Un poco de calma
En un café en la ciudad de Paris había poco movimiento ya que había pocas personas en aquel lugar, la guerra afecto mas de lo esperado a los pequeños negocios y ese lugar no era la excepción ya que había despedido a muchos trabajadores, aunque eso ayudo a que el lugar tuviera un perfil bajo.
En el lugar lo que mas resaltaba era una pequeña joven de cabello blanco que estaba en una mesa apartada leyendo un libro mientras que al mismo tiempo comía de un pastel completo que había ordenado, vestía un vestido blanco con delgadas líneas negras y tenia el estampado de un gato en el lado derecho del pecho.
Sus ojos dorados eran inexpresivos y se encontraban fijos en los diferentes párrafos de aquella obra literaria que tanto la entretenía, estaba por dar la vuelta a la pagina cuando una persona se sentó frente a ella, no hizo ningún gesto ya que sabia de quien se trataba, solo guardo su libro y continuo comiendo su pastel.
Quizás la única sorpresa era que la joven de cabello carmesí estaba acompañada por una joven mujer de cabello negro corto, las dos vestían con gabardinas largas y anteojos oscuros, un poco llamativo para alguien encubierto pero seria difícil reconocerlas para cualquier persona no familiarizada con ellas.
Koneko: es bueno verla de nuevo Rias-sama y Sona-sama, no tenia noticia de ustedes desde hace casi dos años y no creí verlas hasta que la guerra terminara —Bebió de una taza con chocolate caliente y despues exhalo un poco relajada— ¿Qué necesita de mi?
Rias: también te extrañe mucho Koneko-chan, aunque creo que dejarte ir antes de la guerra fue lo mejor, esta guerra no es lo que esperábamos —Espero a que llegara su café y una vez lo tenia entre sus manos creo una barrera para hablar solo ellas dos— necesito que busques a un grupo de humanos y me ayudes a darles un mensaje
Sona: eres la única que esta fuera del radar del inframundo por lo que nadie podrá sospechar que todo fue planeado —Tomo una taza de café y miro a su alrededor de forma discreta para asegurarse de que nadie las espiaba—
La mas joven estaba intrigada acerca del pedido de su anterior rey, ella estaba en guerra con la humanidad y entre la poca información que había mencionaba que había estado luchando contra un grupo de humanos que eran particularmente fuertes, aunque también le preocupo ver que tenia una pequeña marca de corte en el rostro.
Rias: rompieron el trato que tenia con los ancianos, mi compromiso sigue en pie y pronto celebraran una fiesta de compromiso —La chica de cabello blanco esperaba muchas malas noticias, pero esa era la que menos esperaba—
Koneko: ¿Sus hermanos no pueden hacer nada? —Ella había vivido el tiempo suficiente con Rias como para tener una pequeña noción de que tanto la amaba su hermano y que haría cualquier cosa por ella—
Sona: nuestros hermanos están mas ocupados en otros asuntos, la guerra nos esta jugando en contra por primera vez y quieren saber si comenzaran a enviar a lo mejor del inframundo, además de que están comenzando a planear defenderse de otras mitologías —Desde hacia ya mucho tiempo esa era una posibilidad real, pero ahora que el inframundo se veía débil ante los humanos otros enemigos podrían aparecer—
Tomo un maletín pequeño donde había varias copias de documentos secretos con la información que habían logrado obtener del grupo terroristas que había causado esa masacre en Roma y el Cairo, se trataba de las personas mas sádicas y peligrosas a las que se hubieran enfrentado hasta el momento.
