42.

   No sé qué piensa o recuerda, pero entre más pasan los segundos, más llora. Utilizando mi pecho como almohada y mi brazo como peluche para abrazar.

—Sé algunas cosas sobre tu familia y-y... Sé que no debí usar esas palabras —admito. Mi boca está junto a su cuello, si giro un poco podría ver su perfil tan cerca que nuestra piel chocaría—. Pero intenté ser amable, no es fácil para mí. Aunque creo que de eso ya te diste cuenta, ¿No?

Veo como los músculos de su rostro se mueve un poquito, y creo que está sonriendo, aunque sea un poco.

—Lo siento y-y... Puedes irte, no te detendré de nuevo —digo—. Pero, perdón por lo que dije —digo, siendo completamente honesto.

—¿P-Puedo irme cuando deje de llover? —susurra después de segundos en silencio.

Por alguna razón, inevitablemente sonrío un poco y volteo a verlo, aunque retrocedo un poco ya que mis labios rozan su mejilla por accidente y él voltea instintivamente ante el acto.

—Perdón —me disculpo sin darle más importancia—. Y sí, te llevaré a casa cuando la lluvia pare —aseguro.

Quería preguntarle si me perdonaba, pero creo que es estúpido, y si dice que no sólo me enojaría. Causándonos más problemas.

—Tienes que bañarte, apestas —comento, comenzando a sentirme raro por la posición que tenemos, conmigo abrazándolo. Aunque no lo suelto.

—Tendría que ir a casa por rop...

—Te prestaré un poco de ropa, la lavas y me la regresas —porque me da flojera tener que lavar yo más ropa.

—No creo que tengamos el mismo estilo —sonríe con obviedad y yo ladeo mi cabeza con una pequeña sonrisa.

—Por supuesto que no. Pero tienes que bañarte o te echaré cubetazos de agua... O te saco a la lluvia con una botella de shampoo, es ecológico.

Jimin se endereza después de negar un poquito con su sonrisa aún y yo quito mis brazos de su torso, dejando que el frío ocupe su lugar, se siente extraño después de un tiempo. Mis pies se están durmiendo por la posición, así que me impulso y me levanto, parándome a un lado de Jimin. Él toma mi mano sin permiso y se apoya en ella para levantarse.

—El baño está subiendo las escaleras, la primera puerta a la izquierda —digo sin verlo mientras cierro la puerta de la entrada.

—Gracias —susurra y a los pocos segundos escucho como sube las escaleras.

Y no es hasta que escucho como la puerta del baño se cierra, cuando volteo... ¿Qué mierda acababa de pasar?

Subo las escaleras y voy a mi cuarto, tomando el suéter rosa que Jin me regaló y que usé hace unos días. Es extraño pensar que hace unos días usé aquel suéter para que Jin me perdonara por tratar mal a Jimin, y ahora estoy por dárselo a Jimin. Doblo el suéter pensando que es la única prenda en mi armario que podría gustarle a Jimin, lo dejo sobre unos jeans viejos que no me quedan y una camisa blanca.

Toco la puerta del baño, dentro ya se escucha el sonido del agua cayendo.

—Te dejaré la ropa aquí —comento cuando paso al baño.

Hace calor por el agua, así que me apresuro a dejar la ropa a la orilla del lavabo y luego salir, escuchando un pequeño 'gracias' por parte de Jimin. Es incómodo, pero comentarlo no tendría un punto.

Tomo una escoba y limpio los vidrios rotos y el marco magullado que hay esparcidos en la cocina.

Veo la foto que estaba en el recuadro, ni siquiera sé por qué la tengo ahí. Es una foto de Soonhi y yo tomando un batido, yo con una camisa azul de "golden arm" y ella con la misma camisa, sólo que en vez de un brazo de oro, tiene la figura y palabras de "golden wings". Doblo la foto y la meto en el bolsillo trasero de mis jeans antes de que termine llorando ante nuestros recuerdos.

