Una nueva entrada y una nueva integrante, es el primer consejo que vengo por acá a dar, espero que les resulte útil.

A veces y no lo vamos a negar, tenemos tantas ideas en nuestra cabeza que nos es imposible decidir por la mejor.

Tenemos naves espaciales increíbles, un príncipe vampiro y una chica fantasma en una sola idea. ¡Y eso es fantástico! Dejar volar la imaginación y probar nuevos escenarios.

Pero no siempre la combinación que hacemos da resultado.

Y aquí entra lo que llamamos: coherencia.

Debe existir una relación entre lo que queremos expresar y lo que sabemos narrar. En nuestra cabeza puede sonar increíble, pero para algunas personas puede sonar como una bomba atómica.

A veces es bueno experimentar, pero si la idea va resultando agobiante poco a poco vas a perder la continuidad y las ideas frescas que al principio te parecían geniales te van a parecer un poco absurdas.

Es mejor que sí a penas vas comenzando, elijas una historia que vaya más de acuerdo con el estilo de narrativa que más frecuentas leer. Escribir un libro de por sí ya conlleva un gran reto, inventar una trama imagínate lo que será.

De ese modo no solo te sentirás más agusto con tu historia, sino que podrás terminarla sin tantos dolorosos y molestos bloqueos de escritor que te revientan la cabeza y podrás darle a tus lectores una novela amena y constante.

A veces la imaginación es nuestro principal combustible para crear una historia, solo asegúrate de que todo tenga un fin y un por qué.

Intenta dar un significado más profundo, identifícate tanto con tus personajes y haz que tengan vida propia, esto no solo cautivará a tus lectores de por sí, también te hará conectar con ellos.

De verdad espero que les haya gustado, que lo apliquen a sus historias y no abandonen su pasión por algún proyecto. Toda historia es buena, solo le hace falta un pequeño retoque para que sea perfecta.

Vale_Landia