Capitulo 34: Enfrentar

Kacchan llegó al muelle. 

Las olas se movían levemente en el inmenso mar. Las gaviotas pasaban por el cielo y pescaban para poder alimentarse. Todo estaba en silencio, salvo por los ruidos de la naturaleza. Era un lugar agradable. Sabía que Izuku podía llegar en cualquier momento, así que no estuvo a la intemperie por si las dudas Izuku tenía planeado franquearlo desde lo alto (cosa inútil, porque Katsuki no sabía que Barret se destruyó la noche en que atacaron el bar).

-Ese Izuku -miró el cielo-, me pregunto qué estará planeando ahora.

Parecía una eternidad. Sacó una coca cola de lata (aprovechen el comercial para ir por una coca bien fría mapaches) y la tomó para poder refrescarse. Se oyeron pasos cerca.

-Kacchan, ¿estás aqui? -se oyó la voz del pecoso. 

Lo estaba buscando. Kacchan no dejó su escondite hasta no asegurarse de que Izuku estuviera limpio, por si las dudas le tendía una trampa. Pero Izuku sólo traía una chaqueta de cuero desabrochada, una bufanda, guantes cálidos y botas rojas, como si fuera a ir de excursión al polo Norte y no a la playa. Entonces salió a recibirlo. 

-Hasta que llegas, Midoriya.

-Hola, Bakugou -dijo seriamente. Luego sacó de su escondite a Orgullo de su espalda. 

Katsuki iba a alzar la mano para crear una pequeña explosión, pero se detuvo al ver que Izuku abrió el rifle de asalto y quitó todas las balas para ponerlas en el suelo.

-Digamos que la mitad de nuestro tiempo es para estar tranquilos, y la otra para matarnos. ¿Quieres? ¿O prefieres que todo acabe de una vez? -le hizo saber que podía elegir entre una de esas dos opciones. Katsuki quería saber si era verdad o solo le estaba tomando el pelo. 

-¿Me estás subestimando, izuku? -arqueó la ceja.

-Subestimado por mi ya estas, así que no -se sentó en el suelo del muelle-. Todo está callado a esta hora. Fue por una de esas razones que te cité aquí. Nadie viene, ni los civiles, ni los héroes, ni los villanos. Sólo almas solitarias que quieren disfrutar de la brisa del mar. 

Katsuki no podía entender por qué Izuku actuaba de esa manera. 

-¿Sabes? Una parte de tí me dice que quieres aniquilarme, pero no lo haces porque no puedes asimilar el echo de que yo desaparezca -dijo Kacchan.

-Puede ser, digamos que si me uní a la liga de los villanos fue porque ellos me hicieron sentir uno de ellos. Nadie me hizo a un lado por no tener quirk. Ni siquiera les molestó eso. Me hicieron sentir otra persona. Incluso mi madre se volvió parte de la liga.

-¿Por qué? -quiso saber.

-No lo sé, siento que estaba demasiado acabada por lo que le pasó en su trabajo que la orilló a tener esa decisión. Pero, no lo niego, se ve diferente, más libre, y no sumisa ni tímida como era antes. Siento que me gusta esta vida, pero no había pensado qué hacer realmente después de todo, como se lo dije a Kirishima. Tal vez todo vuelva a la normalidad como la sociedad que era antes de que existieran los héroes. Teniendo todos quirk, ya nada tiene sentido.

-¿Tu crees?

-Kacchan, ¿por qué la gente quiere ser héroes teniendo quirk? ¿Por qué no otra cosa como un humano normal? Si algunos no logran su objetivo para ser un héroe, tienen que vivir el resto de sus días con el fracaso en su mente, y sería patético vivir así. Si por mí fuera, todos los quirk se fueran al carajo. Así que decidí entrenarme para no depender de un quirk. Me ofrecieron tener uno, pero me negué, porque ellos me necesitaron cuando yo no tenía ni uno. y seguiré así. Puede que sí dependo algo de las armas, pero eso no me detiene.