Acaricio mi mejilla, donde siento una pequeña picazón desde hace un rato y siento algo húmedo así que miro por el reflejo de la ventana y veo un pequeño corte, seguramente causado por algún vidrio pequeño.

No duele hasta que limpio la sangre con agua y me pongo un poco de crema cicatrizante.

—¿Y-Yoongi? —escucho la voz de Jimin mientras termino de poner la crema en la herida.

Miro escaleras arriba, pero no lo veo.

—¿Qué sucede? —pregunto viendo hacia las escaleras.

Jimin se asoma un poquito por la orilla de la pared y como solo lo miro esperando a que diga o haga algo, sale completamente de su escondite.

La sudadera le queda bastante grande, aunque el resto de la ropa parece quedarle bien.

—¿Sabes dónde están mis tenis? —pregunta mientras baja las escaleras.

Miro sus pies descalzos y luego lo miro a la cara.

—Ah, sí. Los dejé cerca de la ventana para que se sequen —comento—. Te prestaría unos tenis míos pero... —lo miro de pies a cabeza—. No creo que te queden. No te molesta estar descalzo, ¿Verdad? Porque a mí me gusta.

—¿Yo le hice eso? —pregunta, ignorando mi pregunta y señalando mi cara, luego la suya, intentando señalar la parte en donde tengo la pequeña cortadita.

—Sí —contesto y toco la herida, pero embarro la crema y al final termino por quitarla toda—. Dile a tus compañeros de equipo que nunca se lesionen. Si se lastiman y quedan en mis manos te aseguro que quedarán peor —aseguro y camino a la cocina para sacar leche y cereales—. Ven.

Jimin camina y se sienta en la primera silla de la barra. Yo sirvo dos platos de cereales con fruta seca y le entrego uno después de darle una cuchara.

—¿S-Sabe? —habla después de pasar su cereal—. Cuando salí de bañarme me acordé de la película que vimos hoy.

—¿Ah sí? ¿Qué parte? No creo recordarla —digo mientras meto otra cuchara de cereal en mi boca.

—Cuando la chica pelinegra se metió a bañar y escuchaba ruidos extraños afuera —comienza a narrar—. Se vistió sin despegar su vista de la puerta y cuando salió... —toma una cucharada de cereal antes de seguir.

—¿Y cuando salió qué? —pregunto mientras lo veo masticar—. ¿Qué pasó, Jimin? —insisto cuando veo que sólo se tarda más en comer para fastidiarme.

Él ríe con la boca llena y sus mejillas se inflan antes de pasar la comida y reír un poquito en voz alta.

—¿No vio esa parte? ¿En serio?

—Tal vez fue cuando le saqué el dinero a Hoseok. Ay, no importa, ¿Qué pasó entonces? —me recargo en la barra y dejo el plato a un lado.

—La chica salió del baño y vio a su hermano menor correr por la casa, pero... Ya sabe, estaba corriendo lejos del fantasma. Y cuando la chica lo vio, comenzó a correr por los pasillos de la casa.

En mili segundos llegan imágenes a mi cabeza.

Recuerdo ver a la chica correr por los pasillos de la casa, recuerdo que no sabía por qué lo hacía porque momentos antes estaba viendo a Jimin, sujetando mi mano porque se asustó... Bueno, todos en la sala se asustaron y gritaron.

Me encojo de hombros y pienso en todas esas veces que Jin besa en la mejilla de Nam o lo toma de la mano en forma de broma o simplemente por amistad. Incluso Hoseok se ha colgado en mi espalda a veces para joderme. Así que me convenzo a mí mismo de que sólo fue un simple contacto amistoso, que es un avance y que puedo soportarlo.

—S-Se que es temprano pero... —Jimin bosteza y no termina de hablar—. ¿Puedo dormir un poco mientras la lluvia para?

Enciendo mi celular y veo la hora: 17:13 hrs.

El pronóstico del día sale automáticamente en la pantalla, pero decidí no decir nada.

—Sí, está bien —digo y tomo los platos para dejarlos en el fregadero, tomándome un momento para apreciar la montaña de platos sucios que se está creando en el fregadero.

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