Con el pasar de los días, y Ramón acosando a Nehunor los días que ofrecía su ayuda, los cuatro habían logrado coordinar los tempos que notaba Ferlo fallaban. Una de esas tardes, un mensaje llegó al celular de Rockomano antes de iniciar el ensayo, logrndo notar el resto un leve "oe carajo..."; no entendían a qué venia, pero prefirieron preguntar tras terminar el ensayo.

-Oe Eduardo, ¿a qué vino ese carajo de antes? -Inquirió Jeffar de forma mal disimulada, notando que quería saber en vez de evadir.

-Es algo que no te importa -cortó el mencionado, intentando no gruñir de la molestia.

-Eduardo, es solo que nos preocupamos por ti, es todo -mencionó más comprensivo Ramón, logrando hacer que se relaje un poco.

-Se trata de mi primo, Chandy, lo han mandado para que le enseñe a tocar guitarra -suspiró con fastidio Rocko, logrando sacar un peso de encima.

-Si deseas, podemos tomar unos días de descanso, además de que podemos aprovechar para unas partidas de videojuego -sugirió Ferlo, notando que su mejor amigo no sabía donde esconderse.

-Ferlo, soy un manco de mierda, a menos que sea un Tekken, te puedo sacar la mierda.

Lgrando hacer un acuerdo mutuo, salieron del departamento y oficina, pero...

-Chicos, díganme que es mentira... -detuvo Rockomano, sin dejar de ver a un sitio específico.

- ¿Qué diablos hace un Kazuya en medio de la calle? -Bufó molesto Dante, viendo como Ramón trataba de contener la risa.

- ¡Mi instinto de Mishima Fighter dice que debo pelearme contra él! -gritó Eduardo para salir corriendo y golpeando al supuesto Kazuya.

Tras algunas horas, un joven de aproximadamente 17 años bajó de un auto frente a los otros tres integrantes, quedando los cuatro viéndose de forma que intentaban ubicarse.

-Ninguno de ustedes es Eduardo... ¿quieren su pack? -mencionó el joven de forma tan inocente que hizo reír a Dante y Ramon, pero Ferlo solo negó con la cabeza.

-Chandy, ¡te he dicho que es malo vender a tu primo! -Renegó Ferlo, logrando detener considerablemente las risas.

-No jodas, ¿este es el primo de Rockomanco? -mencionó impactado Dante.

-Así es, soy el primo de Rocko, por cierto, ¿a dónde se fue? -indagó Chandy.

Como si de una invocación se tratara, Rockomano regresó con arañazos, y una mordida fresca en el cuello. Los cuatro quedaron en shock, no tenían ni fruta idea de qué diablos pasó entre Rckomano y ese Kazuya hasta que..

-Si piensan que tuve una aventura de tipo íntima, les reviento sus guitarras en la cabeza -amenazó, logrando estremecer a los demás excepto su primo.

-Si mis amigas se enteraran, qué no te harían -masculló entre risas Chandy, terminando por recibir un golpe.

-Luché contra ese Kazuya a golpes, pero la mordida fue porque no me quité a tiempo y enterró los colmillos.

Ferlo intentó hablar y terminó suspirando y solo indicó que se fueran a jugar en los arcades, tal vez hallarían uno que les permita jugar para olvidar el desastre causado por Eduardo, fue el día más extraño del grupo.

Como si el karma tuviera mil formas de manifestarse, tenían frente a ellos una máquina arcade del juego de peleas, no tenían idea de si era una pesadilla, broma de mal gusto o la realidad.