Tae-min se quedó paralizado. ¿Cómo era posible que Jimin se hubiera olvidado tan rápido? ¿Cómo podía esperar un hijo de otro hombre? Con el orgullo herido, Tae-min también subió al escenario para reclamar la paternidad del bebé.

— Jimin, cuéntame la verdad. Ese hijo que esperas es mío — Tae-min intentaba acercarse al mencionado, pero Yoongi se interponía entre ellos.

— ¿Qué te pasa imbécil? ¿No has escuchado al señor Park? Soy el esposo de Jimin y el bebé que está esperando es mío.

— No puedo creerte, apenas hace dos meses que nos divorciamos y estoy seguro de que su hijo es mío.

— Eres un completo idiota. Ese niño es mío. Jimin y yo no nos conocemos desde hace más de un año, y durante ese tiempo lo ayudé a sanar sus heridas y estuve a su lado en cada momento difícil que vivió por tu culpa. —Yoongi, visiblemente enfadado.

— Entonces, ¿mi pequeño error fue solo una fachada para encubrir tu engaño?— Encolerizado, Jimin no soportó más sus vejaciones y lo abofeteó.

— ¿Pequeño desliz llamas a una aventura de más de un año? Desde que volvimos de nuestra luna de miel sé que me has estado engañando. Yoongi ha sido mi amigo y mi apoyo en esos duros momentos en los que mi supuesto marido estaba revolcándose con mi mejor amigo. Él ha sido lo que tú no fuiste durante los dos años que estuvimos casados; me ha tratado con respeto y respetó nuestro difunto matrimonio de la misma manera que yo lo hice. No fue hasta que estuve separado que decidimos comenzar una relación, la misma que yo decidí convertir en un feliz matrimonio hace pocas semanas.

El bebé que llevo en mi vientre es tuyo, ya que él es la única persona con la que he estado realmente en el último año.

— Mientes, nosotros nos hemos acostado muchas veces, yo fui tú primera vez.

— Sí, ese fue el primer año de nuestro matrimonio, pero luego te distraías tanto con tus amantes que ni te dabas cuenta de que entre tú y yo ya no quedaba nada— Jimin sujetó la mano de Yoongi tratando de calmarse— Tae-min, por favor, deja de hacer ruido y retírate de esta fiesta donde no tienes nada que hacer.

Tae-min se alejó de la fiesta para evitar sentirse más avergonzado. Mientras tanto, todos los invitados se acercaban a felicitar a la feliz pareja por el ascenso de Jimin y por el futuro bebé que estaba en camino.

La celebración transcurrió sin sorpresas ni conflictos, centrándose en el cumpleañero, quien disfrutaba de la compañía de su nieto y el esposo de este.

Yoongi y Jimin volvieron a casa contentos, dejando al abuelo Park satisfecho, con el compromiso de dedicarle más tiempo para que pudiera apreciar el crecimiento de su futuro bisnieto.

— Entonces, ¿ahora debo llamarte CEO Park?— le decía mientras besaba el cuello de su esposo.

— ¿Park? No te confundas, soy el CEO Min— pasó sus brazos por el cuello de su esposo y lo besó de manera lenta y demandante.

— ¿Entonces ahora eres Min?— sonrió entre sus labios tomándolo de la cintura para que enredara sus piernas a su cintura y poder llevarlo a la habitación.

— Ese apellido suena bien con mi puesto en la empresa y con mi nombre, además es el apellido de la persona que más amo— seguía el juego que ambos habían empezado mientras dejaba varios besos y varias lamidas en la zona donde su alfa desprendía ese aroma que tanto le gustaba.

— Te amo Min Jimin— Yoongi lo asentó en la cama para arrodillarse a su altura y volver a besar sus labios— me haces la persona más feliz del mundo siendo mi esposo, mi omega y mi compañero de vida.

— Yo también te amo Yoon, eres la mejor persona que he pudo cruzarse en mi vida. Si no te hubiera conocido, nunca hubiera sabido lo que es amar de verdad— Jimin atrapó los labios contrario entre los suyos mientras sus manos lo ayudaban a desvestirse, iniciando una noche en la que sus cuerpos y almas se juraron un amor eterno.