Lucha y Poder
Irene aguardaba en la penumbra, el frío de la lluvia calando su piel mientras observaba al encapuchado moverse con una calma inquietante. Sus puños se apretaban con fuerza, cada gota de lluvia amplificando su creciente inquietud.
Irene: <<¿Qué estará planeando? Su tranquilidad es perturbadora. Será mejor que tome la iniciativa.>>
Con un rugido de determinación, la pelirroja dio el primer golpe, lanzándose con un gran salto hacia su objetivo. Su puño derecho brillaba con un fulgor intenso y amenazante.
Irene: —¡Toma esto!
Pero el encapuchado esquivó su ataque con una facilidad que sorprendió a Irene. En un instante, se preparaba para contraatacar, pero ella reaccionó con agilidad, esquivando el golpe con un salto hacia atrás.
Irene: —Mierda, eso estuvo demasiado cerca. No esperaba que fuera tan rápido. Debo sacarlo de aquí. Muchas vidas están en juego...
De repente, Irene se encontró cara a cara con su adversario, paralizada por la sorpresa.
Irene: —¿Pero cómo es posible que...?
El encapuchado intentó cortar su cuello, pero Irene esquivó el ataque y, en un movimiento rápido, le propinó una patada en el vientre, empujándolo contra un tanque de agua. El impacto fue brutal, y la figura encapuchada quedó aturdida.
El viento arremetió contra su cabello, que volaba a su alrededor. Antes de que pudiera hacer algo, el encapuchado emergió del tanque destruido, cubierto por una aura de rayos oscuros en su brazo izquierdo.
Irene: —¡¿Él también puede usar energía?!
Un rayo de energía oscura se disparó, golpeando a Irene con una fuerza devastadora. La lanzó contra la pared de un edificio, provocando el pánico entre los habitantes cercanos.
Irene: —¡Mierda, eso dolió!
Se levantó con esfuerzo, sacudiéndose el polvo y observó cómo su enemigo se acercaba.
Irene: —¡Lárguense de aquí rápido!
La familia cercana corrió aterrorizada mientras el encapuchado se lanzaba nuevamente hacia Irene. La femme fatale lo atrapó en pleno vuelo, y ambos atravesaron varias paredes del edificio, inmersos en un combate brutal. Cada golpe y movimiento destruía todo a su alrededor, la pelea se volvía más destructiva con cada segundo.
La zona de combate era angosta, poniendo a Irene en grave peligro debido a la imponente cuchilla de su adversario. Con su aura de energía protectora, bloqueó un ataque devastador, el impacto resonó con un retumbar sordo.
Una voz femenina emergió del encapuchado, sorprendiendo a Irene.
—¡Acabaré con tu vida, agente de la iglesia!
Irene: —¡¿De qué diablos hablas?! ¡No soy parte de ninguna iglesia!
Con un rápido movimiento, Irene creó una esfera de energía y la lanzó, enviando al encapuchado por los aires hasta caer en un tejado cercano.
Irene se mostró en el exterior, su aura brillando con una intensidad formidable. Avanzó hacia el enemigo, pero al levantarse, el encapuchado se quitó la capucha, revelando una larga y hermosa cabellera rubia.
Irene: —Ese cabello... ya lo había visto antes.
La sorpresa de Irene se intensificó cuando la rubia se dio la vuelta, revelando su rostro. La pelirroja se quedó atónita al descubrir que el encapuchado era la stripper Foxy Lust, también conocida como Yuzan.
Irene: —¡¿Yuzan?! Ya decía yo que algo en ti no era normal, pero jamás imaginé que fueras la autora de los asesinatos.
Yuzan: —¿Crees que yo soy la causante de todo? ¿Y qué pasa contigo? Eres una meta humana, seguro que perteneces a la iglesia.
Irene se cruzó de brazos, su mirada dura y decidida.
—No sé a qué iglesia te refieres, pero no permitiré que sigas matando inocentes.
