¿Qué dijeron, que ya había sido el final?
8 años después, Navidad.
—Van a matarme, lo entiendes, ¿no? —Erick ríe y niega con la cabeza.
Mientras esperamos que alguien abra la puerta de la nueva y enorme casa de Christopher, Erick acomoda mi corbata, sacudiendo la nieve de mi saco y tomando de la mano a Garret, distrayéndolo con un autito de juguete para poder darme un pequeño beso en los labios sin que nos vea.
—¡Chicos, Dios, estaba apunto de ir a buscarlos! —grita Christopher, abriendo la puerta y tomando la bolsa con el vino rojo que trajimos.
—¡Su cabello parece de mujer! —grita Garret, riendo un poquito y ocultando su rostro entre sus pequeñas manos.
—¡Qué niño tan grosero! —grita Chris tomando su cabello y viendo mal a Lucas, pareciera que está a punto de sacarle la lengua—. Y hablando del niño, ¿quién es él?
—Es hijo de uno de mis mejores amigos, se llama Garret —contesta Erick rápidamente—. Joel y yo lo cuidaremos mientras sus padres van de vacaciones, ¿hay... hay algún problema por traerlo a la cena? —pregunta con un poco de miedo, pues Garret y Chris aún se ven entre los dos, aunque ahora con más con diversión.
—No, está bien. Pero que no vuelva a hacerme sentir mal —Christopher finge un puchero y ve a Garret que al verlo "triste" quita su sonrisa y abraza mi pierna.
—Perdón, señor. S-su cabello es muy bonito —dice, ocultando su rostro en mi pierna.
—Ay, pequeño, fue una broma. Vamos, pasen antes de que se congelen —dice Chris, haciéndose a un lado para dejarnos pasar.
La casa es bastante grande, incluso más que la mía con Erick. El lugar es muy colorido a diferencia de nuestra casa, hay muchos abrigos en el perchero, en la entrada huele a comida navideña y desde ahí escuchamos las voces de todos nuestros amigos en la sala.
—Oye, amiguito —dice Christopher, terminando de colgar nuestros abrigos—. ¿Quieres ir a jugar con Lisa? Es la hija de uno de nuestros amigos, te caerá bien. Trajo algunos juguetes.
—¿P-puedo ir? —pregunta Lucas, volteando y mirándonos a Erick y a mí, que enseguida asentimos ante la idea de la hija de Johann jugando con Garret, listos para tomar mil fotos.
—Se amable, ¿bien? —pide Erick. Garret asiente animadamente y voltea nuevamente hacia Christopher, quien le da la mano y comienza correr hacia la sala, diciendo que vayamos detrás suyo.
Erick y yo entrelazamos nuestras manos y comenzamos a caminar por dónde ser fueron, encontrándonos ahí, con todos nuestros viejos y nuevos amigos.
Emilia habla con su novia, Johann y Oriana platican con Natti, que ríe escandalosamente, pero de una manera segura. Zabdiel ayuda a Lucía/Sara/Natalie/Gwen/Pancracia a poner la cena navideña en la mesa y Chris está sentado en el suelo, jugando con la hija de Vera, Garret y una de sus amigas, Lauren, según recuerdo.
La hija de Johann apenas tiene tres años, así que no se entiende muy bien con Garret, que tiene el doble de su edad, pero aun así miran los juguetes y se sonríen tiernamente el uno con el otro.
—Chicos, Natti nos estaba contando que conoció a un chico que se llama Harry en el concierto de Zabdiel y Chris —comenta Johann, levantándose y acercándose a nosotros, poniendo su mano en mi hombro—. Pero eso no es tan importante a comparación de ese niño —señala a Garret y luego voltea hacia Natti, que lo mira fingiendo estar ofendida—. No te lo tomes personal, es solo que estoy a punto de ganar una apuesta.
—¿Apuesta? ¿En serio? ¿Acaso apuestas de que color es mi mierda también? —pregunto con fastidio, quitando su mano de mi hombro.
—Oye, controla tu vocabulario frente a los niños —advierte y luego señala a Garret, que voltea justo cuando lo hace y mira dudoso a todos—. Entonces, ¿quién es ese pequeño y por qué está tan cerca de mi princesa?
Noto como todos ahora nos ponen atención, todos guardan silencio y Garret me mira con miedo. Suelta la muñeca que estaba arreglando para Lisa y se aleja de ella, su rostro y ojos se vuelven ligeramente rojos cuando siente la mirada de todos sobre él.
Quiero decir algo, pero Erick aprieta mi mano, y cuando menos lo vemos, Lucas salta en un rápido movimiento y comienza a correr hacia nosotros, soltando un llanto escandaloso y estirando los brazos para alcanzarnos más rápido.
—¡Papá! —grita cuando llega a nosotros y abraza la pierna de Erick, quien lo toma en brazos y acurruca para tranquilizarlo—. Yo no le hice nada, perdón, perdón, perdón, perdón... —llora con fuerza, pero logra hablar entre sollozos, ocultando su carita en el pecho de Erickin.
—Gracias, imbécil —le doy un golpe en la nuca a Vera y me giro para acariciar la espalda de Garret—. Es la primera vez que llora desde que...
—Joel... —interrumpe Erick, viéndome como si acabara de revelar un secreto.