Sona: tenemos un plan para utilizar a Armagedón para nuestro plan, les daremos una carnada tan irresistible que vendrán corriendo para atacar nuestra fiesta de compromiso que se celebrara en dos semanas, pero solo será una distracción para que eliminen a nuestros prometidos y de ser posible al consejo de ancianos —Entrelazo sus dedos mientras veía las dotos de los diferentes enmascarados que formaban ese grupo—
Rias: se que es peligroso Koneko, pero te agradeceré por siempre si lograras encontrarlos y darles esta información —Tomo un sobre sellado y se lo entrego a la joven de cabello blanco— es un circulo de transporte para llegar al lugar donde será la fiesta, además de información casi exacta de la seguridad
Era una misión muy peligrosa para todos los implicados, Rias y Sona estarían enfrentando un juicio por traición, mientras que Koneko se arriesgaría a ser capturada por el inframundo, además de que Armagedón podría ser hostil y atacarla, lo cual es peligroso si se tomaba en cuenta al hombre que casi mata a Sairaorg.
Cuando el silencio se prolongo Rias comenzó a temer que su antigua subordinada se negara a realizar esa proeza, despues de todo no podría culparla por desear evitar una misión imposible, siendo el primer gran obstáculo que nadie había logrado rastrear a Armagedón y el segundo reto todavía mayor era convencerlos.
Koneko: entiendo lo que desea, voy a hacerlo —Termino su pastel y saco dinero de un monedero con forma de garo y lo dejo sobre la mesa— según usted tengo solo dos semanas para encontrarlos y hacer que se preparen
Rias: muchas gracias Koneko —La abrazo por el cuello acercándola a ella y por algunos segundos asfixiándola hasta que noto que su amiga se estaba dejando de mover— lo siento
Koneko: necesito algo de algún miembro de ese equipo para poder rastrearlos —La mas alta lo pensó por algunos segundos y recordó que había guardado un cuchillo que habían arrojado contra ella, se lo mostro a la nekomata sosteniéndolo con un pañuelo quien lo tomo y guardo en su bolso— Con esto basta
Sona: ¿Cómo planeas encontrarlos? —La mas baja solo volteo un segundos y negó con la cabeza antes de salir de la barrera e irse por la puerta principal con dirección a su departamento para poder preparar su equipo para la misión—
La chica de cabello blanco había aprendido a vivir por su cuenta y a sobrevivir en esa ciudad, pero de todas formas sabia que para una misión tan importante no podría realizarla sola por lo que tendría que recurrir a una persona la cual si bien no odiaba tampoco era su primera opción para convivir.
Espero por algunos minutos con su mochila en la espalda hasta que escucho como abrían la puerta, miro en esa dirección y justo allí estaba su hermana Juroka, aunque para su desagrado estaba acompañada de dos miembros del equipo al que pertenecía los cuales eran Vali y Bikou.
Koneko: creí haber dicho que solo éramos tu y yo las que deberían ir —Se acerco a su hermana que tenia su típica expresión despreocupada y el kimono abajo de los hombros—
Kuroka: no seas tan aburrida Shirone nya —Se acerco a su hermana queriendo abrazarla pero esta salto para no ser aplastada de nuevo— no te enojes, ellos me escucharon hablar y no me dejaron en paz hasta venir conmigo
Vali: si buscaran a Armagedón yo ire con ustedes, quiero saber que tan fuertes son realmente y luchar contra el mas fuerte de ellos —Su expresión era seria pero de todos modos todos notaron que estaba impaciente por encontrar a su objetivo—
La mas joven en la habitación rodo los ojos y saco el cuchillo que le había entregado Rias para que su hermana lo viera, la mayor lo tomo con cuidado ya que podía sentir una extraña aura proveniente de esa arma semejante al que tenían las armas divinas, no quiso arriesgarse a activar un arma que los lastimara a todos.
Kuroka: supongo que tardare un poco en encontrarlos, tienen demasiadas interferencias, pero todo estará listo en una hora, mientras tanto traigan un mapa para poder localizarlos —La mas joven se fue de la habitación pero apenas puso un pie fuera escucho que rompían un jarrón—
Su departamento terminaría destruido a este paso por lo que esperaba que su hermana se diera prisa para evitar que sus destructivos compañeros causaran mas daños de los que podía pagar.
