Epílogo.

8 años después, Navidad.

—Van a matarme, lo entiendes, ¿no? —Jimin ríe y niega con la cabeza.

Mientras esperamos que alguien abra la puerta de la nueva y enorme casa de Jin, Jimin acomoda mi corbata, sacudiendo la nieve de mi saco y tomando de la mano a Yejun, distrayéndolo con un autito de juguete para poder darme un pequeño beso en los labios sin que nos vea.

—¡Chicos, Dios, estaba apunto de ir a buscarlos! —grita Jin, abriendo la puerta y tomando la bolsa con el vino rojo que trajimos.

—¡Su cabello parece de mujer! —grita Yejun, riendo poquito y ocultando su rostro entre sus pequeñas manos.

—¡Que niño tan grosero! —grita Jin, tomando su cabello y viendo mal a Yejun, pareciera que está a punto de sacarle la lengua—. Y hablando del niño, ¿Quién es él?

—Es hijo de uno de mis mejores amigos, se llama Yejun —contesta Jimin rápidamente—. Yoongi y yo lo cuidaremos mientras sus padres van de vacaciones, ¿Hay... hay algún problema por traerlo a la cena? —pregunta con un poco de miedo, pues Yejun y Jin aún se ven entre los dos, aunque ahora con más con diversión.

—No, está bien. Pero que no me vuelva a hacerme sentir mal —Jin finge un puchero y ve a Yejun que al verlo "triste" quita su sonrisa y abraza mi pierna.

—Perdón, señor. S-Su cabello es muy bonito —dice, ocultando su rostro en mi pierna.

—Ay pequeño, fue una broma. Vamos, pasen antes de que se congelen —dice Jin, haciéndose a un lado para dejarnos pasar.

La casa es bastante grande, incluso mas que la mía con Jimin. El lugar es muy colorido a diferencia de nuestra casa, hay muchos abrigos en el perchero, en la entrada huele a comida navideña y desde ahí escuchamos las voces de todos nuestros amigos en la sala.

—Oye, amiguito —dice Jin, terminando de colgar nuestros abrigos—. ¿Quieres ir a jugar con Eunyeong? Es la hija de uno de nuestros amigos, te caerá bien. Trajo algunos juguetes.

—¿P-puedo ir? —pregunta Yejun, volteando a mirarnos a Jimin y a mí, que enseguida asentimos ante la idea de la hija de Hoseok jugando con Yejun, listos para tomar mil fotos.

—Se amable, ¿Bien? —pide Jimin.

Yejun asiente animadamente y voltea nuevamente a Jin, quien le da la mano y comienza a correr hacia la sala, diciendo que vayamos detrás suyo.

Jimin y yo entrelazamos nuestras manos y comenzamos a caminar por donde fueron, encontrándonos ahí, con todos nuestros viejos y nuevos amigos.

Soonhi habla con su novia, Hoseok y Yangmi platican con Taehyung, que ríe escandalosamente, pero de una manera segura. Nam ayuda a Haneul a poner la cena navideña en la mesa y Jin está sentado en el suelo, jugando con la hija de Hoseok, Yejun y Jungkook.

La hija de Hoseok apenas tiene tres años, así que no se entiende muy bien con Yejun, que tiene el doble de su edad, pero aún así miran los juguetes y se sonríen tiernamente el uno con el otro. 

Por su parte Jungkook parecía un niño más jugando con ellos, se había vuelto un buen amigo de Jimin y Taehyung en su último año en la escuela.

—Chicos, Taehyung nos estaba contando que conoció a un chico en el concierto de BTS —comenta Hoseok, levantándose y acercándose a nosotros, poniendo su mano en mi hombro—. Pero eso no es tan importante a comparación de ese niño —señala a Yejun y luego voltea a Tae, que lo mira fingiendo estar ofendido—. No te lo tomes personal, es solo que estoy a punto de ganar una apuesta.

—¿Apuesta? ¿En serio? ¿Acaso apuestas de que color es mi mierda también? —pregunto con fastidio, quitando si mano de mi hombro.

—Oye, controla tu vocabulario frente a los niños —advierte y luego señala a Yejun, que voltea justo cuando lo hace y mira dudoso a todos.

—Entonces, ¿Quién es ese pequeño y por qué está tan cerca de mi princesa?

Noto como todos ahora nos ponen atención, todos guardan silencio y Yejun me mira con miedo. Suelta la muñeca que estaba arreglando para Eunyeong y se aleja de ella, su rostro y ojos se vuelven ligeramente rojos cuando siente la mirada de todos sobre él. Quiero decir algo, pero Jimin aprieta mi mano, y cuando menos lo vemos, Yejun salta en un rápido movimiento y comienza a correr hacia nosotros, soltando un llanto escandaloso y estirando los brazos para alcanzarnos más rápido.

