Green ya no es aquel chico arrogante e indiferente al resto, a pesar que no lo dice, y muchas veces no lo demuestra, disfruta del tiempo con sus amigos. Pero, ya no es suficiente, aun cuando conversa frecuentemente con Red y Blue. Además, que esa competencia disimulada por amor entre todos le impedía estar del todo cómodo.

Porque hasta él está enamorado de Gold.

Desconoce las razones del resto, pero Gold es quien lo completa. 

Gold sabe darse a notar donde sea que esté, es un chico aunque de vez en cuando algo presumido, es muy agradable, despierto y animado. Lo cual Green ama. Y adora sus visitas, por más que normalmente sea cuando todos están reunidos, jamás desperdiciaría una oportunidad para estar a su lado.

Es consciente que su rival y amigo Red le lleva ventaja y tiene muchas más posibilidades que él, en realidad, la gran mayoría tiene más posibilidades de ser ese alguien especial de el criador. Pero no piensa rendirse, tiene algo de esperanza en que Gold lo elija a él.

Porque ya encontró a quien le brindara esa emoción que necesitaba en su vida, porque todas aquellas charlas sobre el amor que una vez su abuelo le dio concuerdan con como el nacido en julio le hace sentir.

Por ello ha invitado a Gold a su gimnasio a pasar el día solo los dos. Sin nadie que robe su atención, más allá de una que otra chica que Gold vea pasar.

Así, aunque sea por unas horas, Green sentiría la emoción que necesita. Y si Gold le correspondiese, sentirla por siempre.