Prólogo.

Bomi

Mis dos amigas, Haeri y Hana, estaban riéndose por mi repentina noticia. No estaba entendiendo la razón del porque estaban causándoles tanta gracia que yo me haya apuntado al gimnasio.

— Enserio, no está siendo divertido – Las miro seriamente y ellas dejan de reír poco a poco.

— Lo siento , Boo - Dice Haeri.

Una chica de pelo castaño, carita de perro y con un cuerpo que toda mujer desearía. Unos pechos medianos redondos, cintura pequeña y una buena cadera que hacía que su pequeño trasero fuera lo que mas resaltara en ella.

— Es que no entiendo porque tienes que apuntarte a un gimnasio publico , cuando tienes a toda tu disposición el de tu padre. – Sigue diciendo la castaña.

— ¿Cómo no vas a saberlo, Riri? – Dice entonces Hana.

Mi otra amiga. Ella en cambio es totalmente diferente a Haeri, cuerpo delgado y pálido. Aunque podría pasarse fácilmente por una modelo, sus piernas largas y estiladas destacaban muchísimo. Y ni decir de su rostro , facciones marcadas y el cabello negro hacia relucir su cara blanca.

— No quiero depender de mi padre, no más. – Comento, aun sabiendo que esa no era la razón más exacta – Pero, además, quiero bajar unos kilos. Desde que dejamos la universidad, no he echo más que estar en casa organizando papeles, y he subido cinco kilos.

Al decir que había subido cinco kilos, no pude aguantarme y un grito de niña pequeña salió de mi boca , mientras que mi cabeza se fue apoyando en la mesa donde estábamos sentadas.

Haeri empieza a soltar unas pequeñas risas, lo que hace que vuelva a alzar la cabeza para mirarla.

— Por eso últimamente se te notan mas las mejillas – La miro con la boca abierta en " o " – Pero Boo, estás demasiado tierna, siento decírtelo, pero estabas demasiado delgada antes.

Hana asiente a lo ultimo. Yo las miro con el ceño fruncido , empezando a molestarme un poco.

— Es que no lo entendéis – Dije y me crucé de brazos.

— Si que te entendemos, pero no te hace falta adelgazar. – Comenta esta vez Hana – Si realmente quieres ir, aprovéchalo para agarrar fuerza.

Suspiro y no digo nada, en cambio miro la hora y me doy cuenta que ya ha pasado mas de una hora. Me levanto de un salto sobresaltando a mis dos amigas, cojo el vaso de zumo que había pedido al principio y me lo termino en dos sorbos. Después, lo dejo caer bruscamente en la mesa.

— Me voy – Dije segura — Me voy ahora mismo al gimnasio.

Hana y Haeri me miraron desde sus asientos, un poco sorprendidas por mi acción, pero no tanto ya que deben estar mas que acostumbradas, pues siempre he sido una chica que no piensa mas de tres veces al querer hacer algo. Siempre he sido muy directa y nunca me ha importando lo que la gente piense.

Me despedí de mis dos amigas, no sin antes recordarles la fiesta que había pendiente para el viernes por la noche. Una celebración que, lamentablemente, no me apetecía mucho.

Sinceramente, no me apetecía nada.

Mi padre había decidido celebrar que iba a estar trabajando en la misma empresa, invitando a todos los empleados ( Más los acompañantes de estos) y se iba a celebrar en la misma empresa.

Me había graduado como abogada de oficio, sentía que debía ayudar a la gente a poder defenderse, aunque claramente, no todos eran inocentes...eso hacía a veces que me replantearme si había escogido bien.

Después de haber caminado por alrededor de unos veinte minutos, ubico el edificio de Uri Health Care frente a mi. En internet tenía muchos buenos comentarios y tenía las 5 estrellas. Es decir, que estaba en uno de los mejores centros de Seul.

— Bueno, allá vamos – Me dije a mi misma pata darme animos y no arrepentirme y volver corriendo a mi casa.

Me adentré al edificio y una gran recepcion se encontraba casi al final de la sala, había chicas que hablaban entre ellas y estaban vestidas con ropa deportiva. Todas estaban tan delgadas y bonitas , que sin quererlo me dio un poco de envidia.

Dejando esos pensamientos de lado , me acerco a la recepción para poder preguntar donde se encontraba la sala de gimnasio.

— Hola, perdone – Un señor de unos cuarenta años me miró por encima de sus gafas – Me preguntaba por dónde se encontraba la sala de ejercicio – Le sonreí sin enseñar los dientes.

— ¿Nombre? – Pregunta este.