El aura de Irene creció, y Yuzan se puso en guardia, sus ojos carmesí brillando con una amenaza letal. Una voz interna comenzó a hablarle.
V: —Acaba con esa perra, devórala y roba su poder, jajajajaja.
Yuzan: —Cierra tu maldita boca. A veces me pregunto qué hice para recibir semejante castigo de tenerte siempre en mi cabeza.
Yuzan se despojó completamente de su capucha, revelando un bikini biomecánico que acentuaba su figura. Sus músculos se tensaron, preparándose para la batalla.
Irene: —Debo admitir que tienes un buen cuerpo, una pena que tenga que dañarlo.
Antes de que pudieran reanudar el combate, una explosión distante atrajo su atención. Voltearon hacia un gran edificio de oficinas que ardía en llamas.
Irene: —¡¿Qué demonios?!
Yuzan: —Parece que esto tendrá que esperar. Más te vale no interferir.
Irene: —¿De qué estás hablando? ¡Espera!
Intentó alcanzar a Yuzan, pero un humo denso emergió de su boca, permitiéndole escapar.
Irene: —¡Mierda, se escapó!
En ese momento, su comunicador comenzó a sonar. Era Michael.
Michael: —¡¿Irene, qué demonios está pasando en la ciudad?! ¡No dejan de llegar reportes sobre tu lucha con un encapuchado, y ahora hay un atentado en uno de los edificios más importantes!
Irene: —Es una larga historia, Michael. Nos pondremos al corriente después. Iré al edificio.
Michael: —Ten cuidado, Irene. No sé a qué fuerzas desconocidas te enfrentas.
En el edificio, los policías se enfrentaban a una figura de dos metros, cuya armadura oscura repelía sus balas sin daño. El ser avanzaba con pasos firmes que hacían temblar el suelo. Con un movimiento brutal, atravesó a un policía con su cuchillo, la escena bañada en sangre.
El ser, con horribles ojos amarillos, miró al policía moribundo.
—Eres un demonio.
Con un desdén cruel, lo lanzó lejos, como si fuera un trapo. Entró en la oficina principal y conectó un tentáculo a los servidores, pero fue interrumpido por una voz femenina.
N 13: —Al fin sales de tu escondite, Gantus. ¿Sabes que hacer esperar a una dama es muy mala educación? Especialmente cinco meses.
Apuntó con su brazo, transformado en una gran cuchilla.
Gantus: —Una hereje como tú no merece cortesía. Cuando obtenga la información más crucial de este mundo, se la entregaré a nuestra santidad, y el mundo conocerá el castigo divino de nuestra santa.
N 13: —¡Sobre mi cadáver! No permitiré que este mundo sufra la enfermedad de tu fe. Ya enfrenté a uno de tus ayudantes, y ahora te toca a ti.
Gantus: —No sé de qué hablas, pero esta vez terminaré lo que empezamos en mi base. ¡Prepárate para recibir tu castigo, N 13!
Irene llegó al edificio, donde los policías, aterrorizados, le contaron sobre el monstruo al que se enfrentaban, cuya armadura parecía impenetrable. Antes de que pudiera hacer más preguntas, una nueva explosión sacudió el área, y cristales rotos cayeron hacia ellos. Irene usó su poder para evaporar los vidrios.
Irene: —¡Lleven a los civiles a un lugar seguro! Yo me encargaré de esto.
Policía: —¡Entendido, agente Irene!
La pelirroja se lanzó hacia la cima del edificio, donde vio a Yuzan enfrentándose al verdadero autor de las masacres. Gantus, un gigante armado, se reía burlonamente mientras Yuzan, herida y con el brazo derecho dislocado, se enfrentaba a él.
Gantus: —Parece que has subestimado el poder de un inquisidor. Nosotros limpiamos las zonas de herejes como tú. Voy a acabar contigo de una vez por todas.
V: —¡Esquiva su golpe!
