Monstruos disfrazados

En los muelles Luis y Xenovia estaban esquivando los ataques que venían del cielo, ninguno de los dos podía volar por lo que tenían que esperar a que se acercaran, la exorcista tomo la Excalibur con ambas manos y esta vez dirigió todo el poder destructivo hacia la mujer que acompañaba a Riser.

El ataque fue mas efectivo de lo esperado ya que la obligo a descender hasta dos metros sobre el suelo, no dejo de atacar y aun cuando el fuego estaba haciendo estragos en ella causándole algunas quemaduras ella no se rendiría nunca en una misión para asesinar a un demonio y que mejor que una reina de la nobleza de un clan noble.

Xenovia: ¡Muere! —Grito mientras su espada lograba cortar el estomago de la demonio que de inmediato sintió los efectos del arma sagrada, una substancia negra que emanaba en forma de vapor salía de la herida y podía sentir como su fuerza la abandonaba— eres mía

Se disponía a cortar su cabeza cuando una poderosa bola de fuego la impacto de forma directa arrojándola contra unos contenedores de metal, Riser estaba sonriendo un poco al ver a la exorcista derribada, quería rematarla pero tenia un problema mas grande y era que Luis no dejaba de atacarlo con ferocidad con sus puños envueltos en aquella extraña aura verde.

Cada golpe destruía el aire creando poderosas hondas de choque que causaban algunos rasguños a Riser pero que se curaban de inmediato, aquel joven demonio parecía confiado en sus habilidades ya que no se molestaba en tomar distancia y en su lugar solo esquivaba aquellos golpes que parecían muy repetitivos.

Riser: es increíble que todavía estés determinado a vencerme, ustedes los humanos si que son necios al no permitir que alguien superior los gobierne —Esquivo nuevamente uno de los puñetazos pero esta vez contraataco con sus puños envolviéndolos en fuego e impactando en el abdomen del joven español—

Pudo sentir todo el calor en su estomago y como aquel impacto le revolvió los intestinos, había tenido un combate largo por lo que no quería gastar energia en vano, necesitaba asegurarse de usar toda su fuerza en uno o dos golpes para asegurarse de tener fuerza suficiente para irse de la ciudad y evitar ser capturado.

Luis: ustedes son los necios —Miro la postura de Riser y supo que venia un golpe fuerte, esta vez fue una bola de fuego la que lo impacto directamente en el estomago y lo hizo retroceder algunos pasos sintiendo el estomago adolorido y como el calor se esparció por su cuerpo— nunca nos rendiremos hasta que ustedes se desaparezcan

Pero esta vez los ataques continuaron atacando de forma repetida al joven español que desviaba los ataques o intentaba bloquearlos esperando la ventana de oportunidad perfecta para dar un ataque final contra Riser, estaba unos segundos de atacar cuando un hechizo explosivo lo impacto en el rostro arrojándolo contra unos contenedores hasta desaparecer entre las llamas.

Riser: como pensaba, la humanidad siempre se terminara arrodillando ante los mas fuertes, fue así hace dos mil años y es de esa manera ahora —Estaba por irse cuando una varilla atravesó su hombro y lo dejo clavado en el suelo, miro atrás y aquel soldado estaba saliendo de las llamas en la misma postura que la de alguien que arroja una lanza—

Era una imagen surreal, se suponía que su fuego era tan ardiente como el de un fénix y debería destruir todo a su paso, pero ahora un humano estaba de pie y listo para terminar el trabajo, se quito la mascara y por primera vez vio el rostro de su atacante, tenia su mandíbula tensa y cuando exhalo salió vapor caliente al ambiente.

Luis: ya termino la ronda de entrenamiento, es hora de que comience a ir en serio —A diferencia de la frágil naturaleza que Riser esperaba esta vez el joven movió los contenedores que le rodeaban con gran facilidad e incluso arrojo uno contra él pateando uno de los extremos— 

Xenovia por su parte estaba luchando contra la reina de Riser, ella atacaba con fuerza y aun cuando estaba teniendo problemas con la distancia sabia que podía ganar con un solo ataque, solo necesitaba acercarse la distancia de su espada, ella era mas rápida que su oponente por lo que necesitaba acorralarla.