— Lee Bomi – El tecleó algo en el ordenador y entonces saca una tarjeta pequeña, donde puedo divisar un pequeño mapa dibujado en el.

– Estamos aquí – El apunta con el dedo un sitio del mapa – Debe ahora ir por la derecha , luego girar a la izquierda y después es la tercera puerta en lado izquierdo ¿Si?

Asentí y le di las gracias dando una reverencia.

—¿Has visto el nuevo entrenador personal? Creo que voy a pedir una sesión – Escucho decir a una chica mientras caminaba por el pasillo.

La otra chica empieza a asentir dejando ver una gran sonrisa de enamorada .

– Es tan sexy... – Dice entonces y yo ruedo los ojos mientras las iba dejando atrás.

Al llegar a la puerta que debía ser la sala de ejercicio, la abro y encuentro un montón de maquinas, en las que puedo reconocer un par. Una que siempre veo a mi madre usar mientras hablaba por teléfono y moviendo sus piernas como su fuera en bicicleta.
Vagamente recuerdo haber usado esa maquina unas cuantas veces, pero nunca duraba más de 15 minutos. Me río de mi misma.

Otra maquina que reconocía era la cinta de correr, también estaba en casa y mi padre la solía usar el fin de semana, pero desde que tuvo la fractura en la cadera, se ha quedado en un rincón del garaje cogiendo polvo.

Me dedico a observar un poco alrededor sin saber por donde empezar, no quería ser como las típicas chicas que siempre se iban a la cinta o esas chicas que se acercaban a cualquier hombre para que las ayudasen a levantar pesas.

Camino por el centro mientras veía a algunos haciendo flexiones, otros simplemente se dedicaban a levantar pesas mientras se miraban como les subía y bajaba el brazo. Ridículo. Y entonces me paro en una curiosa maquina.

— ¿Como mierda se usa? – Me digo a mi misma en voz alta.

— ¿Te enseño? – Una voz detrás mio hace que me voltee algo asustada.

Un chico me estaba mirando con una pequeña sonrisa en sus labios, llevaba una camisa blanca de tirantes que dejaba ver que su brazo derecho estaba lleno de tatuajes. No pude evitar pensar que su físico era claramente mi tipo.
Por debajo llevaba unos pantalones cortos negros de deporte y unas zapatillas simples negras. Volví a mirar su rostro y seguía mirándome ahora con bastante curiosidad, en su labio se asomaba un piercing, al igual que en su ceja. ¿De qué me parece familiar este chico?

— ¿Te ha comido la lengua el gato? – Pregunta el cuando ve que no digo nada.

— Muy gracioso – Suelto una risa y entonces me atrevo a preguntar – ¿Nos conocemos?

— No lo creo – Dice el – Es mi primer día aquí como entrenador personal... – Así que este es el chico del que hablaban esas dos mujeres.

— ¿Primer dia y ya tan popular? No me sorprende – El me mira confuso y yo doy una leve sonrisa de lado – Lee Bomi, encantada .

Acerco mi mano hacía el para que pudiéramos estrecharla, y el sin dudarlo lo hace. Al sentir su tacto, siento como mi piel se eriza y un leve escalofrío recorre mi cuerpo.

— Jeon Jungkook, a tu servicio – ¿Jungkook? – Me quedé unos segundos callada tratando de acordarme del porque me sonaba tanto ese nombre.

— ¿Nos conocemos? – Me atrevo a volver a preguntar y el solo me mira con el semblante serio.

— No, no nos conocemos – Dice el. Entonces me doy por rendida. Debía ser mi imaginación.

— Lo siento, es que tu rostro y tu nombre me suenan de algo... – Comento mientras me rasco la parte de arriba de mi cabeza – Lo que no logro acordarme de que.

Suspiro.

— No te preocupes, debe ser alguien irresistible – Suelta una risa Jungkook – Si tanto se parece a mi .

Yo lo miro asombrada, menudo ego.

— Encima de guapo, tienes un ego que no te lo pisa nadie – El se alza de hombros y entonces me vuelve a preguntar.

— ¿Te enseño? – Miro de reojo la máquina y entonces lo miro a el. ¿Cómo desaprovechar tal momento con un hombre tan apuesto?

— Claro – Le sonrío coqueta y el simplemente se ríe.

•••

Bienvenid@s a esta historia. Estaré publicando el primer capitulo la semana que viene, tengo muchas ideas para este fanfic. Cualquier critica constructiva es bienvenida, y no se olviden de votar para que así más gente la conozca!

Besitos!

Beluu

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