N 13 esquivó el ataque de Gantus, pero él se teletransportó y la golpeó por la espalda con su mano imbuida en energía mágica. Ella fue lanzada al vacío, pero Irene la salvó en el último momento.
N 13: —¿Tú?
Gantus la observó con ojos mecanizados, evaluándola de pies a cabeza.
Gantus: —Interesante, una meta humana...
Irene, con el rostro contorsionado por la furia, gritó a N 13 mientras la lluvia caía sin piedad sobre ellos, empapando su figura desolada.
Irene: —¡¿Quién te dio el permiso de asesinar a mi gente con tanta crueldad?! ¡No permitiré que sigas dañando a los inocentes, monstruo malnacido!
N 13, con su expresión marcada por el dolor, le respondió con una frialdad calculadora.
N 13: —Espera, no podrás enfrentarlo sola. Su poder supera lo imaginable.
Irene, con el vapor aún emanando de la horrible quemadura en su espalda, miró a N 13 con escepticismo.
Irene: —Estás loca si crees que puedes luchar en ese estado.
N 13: —Créeme, no sabes de lo que soy capaz, cabellos de fuego.
Irene: —Bien, por cierto, me llamo Irene.
N 13: —Un placer, ahora acabemos con este sujeto.
El asombro de Irene creció al ver cómo la herida en la espalda de N 13 sanaba con una rapidez casi sobrenatural.
Irene: <<Nunca he visto una capacidad de regeneración tan rápida. ¿Qué es en realidad esta chica?>>
Gantus, desde la distancia, observó con desdén.
Gantus: —Parece que los herejes están reuniendo cada vez más seres con poderes. Bueno, yo no me quedaré atrás. Lamentablemente, no puedo quedarme a entretenerlas, tengo asuntos más importantes que atender.
Con un gesto despectivo, el inquisidor rasgó el aire con su cuchillo, abriendo un portal que dejó a Irene boquiabierta.
Irene: —¡¿Qué clase de truco es este?!
Gantus: —Espero que disfruten de mi mascota.
Se marchó riendo, pero N 13 intentó detenerlo. Del portal emergió una criatura horrenda, con una espada gigantesca y una máscara hecha de piel, de tamaño imponente.
La bestia rugió con una furia aterradora y bloqueó el camino de N 13.
N 13: —Hijo de perra, ¡has invocado una criatura del Mundo Astral!
La criatura atacó con una ferocidad frenética, y el dúo se sorprendió por la habilidad del monstruo para manejar su pesada arma. N 13 intentó una patada, pero la criatura desapareció como un fantasma, apareciendo detrás de Irene. N 13 advirtió a Irene a tiempo, y con un estallido de su aura, bloqueó el golpe de la gigantesca espada.
El impacto creó un cráter en el suelo, retumbando a través de toda la estructura. Irene expandió su aura y lanzó a la criatura por los aires, pero el monstruo se desvaneció antes de estrellarse contra un pilar, reapareciendo encima de ellos con la intención de apuñalar a Irene.
N 13 logró asestar un golpe fuerte, desgarrando el pecho de la criatura, pero esta, al caer al suelo, se regeneró instantáneamente.
Irene: —En todos mis años enfrentando anomalías, nunca me había encontrado con algo así. Además, eres bastante desagradable.
N 13: —Irene, esta criatura es de mi mundo. No es fácil de vencer. Tendremos que atacar juntas para debilitarla y darle el golpe final. Tu poder será crucial.
Irene: —Bien, al menos no me siento completamente inútil.
N 13: —Yo lo atacaré cuerpo a cuerpo. Tú concédele tus ataques a distancia. Si no puedes hacerlo, estaremos en serios problemas.
La pelirroja mostró una esfera de energía con una sonrisa sarcástica.
Irene: —¡Ja! Esto es pan comido para mí.
N 13: —Bien, mantente alerta.
V: —Oh sí, ¡Vamos a divertirnos!