Dejo la espada en su espalda para correr con mas comodidad y salto hacia algunos escombros para cubrirse de los ataques explosivos, miro a su alrededor buscando algo que le sirviera como arma y se dio cuenta que en ese lugar había muchos cadáveres de soldados y demonios que murieron durante el combate inicial. 

Busco entre los cuerpos y encontró una pistola en el cuerpo de un suboficial, ella sabia disparar ese tipo de armas por su entrenamiento como exorcista, seguía recibiendo ataques por lo que la tierra y polvo caían sobre ella manchando su leotardo negro, tomo la cruz de su cuello y se preparo para atacar de forma decisiva a su oponente.

Por la velocidad de ataque sabia que aquella mujer estaba quedándose sin poder mágico, quería terminar pronto el combate por lo que lanzaría sus ataques mas poderosos, salió de su escondite y disparo varias veces en dirección a la demonio que no esperaba un ataque con balas por lo que descendió para cubrirse ya que sus reservas de energia se estaban agotando.

Xenovia se movió de forma rápida entre los escombros y esta vez tomo el control de la situación, su Excalibur se levanto en el aire y la dejo caer con toda su fuerza partiendo a su adversaria de arriba a abajo, la demonio no lo podía creer y se quedo quieta antes de desaparecer en una explosión de polvo negro.

Pero el combate aun no terminaba, podía sentir la tierra temblando bajo sus pies y sabia que había un demonio de sangre pura en el área por lo que iría para ayudar a Luis a terminar con su vida, estaba por ir hacia donde provenían las explosiones y en ese momento vio como los dos hombres salieron de entre un montón de escombros mientras seguían luchando.

Luis seguía dando poderosos golpes en el torso y cabeza de su oponente sintiendo como rompía huesos con cada impacto, estos se curaban pero tenia la idea de que si hacia el suficiente daño podría dejar atrás esa molesta regeneración, Riser intento quemar a su oponente pero este parecía poder resistir sus ataques.

La joven de cabello azul vio como Riser arrojaba a Luis contra un muro y quería rematarlo pero una poderosa explosión de poder destructivo lo derribo, esas heridas no se curaban con tanta facilidad e incluso su sangre estaba cayendo al suelo, el joven rubio se levanto de un salto y corrió en dirección a Riser golpeándolo en el rostro cuando aun estaba en el suelo.

Xenovia: necesitas un arma con poder divino para herir a un demonio, toma esto y déjala en tu otra mano —Le entrego la cruz de plata que había quitado de su cuello y sujeto su espada con ambas manos preparándose para luchar— creo que eres fuerte, no me decepciones y ayúdame a derrotar al desgraciado

Luis: ya veremos quien es el mas fuerte mocosa exorcista —Le sonrió un poco para despues volver a su expresión seria mientras apretaba sus puños mirando a Riser medio muerto levantarse del suelo— hay que demostrar que los humanos podemos ganarle a quien sea

Riser: ¡Malditos humanos! —Podía sentir el sabor metálico de su propia sangre en la noca y era imposible ignorar el aura sagrada de esa espada, se enfrentaba a un par de oponentes muy fuertes y que tenían todas las ventajas contra él—

Una persona sensata se habría retirado a una posición donde sus oponentes perdieran la ventaja, pero Riser no era sensato, su orgullo le impedía reconocer que estaba perdieron contra dos humanos insignificantes, ataco con dos grandes torrentes de fuego pero Luis corrió directo contra él cubriendo su cuerpo con esa aura verde mientras Xenovia esquivaba el ataque.

El contraataque fue devastador ya que la gran velocidad de Xenovia fue aprovechada usando su espada para cortar su estomago y de no ser por tener que retirarse lo habría destripado, pero Luis reunió todas sus fuerzas e impacto su puño directamente contra el pecho de su oponente.

La honda de choque pulverizo la mayoría de sus órganos, el corazón sufrió un infarto, los huesos se pulverizaron y sus pulmones explotaron, si a todo eso se agregaba que los dos oponentes tenían algún arma con energia divina el efecto se multiplicaba varias veces además de neutralizar su regeneración.

Luis: esto va por mis compañeros maldito desgraciado —Se arrodillo sobre su pecho sintiendo como la carne estaba blanca y golpeo varias veces el rostro de Riser hasta que sus nudillos estaban cubiertos de sangre—

La joven vio esto y no parecía molestarle, ella le hizo peores cosas a otros demonios callejeros para sacarles información que necesitaba en sus misiones, dejo que su compañero se desquitara por un rato hasta que vio como el cuerpo de Riser dejo se moverse y sus intentos de defensa terminaron.

