guess two
Taehyung no estaba intimidado por las reacciones que su foto había generado en el campus. Lejos de eso, se negaba a darle importancia a cada comentario o mirada que se cruzaba en su camino.
Mientras el rumor seguía extendiéndose, él no parecía afectado. No porque no le importara en absoluto, sino porque sabía exactamente cómo manejarlo.
La mañana del incidente fue caótica.
Taehyung había despertado con el sonido insistente de su teléfono vibrando sobre la mesa de noche. Notificaciones incesantes, algunas alertándolo sobre lo que había sucedido, y otras directamente preguntando, sin ningún pudor, si todo era cierto. Los mensajes variaban entre amigos cercanos, compañeros de clase, y completos desconocidos que de alguna manera habían conseguido su número.
El foro donde la foto fue publicada la eliminó en cuestión de horas, citando la violación de sus normas, pero para ese entonces, el daño ya estaba hecho. La imagen se había dispersado, viajando a través de capturas de pantalla y reenvíos.
El usuario anónimo que la publicó tal vez pensó que su identidad quedaría oculta para siempre, pero Taehyung sabía mejor. Él no era estúpido.
Sabía quién lo había hecho.
Park Hyungsik.
Aquel chico que había entrado en su vida hacía un par de meses, que con su actitud encantadora y su innegable atractivo lo había llevado a bajar la guardia. Los coqueteos, las insinuaciones, las conversaciones hasta altas horas de la madrugada... todo había creado una atmósfera de confianza que, en retrospectiva, parecía un maldito espejismo.
Taehyung había caído en su trampa, y lo peor de todo es que había enviado aquella atrevida foto como una especie de intercambio, después de que Hyungsik le enviara primero una imagen que, según creía en ese momento, era genuina.
Pero no lo era
Taehyung lo descubrió poco después.
Mientras él se exponía de manera real, Hyungsik simplemente había descargado una imagen cualquiera de internet, aprovechándose de su confianza. La traición le ardía en el pecho, pero en lugar de dejarse consumir por el enojo, mantuvo la cabeza fría. Sabía exactamente lo que tenía que hacer.
Tras lidiar con las preguntas incómodas y los murmullos persistentes durante el día, Taehyung se dirigió a las autoridades del campus sin perder tiempo. El proceso fue más sencillo de lo que esperaba. Presentó la denuncia formal, y pronto la maquinaria legal se puso en marcha para localizar y sancionar al culpable. El alivio fue inmediato, aunque no total. Había hecho lo correcto, pero el escándalo ya estaba desatado, y no había vuelta atrás.
Esa noche, al fin, se permitió relajarse un poco. Sentado en el borde de su cama, dejó escapar un suspiro largo y pesado. El día había sido agotador, no solo por las interminables miradas y los encuentros desagradables con conocidos y desconocidos, sino también por las preguntas incómodas que parecían no cesar.
Sin embargo, había algo más que lo molestaba, algo que se repetía en su cabeza como un eco insoportable: la sonrisa de satisfacción en el rostro de Jimin.
Aquel pequeño encuentro en los pasillos del campus había sido una de las peores partes del día. Jimin, con su actitud siempre burlona, parecía disfrutar más de lo normal viéndolo en esa situación.
Taehyung había visto la mirada de Jimin cuando habló de sus boxers, cuando mencionó aquella estúpida prenda que, irónicamente, se había convertido en el blanco de todas las bromas. Pero había algo más en sus ojos, algo que Taehyung había notado en esa fracción de segundo antes de que la broma continuará. Quizás era solo su imaginación, o tal vez no.
Sabía que Jimin había visto la foto. Sabía que, como todos los demás, se había detenido a examinarla, tal vez más de lo que le gustaría admitir.
Y mientras el pensamiento cruzaba su mente, una sonrisa ladeada se formó en los labios de Taehyung. La idea de que Jimin pudiera haber sentido algo al verla, lo divertía de una manera retorcida.
"Seguro cedió también.", pensó Taehyung, su sonrisa volviéndose más amplia. El chico podía pretender estar por encima de todo aquello, pero era demasiado predecible. Después de todo, la curiosidad siempre ganaba, ¿no?
"Ojalá esa foto fuera para mí", imaginó que Jimin pensaría en secreto, aunque jamás lo admitiría en voz alta.
Taehyung sabía que era irresistible para muchos en ese lugar y que aquella foto fue como maná caído del cielo, y aunque las circunstancias eran completamente desafortunadas, no podía evitar disfrutar un poco del poder que aún tenía.
La idea de que Jimin, al igual que muchos otros, podría haber sentido ese cosquilleo en su vientre al ver la foto... era una pequeña victoria en medio del caos.
Recordó, también, cómo las mejillas de Jimin se habían sonrojado ligeramente durante su breve enfrentamiento en el pasillo. A pesar de sus palabras llenas de sarcasmo y desprecio, había algo en la manera en que Jimin reaccionó a su broma. Era un pequeño detalle, pero uno que Taehyung no pasó por alto.