—¡Papá! —grita cuando llega a nosotros y abraza la pierna de Jimin, quien lo toma en brazos y acurruca para tranquilizarlo—. Yo no le hice nada, perdón, perdón, perdón, perdón... —llora con fuerza, pero logra hablar entre sollozos, ocultando su carita en el pecho de Jimin.

—Gracias, imbécil —le doy un golpe en la nuca a Hoseok y me giro para acariciar la espalda de Yejun—. Es la primera vez que llora desde que...

—Yoongi... —interrumpe Jimin, viéndome como si acabara de revelar un secreto.

—¡Adoptaron a un niño! —grita Nam, quitándose los guantes de cocina y levantando los brazos con sorpresa.

—S-Sorpresa —decimos Jimin y yo al mismo tiempo, como si nos hubiéramos sincronizado para tartamudear de la misma manera.

Todos nos miran anonadados, pero al mismo tiempo con una enorme sonrisa. Yejun sigue llorando en brazos de Jimin y se niega a que yo lo cargue, así que no sé qué hacer.

—Dios, hermano —Nam es el primero que se acerca, dándome un fuerte abrazo y dedicándome una enorme sonrisa.

Parece querer decir algo, pero no le salen las palabras, solo se mueve hacia Jimin, intentando ver el rostro de Yejun y luego poniendo su mano en el hombro de Jimin.

—Apenas ayer eras mi vecino, Mochi.

—Lamento haber hecho llorar a tu hijo, Yoongi —dice Hoseok, rascándose la nuca—. Es solo.... Es mi princesita. Sabrás lo que es querer cuidar a un hijo de todo mal.

—¡Tiene seis años, ¿Qué mal le puede hacer?! ¿Pegarle una tos? —digo aún molesto.

—Bueno, ya, perdón —se encoje de hombros y mira triste al suelo.

—Es muy lindo —dice Yangmi, acercándose a nosotros y riendo un poco—. Sorprendentemente tiene tus ojos color moca, Yoongi. Y, oh Dios, vamos, esa pequeña nariz es igualita a la de Jimin, ¿No es así? —dice, acercándose a Yejun, que sonríe pequeño ante las bonitas palabras de Yang.

—¿Hace cuanto lo adoptaron? —pregunta Tae, dejando acostado a Yejun sobre el sillón que ha caído dormido después de comer y jugar un rato con Eunyeong.

—Estamos finalizando los papeles para que lleve nuestros apellidos. Cumplirá dos semanas en casa —comenta Jimin con una alegre sonrisa, acariciando mis nudillos.

—Park Yejun —dice Jungkook—. Suena lindo.

—¿Por que el apellido de Jimin? —pregunta Haneul.

—Él es la pasiva... ¡Auch, Jimin! —grito cuando me pelliza el brazo.

Todos ríen levemente y alguien más continúa la conversación. Soonhi sabia lo de Yejun antes que todos, yo hablé con ella porque incluso después de todo, sé que a ella no le di la oportunidad de tener la vida que ahora tengo con Jimin. Ella siempre dice que está bien y que por algo pasó, que es feliz con su novia y que se alegra saber que ella no le tuvo miedo a declararse bisexual, burlándose de mí.

Miro a Jimin cuando me pierdo en la conversación. Siempre me pierdo en su rostro, en sus labios carmesí, su pequeña y fina nariz, sus largas pestañas, todo su hermoso rostro.

Algo que noto en él, es que siempre juega con su anillo de compromiso, es algo que me pone nervioso porque siento que un día se le caerá y lo perderá. Pero cada vez que lo veo hacer eso, me recuerda que es mi esposo, que es mi chico, que tengo una vida feliz y ahora un hijo hermoso con él. Que seguiremos así por el resto de nuestros días, haciendo valer la pena vivir cada día.

Amo a Jimin y él me ama a mí, me hizo abrir los ojos y todos los días sonrío al saber que puedo confiar en alguien, que no tengo miedo a que los demás me juzguen por estar con él. Por tener mis perforaciones o tatuajes, él siempre me tranquiliza.

Amo recordar el día que nos casamos, amo sostener sus manos, sus faldas, sus jeans, su ropa, su manera de ser, su cuerpo, sus palabras, sus 'te amo' su risa, sus lágrimas, sus abrazos. Sé que aún me falta mucho por descubrir de Jimin, y sé que amaré cada uno de sus secretos.

—Te amo, bebé —susurro en su oído cuando todos están distraídos—. Sé que te lo digo a diario, pero es que necesito que lo sepas. Soy tuyo en alma y piel, siempre seré tuyo.

—Y yo soy tuyo, Yoongi —contesta, acurrucándose en mi pecho y viendo a los demás—. Siempre lo fui y siempre lo seré.

—Feliz navidad, Minie.

—Feliz navidad, Yoongi.

Jimin sigue siendo mi verdad, Jimin siempre será mi verdad.

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