Jeffar pasó horas hablando con sus contactos, además de comunicarse más con Rockomano y Ramón. Ya tenían a los integrantes y estaban acordando un punto común de reunión.

No habían revelado los nombres, pero sí los instrumentos ocupados; esa sorpresa la dejarían como misterio para el xclavo.

Dos días después lo citaron en el parque cercano al edificio, escoltado por Rockomano, y conociera al grupo creado por los tres.

Una vez Ferlo, con la desesperación de tener sus ojos cubiertos, descubrió sus ojos y vio la banda casi se desmayaba.

—Sorpresa, Xclavo-kun —nombró Nehunor con broma y sensualidad mezclada, ignorando las miradas de odio hacia él.

—Realmente me han sorprendido, muchachos...

—Oe, Nehunor, el único que puede jotearte soy yo —reclamó Ramón, dejando en shock a todos.

—Ramón... Ya te descubriste solo —susurró Jeffar al mencionado.

—Cállate Dante —gruñó Ramón, viendo que cada vez se tornaba tenso el ambiente entre ambos.

Como si de magia se tratara, giraron para ver a los demás y no estaban. Decidieron correr hacia el edificio y encontraron a Rockomano, guiándolos tras darles un golpe a cada uno.

—Les advertí no pelearan y fue lo primero que hicieron, ¡la puta madre! —Renegó Rockomano, dándoles otro golpe.

— ¡Ya entendimos, Eduardo! Conchetuvida —gritaron de vuelta Dante y Ramón.

— ¡¿Pueden callarse? Trato de dormir, jotos ingratos! —Regañó la viejita del departamento frente al de Ferlo, más molesta y tirándoles agua.

Sin más que hacer tras resignarse a otra pelea con una viejita más gruñona que los tres juntos, entraron al departamento-estudio.

—Chicos, tomen sus instrumentos, haremos una práctica de la intro —llamó Ferlo y entregó unas hojas con las notas.

Pasaron algunas horas practicando hasta dar con el tono perfecto entre todos, dejando demasiado satisfecho a Ferlo, excepto...

—Rocko, necesito a tus dos amigos idiotas y a ti para unos detalles.

Los tres mencionados se detuvieron y esperaron a quedar solo los cuatro, regañando qué hicieron pelea con sus instrumentos durante los primeros intentos.

—Lo siento, pero si estos dos idiotas supieran que eres como mi HERMANITO —recalcó Rockomano sin dejar de ver a Ramón y Dante —, todo hubiera salido mejor.

El escalofrío con la sensación extra a un cubetazo de agua helada recorrió a los amenazados por Rockomano; nunca sospecharon esa relación de ambos dado que su sobreprotección superaba lo que consideraban ideal para ser "hermanos".

Hicieron de nota mental no subestimarlo o acabarían peor que lo logrado esta vez, dejando pasar todo por unos días.

En cada sesión de práctica con sólo la parte musical, notaron más armonía instrumental y avances mayores. Realmente se asombraron de los avances mejorados que en los primeros días.

—No puedo creer esto, de seguir así, la canción saldrá antes de lo planeado —festejó Ferlo mientras revisaba todas las grabaciones y mostrando los resultados a todos.

El grupo se asombró de su logro, pidiendo que les pasara sus avances y dejando una nota con sus respectivos correos.

Tras quedarse con los mismos tres individuos, hablaron sobre mejorar sus notas, aceptando ir por las tardes libres.