El Conflicto

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define conflicto como «combate, lucha, pelea». También en su tercera acepción encontramos lo siguiente: «Apuro, situación desgraciada y de difícil salida».

Por tanto, cualquiera de las dos definiciones nos valdría para lo que aquí estamos hablando. El conflicto en la literatura no deja de ser, ni más ni menos, que el problema que se le presenta al personaje principal o protagonista. También esa palabra, si nos ceñimos a la etimología, proveniente del griego antiguo, significa «primer luchador».

Así, comprobamos que en la literatura el protagonista y el conflicto van de la mano. ¿Qué ocurre entonces con el conflicto? El conflicto va a provocar un cambio en la trama, es el que marca un objetivo al protagonista para el cual va a tener que curtirse para poder solucionarlo. Frente al protagonista se van a oponer las fuerzas antagónicas o antagonistas, que siempre han de ser más poderosas que el protagonista, para que le generen una dificultad añadida. Prefiero utilizar este término que el de villano, porque, como veremos después, las fuerzas antagonistas pueden ser de diferentes tipos.

El conflicto ha de generar obligatoriamente una situación de tensión y dificultad para el protagonista que, en definitiva, llegue al lector, lo que, si recordáis, se denominaba tensión narrativa —aunque, como hemos visto, la tensión narrativa no tiene por qué darse solo en el conflicto principal—.

Si os acordáis del capítulo de la tensión narrativa, os ponía un ejemplo sencillo de una mujer que se encuentra a su gato a punto de caer al vacío. Ese sería el conflicto. ¿Cómo lo resuelve Nuria? Pues como, para su desgracia, no hay nadie que pueda ayudarla, decide subir al árbol y rescatar a su gato. Fin del conflicto.

Ahora, ¿qué tipo de conflictos hay? ¿Existe más de uno?

La respuesta es sí. Hay, por norma general, tres tipos de conflictos, que son los más arquetípicos de las historias, por lo que la mayoría de obras que leáis contendrán, al menos, uno de los tres:

1. Conflicto persona - persona: Es el que podríamos denominar protagonista vs villano. Hay numerosos ejemplos de este tipo de conflicto. Harry Potter, Las Crónicas de Narnia, El Señor de los Anillos, El Hobbit, Gladiator, Operación Mincemeat, Casino Royale, etc.

2. Conflicto persona - sistema: En este tipo de conflictos englobaríamos desde problemas derivados de la mentalidad de la sociedad —Pretty Woman podría ser un ejemplo— a catástrofes naturales —Armaggedon— o derivadas de animales o criaturas —Godzilla, Tiburón, Los Pájaros—.

3. Conflicto interior: O conflicto persona vs su propio yo. En este caso de historias el objetivo del protagonista no es sino superarse a sí mismo, bien sea por algún trauma, o por algún problema que tiene. Ejemplos podrían ser El discurso del rey, Leaving Las Vegas, Her, etc.

"Perfecto, pauluswriter, pero, ¿cuándo definimos el conflicto?"

El conflicto se puede establecer de tres maneras, a saber:

1. En el detonante: El detonante, que, como vimos, era un suceso que provocaba un cambio de situación grande en el personaje principal, es el que va a establecer el conflicto. Ejemplos de esto son la novela Parque Jurásico, o la película Shrek. En este segundo caso, el detonante es cuando los personajes de los cuentos son enviados a la ciénaga de nuestro querido ogro verde. El conflicto para Shrek será volver a tener vacía su ciénaga.

2. A lo largo de la trama: El detonante provoca un conflicto en el protagonista, el cual aumenta en intensidad a medida que se van conociendo nuevos detalles sobre él. Un claro ejemplo de ello son dos novelas de dos de mis escritores favoritos: J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis. Me refiero, claro está, a El Señor de los Anillos y Las Crónicas de Narnia.

En El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, el detonante sucede cuando Bilbo se marcha de La Comarca y deja el Anillo a Frodo, el cual no sabe qué valor tiene esa joya. Cuando Gandalf le revela que es el Anillo Único, aparece un primer conflicto para Frodo: acudir a Rivendel para dejar el Anillo a los elfos. Sin embargo, la trama avanza, con consecuencias casi fatales para él, y, cuando se recupera en los dominios de Elrond, se produce el Concilio de Elrond un tiempo más tarde, donde el elfo informa de que el Anillo ha de ser destruido en Mordor. Es entonces cuando se define el verdadero conflicto de la saga: llevar el Anillo Único hasta la sima del Monte del Destino.

También en Las Crónicas de Narnia ocurre algo similar, sobre todo en las dos primeras entregas de la heptalogía: El sobrino del mago y El león, la bruja y el armario.

En la primera, dos niños, Digory Kirke y Polly Plummer, son utilizados en un experimento de brujería por parte del tío del chico, y enviados a otro mundo. El conflicto sería salir de ese mundo, pero el chico decide investigar por su cuenta, y así, caen en otro lugar donde despiertan a la Bruja Blanca, la cual huye a la Tierra. Ahí el conflicto varía, siendo en ese momento el tener que devolver a la Bruja Blanca a su mundo.

En El león, la bruja y el armario, el detonante es cuando Lucy, jugando al escondite con sus hermanos, entra en el armario y aparece en Narnia. El conflicto, sin embargo, se establece cuando los cuatro hermanos llegan a Narnia y los castores les cuentan que existe una profecía en la que dos hijos de Adán y dos hijas de Eva llegarán para derrotar a la Bruja Blanca y acabar con el invierno eterno.

3. McGuffin: Este tipo de elemento se lo debemos a Alfred Hitchcock, el mago del suspense. El McGuffin no es otra cosa sino algo que sucede en la trama, ya sea un acontecimiento o un objeto, que parece muy importante para la historia pero que luego su relevancia queda en prácticamente una mera anécdota.

Ejemplos de este tipo serían cualquiera de las películas de Indiana Jones, las obras de Harry Potter, los videojuegos de Assassin's Creed.

Para que lo entendáis bien, vamos a explicarlo con los tres primeros libros de Harry Potter.

Detonante de Harry Potter y la Piedra Filosofal: Primera carta de Hogwarts.

Primer punto de giro: Hagrid revela a Harry que es un mago. Harry decide dejar a los Dursley para ir a Hogwarts.

McGuffin: La piedra filosofal.

Conflicto: Evitar que Voldemort se haga con la piedra.

Detonante de Harry Potter y la cámara secreta: Visita de Dobby.

Primer punto de giro: La primera vez que Harry escucha al basilisco.

McGuffin: El diario de Tom Riddle.

Conflicto: Rescatar a Ginny y acabar con la amenaza de Voldemort.

Detonante de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban: Accidente con Tía Marge.

Primer punto de giro: Primer avistamiento de Sirius cerca del colegio.

McGuffin: El propio Sirius Black.

Conflicto: Enfrentarse a Sirius, que luego se transforma en rescatarlo.

Como veis, el McGuffin es muy útil para avanzar en nuestras historias, aunque siempre queda en un segundo término en importancia, exceptuando, si acaso, Sirius, aunque en la novela se hace más hincapié en los dementores que en el propio Black, que, aunque parece muy importante, luego resulta que no lo es.

Y hasta aquí el tema de los conflictos. En el próximo capítulo abordaremos la presentación de personajes antes de meternos de lleno en el Primer Punto de Giro y finalizar nuestro primer acto o introducción.

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