Xenovia: hay que deshacernos de este sujeto —Dejo que Luis se levantara y entre los dos arrastraron el cuerpo de su victima hasta la orilla del muelle y reviso todo lo que tenia Riser en la ropa— que interesante

Su compañero no hablo mucho y se limpio las manos con un trozo de tela mientras miraba como Xenovia sacaba un par de frascos que por su simple apariencia seguramente valían mas que la casa de sus padres, se acerco a ella para ver uno pero ella se lo impidió envolviéndolos en un pañuelo.

Xenovia: guarda esto y no lo rompas —Tomo a Excalibur y volvió a envolverla con las vendas que antes había usado y toco su hombro sintiendo que estaba lastimado tras el largo combate que tuvo contra los demonios— ¿Ahora que hacemos?

Luis: tenemos que ir con los demás —Guardo los frascos en su abrigo y pateo el cada ver de Riser hacia el rio Nilo para que los cocodrilos lo devoraran al igual que los demás muertos en ese combate— despues necesito que me digas mas acerca de como cazar demonios, seria de mucha ayuda

Los dos jóvenes se alejaron de la escena mientras escuchaban como los cocodrilos se acercaban nadando y comían los cuerpos de aquellos que estaban muertos o demasiado heridos para defenderse, desde donde estaban se escuchaban las explosiones y como el cielo se iluminaba por el combate aéreo.

Zona residencial abandonada

Los seres humanos siempre nos imaginamos a los monstruos como seres horrendos que no se asemejan en nada a una persona común, creen que tienen algún rasgo animal o algo que los separa de nosotros, pero la realidad es que los monstruos mas peligrosos somos nosotros mismos, disfrazados como seres racionales que pueden disfrutar de hacer daño y marginar a nuestros oponentes.

En esos momentos Ralf estaba corriendo entre las calles escuchando como los edificios eran demolidos por un Sairaorg que se encontraba furioso al ver su carnicería, las casas caían con daca golpe y esto provocaba que los lugares para esconderse se redujeran de forma considerable, pero todo ya estaba planificado.

Para luchar contra alguien mucho mas fuerte que tú necesitas dos cosas, la habilidad de contraatacar y una mente mas afilada que la mejor espada, en este caso la mente de Ralf era el equivalente a tener una bomba de tiempo que te explotaría en la cara en el mejor momento posible para dejarte ciego y despues cortarte los brazos.

Tras una larga carrera el muchacho con la mascara entro a una vieja iglesia empujando la puerta con un poco de dificultar ya que estaba bloqueada, pero con solo usar su cuchillo por la puerta esta se rompió como si fuera de palillos de dientes, al entrar corrió por el lugar analizando cada rincón y esquina creando un mapa mental en su cabeza.

Una vez que termino de analizar el lugar fue hacia la mesa de los sacramentos sacando las cosas de la misa, sonrió un poco y comenzó su labor para crear la trampa perfecta y volver aquella iglesia la tumba del joven demonio mas fuerte de su generación, esta vez la mente retorcida  del asesino se sobrepondría sobre la fuerza y la virtud

Pero mientras aquel asesino se preparaba para la ultima batalla Ali y Asia corrían por los techos de esa zona buscando una nueva zona donde esconderse para seguir su casería, tan solo en las horas que llevaban en la ciudad ya había agregado varias victimas a su lista, algunos suboficiales y francotiradores.

La joven ex monja se encontraba cargando una mochila con suministros médicos y se aseguro de que la pistola que cargaba en su cinturón estuviera cargada ya que si en algún momento su compañero necesitaba ayuda ella podría apoyarlo, no tenia la intensión de matar pero hasta ahora tenia planeado herir a su adversario.

Tras correr por algunos minutos el joven egipcio se quedo en una azotea, cargo su arma y apunto su arma en dirección al sur ya que desde hacia un rato escuchaba como varios pasos y gritos se acercaban a su posición, se tiro en el suelo y cargo una bala en la recamara de su rifle.

