Consejos de Terror y Suspense
He decidido agrupar estas tres categorías que, aunque diferentes, comparten algunas similitudes.
Para hablar de los tres niveles de terror, vamos a ver cómo los describe el genio por excelencia del género, Stephen King:
1. El primer nivel es el de la sugestión: Aquí no hay nada extraño en el mundo real que nos genere miedo, sino que hay algo tan sutil que nuestra mente se imagina que hay algo terrorífico. Es lo típico de los niños de ver una sombra de noche y creer que hay un monstruo en el armario.
2. El horror: El elemento que genera terror ya no está solo en la mente de cada uno, sino que se encuentra en el mundo físico. No necesariamente ha de ser algo que sea amenazante, sino que nos provoque una sensación de desasosiego, como un cuadro surrealista, una cirugía, etc.
3. La repugnancia: No hace falta añadir más.
En el terror, igual que en otros géneros, podemos basarnos en clichés y arquetipos para la nuestra. Según Stephen King, hay cinco arquetipos de terror:
1. El vampiro: No nos referimos a Drácula solamente, sino a todos aquellos personajes que van a tener una situación de poder frente a otros y los daña gracias a eso.
2. El licántropo: Al igual que con el vampiro, ocurre lo mismo. No hablamos solo del hombre lobo, sino de todas aquellas fuerzas poderosas con las que nos es difícil luchar.
3. El fantasma: Ídem a los otros dos. Además del fantasma típico puede hacer referencia a todo lo sobrenatural.
4. La cosa sin nombre: Representa a todos los entes, monstruos o cosas que no sabemos de dónde proceden; también hace referencia a lo desconocido, lo oculto, lo misterioso. Cuando llega a nuestro mundo va a causar caos (Ejemplo: aliens).
5. El mal lugar: Los lugares malditos por excelencia, los cuales van a tener un poder o una conciencia limitados a ese lugar. Casas encantadas, el Monte del Destino en ESDLA, la Ciénaga de los Muertos son ejemplos de este arquetipo.
Estos son arquetipos y tenemos que conocerlos para saber cómo utilizarlos. Por otro lado, con los clichés pasa exactamente lo mismo. Hay que conocerlos para poder usarlos en nuestro beneficio, como darles la vuelta, parodiarlos, realizar una trama típica pero que genere un final sorprendente, etc.
¿Cómo podemos usar los clichés? Por ejemplo, la noche como generador de miedo. Esto podemos cambiarlo, que se produzca por el día, o con una estación, como ocurre en "Canción de Hielo y Fuego".
Si nuestra obra tiene un monstruo, podemos provocar tensión sin mostrarlo, y sin dar detalles de qué tipo de monstruo es. Por ejemplo, el basilisco en "Harry Potter y la cámara secreta".
También tenemos que evitar utilizar las palabras típicas del terror: miedo, pánico, pavor, susto... En lugar de eso, hay que generar sensaciones desagradables en el lector.
Y un último consejo, podemos escribir de cosas que a nosotros mismos nos de miedo.
El suspense, en España, suspenso en Hispanoamérica o thriller en inglés, es un recurso amplio que engloba diferentes subgéneros cuyo objetivo principal es generar tensión sobre los personajes y la trama, de manera que esta nos haga avanzar en la historia.
Básicamente es una historia de intriga, donde nuestros protagonistas han de estar siempre en la cuerda floja, con una seguridad mínima. Esto nos va a generar la atmósfera que da nombre en inglés al género: emoción.
Se puede dar de varias maneras, explicadas a continuación:
1. Terror psicológico: Aunque podríamos englobarlo en el género de terror, este subgénero se acerca más al suspense. En él, nuestro protagonista va a tener que resolver un problema para el cual aparentemente no hay solución en muy poco tiempo. Por ejemplo, nuestro personaje queda encerrado en una habitación que se hace cada vez más pequeña y para salir ha de resolver un complejo acertijo matemático que ningún experto ha podido solucionar.
2. Narración limitada vs ilimitada: En este caso, una narración limitada ayuda a provocar curiosidad en el lector, pero una narración ilimitada va a generar todavía más suspenso.
Por ejemplo, imaginemos que en la historia que estamos escribiendo, nuestra protagonista entra en su casa, se sienta en su cama y, de pronto, unas manos tiran de ella. Eso nos generará sorpresa y susto, pero no suspense.
De otra manera, si nosotros como escritores planteamos al lector que unos minutos antes de que nuestra protagonista llegue a su piso, el asesino ha entrado trepando por una ventana y se ha escondido bajo la cama, cuando la protagonista llegue, deje sus cosas y se siente plácidamente en la cama a mirar el móvil (o celular) nosotros como lectores estaremos muy atentos a esa escena sin aparente importancia y querremos gritar a la muchacha que se aleje y tenga cuidado. Eso es suspense.
3. Tiempo cronológico: Si utilizamos una narración atemporal o un orden cronológico inverso, obligaremos al lector a que trabaje para construir por sí mismo el tiempo de la novela. Algo así ocurre con el quinto tomo de "Canción de Hielo y Fuego", donde muchos capítulos hacen un salto en el tiempo narrando eventos muy anteriores.
4. Información fragmentada: Este también es un buen recurso, se trata de dividir la información, dando solo pequeñas pistas, lo que forzará al lector a formularse hipótesis que se podrán confirmar o refutar. Un claro ejemplo de este tipo es la película "Los Otros", de Alejandro Amenábar.
Y hasta aquí las partes dedicadas a consejos para cada tipo de trama o acontecimiento.
Seguiremos con consejos para el estado anímico del escritor.
Hasta entonces, escribid mucho.
Nos leemos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top