- Usted está despedida Sra. Midoriya - el jefe movía su lápiz rápidamente en el escritorio.

- Pero, ¡No puede hacerme esto! ¡Tengo un niño de cuatro años! Por favor, se lo suplico. - rogaba la joven madre.

- Lo siento, no puedo hacer nada más por usted.

Era inútil, ella estaba desempleada.

Y su hijo no tenía ningún Quirk, pero eso no era su culpa. Tampoco la del pequeño Izuku. El destino así lo hizo.

Ya en su casa, la joven Inko se sentó en la mesa para revisar el papeleo y las cartas.

Deudas.

Todas eran puras malditas deudas.

Izuku regresó del jardín de niños, acompañado de Katsuki y su madre.

- Hola amiga. Fui por tu niño a la escuela - Saludó Mitsuki.

- Gracias - respondió Inko al saludo.

- Te noto algo seria y preocupada. ¿Te pasa algo?

- No es nada.

- Amiga, me preocupas. Cuéntame.

- Izuku ¿Por qué no vas a tu habitación a jugar con Kastuki?

- Sí mami.

- Yo no quiero jugar con Deku - exclamó enojado el rubio explosivo.

Katsuki recibió un coscorrón por parte de su mamá.

- Sí, si quieres.

- Tsk. De acuerdo.

Ambos niños corrieron al cuarto.

Izuku dejó su mochila en la cama y abrió un cajón en donde guardaba sus juguetes. Le dió un muñeco de All Migth a su amigo y él escogió el de Endeavour (porque si él escogía a All Migth, Kacchan se enojaba y terminaría por romperlos).

- Ten, juguemos.

- Más te vale, nerd - Kacchan le arrebató el muñeco de la mano.

- Genial.

Después de cierto tiempo a Izuku le entró la curiosidad y se asomó a escuchar la plática de las mujeres. No entendía nada. Pero alcanzó a escuchar una palabra antes de ser interrumpido por detrás.

- Oye Deku. ¿Acaso no te enseñaron que espiar es malo? - Katsuki alzó una de sus manos al aire para crear pequeñas explosiones.

- Kacchan. ¿Qué significa "Desempleada"?

- Unicornios.

- ¿Unicornios? - dijo emocionado Izuku tan inocentemente.

- ¡Claro que no, idiota! Significa que a una persona la corrieron del trabajo.

- Mi mamá dice que está desempleada.