04
—No soy un maldito juguete sexual. — susurró JiMin sobre los labios de YoonGi, el pelinegro asintió, volviendo a unir sus labios en un necesitado beso.
JiMin realmente se había negado, hizo todo lo posible por resistir a la tentación, pero Min YoonGi no ayudaba en nada. Fue prácticamente todo un reto convencerse a sí mismo sobre las ganas que tenía de aceptar la petición de YoonGi, pero aquí estaban, en la cama de JiMin, rodando como animales entrelazados mientras la ropa salía volando por toda la habitación.
—Lo tengo, no lo eres. — YoonGi jadeó al sentir la erección de JiMin contra la suya, tomó de ambas muñecas del contrario y las subió sobre la cabeza de éste.
JiMin apretó con fuerza sus labios, evitando gemir cuando YoonGi se restregó entre su entrepierna, sintiendo como sus miembros rozaban.
—P-pero tienes que saber... — JiMin jadeó cuando los besos del mayor bajaron por todo su cuello —, soy nuevo en esto, así que...
No podía esperar gentileza de su parte, ¿Min YoonGi siendo comprensivo? nah, así que evitó decir lo último y cerró los ojos con fuerza cuando sus palabras fueron ignoradas y unos labios cayeron sobre los suyos, besándose una vez con hambre.
JiMin sabe que esto está mal, que no hay vuelta atrás, pero ya está hecho, YoonGi se irá después de esto y no lo volverá a ver, ese es el trato y así se quedarán las cosas. YoonGi vigilará que todo esté bien después de eso, para no dejarlo en la mira de otras personas.
El rubio sabe a lo que se enfrenta.
¿Pero por qué es tan difícil negarse a ese hombre? Por dios, es guapo y caliente, pero se a encontrado con varios hombres igual de calientes y nunca, nunca, había caído tan rápido antes sus encantos.
Cierto, ya había pasado tiempo desde la primera vez que se conocieron, pero por dios, el JiMin de antes nunca hubiera aceptado estar haciendo esto con un tipo como YoonGi.
Pero aquí estaba, sobre su cama abierto de piernas ante ese hombre.
YoonGi llevó una de sus manos hasta la boca del menor, ordenándole abrir de esta y metiendo sus dedos para dejar que JiMin hiciera el trabajo.
Sabía que esto dolería, y ya que no tenían lo necesario para hacerlo posible, entonces tratarían de improvisar. Retiró sus dedos cuando estos ya estaban lo suficientemente listos y mojados, los llevó hasta la entrada del menor y tanteando un poco comenzó a hacer presión poco a poco, acariciando primero con tranquilidad mientras procuraba no verse tan desesperado.
Sus partes dolían por las ganas de tener un agujero alrededor de su miembro, y dolían en serio.
Metió dos dedos poco a poco, logrando que JiMin se pusiera rígido ante la intromisión, dos dedos de una sola eran mucho para alguien que no había hecho esto. YoonGi movió estos en su interior, penetrando con lentitud y firmeza, arremetiendo duro contra su punto una vez que lo encontró.
JiMin gemía, trataba de concentrarse y ocultar sus vergonzosos gritos, pero no podía hacerlo cuando Min YoonGi movía sus dedos tan bien.
No sabía si ese hombre era todo un experto en tener sexo con hombres, pero por la manera tan natural con la que hacía las cosas, le daba a entender que sí. JiMin reprimió un quejido cuando sintió los dientes de YoonGi capturar su oscuro pezón.
Arqueó que su espalda y apretó sus manos en los hombros de YoonGi, movió sus caderas contra los dedos de aquel hombre, quería más y más, necesitaba más de él. Todo lo que pudiera obtener, porque después de esto, no volverían a verse.
YoonGi dejó grandes marcas sobre su pecho, sus labios eran capaces de dejar chupetones tan violentos que JiMin temía que alguien fuera a verlos mañana, no sabía como iba a ocultarlos.
Sus besos subieron hasta los labios, juntando sus bocas y callando sus gemidos entre ellas.
JiMin estaba caliente, todo su cuerpo estaba experimentando una gran cantidad de placer que nunca imaginó que sería capaz de hacerlo. El rubio llevó una de sus manos hasta el pecho de YoonGi, parando sus besos, ambos chicos se miraron a los ojos.