N 13 fue la primera en moverse. Su cuchilla chocó con el espadón del monstruo, y Irene observó impresionada cómo ambos combatientes manejaban sus armas con maestría.
Mientras Irene disparaba bolas de energía, la criatura respondió creando un escudo de llamas carmesí. Tentáculos afilados surgieron de su espalda, dirigiéndose hacia Irene, quien esquivó hábilmente y continuó su ataque. Algunas esferas alcanzaron al monstruo, y N 13 notó algo peculiar en el escudo.
El resplandor dorado del poder de Irene comenzó a desgastar el escudo de llamas de la criatura.
N 13: <<El poder de Irene está debilitando el escudo. Debo aprovechar esta oportunidad.>> —¡Irene, sigue atacando!
La criatura, al darse cuenta de que su escudo se desintegraba, intentó huir para regenerarlo. N 13, rápida, clavó su espada en el suelo, y tentáculos surgieron para atrapar al monstruo.
N 13: —¡No dejes de lanzar tus ataques!
Irene destruyó el escudo. La criatura, al notar las severas quemaduras infligidas por el poder de Irene, intentó liberarse de los tentáculos con una fuerza descomunal, poniendo a N 13 al borde del agotamiento.
Irene: —¡¿Y ahora qué hago?!
N 13: —¡Golpea el pecho de la bestia de inmediato! No puedo contenerlo por más tiempo.
Irene: —¡Entendido!
Acumulando todo su poder en el puño derecho, Irene se lanzó hacia la criatura y atravesó su pecho, aplastando su corazón con una fuerza brutal. El cuerpo del monstruo comenzó a desintegrarse lentamente, y la pelirroja observó asombrada.
Irene intentó detener a la rubia, que se disponía a marcharse.
Irene: —¡Espera un momento! ¡¿Qué demonios está pasando?! ¡Necesito una explicación!
Colocando su mano en el hombro de N 13, la rubia la miró con una frialdad distante.
N 13: —Irene, no sé qué eres en realidad, pero tu poder sugiere muchas cosas. No quiero involucrar a nadie más. Este es mi trabajo.
Irene: —Escúchame bien. No sé qué carajos está pasando... ¡Pero esa cosa está matando a mi gente!
N 13, quitando la mano de Irene con brusquedad, la miró directamente a los ojos.
N 13: —No tienes idea de lo que enfrentas. Aunque tu poder fue útil, dudo que puedas hacer algo contra Gantus.
Irene: —¿Estás segura? No lo sabremos hasta que lo intentemos. Escúchame, tengo estos poderes para proteger a los inocentes. No soy una villana. No permitiré que Gantus siga matando a mi gente. Si no quieres ayuda, no interfieras cuando lo encuentre y acabe con él. O de lo contrario, mi puño golpeará tu cara. ¡¿Entendido?!
V: —Vaya, la has enfadado. Jejeje, será mejor que la elimines y te apropies de su poder.
Los ojos carmesí de N 13, deslumbrados por la fría determinación, desestimaron la voz de V. Sin mirar atrás, se dirigió hacia la ventana, su figura recortada contra la penumbra de la noche.
N 13: —Si deseas conocer la verdad, te esperaré mañana cerca del club de striptease donde nos encontramos por primera vez. Allí descubrirás todo lo que necesitas saber.
Con un salto imponente, N 13 desplegó unas alas biomecánicas que emergieron de su espalda con un sonido sordo y metálico. En un parpadeo, se desvaneció en la noche, dejando tras de sí una estela de oscuridad.
Irene, observando la luna en su esplendor sombrío, cruzó los brazos mientras el viento arrastraba su largo cabello rojizo, que danzaba al compás de la tormenta.
Irene: —¿Qué demonios eres en realidad? ¿En qué desastre me he metido?
Las preguntas flotaban en el aire mientras la noche se cerraba a su alrededor, prometiendo más secretos y desafíos por venir.
Continuará.
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