—¡Adoptaron a un niño! —grita Zabdiel, quitándose los guantes de cocina y levantando los brazos con sorpresa.
—S-sorpresa —decimos Erick y yo al mismo tiempo, como si nos hubiéramos sincronizado para tartamudear de la misma manera.
Todos nos miran anonadados, pero al mismo tiempo con una enorme sonrisa. Garret sigue llorando en brazos de Erick y se niega a que yo lo cargue, así que no sé qué hacer.
—Dios, hermano —Zabdiel es el primero que se acerca, dándome un fuerte abrazo y dedicándome una enorme sonrisa.
Parece querer decir algo, pero no le salen las palabras, solo se mueve hacia Erick, intentando ver el rostro de Garret y luego poniendo su mano en el hombro de mi ahora esposo.
—Apenas ayer eras mi vecino, Erick.
—Lamento haber hecho llorar a tu hijo, Joey —dice Johann, rascándose la nuca—. Es solo.... es mi princesita. Sabrás lo que es querer cuidar a un hijo de todo mal.
—¡Tiene seis años! ¡Qué mal le puede hacer, pegarle una tos? —digo aún molesto.
—Bueno, ya, perdón —se encoge de hombros y mira triste al suelo.
—Es muy lindo —dice Oriana, acercándose a nosotros y riendo un poco—. Sorprendentemente tiene tus ojos color verdes, Erick. Y, oh Dios, vamos, esa nariz es igualita a la de Joel, ¿no es así? —dice, acercándose a Garret, que sonríe pequeño ante las bonitas palabras de Oriana.
[...]
—¿Hace cuánto lo adoptaron? —pregunta Lauren dejando acostado a Garret sobre el sillón que ha caído dormido después de comer y jugar un rato con Lisa.
—Estamos finalizando los papeles para que lleve nuestros apellidos. Cumplirá dos semanas en casa —comenta Erick con una alegre sonrisa, acariciando mis nudillos.
—Garret Pimentel —dice Natti.
—Suena hermoso.
—¿Por qué no el apellido de Erick? —pregunta Lucía/Sara/Natalie/Gwen/Pancracia.
—Él es el pasivo... ¡auch, Erick! —grito cuando me pellizca el brazo.
Todos ríen levemente y alguien más continúa la conversación. Emilia sabía lo de Garret antes que todos, yo hablé con ella porque incluso después de todo, sé que a ella no le di la oportunidad de tener la vida que ahora tengo con Erick. Ella siempre dice que está bien y que por algo pasó, que es feliz con su novia y que se alegra de saber que ella no le tuvo miedo a declararse bisexual, burlándose de mí.
Miro a Erick cuando me pierdo en la conversación. Siempre me pierdo en su rostro, en sus labios carmesí, su fina nariz, sus largas pestañas, sus ojos verdes, todo su hermoso rostro.
Algo que noto en él, es que siempre juega con su anillo de compromiso, es algo que me pone nervioso porque siento que un día se le caerá y lo perderá, pero cada vez que lo veo hacer eso, me recuerda que es mi esposo, que es mi chico, que tengo una vida feliz y ahora un hijo hermoso con él. Que seguiremos así por el resto de nuestros días, haciendo valer la pena vivir cada día.
Amo a Erick y él me ama a mí, me hizo abrir los ojos y todos los días sonrío al saber que puedo confiar en alguien, que no tengo miedo a que los demás me juzguen por estar con él. Por tener mis perforaciones o tatuajes, él siempre me tranquiliza. Amo recordar el día que nos casamos, amo sostener sus manos, sus jeans, su ropa, su manera de ser, su cuerpo, sus palabras, sus 'te amo' su risa, sus lágrimas, sus abrazos. Sé que aún me falta mucho por descubrir de Erick, y sé que amaré cada uno de sus secretos.
—Te amo, bebé —susurro en su oído cuando todos están distraídos—. Sé que te lo digo a diario, pero es que necesito que lo sepas. Soy tuyo en alma y piel, siempre seré tuyo.
—Y yo soy tuyo, Joey —contesta, acurrucándose en mi pecho y viendo a los demás—. Siempre lo fui y siempre lo seré.
—Feliz Navidad, Erick.
—Feliz Navidad, Joey.
Erick sigue siendo mi verdad, Erick siempre será mi verdad.
F I N
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Escribí esto 2 días después de publicar el final y ah, me parece tan hermosa esta historia. Y mientras ajustaba los nombres, en el párrafo donde Joel menciona los tatuajes me di un gran viaje al recordar que cuando inicié hace no más de 5 meses, Joel no tenía ningún tatuaje, y de un día a otro aparece como con 5 o 6, si eso es ahora, cuando llegue el día de publicar esto (al llegar a los 100k) parecerá pizarra, ahre.
Fecha en que esta historia llegó a los 100k: 27 de Julio de 2021 a las 21:45 hrs.
Pd. Se me vino una idea bien cool al leer una frase, así que si el tiempo y la imaginación me lo permite, escribiré una segunda parte con los muchos secretos de Er, ahre que ya me dieron ganas. Pero como lo he dicho, soy malísimo para las historias largas así que pues, ya veremos si en historia o OS, pero sale porque sale. De paso lean mis otras historias, en especial mi historia máster, CNCO World Tour, que amo mucho esa historia. Y a ustedes también, obvs.
—Gabbb.
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