Con una sonrisa socarrona, negó con la cabeza mientras hablaba en voz baja, como si le estuviera hablando a Jimin directamente, aunque estuviera solo en su habitación.
— Pues dale buen uso, estúpido — murmuró, resignándose al hecho de que para ese punto, su foto probablemente estaría guardada en las nubes de todos los que la vieron.
Y aunque la situación estaba lejos de ser ideal, no podía evitar sentir que, de alguna manera, seguía teniendo el control. Porque al final del día, todos estaban mirando. Todos estaban hablando. Y más importante aún, todos, incluido Jimin, estaban pensando en él.
?
De cierta manera, a Jimin le aterraba la idea de que hubiera alguien lo suficientemente frío y despiadado como para difundir ese tipo de contenido sin ningún remordimiento. Sabía que el mundo estaba lleno de gente malintencionada. Lo estremecía la idea de que, en cualquier momento, él mismo podría convertirse en una víctima de algo así. Definitivamente tendría mucho más cuidado con las personas con las que hablaba de ahora en adelante.
La tarde había sido una maratón de tareas interminables. Jimin no había dejado de teclear, escribir, enviar tareas, y finalmente, se permitió un respiro cuando termino. Por fin, después de horas de esfuerzo, sintió un pequeño alivio en su pecho.
Al menos por ese día, podría dormir tranquilo. Cerró los ojos un momento, dejándose hundir en el silencio de su habitación, aunque su cabeza aún estaba llena de pendientes.
Mientras intentaba despejar su mente, una notificación parpadeó en la pantalla de su laptop. Era su correo, con un mensaje que había llegado casi un día antes y que, en medio de toda la vorágine de tareas y el escándalo de Taehyung, había pasado completamente desapercibido.
Jimin pensó que tal vez se trataba de un profesor, un recordatorio, o quizá una nota sobre alguna de sus calificaciones. Ansioso por naturaleza, su cuerpo reaccionó de inmediato: su mano se movió sin titubear, haciendo clic rápidamente para abrir el mensaje.
Su respiración se detuvo por un segundo cuando vio el contenido.
La ansiedad que antes le preocupaba por motivos académicos se transformó en algo mucho más oscuro y profundo.
" ¿Acaso eres un bus escolar? Porque este amigote te quiere llenar de niños ;) "
El contenido del mensaje, cargado de vulgaridad y sarcasmo, lo golpeó como una bofetada. Y lo peor no era el texto; no, lo peor era la imagen que venía adjunta.
La fotografía explícita de Taehyung.
Jimin sintió que el estómago se le revolvía.
Las piezas comenzaron a encajar en su mente: ahora entendía por qué no se había enterado de nada la noche anterior. Había apagado todo temprano para irse a dormir, justo cuando el correo fue enviado a las dos de la mañana. La ola de murmullos, risas y comentarios al día siguiente le habían dado una pista, pero hasta ahora no había enfrentado de verdad lo que había sucedido.
La imagen estaba ahí, en su bandeja de entrada, esperando ser abierta, analizada, comentada.
En la mañana, cuando escuchó a sus amigos hablar de ello, había preferido no profundizar, optando por una risa nerviosa y un intento de minimizar el impacto.
Pero ahora, solo en su habitación, con la pantalla frente a él y la tentación palpable, no había escapatoria.
Su dedo, movido por una mezcla de shock y curiosidad malsana, se deslizó lentamente hacia el click izquierdo abriendo la imagen en pantalla completa.
Sabía que no debería estar mirando, pero el shock lo tenía atrapado. La crudeza de la imagen, la osadía de quien la filtró, y la inconfundible figura de Taehyung lo envolvían en una vorágine de pensamientos contradictorios.
Era gruesa, venosa, podría jurar que tenía lubricante y no estaba humedo solo por sus propios fluidos, sin exagerar, realmente no podría imaginar una cosa así entrando en alguien sin que doliera
La fotografía, que debería haber sido un arma para humillar a Taehyung, estaba despertando en Jimin un conflicto interno que no quería admitir.
¿Y si, en lo más profundo de su ser, también había cedido a la curiosidad como los demás? ¿Y si ese ligero cosquilleo en su estómago no era solo incomodidad, sino algo más?
El pensamiento lo sacudió. Suspiro, intentando calmar la tormenta que se había desatado en su mente.
Jimin soltó otra risa involuntaria, suave y breve, cuando volvió a fijarse en los detalles de la imagen.
Los boxers de cubitos y creepers seguían siendo un espectáculo absurdo, algo que jamás podría tomarse en serio.
Era casi cómico pensar que Taehyung, con toda su altivez, había escogido algo así para una foto erótica. Lo que debería haber sido provocativo, al menos en la mente de Taehyung, resultaba ridículo desde la perspectiva de Jimin.