-De haber sabido que todo eso era un problema con los sueños de ser un héroe, hubiera mantenido el pico cerrado, para no hacerte sentir mal. Los sueños son un asco.

-No, no es malo soñar kacchan, lo malo es no aceptar a los que son diferentes. 

-También tienes razón en eso, joder -le dio un golpe a su pierna con la mano-, como me cae mal la gente que tiene razón. ¿Por qué mataste a Kirishima?

Izuku solo sonrió para evadir una pregunta que bien podría tener una respuesta sin decirla. 

-Ya tenía tiempo que no charlábamos de cerca. La última vez me acuerdo que estábamos en los columpios de la guardería sobre qué héroe queríamos ser de grandes -dijo con una sonrisa en el rostro. 

-¿Todavía te acuerdas? Yo vagamente. 

Una gaviota se paró enfrente de ellos. Pero luego Katsuki la ahuyentó con una explosión. 

El Sol estaba cayendo y los colores del cielo empezaron a cambiar. 

-Creo que ya es hora -dijo Izuku-, si gustas puedes ocupar tu quirk, yo trataré de no ocupar mucho a Orgullo para que no sea tan dispareja nuestra lucha.

-¿Orgullo? -preguntó Kacchan. Izuku señaló el rifle.

-La otra de la USJ se llamaba Barret, pero se murió. 

La manga de Izuku tenía sangre seca.

-¿A quién mataste esta vez? -preguntó kacchan.

-Fui a los videojuegos para ver si podía subir mi puntaje de la vez pasada, pero me topé a un vato que me quería echar bronca por bajarlo la otra vez, me siguió y dijo algo así como: Tú eres Izuku? Sí, soy yo, le contesté. Ahora te mueres. Y lo dejé en un callejón, porque no quería llegar tarde aquí -lo dijo calladamente como si hubiera muerto un perro y no un cristiano.

-Como sea. Ya es hora. Si te derroto, te verás obligado a irte preso. 

Ambos se levantaron y no hubo un tiempo para pensarlo dos veces, Kacchan se abalanzó sobre Izuku para atacarlo con una explosión en la cara. Izuku vio su movimiento y lo esquivó con una rapidez. El polvo y la ceniza de la explosión hicieron su visión nula. 

-Mierda, quiere cegarme para luego acorralarme -dijo Izuku cubriendo sus ojos para no caer en la trampa. Salió de la nube de polvo para ver mejor y aunque fuera recuperar a Orgullo y una de sus balas. Con una bala le bastaba para derrotar a Katsuki, si es que este no se moviera tanto. 

Vio a Orgullo tirado en el suelo, y fue tras él, pero Katsuki lo hizo estallar por la espalda, e Izuku salió catapultado no muy lejos del arma. Se arrastró unos metros apresuradamente para recogerla pero tuvo que levantarse porque Kacchan no iba a permitir que la ocupara. Tenía que ser más ágil de lo que esperaba. Tenía el arma, pero conseguir la munición era prácticamente imposible. 

-¡No lo permitiré Deku!

Kacchan se fue de cuerpo a cuerpo hacia él para demostrarle que no se estaba convirtiendo en vano en héroe. Aizawl sensei les había adiestrado en artes marciales, y no iba a desperdiciar lo aprendido en sus clases para nada. Pero Izuku era mucho mejor que Katsuki en esa área, que al final de tantos golpes y esquivar puños y patadas, Kacchan sintió adolorido los brazos. 

-Tengo entumidas las manos -dijo Kacchan.

Izuku corrio a donde estaban la balas y Kacchan hizo una explosión, pero no muy potente por el dolor que sentía. Izuku aprovechó la oportunidad para quitar el seguro del rifle y poner una bala, pero Katsuki llegó hasta él y lo iba a patear, e Izuku no hizo más que cubrirse con el rifle para amortiguar el golpe. El rifle se disparó solito por el impacto. 

