赤えい
あかえい

TRADUCCIÓN: Mantarraya roja.

HÁBITAT: Océanos abiertos.

DIETA: Desconocida.

ASPECTO: Los Akaei son peces titánicos que viven en el Océano Pacífico. Sus cuerpos pueden alcanzar de 10 a 12 kilómetros de longitud. Físicamente se parecen a las mantarrayas, pero son tan grandes que a menudo se las confunde con islas.

COMPORTAMIENTO: Akaei pasa la mayor parte de su vida en el fondo del océano. De vez en cuando nadan hasta la superficie y se sacuden la arena y las rocas que se han acumulado en sus espaldas. Esto crea una vorágine cuando la gran masa del pez desplaza enormes cantidades de agua.

INTERACCIONES: Los marineros confundían con frecuencia los akaei de la superficie con islas, un error que a menudo resultaba fatal. Si un barco se acercaba demasiado a un akaei mientras salía a la superficie o se hundía, era casi seguro que el barco sería destruido por una gran ola o absorbido hasta el fondo del mar en un remolino.

ORIGEN: la descripción de Akaei proviene de Ehon hyakumonogatari, un libro ilustrado de cuentos extraños publicado en 1841.

LEYENDAS: Un barco que partía de Awa (hoy el extremo sur de la prefectura de Chiba) se desvió de su rumbo durante un tifón. Aunque los marineros sobrevivieron, el barco sufrió graves daños y tuvieron que encontrar reparaciones. Después de que pasó la tormenta, los marineros divisaron una isla. Se dirigieron hacia él, con la esperanza de realizar algunas reparaciones muy necesarias en su barco. Cuando los marineros pisaron la isla, se sorprendieron al no encontrar humanos en ninguna parte. Aún más extraño, los árboles y arbustos que crecían en la isla eran como ninguno que hubieran visto antes, y sus ramas estaban cubiertas de algas. Todas las grietas y hendiduras de las rocas de la isla contenían estanques llenos de diferentes tipos de peces.

Los marineros marcharon alrededor de la isla durante horas, recorriendo muchos kilómetros. No encontraron rastro de edificios o personas por ningún lado. Cuando intentaron saciar su sed en uno de los muchos estanques, descubrieron que cada gota de agua de la isla era salada. Finalmente, perdieron toda esperanza de encontrar reparaciones en la isla. Regresaron a su barco maltrecho para buscar ayuda en otro lugar.

Apenas los marineros dejaron la isla, cuando se hundió directamente en el mar. Los marineros no se dieron cuenta en ese momento, pero habían estado caminando a lomos de un akaei.