Pero, aunque se burlaba, no podía ignorar ciertos detalles que destacaban en la imagen: el abdomen bien marcado, las líneas tensas y definidas de los músculos bajo la piel, las manos largas y firmes que apenas lograban cubrirse. Se imaginó la cara de Taehyung, probablemente tratando de verse seductor, proyectando una imagen que a Jimin solo le parecía forzada.
"Es un ridículo", pensó. "¿Qué clase de persona manda algo así?"
Esa pregunta quedó suspendida en el aire mientras la mente de Jimin vagaba hacia terrenos inesperados.
"¿Qué tan desesperado, qué tan caliente habría estado Taehyung para enviar algo así sin pensarlo dos veces? "
La pregunta comenzó a hacerse en su cabeza, y sintió un nudo formarse en su garganta. Tragó saliva con dificultad, como si las palabras no se atrevieran a salir.
Por un momento, el pensamiento de Taehyung en esa situación—sin barreras, vulnerable de una manera casi extraña—se mezcló con imágenes que preferiría no haber imaginado.
"¿Realmente estaba tan excitado cuando lo hizo?"
Y justo en ese instante, un cosquilleo incómodo se arrastró por su propia piel. El peso de su pijama rozó levemente contra su cuerpo, y Jimin se encontró a sí mismo tenso, abrumado por una sensación que lo desconcertó por completo.
"Mierda..." murmuró, apenas consciente de las palabras que salían de su boca. Era absurdo. No tenía sentido. No podía estar sintiendo algo con una foto que, al final del día, ni siquiera estaba dirigida a él. Pero ahora, su mente jugaba en su contra.
De repente, visualizó a Taehyung justo después de uno de sus partidos, sudoroso y con la respiración agitada, quitándose el casco de fútbol para limpiar el sudor que goteaba por su cabello. La imagen de sus movimientos, del agotamiento en su rostro, hizo que el pecho de Jimin se apretara.
Era una escena familiar, pero ahora se sentía diferente, más intensa. Su cabeza intentaba rechazar esos pensamientos, pero su cuerpo reaccionaba con una desconcertante independencia. El roce de su pijama solo intensificaba la situación, despertando una sensibilidad desconocida.
"¿Qué diablos...?", susurró para sí mismo, casi sin aliento, mientras intentaba no moverse. El calor subía por su cuerpo, pero luchaba por mantenerse bajo control. No podía creer lo que estaba ocurriendo, y mucho menos admitirlo. Era absurdo, completamente fuera de lugar, y sin embargo, no podía detener esos pensamientos que seguían volviendo a la imagen en su pantalla.
Había algo en todo esto que lo estaba empujando hacia un lugar que jamás habría imaginado, y no sabía cómo reaccionar con algo que no fueran sus instintos más bajos.
Pero sin éxito alguno, sus manos terminaron con el trabajo inoportuno que había creado una simple imagen como esa
La tensión acumulada durante todo el día finalmente estalló en una explosión de placer prohibido. Con manos temblorosas, Jimin se deshizo de su ropa, dejando expuesta su piel ardiente y su miembro palpitante. La foto de Taehyung yacía junto a él, una tentación irresistible que lo desafiaba a ceder a sus más oscuros deseos.
Sus dedos rodearon su eje duro, acariciándolo con firmeza mientras imaginaba que eran las manos expertas de Taehyung las que lo envolvían. Cada toque enviaba descargas eléctricas por su columna vertebral, avivando aún más el fuego dentro de él.
Sus dedos habían trazado patrones erráticos sobre su miembro palpitante. Había fantaseado con la voz grave del azabache susurrándole palabras obscenas al oído, guiándolo hacia el clímax.
Y al fin de unos cuantos minutos intensificando los movimientos, logró alcanzar el cometido, chorros calientes de su semen ensuciaron su pijama y parte de su mandíbula, estaba agotado, un poco impactado por lo que acababa de hacer y pronto, el arrepentimiento llegó a él
El calor de su liberación todavía se extendía por su piel cuando sintió que su corazón comenzaba a calmarse.
La imagen de Taehyung en la pantalla de su laptop seguía flotando en su mente. Cada movimiento de sus manos, cada suspiro y gemido que había emitido durante su acto inmoral, estaba relacionado con la figura de su supuesto enemigo y lo peor de todo eso era que lo había disfrutado.
No podía ser posible que haya pensando esas cosas de Taehyung, él no lo soportaba, lo odiaba con todas sus fuerzas
Se llevó las manos a la cara, sorprendido por lo que había hecho. Nunca antes había tenido un orgasmo tan intenso solo con una foto. Y mucho menos con una de ese imbécil.
Se frotó la cara, intentando desesperadamente borrar la imagen de Taehyung de su mente. No podía ser verdad y trató de recordarse lo mismo una y otra vez
Que lo odiaba y que esto, jamás pudo haber sucedido.
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