Ali: Asia vigila la entrada, si algo se acerca le disparas y nos largamos de aquí —Trato de apuntar pero era difícil apuntar de forma correcta cuando sus objetivos estaban tan desordenados y no lograba localizar al hombre a cargo del grupo—

Asia: no estoy segura de que tan seguro sea este lugar —Se quedo arrodillada esperando a que alguien subiera las escaleras ya que suponía que alguien intentaría subir apenas los localizaran en ese lugar—

Aquel francotirador estaba apuntando en dirección a una calle amplia, espero por algunos minutos hasta que al fin vio salir a dos soldados que parecían buscar a alguien, respiro lentamente y se aseguro que la mira de hierro estuviera lista, hizo varios cálculos mentales y una vez termino apretó el gatillo derribando al primer enemigo con una bala en el pecho.

Recargo su arma y volvió a disparar pero esta vez le dio al compañero en la cabeza, no esperaba hacer eso pero estaba bien, se levanto y estaba por pedirle a su compañera que fuera con él cuando escucho el sonido de un motor acercándose, volteo su cabeza y se quedo con la boca abierta al ver como salía un tanque franceses Char B1 que estaba apuntando hacia ellos.

Ali: ¡Corre! —Cargo sus cosas y corrió hacia las escaleras sabiendo que solo tenia algunos segundos antes de que aquel tanque disparara contra ellos—

Llego a las escaleras con Asia y la explosión destruyo parte de la estructura, podía escuchar como alguien derribaba la puerta principal ya que solo era un edificio de cuatro pisos, tenían que salir de allí o se enfrentarían a un grupo de soldados furiosos tras un calvario y un francotirador que había estado matándolos desde hacia ya varias horas.

Al: ojala tengas una ametralladora o algo por el estilo, necesitamos algo de fuego de respaldo, no podremos detenerlos solo con una pistola y un rifle —En el segundo piso se detuvo corriendo para escapar por alguna de las ventanas ya que estaba en desventaja numérica—

Asia: solo tengo esto —Le mostro la pistola de su bolsillo y el muchacho casi grita ante la frustración, vio la ventana que estaba frente a ellos y la abrió— 

El muchacho salió a la cornisa con Asia y miro hacia abajo, era una larga caída y lo mas probable es que si caían se lastimaran las piernas y muchos otros huesos, estaba por volver dentro cuando una lluvia de balas destruía la ventana y casi lo acribillaba, estaba por saltar cuando la joven de cabello rubio lo abrazo contra ella y salto al vacío.

La caída fue lenta por lo que aterrizaron con seguridad, Asia parecía cansada y sujetaba un Orbe Operativo Zero que llevaba en su cuello, Ali tomo su mano y corrió entre los callejones pero se detuvo tras toparse con cientos de cadáveres en el suelo que habían sido despedazados por algún arma de fuego ya que había muchos casquillos de bala en el suelo.

Estaban por irse cuando vieron la gran silueta de Sairaorg frente a ellos, Ali se quedo paralizado en su lugar mientras sujetaba su arma sintiendo que estaba en presencia de alguien realmente peligroso, Asia por instinto puso su mano en la empuñadura de su arma mirando al hombre que media casi dos metros de altura y tenia una consistencia muy imponente.

El heredero del clan Bael miro a los dos individuos por algunos segundos y vio como estaban vestidos como personas normales, quizás Asia podría ser una turista y Ali su guía, bajo circunstancias normales los interrogaría pero tras ver lo que hizo el asesino a esos demonios no pudo evitar pensar que debería detenerlo antes de que creara un verdadero infierno.

 Sairaorg: aléjense de aquí antes de que ese asesino los encuentre —Los dos no replicaron y salieron corriendo en dirección a la zona del centro para encontrar a Walfrid y su grupo para apoyarlos— 

Escucho el sonido de las campanas de una iglesia y su mirada se encontró con la figura del enmascarado sobre la torre del campanario, inclinándose como si diera las gracias a los espectadores, despues de eso del suelo levanto a un hombre que tenia una soga en el cuello y lo arrojo hacia el vacío dejando que se rompiera su cuello.

Al ver esa acción el joven demonio corrió a toda velocidad hasta llegar a la entrada de la iglesia, podía sentirse un poco débil debido al lugar consagrado y todos los objetos sagrados en el interior pero no era lo suficientemente fuerte como para hacerlo retroceder, golpeo la puerta y esta se abrió de golpe sin romperse o astillarse.

En el fondo estaba su retador, sentado en una silla bebiendo una taza de té acompañado por algunas galletas de una caja metálica, cuando lo vio llegar dejo su taza de lado y por primera vez tomo la iniciativa arrojando una lluvia de cuchillos contra él pero estos no parecían afectarlo por lo que bajo sus brazos.

