guess three

Jimin sacó el sudor que caía de las puntas de su cabello y trató de volver a contener los jadeos desgarradores que salían de su boca

Taehyung siguió moviendo sus dedos tan adentro como podía en su interior, con cada movimiento lo dejaba temblando

Sin previo aviso, introdujo otro que le arrancó un gemido entrecortado con una grosería, sintió su espalda curvearse cuando Taehyung lo sostuvo desde su muslo interior, en busca de ir un poco más adentro. 

Jimin seguía voceando sintiéndose más cerca de perderse en el placer que le provocaban esos movimientos rectos que lograban arrematar en ese sensible lugar, sus manos se hicieron puños y su estómago se contrajo débilmente cuando, sin aviso, los dedos salieron de su interior dejándolo con esa sensación incómoda de vacío, desesperado y necesitado.

Taehyung pareció leer su mente cuando lo observó sacarse el pantalón y tomando aquel trozo de carne con el que había soñado tantas veces que perdió la cuenta, estaba frente a él, finalmente solo para él

Taehyung comenzó a bombear su miembro mientras lo veía con esa mirada profunda y hambrienta, tragó duramente cuando comenzó a acercarse a él y se sintió vulnerable, como una presa ante el depredador

Se abrió paso entre sus piernas colocándose en el medio mientras se frotaba contra él, su corazón latió frenéticamente cuando Taehyung se acercó peligrosamente y antes de que se diera cuenta, lo beso apasionadamente.

— Tae... — murmuró cuando se alejó, no estaba conforme, quería besarlo de nuevo pero cuando lo llamó, hizo caso omiso. — Taehyung — insistió, finalmente ganandose su atención. 

— Estoy ocupado — dijo con su característico tono mandón al que Jimin iba a reclamar, sin embargo, pronto lo mandó a callar cuando la punta se introdujo en el con lentitud, esperando no lastimarlo

Jimin intentó no cerrar sus ojos, quería ver, enmarcar aquella mirada en él pero la sensación era tan abrumadora que incluso tuvo que morderse los labios para aguantarse otro sonido más vergonzoso

No le importaba nada de lo que podía ocurrir después de hoy y se dejo llevar por el ardiente deseo de entregarse completamente. Taehyung acarició sus piernas llevándolas a su cadera y entró completamente, ganandose que Jimin clavara sus uñas en su espalda, estaba húmedo, caliente, apretado y en su hombro podía escuchar las maldiciones que Jimin soltaba, le beso las mejillas con adoración tomándose su tiempo hasta que Jimin volteo a verlo con una timidez que surgió de la nada

— Ya puedes... moverte...

— ¿No duele? Puedo esperar un rato más- 

Jimin no dejo que siguiera hablando y con sus piernas, atrajo al azabache hacia él haciéndolo llegar más profundo.

— Estas desesperado, ¿Jimin? — Un jadeo ahogado salió de sus labios cuando Taehyung se separo unos cuantos centímetros y volvió a entrar para darle una probada de su poder, encajando directamente en el punto sensible de Jimin

— ¡Ahí...! Sigue ahí... — suplicó sin darle importancia a sus palabras cuando volvió a dar otra estocada.

— Taehyung... sigue. — suspiró al sentirlo tomar una de sus manos, llevándola a su vientre

— Que lindo — Taehyung murmuró sin razón, dejando de moverse un momento logrando que Jimin tratará de averiguar lo que sucedía. — Mira — le indicó a ver donde había dejado su mano, no entendía aún pero Taehyung estaba encantado con el descubrimiento

— ¿Qué...? 

— Aquí en tu vientre — Taehyung acarició con su pulgar ese pequeño bulto que se formaba cuando llegaba hasta el fondo de Jimin, quien suspiró al sentirlo moverse, tratando de averiguar si se trataba de él. — ¿Me sientes? — 

Jimin jadeo silenciosamente mientras se veía a sí mismo ser penetrando, lo entendía, Taehyung veía su bulto en su plano vientre y eso parecía calentarlo, le tomó de los hombros y sin aviso comenzó a penetrarlo una y otra vez sin darle respiro, estaba llegando a ver luces y no pudo soportar aquella sensación que le cosquilleaba en el vientre

— Ya termino

Taehyung dijo

— No, no... sigue-

Suplicó, aunque Taehyung parecía insistir aquello

— Ya terminó, Jimin

— ¿Qué...?

— ¡Que ya terminó la clase, joder levántate vago de mierda!

