El agua de la verdad o agua de la purificación, es un líquido que podemos encontrar en todas las ciudades humanas, aunque su procedencia es desconocida. Contenida en una vasija irrompible, es dada de beber a todos aquellos que pretenden entrar a la ciudad sin excepción. Basta con mojar los labios de la persona para que, si esta no es humana, se deshaga desapareciendo sin dejar rastro. Tan sólo los humanos pueden sobrevivir a ella. No se conocen excepciones.

Llamada agua, en realidad es un líquido transparente con reflejos iridiscentes que en un primer momento no produce ninguna sensación en la boca por más que se sea consciente de la presencia de "algo". Una vez que es tragada, deja una ligera sensación de amargor que desaparece entre doce horas y tres días después de su ingesta. Se ha tenido conocimiento de sujetos que se han quejado de no poder percibir sabor alguno durante ese tiempo, pero parecen ser casos anecdóticos.

Después de la caída de varias ciudades por atacantes que actúan infectando y parasitando a su víctima o que pueden imitar a los seres humanos, se tomó la costumbre de realizar controles rutinarios en los que todos los habitantes, sin excepción, deben tomar el agua de la verdad para asegurarse de que ningún atacante se ha infiltrado.

En caso de viajar a cualquier ciudad, recuerde que beberla es un requisito obligatorio para que su entrada sea permitida. Para su tranquilidad, señalar que no se han dado casos de reacciones alérgicas. 

Las vasijas que contienen el agua de la verdad no necesitan ser rellenadas. Este hecho es obviado ante los soldados, por lo que se ruega discreción.

Recuerde memorizar y repasar los consejos de este libro para disfrutar de su viaje y regresar vivo a casa.