Lugar de entrenamiento
El entrenamiento de Armagedón había sido uno de los mas exhaustivos llevados a cabo por humanos, aun cuando en la tierra no pasaron mas que unas cuantas semanas en el lugar donde entrenaron era uno donde el tiempo fluye de forma diferente y por esa razón es que entrenaron por el equivalente a seis meses sin envejecer.
Tras los últimos acontecimientos mostrados al publico los miembros de fuerzas especiales comenzaron a mostrar un gran cambio en cuanto a sus habilidades y capacidad de lucha debido a que sus maestros cada día los orillaban hasta los limites para hacer que siguieran avanzando a marchas forzadas.
Walfrid y Tanya mostraron un gran avance en sus habilidades destructivas debido a que ahora podían usar mas energia que antes, el entrenamiento con Ezra era muy pesado debido a que el que se hacia llamar emperador no media su fuerza y en mas de una ocasión lloro pensando que había matado por accidente a sus alumnos con una lanza relámpago.
Asia y Visha fueron las que mostraron un avance mas significativo en el sentido de que habían desarrollado nuevas habilidades para luchar, la antigua monja al fin se había animado a tomar un arma y demostró tener una gran capacidad destructiva, aunque seguía prefiriendo no hacer daño.
La joven rusa ahora había mejorado en sus habilidades para causar destrucción y su escudo de energia tenia mayor durabilidad ante ataques mágicos, ambas aprendieron Sambo y aunque les hacia falta mucha practica para alcanzar el máximo nivel de esa disciplina ya tenían los cimientos para mejorar.
Los alumnos de Rex demostraron una mejoría considerable, Ali aprendió a usar un Orbe Operativo por lo que ahora sus disparos eran mas eficaces contra oponentes mágicos, Dimitri aprendió a usar su Sacred Gear aun sin saber lo que era o que la tenia, aunque con Ignacio fue diferente en el aspecto de que tuvo que enseñarle a pensar en un combate cinco segundos antes de atacar a punta de golpes.
Nero y Ralf demostraron que Siegfried podría ser considerado una mala influencia para cualquiera desde el punto de vista ético, les enseño a romper cualquier regla y que mientras ganaran la noción de honor se la podía meter su oponente por las orejas ya que en la guerra lo único importante es ganar.
Nero con sus sombras aprendió a manipularlas de forma independiente de su cuerpo durante algunos minutos mientras que Ralf aprendió un poco sobre artes marciales y la fisiología de los seres sobrenaturales a los que enfrentaba, aunque el general alemán admitía que solo tenia que entrenar su cuerpo ya que su mente ya era el arma mas letal que tenia a su disposición.
Al final estaba Sasha quien logro que sus alumnos se volvieran mas fuertes tanto en sus mentes como sus cuerpos, tuvo que recordarles que lo importante no era solo golpear, tenían que pensar tres movimientos frente a su enemigo para poder atacarlo con mas eficiencia y derribarlo antes de estar agotados.
Los dos se volvieron un equipo casi tan mortal como lo era Luis con Ignacio, aunque tuvo algunos problemas con Xenovia y su terquedad al no querer escuchar sus consejos, aunque tras un enfrentamiento corto donde gano con un simple golpe de su dedo le demostró que la mente es el arma máxima.
Ahora mismo estaban en su campamento recogiendo sus pertenencias, todavía tenían muchos moretones y heridas pero era parte del entrenamiento saber que el poder nunca llega sin antes tener que luchar mucho por conseguirlo, al menos esa era lo que intento decirles Zero ya que despues divago sobre odiar a alguien llamado Kirito, Meliodas y todos los que tenían Power Up locos, cosa que nunca entendieron.
Al lugar llegaron sus maestros quienes estaban vestidos de gala para despedirlos ya que su entrenamiento había terminado y necesitaban volver a casa, todos estaban de pie y les entregaron un documento enrollado en el cual decía "Felicidades por sobrevivir al entrenamiento Zero".