Era Yugyeom que siguió moviéndolo de su escritorio groseramente hasta que el pálido rubio levantó la cabeza de sus brazos, donde estaba apoyado

Jimin respiro agitado, tenía el rostro rojo y estaba visiblemente confundido

— ¡¿A qué hora...?! — murmuró Jimin, aún desorientado, su respiración entrecortada mientras intentaba centrarse en la realidad.

— Hace veinte minutos que se fue el docente, ni con eso te despertaste. ¿Qué te pasa? — Yugyeom lo miraba con curiosidad, cruzando los brazos, pero con una sonrisa burlona.

Jimin frunció el ceño, tratando de disimular el caos interno que sentía. Había estado soñando con Taehyung, otra vez, y el sueño había sido tan vívido que le tomó unos segundos darse cuenta de que todo era falso. Los restos del deseo aún lo atormentaban.

— No dormí bien anoche... — mintió a medias, frotándose los ojos con desesperación mientras intentaba borrar la imagen de Taehyung que todavía permanecía en su mente, cálida y persistente.

Yugyeom soltó una carcajada, dándole una palmada en la espalda. — ¿Otra vez desvelado? ¿Qué estabas haciendo, estudiando o viendo alguna serie de madrugada? — Su tono era despreocupado, sin sospechar lo que realmente rondaba en la cabeza de su amigo.

Jimin trató de esbozar una sonrisa débil mientras negaba. — Algo así... No te preocupes, estaré bien.

— Claro que no. Anda, despierta de verdad y prepárate. Tenemos entrenamiento en unos minutos, y si te presentas así, te vas a desmayar en el campo. Ve a desayunar o a bañarte, lo que necesites, pero no llegues así

Jimin asintió sin mucha convicción. — Está bien... Avísales que llegaré un poco tarde.

Mientras Yugyeom se alejaba, dejándolo solo en el aula vacía, Jimin se quedó sentado por un momento más, su corazón aún latiendo rápido. 

¿Qué diablos le pasaba? No podía seguir así. No podía seguir soñando de esa manera con Taehyung, y mucho menos despertarse cada vez más frustrado, con una sensación de vacío que lo perseguía durante el día.

El pensamiento de Taehyung rondaba por su cabeza como un eco incesante. Los sueños no se quedaban solo en la noche, lo seguían incluso ahora. 

Y lo peor de eso era que, en cuanto llegara al campo de entrenamiento, tendría que enfrentarse cara a cara con él, justo después de tener ese sueño.

El estómago de Jimin se revolvió ante la idea. Intentó distraerse, enfocarse en cualquier cosa que no fuera el recuerdo de lo que acababa de soñar, pero era inútil. Taehyung estaba en su cabeza, y parecía imposible sacarlo de ahí.

"¿Por qué tengo que ver su cara justo ahora?", pensó Jimin, mientras se levantaba de la silla y recogía sus cosas, su mente aún enredada entre el sueño y la realidad e ingreso a los vestidores unos cuantos minutos tardes para tener un poco de paz previo al calentamiento

El teléfono de Taehyung emitió un pitido bajo, indicando que la llamada continuaba

— El caso está casi solucionado, el causante de la filtración ya fue sancionado, le anularon la matrícula y ya solo falta pagar las consecuencias más graves — explicó la voz firme del abogado al otro lado.

— Excelente, ¿hay algo más? — Taehyung habló con calma, aunque en su mirada oscura se podía leer una pizca de agotamiento.

— Por el momento es todo, joven Kim. Cuando haya una actualización volveré a llamarlo.

— Le agradezco, abogado Jung. Dejo todo en sus manos.

Jimin, quien había estado en el mismo vestuario, fingió concentrarse en lo suyo, aunque no pudo evitar seguir escuchando cada palabra. Taehyung y él estaban solos, y cuando Jimin lo vio entrar, supo que el ambiente se pondría tenso. Hizo un esfuerzo por ignorarlo, pero la presencia imponente de Taehyung era imposible de pasar por alto.

— ¿Al caso le agregaste que estabas usando boxers de Minecraft? — la voz de Jimin fue un dardo envenenado, cargado de sarcasmo.

Taehyung levantó una ceja, pero no parecía afectado. — No puedo escuchar a personas que se quedan dormidas en clase.

— ¿Cuánto vas a pagar para que encarcelen al pobre chico? — Jimin insistió, buscando una reacción. Lo necesitaba. Sentía la necesidad de molestarlo y provocarlo como sea.