—Quiero chuparla, déjame chuparla. — JiMin suplicó y YoonGi realmente no quiso negarse.
Así que se acomodó en la orilla de la cama, JiMin se puso entre sus piernas con las rodillas en el suelo y llevó una de sus manos a la erección del mayor. Ya había hecho eso antes, sabía lo largo y duro que era ese pedazo de carne, lo que le gustaba del miembro de YoonGi era su gruesedad.
El pelinegro jadeó, mordió su labio con algo de fuerza cuando sintió al menor masturbar su miembro con una sola mano. Ya estaba lo suficientemente largo y grande, despierto para entrar en algún agujero. JiMin escupió sobre la punta de este, pasando su mano rápidamente para embarrar toda la saliva sobre su extensión.
Los gruesos labios de JiMin se pegaron a su polla, besando y sacando la lengua para chupar, dejando besos y succiones demasiado sucias.
—No juegues con mi paciencia de esa manera. — YoonGi gimió, enredando su mano derecha entre los cabellos rubios del chico entre su pierna.
JiMin sólo sonrió tímidamente y después cubrió con toda su boca la longitud del mayor, hasta donde su garganta podía aceptar. Cerró los ojos con fuerza y llevó su otra mano hasta las bolas del mayor, comenzando a tirar de estas con lentitud y a un ritmo marcado junto con las succiones que daba a su miembro.
JiMin movió su garganta, de adentro hacia fuera, tratando todo lo que podía y ahogándose con aquel trozo de carne que le estaba encantando tener. Su mano derecha se enrollaba alrededor de su miembro cuando JiMin retiraba la boca hacia fuera, mientras que la otra seguía jugando con sus testículos.
YoonGi sentía una ola de placer cubrirlo de pies a cabeza. Ese maldito chico sabía como usar la boca.
JiMin sacó el miembro de su boca, tratando de respirar con normalidad y escupiendo nuevamente sobre este, pasó su lengua por toda la longitud hasta llegar a sus bolas, besando de estas y pasando la lengua como si fuera un manjar, y YoonGi jamás se había sentido tan excitado en toda su vida como ahora.
Sin aguantar más, atrapó la cabeza de JiMin entre sus manos y volvió a meter su miembro en la boca del rubio, quien abrió los ojos en grande cuando YoonGi hizo eso, lo había tomado desprevenido pero le encantó, le encantó que YoonGi lo usara.
JiMin llevó sus manos hasta las piernas del mayor, apretando un poco en aquélla zona mientras YoonGi movía su cabeza en un vaivén sobre su polla. JiMin sólo podía mantenerse así, sin quejas y siendo llenado hasta la garganta por aquel hombre.
Su mandíbula comenzó a doler y dio ligeros toques a las piernas de YoonGi, avisando que necesitaba respirar un poco. Sin embargo, el pelinegro ignoró su pedido y aumentó las embestidas, follando su boca con fuerza, JiMin apretó sus ojos duramente y las lágrimas bajaron de estos cuando YoonGi mantuvo el agarre en su cabello, dejando su miembro durante unos segundos hasta el fondo de su garganta, vaciando todo su esperma en él.
JiMin se alejó, tomando aire suficientemente cuando YoonGi tiró de golpe su miembro fuera de su boca, trató de quejarse e insultarlo, pero cuando abrió la boca pata soltar sus palabras, YoonGi cerró sus labios juntos. JiMin jadeó y abrió la boca para dejarlo entrar, sus lenguas de encontraron mientras ambos se chupaban como si fueran a morir.
YoonGi tiró de sus caderas, acomodando a JiMin en su regazo, su miembro se paseó entre sus nalgas y el rubio gimió al sentir a YoonGi separar de estas, tocando con sus largos dedos sobre su entrada.
—Mételo, por favor — JiMin no se quejó, lo cual dejó satisfecho a YoonGi.
—¿Quieres que sea así?— preguntó el mayor —, no tengo ningún condón.
—Dios santo, estoy limpio, ¿tu lo estás?— JiMin preguntó, parecía impaciente, YoonGi debió asentir sin darse cuenta, pues JiMin volvió a hablar —, entonces no veo porque no hacerlo.
—¿Vas a confiar en mi palabra a pesar de que sabes quien soy? — inquirió el pelinegro, alineando su miembro contra la entrada de JiMin.