Ralf: es mucho mas duro de lo esperado —Saco una extraña pistola con un gancho en la punta y la señalo al techo— pero nada es indestructible, solo hay que saber en que punto golpear el diamante para romperlo

Sairaorg: ya se terminaron los juegos —A toda velocidad corrió y en lo que tardas en parpadear ya estaba frente a su oponente listo para golpearlo, pero en ese momento sintió como estaba en su estomago el cañón de un subfusil— ¿Crees que eso me lastimara?

El enmascarado disparo contra el estomago del demonio vaciando el cargador de tambor en menos de un minuto, el joven de cabello negro por primera vez sintió un gran dolor en su estomago y sintió como una substancia tibia bajar por su estomago, Ralf logro escapar y rodo tras uno de los pilares.

Sairaorg: ¿Qué es esto? —Las balas habían logrado hacerle un gran daño en el cuerpo y sentía como si una o dos balas hubieran logrado penetrar su abdomen, volteo su mirada hacia donde estaba su oponente pero este ahora estaba de pie sobre el aire—

Ralf: oh gran señor, un poderoso hombre que sobrevivió a disparos de cañones y destruye tanques con sus manos no debería ser lastimado por un simple golpe de una arma —Tenia una sonrisa en su rostro y en sus manos había tenia muchos cuchillos entre sus dedos— no se preocupe, cuando terminemos no podrá sentir nada  

Una lluvia de cuchillos fue lanzado hacia su oponente que se cubrió con sus brazos y en ese momento sintió como aquellas afiladas cuchillas atravesaban su carne, Sairaorg estaba furioso por lo que con un simple movimiento de su brazo produjo una gran ráfaga de aire que impidió que llegaran mas cuchillos hasta él.

Esperaba que el techo se rompiera pero este solo se fracturo un poco, el enmascarado continuaba su acoso al joven que intentaba alcanzarlo pero noto que había algo en el aire, miro a su alrededor y estaba saliendo mucho vapor de los pasillos de la iglesia, pero la peor parte aun no llegaba, quería seguir a su oponente pero noto que había muchos cables enredados entre los pilares como si fueran una telaraña.

Sairaorg estaba furioso por lo que no lo dudo ni un segundo antes de golpear los pilares y destruirlos como si fueran de papel, los alambres cayeron al suelo y vio como su oponente estaba tomando mas cuchillos para atacarlo pero esta vez se adelanto y antes de que lo atacara lanzo un poderoso golpe con su brazo derecho.

El enmascarado tomo una bandeja y la uso como escudo logrando detener el impacto inicial, pero de todas formas la fuerza fue demasiada y lo lanzo contra un muro destruyendo varias estatuas en el proceso, pero no se detuvo y esta vez corrió hacia su oponente y cuando se estaba levantando lanzo una patada directa a su estomago.

Sairaorg: se termino el juego, e visto a enemigos mas fuertes caer tras el primer golpe y creo que ya fui demasiado tolerante contigo al permitir que vivas tanto tiempo tras todo lo que haces —Levanto por los aires a su enemigo y lo golpeo en el rostro destruyendo la parte inferior de la mascara revelando una sonrisa diablo cica— ¿Qué es tan divertido?

Su mente estaba nublada por la ira, por lo regular siempre peleaba sobrio y con cada movimiento fríamente calculado, pero ver como despedazaba a sus hombres, como jugaba con los cadáveres y hacia mofas acerca de sus muertes le hacia hervir la sangre, quizás su única pregunta era como había logrado soportar tanto castigo siendo que demonios de sangre pura caían tras el primer golpe.

Ralf: "La ira es el veneno que te tomas esperando que muera el otro" —Se levanto tambaleándose hasta quedar justo frente a la mesa de los sacramentos y sus manos estaban extendidas en esa superficie— usted ya bebió el veneno y ahora esta en sus venas, su conciencia duerme y permite que la maldad pueda trabajar en las sombras con tranquilidad

Aquel hombre de cabello negro llego hasta estar frente a Ralf y lo tomo del cuello levantándolo del suelo, podía ver algunos hilos de sangre derramarse por sus comisuras y levanto su puño para dar un golpe fulminante, esperaba alguna señal para pedir clemencia, pero solo seguía sonriendo.

