Su nombre era solo una sirvienta, ni rango, ni pasado ni nombre prominente, toda su vida fue una sirvienta que estaba al servicio de un noble y otro noble, por eso no le importaba tanto el como le llamaran, siempre seria muchacha, chica, sirvienta, al final se acostumbro que era lo mismo para tantas y tantos como ella.

El Reino de francia era una potencia en el mundo al lado de otros grandes reinos como el de inglaterra, austria, los reinos de Italia, Rusia, el sacro imperio germanico, el reino Prusiano, no era raro que la nobleza tuviera tanto poder y fuerza, miles de personas servian para alimentar a todos esos hombres y mujeres que se aglomeraban año tras año para servir a todos ellos que eran como sanguijuelas tomando lo mejor de las personas y no dando nada,solo daban miseria y sufrimiento como retribuicion.

Su suerte cambio cuando entro al servicio de una mujer anciana, tendria unos 70 años pero era una mujer adorable, la mujer hablaba horas y horas e incluso cuando ella le pregunto que decia algunas veces que se ponia a dialogar consigo misma, la anciana le sonrio.

Le enseño a hablar varios idiomas, desde Aleman, Ruso,italiano, españo e ingles, con el tiempo aprendio matematicas e incluso a leer y escribir, era bueno en ello, sus pocos años con esa mujer le hicieron tener mejor vision de la nobleza de que no todos eran unos cretinos, al menos la anciana mujer valia la pena trabajar para ella pero odio cuando la mataron para robarle cosas, al final ella fue una testigo contra uno de los chicos que eran jardineros, eso la volvio en una traidora para la gente como ella, ya que prefirio decir lo que vio que callarse, pero era lealtad a la mujer que no merecia un final tan horrible como ese.

Con sus conocimientos de idiomas y habilidades adquiridas despues de trabajar con la esa dulce mujer anciana, encontro empleo en una casa que era muy rica, se habia vuelto rica por su capacidad de enviar y mover grandes cantidades de prodcutos por todo el mediterraneo llegando desde Francia hasta la lejana Rusia, tenia unas ventajas comerciales gracias a sus amistades y tambien pequeños regalos.

Ahí conocio a un hombre excepcional, el señor de la casa se llamaba con el grandioso nombre de Luis Vermandois de Fogtanes, hombre guapo, de uan mente agil y ademas era un mirador excepcional, de un vistazo sabia cuando algun productos seria un éxito o u nfracaso, una habilidad que lo volvio en un hombre muy rico y tanto que era llamado al palacio de Versalles para reunirse con la crema de todo el reino de Francia, con nobles y diplomaticos de todos los lugares del mundo.

Pero el preferia dirgir sus negocios y ademas era bueno ayudaba a la gente que pedia ayuda y tambien enviaba dinero ycomida a los diferentes orfanatorios, e incluso su vision era tan precisa que empezo a precouparse cuando la comida disminuyo y los impuestos aumentaron mas y mas, mientras la gente se volvia mas y mas agresiva

Los asesinatos y ataques contra nobles habian aumentado,la gente comun gritaba e imcrepaba a los grandes nobles, que huvbiera pensadores y un monton de ejecutados que eran catalogados como rebeldes o conspiradores.

Al pasar los dias y noches la situacion seguia empeorando peor ella se habia enamorado del Señor Luis, era atento, sincero, todos los dias se encargaba de traer comida a todos sus trabajdores y la tenia como su secretaria personal ,al principio se emociono tal ves podria ser su amante, estaba tan enamorada y extasiada que le molesto el hecho de que el revisara los papales y la ignorara, e incluso usando cada ves ropa mas explicita pero no logro que el la mirara, preferia a su esposa que no era la mujer mas brillante del mundo pero era una mujer linda a su manera pero muy de la nobleza, se limpiaba mucho si se acercaba aquí y preferia las fiestas con las que viajaba con su hija, eran unas nobles corrientes como tantas que habia

-al parecer en unos meses se llamara a los 3 estados-dijo sentandose de repente en el suelo, ni siquiera tenia ganas de llegar a la silla o sobre una mesa, queria estar ahí en el suelo, tal ves la idea de saber que sentisan tantos parisinos viviendo en la calle y la mendiguez ofrecieron esa rara ocasión de verlo ahí en el suelo pensando, sientiendo como uno de ellos, pero tambien con una mirada que decia que realmente sabia lo que pensaba cada uno de esos habitantes

Ella se quedo mirandole entendia muchas cosas, aprendio mucho con el, desde saber como manerjarse con los comerciantes, hasta con los nobles, hasta negociar acuerdos por si sola que fueron muy lucrativos y ella era reconocida como muy valiosa dentro de varios circulos de comerciantes en Francia.

-Al final la gente se revelara y terminara como siempre-dijo ella-los guardias de la capital mataran y luego la batalla terminara en unas horas, y todos regresaran a la normalidad-

-Yo creo que esta ves el odio sera tan intenso que ni siquiera las tropas o nuestros aliados de otros paises podran interferir-dijo con la mirada perdida en el cielo-creo que miles de voces se uniran en un solo clamor y no abra forma de detenerlos-

-Entonces que hara mi señor-dijo mirandole con miedo

-llevate a mi hija-dijo con la decision en su voz pero tambien dudas-me gustaria que se fuera mi esposa pero cree que cualquier guerra sera rapidamente detenida-

Por ese motivo ahora mismo estaba probandose las pantie.s de esa niña, aunque parecia simple o bobalicona, tambien lo noto era una chica que en un futuro tendria mucho poder,algo le decia que negociara con la mocosa, la cual si no fallaba sus habilidades podrian estar a la par de Luis, e incluso superarle, su familia era rica, su linaje era muy antiguo pero a diferencia de la mayoria de los nobles tenia cabeza, sentido comun y habilidad mental para poder predecir muchas cosas, habia investigado y la niña hablaba de que seguramente el reino de francia seria superado por una republica que iniciaria una guerra contra los otros reinos y los venceria, era muy sagaz pero eran predicciones mas lejanas

Pero ahora ya no, francia estaba entrando en un gran caos y seria tiempo para que todo se fuera al carajo

Nunca sentia lastima pero por primera ves miro con algo de dulzura al niña que menospreciaba a todos, Amelie no sabia que el mundo estaba por cambiar.