—Mierda, sí, no me importa en estos momentos lo que digas, sólo mételo.
YoonGi rió divertido al escuchar su respuesta, tomó su miembro con una mano y se adentró en aquel chico, JiMin estaba extremadamente desesperado que, ni bien lo sintió entrar, se dejó caer en la longitud del mayor. YoonGi gimió fuerte y JiMin sólo una risita, llevó sus manos hasta la nunca de YoonGi y enredó sus dedos en los cabellos de él, impulsó sus caderas una vez más, moviéndose sobre YoonGi y su miembro.
Comenzó con un suave círculo, moviendo sus paredes anales alrededor de aquel falo, YoonGi apretó su cintura con fuerza, bajando poco a poco sus manos hasta sus perfectas nalgas y comenzó a soltar ligeros golpes.
JiMin gimió en grande, fuerte y claro, YoonGi besó su cuello con fuerza, procurando dejar suficientes marcas, sinceramente le daba igual que tan salvaje se viera, él quería dejar un pequeño recuerdo en JiMin.
Con la sangre caliente y el corazón latiendo a mil por hora, YoonGi apretó aquellas mejillas, meciendo su entrepierna también. JiMin apretó su entrada alrededor del miembro de YoonGi, sacando varios gemidos a ambos. Enredó sus brazos por los hombros de YoonGi y con sus pechos pegados, YoonGi escondió su rostro sobre la curva del cuello de JiMin y el menor se aferró con fuerza, levantando su trasero para después dejarse caer.
El ritmo aumento, las embestidas fueron más rápidas y fuertes, JiMin gemía ignorando el dolor que sentía, sólo se encargó de montar a YoonGi, rápido y duro, balanceando su cuerpo y moviéndose de arriba a abajo, sacando el miembro de YoonGi de casi todo su ínter y luego volviéndose a sentar, llenándose a sí mismo con este.
El pelinegro aún apretaba sus nalgas, ayudándolo a bajar y subir sobre su polla, dejando que JiMin lo utlizara como un maldito consolador.
—T-tan bueno, tan bueno... — JiMin jadeó sintiendo su punto ser abusado por los golpes en su interior —, mmm.. siempre tan bueno.
YoonGi suspiró, dejando besos sobre su cuello, está vez sin dejar marcas, simplemente dejando besos y sacando la lengua para dejar su saliva en él.
—Voy a salir.
JiMin negó, se apretó con más fuerza al cuerpo de YoonGi sin dejar de cabalgar su miembro.
—Q-quiero te-terminar con-contigo dentro... ¡ugh!— JiMin no podía hablar correctamente, debido a que seguía moviéndose sobre YoonGi y éste mismo, había comenzado a moverse también, sus caderas se impulsaban hacia arriba para ayudar a JiMin con la estimulación.
—B-bien... pe-pero tendrás que t-tomar todo lo que te daré.
YoonGi respondió de la misma manera, pues la excitación no lo dejaba hablar perfectamente.
Tomó de las piernas de JiMin haciendo que el menor soltará un grito al ser levantando, sus piernas fueron abiertas en el aire y por un segundo creyó que se iban a caer, YoonGi también estaba parado y tomándolo, volviendo a embestir dentro de él, tocando su próstata con rapidez.
JiMin se deshizo en gemidos fuertes y altos, estaba seguro de la mayoría de sus vecinos escucharían sus gritos, porque no era bueno callándolos. YoonGi era fuerte, lo suficientemente fuerte como para tenerlo en el aire, abierto de piernas mientras lo follaba con dureza.
JiMin se aferraba a su cuerpo, abrazándose para no caer. Sin embargo, una ola de placer lo golpeó cuando las embestidas fueron más rápidas y certeras, destructivas en su interior. JiMin gritó tanto como pudo, vaciando todo su semen sobre ambos cuerpos, corriendose a chorros por haber obtenido la mejor follada de su vida.
Y YoonGi, YoonGi sólo se corrió en su interior, saliendo casi de inmediato y dejando que el líquido baja desde su agujero por todas sus piernas.
El menor estaba agotado, YoonGi también lo estaba, y aunque se acostaron en aquélla cama para poder descansar, por muy loco de sonara, ninguno de los dos quería pegar un ojo, sabiendo que mañana ya no estarían juntos.
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