Francia.

Saben lo que se siente morirse de hambre cada despertar, mentirle a tus hijos que en la noche finalmente el hambre se acabara, salir a   trabajar bajo un cielo implacable y comer de las sobras, y aun asi el estomago estara siempre vacio, rezando a los cielos por un poco de piedad, y usar la poca fuerza para trabajar bajo un sol inclemente y bajo la amenaza de las armas para trabajar màs rapido para que al terminar te den un salario minimo del cual debas de dar la mayoria a los impuestos del rey y llegar a casa, para entregar las mejores sobras a tus hijos y decirles con una sonrisa que mañana no estaran hambrientos y oirlos irse con sus estomagos que piden un poco màs, esperando que tal ves mañana sea un poco mejor, no lo hago por mi lo hago por mis hijos, trabajare para que puedan llevarse algo a la boca, ahora dormire y soñare con grandes banquetes donde mis hijos puedan comer hasta saciarse tal y como hacen nuestros señores...pero ese es un sueño muy banal....talves 

Creo que  puedo soñar que los mato y celebramos sobre sus cadaveres....creo que eso es mucho mejor....mucho mejor....

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Amelie Romina Vermandois de Fogtanes de 9 años, iba en su carruaje  que se deslizo por las calles de Paris, se tapo la nariz con desprecio, apestaba a los plebeyos, busco entre sus objetos un poco del ultimo perfume el cual impregno en una de sus manos que mantuvo cerca de su nariz,  sentia desprecio por esos inmundos seres que infestaban Francia la ciudad que era el centro del estilo, la elegancia y la perfecciòn.

Observo los ojos de la gente que lanzaba suplicas de pan, observo por la ventanilla a esos seres tan estupidos, no acaso Maria Antonieta en su sabiduria habia dicho: Si no hay pan que coman pastel, si que eran realmente tontos.

El viaje se detuvo en la casa de una de sus amigas, suspiro seria la ultima ves que veria a sus amigas en un largo tiempo, estaba tan enojada que queria explotar en ira, al menos hubiera querido màs tiempo para preparar su viaje pero no, asi que solo podria verlas en este momento.

Una ves el carruaje frente a la entrada, salio de un salto con una gran ira en su corazon.

-Charlotte, Amelie y Helena, mis amigas-dijo finalmente para poder explayar su ira-mis padres me enviaran mañana a Rusia-

-Que pero porque- una de ellas dejo caer la taza, las otras 2 quedaron mirando sorprendidas que su querida amiga fuera lanzada lejos de ellas.

-Porque una de las sirvientas tontas destruyo uno de mis vestidos-dijo con ira-la muy tonta dejo caer un delicioso pastelillo en mi vestido....y era nuevo-

-Pero que horror- las chicas estaban consternadas por esos sucesos

-Es que tus padres te han castigado por no cuidar tus ropas-dijo Amelie

-NO.....fue por darle una leccion a esa sirvienta tonta-dijo con ira sentandose y dejandole que le sirvieran una taza de tè-estaba tan enojada que comence a lanzarle objetos hasta que la sirvienta cayo al suelo con la cabeza sacando sangre, pero se lo merecia-

-Claro-

-Por supuesto-

-Muy barato comparado a los precios de los vestidos- todas asintieron.

-Mi madre ha pedido a padre que me manden con uno de sus conocidos de Rusia-dijo con calma-Con los Bibikov, y lo que he podido investigar estos 2 dias es que son una casa arruinada-se paso una mano en el cuello-como creen que ire con una casa arruinada-

-¿Solo tienen el nombre?- dijo Charlotte- ve el lado positivo amiga los  Vermandois de Fogtanes son de los màs ricos, podras mandar y hacer lo que quieras, seguramente recibiran dinero de tu padre para que te traten como reina-

-Es cierto, miralo como una aventura- dijo Helena-Una francesa en una tierra de barbaros-

-Seras la chica màs popular-aseguro Amelie-a los hombres les gustan las salvajes....tal ves llegues como una peligrosa chica cosaca-

-Oh si-dijo, las risas se extendieron-chicas teman, todos los hombres le gustara mi exotismo-

-Eso es todo-las chicas comenzaron a hacer sus tipicas platicas sobre vestidos, las ultimas tendencias de pasteles o perfumes.

Fue una dolorosa despedida pero al final se tuvo que ir no fue con la gran fiesta y tiempo que hubiera querido pero era bueno estar con sus amigas, las abrazo, lloraron y se prometieron encontrarse en unos años.

