- Perdón, mierda. - dijo él desconocido.- no te vi.
- No te preocupes. - le dije viendo lo a la cara y me que estupefacta. El chico era bastante guapo.
- Te puedo comprar otra si quieres.- dijo sonriendo.
- Que linda sonrisa- entonces me di cuenta que lo dije en voz alta y él río.- Perdón pensé en voz alta, por cierto soy Beck.
- Soy Salomón, gracias por el cumplido – sonrió de nuevo- Pero no me haz respondido, ¿Quieres otra malteada?.
- No, gracias. - dije - No hace falta.
- Vamos yo insisto, fue mi culpa.
- Está bien, pero solo la aceptaré porque tengo sed.
- Perfecto, ven- dijo y me guío para hacer fila de nuevo.- así que, ¿De donde eres Beck? Se nota que no eres de aquí.
- Estás en lo correcto, soy de Puerto Rico, ¿Y tu?. - Pregunté sonriente.
- Canadá.
Y así es como conocí a mi nuevo amigo, estuvimos platicando un buen rato de muchas cosas y de nosotros para conocernos mejor. La verdad es que me había caído muy bien y era muy atento conmigo a pesar de que solo llevamos unas horas de conocernos.
Al terminar las clases, Salomón insistió en llevarme a casa y acepte. Él era un gran chico, me hizo reír todo el camino, me la pase súper bien con él.
- Beck. - dijo- No se si... - Hizo una pausa. - Tal vez quieras salir conmigo algún día. - Dijo mirándome de una forma apenada.
- Voy a ser sincera contigo Salomón, no estoy lista para salir con alguien se una forma sentimental.- suspire- acabo de salir de una relación que no termino para nada bien y la verdad es que no quiero salir con nadie mas, lo siento.
- No te preocupes, lo entiendo. - Sonrió - Seguiré intentando, hasta que digas que sí.
- Que tengas una linda noche, Salomón. - salí sonriendo y me fui directo a mi cuarto para dormir un poco. Estoy muerta del cansancio.
Raúl.
Un mes, desde que comencé a buscarla sin obtener resultados. Busque a su mamá para preguntarle por ella y lo único que recibí fueron insultos y unas cuantas cachetadas.
Me reclamó por haber dejado sola a su hija en medio de su embarazo, recordó todo el daño que le hice. Yo me aguante, por que todo lo que me dijo era cierto. Cuando termino le pedí llorando y de rodillas que por favor me ayudara a encontrarla, pero ella solo cerró la puerta en mi cara.
En ese momento una idea llegó a mi mente.
- ¿Podría decirme dónde la alumna Beck Narváez está haciendo su beca?. - le pregunte desesperado a la directora de la escuela.
- Disculpe, pero no puedo brindarle ese tipo de información, es confidencial. - respondió sería, tenia que pensar rápido.
- Por favor, es urgente. - Insistí.
- ¿Es familiar de ella? Porque siendo esté el caso si podría brindarle información.
- Yo... - piensa rápido Rauw- soy su padre- dije y ella me miro con poca credibilidad. - escuche, soy su padre, jamás supe nada de ella hasta hoy, su madre me lo acaba de confesar y necesito conocerla.- soy un gran mentiroso pero tengo que hacerlo si quiero a Beck de vuelta.
- Lamento escuchar eso. - dijo y al parecer me creyó- déjeme voy por los archivos y le digo a donde fue enviada su hija.
- Muchas gracias.
- Bien, ella fue enviada a Francia, París. Para realizar su intercambio. - me dijo viendo las hojas.
- Se lo agradezco muchísimo- me pare y la abrace- ya se donde esta mi princesa- dije y salí corriendo de allí, debía organizar todo para salir hacia París está misma noche.
Iba camino al aeropuerto, tenía una enorme sonrisa en mis labios, la emoción invadía mi cuerpo. Estacione mi auto y saqué mis maletas, las tomé y corrí rápidamente, vi un gran esplendor el cual nublo mi vista por completo, seguidamente sentí como mi cuerpo se elevaba, hasta que cai.
Mi respiración se agitó por completo, trataba de mover mis piernas o mis brazos y no lo conseguía, en mi mente aún se encontraba la idea de ir a París, mis ojos se cerraron lentamente.
- Se golpeó muy fuerte.
- ¡Dios! Su cabeza está sangrando.
- ¡No lo muevas! Tiene heridas abiertas.
- !Llamen una ambulancia!.
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