Sasha: recuerden que nunca deben rendirse, pónganse de pie y denle su merecido a sus oponentes —El mas alto solo se quedo de pie frente a ellos antes de desaparecer en un abrir y cerrar de ojos dejando a todos desconcertados—
Rex: nunca subestimen a sus oponentes, además de que si un estilo no funciona para vencerlo intenten otro para saber cual es el indicado para derrotarlo —El desapareció en una gran llamarada de fuego azul y pronto sus alumnos miraron Siegfried quien sonreía de aquella forma tan peculiar—
Siegfried: nos veremos cuando mueran, solo espero que no lloren diciendo que murieron por un oponente mas fuerte, ustedes solo necesitan pensar la estrategia adecuada y un gigante se vuelve un enano —Camino hacia una zona apartada y desapareció entre las sombras para que sus compañeros continuaran con la despedida—
Solo quedaban dos personas de pie en el lugar y eran los maestros que mas se esforzaron para que sus alumnos sobresalieran, aunque también apareció Zero comiendo lo que parecían ser papas fritas en una bolsa amarilla.
Katerin: hasta luego chicos, nos veremos en sus pesadillas —Camino hasta la bajada pero el emperador la tomo del hombro para que se detuviera— esta bien, el único consejo que les puedo dar es que deben protegerse entre ustedes, son como una familia por lo que deben vivir hasta el final de la guerra
Ezra: bueno eso es todo el entrenamiento que les podemos dar, ahora solo falta que realmente quieran volverse mas fuertes, recuerden esto, todo el poder del mundo no será suficiente si no tienen la fuerza de voluntad para seguir adelante ni el anhelo de proteger algo —De esa forma fue que los dos desaparecieron en un resplandor de energia verde—
Todos esperaban que Zero dijera algo pero su jefe estaba dormido en el aire e incluso roncaba, Walfrid le arrojo una piedrita pero al ver que no funcionaba tomo una roca del tamaño de su cabeza y la arrojo contra el manipulador de la realidad que de inmediato la sujeto arrojándola a otro lado.
Zero: ya me estaba aburriendo de esto, pero bueno yo tengo que cumplir un contrato y darles su jodida semana de vacaciones, no se preocupen por sus jefes que ya me encargue de todo —Todos escucharon la noticia y de inmediato se alegraron de tener un descanso— pero como el mundo esta en guerra los tendré que mandar a algún lugar alejado de todos, ojala se diviertan en una isla del pacifico
Walfrid: ¡Que dijiste! —Le grito antes de ser transportado por Zero al igual que sus compañeros, no quería imaginar el horrible lugar al que los mando su jefe ya que sus sorpresas siempre terminaban en tragedia—
Pero cuando abrieron los ojos en lugar de encontrarse en el infierno estaban en un paraíso tropical propio de las aguas del océano pacifico, era una gran isla rodeada de selvas y playas de arena blanca, había varias cabañas con robots que atenderían sus necesidades.
Un lugar donde seguramente podrían descansar de la batalla, esperaban que Zero estuviera por alguna parte pero solo desapareció dejándoles una lista con la dirección donde se alojarían la cual era un gran hotel cinco estrellas donde podrían descansar durante la semana de vacaciones que tendrían.
Walfrid: bueno espero estén listos, quiero un poco de paz y tranquilidad, no me importa que estén a punto de morir, si los persigue un payaso asesino o si despertaron a un dios antiguo enojado ¡Solo quiero paz! —Se quito la chaqueta del uniforme para ir a la zona donde había mesas con comida para poder pedir un desayuno—
Tanya: no me molesten con cosas del trabajo —Ella corrió y se adelanto a Walfrid para poder comer algunos postres que había en el lugar, aunque los demás estaban viendo las blancas playas del mar—
Por la posición del sol indicaba que todavía no era el medio día por lo que tendrían sus vacaciones completas en aquella playa paradisiaca, casi parecía ser un sueño hecho realidad, aunque fuera solo por una semana estarían alejados de aquel infierno que era la guerra, aunque podían cambiar sus planes.