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Vomito de nuevo, era la tercera al comienzo del dia, odiaba el mar, hubiera preferido un carruaje con todas las comodidades pero fue imposible, la rebelion en varsovia era tal que todos los caminos posibles estaban cerrados, los rusos se mataban con rebeldes polacos, no era tan dificil matarlos eran esos rusos incompetentes como se atrevian a permitir una rebelion en su territorio deberian lanzar a los soldados y matarlos, pero claro no podria esperarse nada de los rusos, eran barbaros, una francesa en Rusia, aunque sonaba bien....era horrible, no tenia a sus sirvientas y criadas, no podria bañarse y tampoco podria usar sus perfumes y sus vestidos iba con lo minimo.

Con solo 2 sirvientas y 4 guardias, tuvo que dar una vuelta pasando por italia, y luego a Grecia  de ahi a Turquia, fue un maraton por todos los negocios de su familia, al parecer una de sirvientas tenia instrucciones de su padre, la miro con desprecio, seguramente era una amante de su padre, la chica hablaba con los empleados de su familia, y ella mandaba, lo suficiente para que sus palabras fueran calladas.

La odio y esperaba un dia regresar a casa y desenmascararla, seria una pequeña venganza contra todo lo que estaba sufriendo.

Una ves màs calmada pudo observar Crimea, un puerto vulgar y sin estilo y fineza de los franceses, por ella deberian demolerlo y darselo a los franceses para que lo reconstruyeran, sufrio una semana viviendo ahi con el nausebundo olor a pescado y la sirvienta con dos guardias se desaparecia seguro a malgastar el dinero de su familia...màs bien su dinero., el viaje se reanudo despues de esa parada.

Todo debia ser frances, odio el viaje a carruaje, el camino era tierra y piedras, salto y salto constantemente,  los asientos eran de madera, no eran cojines y suaves, termino con el trasero desecho, esto era una tortura, si hubiera sabido que golpear a una sirvienta le iban a castigar tan duro, solo debio abofetarla y muchas abofeteadas.

Miro a las sirvientas totalmente inamovibles, las odiaba solo le ayudaban con lo minimo, no cumplian sus caprichos y eran incompetentes.

-Finalmente hemos llegado-dijo la sirvienta lider, le miro con odio ella reviso hacia afuera, le dolia el solo respirar, hacia mucho frio, se estaba congelando y le dieron una manta, que era muy dura, lo odiaba y màs cuando le ofrecieron màs mantas....acaso eran tontos, lastimaban su hermosa y exquisita piel.

El avance del carruaje mejoro hasta que vio grandes mansiones, cada una era màs exquisita qye la otra, al fin algo de buena clase, aunque en las afueras de la ciudad de Moscu, era una gran cantidad de hermosas mansiones, tal ves habia subestimado a los amigos de la familia.

-Ya hemos llegado-señalo a una mansiòn, que tenia soldados, guardias, a pie o a caballo, incluso 2 cañones, era una hermosa residencia, tal ves la que tenia màs grande el jardin hermoso y vistoso.

Entonces tal ves esa familia era de militares y una muy poderosa, incluso entre las familias nobles en francia el tener guardias armados se limitaria a protecciòn personal, pero la cantidad de soldados se veia como un ejercito privado, despues de pensarlo no seria tan malo, pero el carruaje paso de largo.

-Porque nos vamos-

-Esa es la mansiòn de los Rurik, la mansiòn de los Bibikov esta alla- señalo una mansiòn pequeña, y que se veia antigua y rustica, muy perdida de su epoca gloriosa y ademas el jardin se veia despoblado, abrio los ojos sorprendida....esto era demasiado, su padre y madre habian sido muy crueles, se prometio que buscaria las maneras de vengarse de sus padres "ojala se mueran"

La entrada fue abierta por un viejo portero que fue el mismo que cargo sus 2  maletas, ademas no podria creer que la sirvienta que le venia jodiendo todo el camino al limitar sus gastos viniera con 5 maletas, los otros solo una.

Aparecio un hombre con un horrible traje, un niño y una niña de su edad, el niño se veia como un patetico plebeyo, la niña su vestido estaba infestado de manchas de lodo, se notaba era una salvaje.

-Buenas tardes Romina-dijo el hombre con un horrible acento frances-akfskfvskvnsaksdnaksjsakdckn- no entendio nada de lo que dijo-awofnakfnakdjakna-

-Es un placer recibirle-dijo la sirvienta traduciendo, al parecer el hombre era todo el frances que controlaba-el señor Boris, su hijo Boris y su hija Karina-

-Es un placer-dijo en perfecto frances, como menosprecio al insulso ruso, una lengua para barbaros.

El hombre sonrio y comenzo a hablar atropelladamente.

-El señor Boris esta muy contento, espera que sus hijos y usted puedan llevarse muy bien, y que ellos puedan aprender perfectamente Frances, y dice que entre-

-Eso era obvio-dijo con menosprecio la pequeña-esta señalando adentro de su casa-

Una ves adentro, noto lo descuidada llena de polvo, telarañas y 2 unicas sirvientas limpiaban lentamente, no podria creer que ella trajera màs sirvientas que los que tenian esta casa, se notaba la decadencia.