-NO -gritó Izuku desesperadamente. luego empujó a Kacchan contra el suelo, y fue torpemente por todas la balas al sentir la adrenalina correr por su cuerpo. Colocó un par en el rifle mientras esquivaba una explosión. Luego sintió frío y se abrochó el abrigo. La brisa del mar estaba muy fresca y la temperatura del ambiente estaba bajando debido a la proximidad de la noche. 

-El cielo se duerme -dijo levemente con la respiración agitada por el duelo. 

-Lo mismo digo -igual Katsuki estaba sin aliento por el esfuerzo, y aun así le arrebató a medias el arma..

Forcejearon un buen rato para ver quién recuperaba el arma. 

-¡Es mía, suéltala! -gritó Izuku.

-¡No la ocuparás!

Izuku entonces se mordió gravemente la mano para que brotara la suficiente sangre de ella y se la aventó a los ojos. Kacchan soltó el arma chillando por el ardor, y se frotó los ojos. 

-¡Esa es una táctica sucia, Deku!

-Lo siento, pero te dije que la soltaras.

Katsuki estaba a punto de crear otra explosión para que el arma se destruyera de no ser porque se vio interrumpido. 

-¡QUE ESTAS HACIENDO IZUKU!- era Shigaraki. Estaba alterado y corría  hacia ellos. 

-Me tendiste una trampa?

-No, yo no le pedí que viniera, a lo mejor mi madre le dijo donde encontrarme -dijo Izuku. Y era verdad, no debio decirle a su madre que iba a salir- ¡No te metas, Shigaraki! ¡No es tu asunto!

-Pero...

-¡Quédate allí, y no te metas! -le gritó. 

Shigaraki, no estaba de acuerdo, y  se quedó donde estaba no muy convencido. Lo mejor era ver y esperar un momento para atacar a Kacchan en caso de que Izuku fuera derrotado y llevárselo antes de que llegaran los héroes. 

Izuku y Katsuki tadavía seguían peleando como si nunca hubiera un mañana. Izuku le pegó un culatazo con el arma en la cabeza de Katsuki y el cayó al suelo. Entonces le disparó directo en la pierna. 

-AAHH.

-Lo siento, Kacchan -luego le disparó otra vez, pero en el pecho. 

El petardo se sentía muy doloroso, y sentía que el aire se le escapaba del cuerpo. Izuku lo miró tristemente, y una lágrima cayó en la mejilla de Katsuki.

-¿Por qué lloras, idiota? -seguía en el suelo.

-No lo sé -dijo estallando en llanto.

-No llores, idiota. ¿Qué no lo has notado todavía? Pudiste derrotarme. Todoroki tenía razón: Sólo querías demostrar que podías ser fuerte, sin que nadie diga lo contrario. Sólo querías superare a ti mismo.

-Puede que tenga razón -se enjuagó las lágrimas y los hipidos-, yo gané -dijo sin poder creerlo todavía. 

-Claro que sí, idiota. ¿Por qué siento tanto frío?

-Estás muriendo, es todo -le dijo Izuku.

-Cierto, no crei que fuera así. Mierda. 

Izuku se hincó de rodillas a un lado de él. Katsuki escupió sangre. Su respiración se volvió entrecortada y empezaba a agonizar. 

-No te atrevas a irte mientras expiro, desgraciado -dijo débilmente.

-Tranquilo -se rio-, no pensaba irme. 

-Si, lo siento mucho, creo que querías escucharlo, pero no sé porque no me atreví a decirlo hasta ahora, en serio, me costaba mucho de niño disculparme, en serio, me cost...

Dejó de hablar. Izuku se dio cuenta que había muerto porque su mirada perdió el brillo y se quedó fija en un punto del espacio. 

Sólo le hizo la caridad de cerrarle los ojos mientras que Shigaraki se acercaba, y se levantó dejando el cuerpo inerte y frío.








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