Inframundo
En aquel lugar donde solo habitaban los seres sobrenaturales había una gran movilización de soldados de todos los clanes y reclutaban a demonios de clase baja para comenzar a formar un ejercito para atacar la tierra, desde aquella desastrosa actuación en el Cairo ellos sabian que la guerra ya no seria igual.
Los miembros del consejo de ancianos habían llegado a una conclusión absoluta acerca de lo que seria necesario hacer para asegurarse de detener lo que ahora catalogarían como la amenaza humana, tendrían que derrotar a las Potencias Centrales y despues encargarse de destruir cualquier rastro del uso de los magos bélicos de ese tipo.
En la sala de los reyes demonios solo se encontraban Sirzechs y Serafall llenando algunos documentos, no esperaban aquella movilización cuando se involucraron en la guerra, la joven de cabello negro en realidad no esperaba que ellos participaran y fue una sorpresa cuando movilizaron a sus soldados para atacar a las Potencias Centrales.
Serafall: sigo pensando que esto es una mala idea, aun cuando mandemos a todos estos soldados los humanos seguirán llegando y llegando —Se cruzo de brazos exhalando un poco ya que estaba cansada de tanto papeleo y le dolía el cuello—
Sirzechs: no tenemos muchas opciones Serafall, el consejo llego a una conclusión y estoy de acuerdo en lo que piensan acerca de lo que sucede, retirarnos ahora solo causaría que aparezcan opositores, además de que también hirieron o asesinaron a varios nobles que quieren venganza —Dejo de lado los documentos y se inclino en la silla mientras pensaba en lo que haría el día siguiente— necesito hacer algo para ayudar a Rias
Realmente quería ayudar a su hermana pero en esos momentos estaba atado de manos, por una parte estaba dirigiendo una guerra en el mundo humano y por otro estaba teniendo que ordenar que vigilaran a los ancianos para asegurarse de que no intentaban ningún tipo de golpe de estado.
Sus sospechas se basaban en que varios de ellos habían comenzado a tomarse demasiadas libertades al momento de crear leyes y mandatos, el tenia el poder suficiente para destruir a todo el consejo con solo doblar su dedo, pero de hacerlo estaría acercando al inframundo a otra guerra civil y no sabia que tanto daño causaría esta vez al inframundo.
Aun cuando era una persona pacifica y que repudiaba la guerra en ese punto ya era imposible retirarse de la guerra, en un comienzo entraron en combate para detener la guerra y asegurarse que los alemanes entregaran toda la investigación de los Orbes Operacionales, pero sus cálculos fallaron y ahora estaban pagando el precio.
En el inframundo muchas personas entre los civiles y demonios de clase baja estaban deseosos por terminar esa desventura en la tierra ya que solo estaban enviando a sus familias a la muerte, pero los demonios de sangre pura y clase alta estaban inpacientes por comenzzar de nuevo la guerra con mas fuerza.
Sus orgullos estaban heridos tras ser derrotados en multiples ocasiones por los humanos, los que eran considerados la base en la pirámide alimenticia, pero ahora ya no eran solamente esa especie débil, estaban volviéndose una verdadera amenaza para el mundo sobrenatural.
Los humanos eran la especie inteligente más numerosa del mundo, pero su capacidad era tan limitada que en varias ocasiones demostraron ser solamente presas para el mundo sobrenatural, solo que ahora habían descubierto que ellos tenían realmente más fuerza de la que todos pensaban de ellos y estaban buscando cuál era su posición en la cadena alimenticia.
Lo que más temía el Inframundo y en algún futuro también otras facciones era que los humanos se volvieran tan fuertes que mantenerlos bajo control se volvería algo imposible, lo peor era que durante esa guerra el número de humanos creyentes estaba disminuyendo cada vez más y eso afectaría a algunos de sus aliados, todo estaba llendo cuesta abajo y si no ponían un alto definitivo estarían enfrentando el levantamiento de una nueva facción que amenazaría su posición de poder.
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