La llevaron a su cuarto, una habitaciòn que al parecer habia sido limpiada primero, pero que contenia muchos fallos, las cortinas estabana rotas, algunas piezas del mobiliario carcomidos y observo con horror, solo habia una tina, que falta a las buenas maneras, las casas debian tener 2 tinas, una para enjabonarse y otra para lavarse, ademas ella copiaba a la reina, siempre se bañaba con 3 bolsas llenas de hojas frescas para darle un buen olor, por supuesto que no se lavaba el cabello la manera era mediante cepillados de sus sirvientas, desecho esa posibilidad, penso en otra de las maneras, cambiarse, pero tambien lo desecho no tenia manera de cambiarse como debia ser, en la corte del Rey en Versalles los nobles que no tenian tiempo para bañarse, se cambiaban hasta 8 veces.

Se sento en la cama, no era muy dura ni muy suave, pero al parecer era lo mejor, esperaba ahora si poder comprar algo de dinero.

Observo a las sirvientas que acomodaban sus cosas, aunque miro con desprecio a la lider sirviente, en realidad solo 2 sirvientas y 4 guardias, no podria creer que tenia màs gente trabajando para ella, entonces a eso apestaba la decadencia.

Su cuarto estaba arriba, desde ahi pudo observar a Boris y Karina, eran salvajes, corriendo y jugando solo sentia menosprecio por ellos, donde estaban las buenas maneras, habia pensado que el estilo y refinaciòn francesas eran algo que todos querian copiar, pero observando a esta casa arruinada, solo podria pensarlo no a todos les interesaba alcanzar nuevos caminos.

Su atenciòn se fijo alrededor, de un grupo de soldados en la mansiòn de a lado, era tan grande la casa que tenian espacio para no solo un jardin, tambien una zona de disparo, caballos, hasta un lago, porque no llego a esa casa 

Observo a una niña caminando con alguien de vestimentas exoticas....se quedo observando, aunque la niña tendria 4 o 5 años, le estaban dando un arma, era como todos estos salvajes, pero se quedo pensativa, acaso no se notaba a leguas que esa casa era poderosa, tal ves si se hacia amiga de esa noble...podria tal ves usarla como un puente para educar a estas casas nobles.

Ella se puso seria, era momento de hacer su historia, Una francesa en territorio Ruso, seria afamada y que se murieran sus padres, ella prosperaria y demostraria que podria superar cualquier cosa que le pusieran encima.

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Ella acomodo con cuidado 4 baules con cuidado, tres de ellos estaban repletos de joyas y joyas, una fortuna para vivir muy bien, pero el cuarto eran los papeles de las compañias de su señor, habian aprovechado para mover las  beneficios a Rusia, su señor estaba cambiando todo el centro operativo a Rusia, incluso llegando a preparar una gran base en Crimea, el hombre ademas de guapo y encantador era un visionario, tanto que habia logrado crear una de las grandes fortunas y tambien los contactos para gestionar y mantener su imperio comercial.

Pensar que desde hace meses desde que le servia como secretaria personal, el hombre no dejaba de mirar por las ventanas de los carruajes y lanzar monedas a los pobres.

-Nos odian-dijo esa ves-y ni con monedas dejan de odiarnos- 

-Que cosa señor- dijo ella observando afuera, la misma visiòn, odio e ira de la plebe.

-Debo sacar a mi familia de aqui- dijo contundentemente, una mirada que presagiaba muerte.

Lo que debia ser una salida en familia, se pospuso, a su nombramiento como capellan real, alguien con el provilegio de servir al rey en Versalles, pero el hombre no estaba a gusto y una ve exigio a su esposa que saliera con su hija, los dos discutieron hasta que finalmente, llegaron a un acuerdo, sacar a su hija hacia Rusia, el pretexto  se dio solo la niña habia atacado a una sirvienta despues que ensucio su vestido con pastel, la llamo y le dijo:

-TE IRAS CON MI HIJA-

-pero señor-

-Es una orden- le desplego sus planes que ella debia comenzar, con una gran cantidad de joyas y papeleo, era ahora la protectora legal de Romina, ell acepto porque el amaba a ese hombre, lastima que el amara a su esposa, no le hubiera importado ser la amante, pero si este era su uno consuelo, entones lo tomaba con gusto, le amaba demasiado para no hacerle caso.

Oyo por las unicas 2 sirvientas que su señor no habia vivido aqui desde hacia años, habian vividos en una pequeña finca que era màs facil de sostener con el minimo de personal, por eso la casa era un caos y al menos ya habia entregado los cheques a su anfitrion, solo un par de miles de Luis, con aquello debian ser capaces de dejar un mejor lugar para su protegida.

Ahora esperaba que Francia no ocurriera nada tan terrible como imaginaba el hombre que amaba pero nunca tendria.

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