— ¿Pobre chico? Filtró fotos mías desnudo — replicó Taehyung, manteniendo la calma, aunque su tono comenzó a tensarse.

— Sí, por ahí corrió el rumor de que eras un precoz de fácil acceso — Jimin sonrió con suficiencia.

Eso fue todo. En un abrir y cerrar de ojos, Taehyung agotó su paciencia y, sin previo aviso, lo agarró con fuerza por los brazos, estrellándolo contra los casilleros con un golpe seco. Jimin jadeó ante el dolor que le recorrió la espalda, pero la sorpresa se mezcló con algo más, algo que no esperaba. Quedó atrapado entre el cuerpo de Taehyung y la pared metálica, la tensión en el aire era palpable.

— Imbécil, te estás pasando de gracioso — gruñó Taehyung, con su rostro a centímetros del de Jimin, sus ojos brillando con una intensidad peligrosa.

Jimin respiraba entrecortado, su corazón acelerado, pero no apartó la mirada. Su orgullo no le permitía flaquear, aunque su cuerpo empezaba a traicionarlo. — ¿Estás enojado conmigo? Si yo ni fui el que filtró la foto, con el culpable pareces muy tranquilo.

Intentó liberarse del agarre, pero fue inútil. Taehyung era demasiado fuerte. Cada vez que Jimin trataba de moverse, el agarre se hacía más firme, y lo que inicialmente era un gesto de intimidación, pronto se convirtió en algo más íntimo. El calor del cuerpo de Taehyung contra el suyo lo hacía sentir atrapado en más de un sentido.

— Porque el culpable es un estúpido de pocas neuronas, igual que tú — respondió Taehyung, su voz baja, casi susurrada, tan cerca que Jimin podía sentir su aliento.

El contacto cercano, la proximidad de sus cuerpos, el poder que Taehyung ejercía sobre él, todo contribuía a una mezcla de sensaciones que le revolvían el estómago. Había algo que lo atraía en esa dominancia, en esa fuerza abrumadora, y eso lo hacía sentirse confundido.

— Suéltame — Jimin murmuró, aunque una parte de él no quería que lo hiciera. La presión en su vientre crecía, y aunque su mente le decía que debía estar furioso, su cuerpo respondía de otra manera. Sus manos picaban por hacer algo, por empujar a Taehyung o por rendirse ante la fuerza de ese agarre.

— ¿Qué pasa, Jimin? ¿No puedes sacarme de encima? — Taehyung lo provocaba, sus labios casi rozando los de Jimin mientras lo mantenía aprisionado.

Jimin tragó saliva. Sabía que no podía ganarle en una confrontación física en su estado, y eso lo hacía sentirse vulnerable. En un momento de desesperación, usó su rodilla para golpear la pierna de Taehyung, obligándolo a retroceder unos pasos. Jimin se liberó, respirando con dificultad, sus músculos aún temblorosos por la fuerza que había sentido.

— Cuando quieras, nos peleamos en serio — dijo Jimin, tratando de sonar desafiante, aunque su voz tenía un temblor que no pudo controlar del todo. Su cuerpo aún vibraba por la cercanía, por la adrenalina y por algo más que no quería admitir.

— El día que no te quedes dormido en clase, ya veremos — Taehyung replicó con una sonrisa burlona antes de girarse y marcharse, dejándolo sin oportunidad de responder.

Jimin observó cómo se alejaba, mordiéndose el labio mientras trataba de calmar su corazón. — Imbécil — murmuró, aunque en el fondo sabía que no era solo frustración lo que sentía.

Miró sus brazos, notando las marcas rojizas que las manos de Taehyung habían dejado en su piel, solo probar un poco de su fuerza pudo hacerle las piernas temblar. 

El contacto había sido firme, pero no lo había lastimado de verdad. Esa mezcla de fuerza y control sobre su cuerpo lo había dejado más desconcertado de lo que estaba dispuesto a admitir. Su mente vagó hacia los tiros de Taehyung en los partidos, la forma en que lanzaba el balón con tanta precisión y poder. Y ahora, después de esa confrontación, no podía evitar imaginar qué más podría hacer Taehyung con esa misma fuerza.

Jimin negó con la cabeza, tratando de apartar esos pensamientos mientras se echaba agua en el rostro. Necesitaba calmarse, enfocarse, pero sabía que el enfrentamiento con Taehyung no solo había despertado su enojo.

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