Sintió una pequeña gota de agua golpeando su brazo pero eso era irrelevante, su oponente saco una pistola pero esta fue disparada hacia el techo desperdiciando sus ultimas tres balas, en realidad ya no importaba, podía tener un rifle o un cañón y no le harían ningún daño al joven demonio mas fuerte del inframundo.

Estaba por golpearlo cuando una gran cantidad de agua descendió sobre el, pero esta lo quemaba, se veía como vapor emanaba de su cuerpo, sentía como ardía y su piel se oscurecía, grito por primera al sentir la agonía de la muerte, pensó que era acido o algún veneno mágico, pero en su lugar vio que su oponente estaba de pie frente a él.

Ralf: caballero, me alegra comunicarle que solo es agua vendita, inofensiva para los humanos, pero un veneno letal para los demonios, fue un placer luchar contra usted caballero Sairaorg Bael, pero mi señor me espera y no seria educado dejar que me espere —Toco un pilar de la iglesia y despues se quito la capa moviéndola en el aire— Rondo's blessing

Agito la capa en el aire y esta corto los pilares con facilidad, la estructura estaba débil por los constantes ataques de Sairaorg para destruir sus telarañas y cortar los últimos millares fue como talar un árbol lleno de termitas, la edificación comenzó a caer en pedazos con pesados escombros descendiendo sobre ellos.

Sairaorg: ¡No moriré aquí! —Saco un frasco de su bolsillo y pretendía destaparlo para usar su contenido pero en ese momento una gran roca lo golpeo desde arriba haciendo que lo soltara para sostener la roca con ambas manos— ¿Por qué no la puedo levantar?

Ralf: si sobrevive será un placer invitarle una taza de té, pero me temo que de momento necesito algo mas de usted —Tomo un cuchillo y en un movimiento rápido le arranco su ojo derecho y le corto sus tendones dejando que la roca lo aplastara— 

Lanzo el gancho que usaba para moverse entre los edificios y logro escapar del derrumbe por la ventana que tenia la cúpula antes de ser sepultado junto a su oponente, el ruido de la caída fue ensordecedor y el muchacho de la mascara rota se sentía agotado tras un combate tan extenuante, tenia una fractura en la mandíbula, tres cosillas astilladas y posiblemente tenia algún daño en el hígado.

Pero de todas formas aquel asesino estaba mas que feliz al ver como logro vencer a su enemigo de esa manera, no solo se enfrento a la persona mas poderosa de la generación joven, gano y logro vencerlo desde antes de comenzar el partido, todo lo que hizo fue para llegar a ese momento único de oportunidad.

Debilitar su agudeza mental, hacerlo entrar en cólera y obligarlo a luchar en un espacio cerrado que resistiría sus poderosos ataques, hacerlo contenerse para disfrutar de matarlo a golpes en lugar de un solo ataque fulminante, hacer que entre a un lugar bendito para debilitarlo y hacer que se aferre a la idea de que escapa.

Pero antes tendría que obligar al sacerdote a bendecir un tanque de agua para crear niebla bendita para debilitarlo y hacer que sus golpes fuertes no lo mataran al instante, durante el clímax lo llevaría bajo el tanque de agua antes debilitado para empaparlo y segarlo temporalmente con el agua bendita mejorada gracias a su habilidad para volver los objetos armas divinas.

Como cierre de ese acto derribaría el edificio sobre su oponente ya débil y le haría ver la desesperación, ese hermoso color que lo domino durante algunos segundos antes de ser aplastado por la edificación, una secuencia dramática envidiable para un director de teatro que tuvo que coordinar e incluso arriesgo su propia vida.

Camino entre los callejones hasta llegar a un contenedor de basura y saco a un viejo sacerdote, este estaba aterrado al verlo de nuevo y balbuceaba cosas sin sentido, pero Ralf le tapo la boca con un dedo sobre sus labios y se acerco hasta que estaban frente a frente con sus miradas chocando.

Ralf: como prometí regrese por usted y le dejaría ir —Saco una pistola y la metió en la boca del sacerdote mientras amartillaba el gatillo disfrutando del pánico de su victima con cada clic que hacia el arma— pero esas fotos secretas que encontré en su caja fuerte no me gustaron, de ser un caballero seria imperdonable romper el pacto, pero no tengo obligación alguna con la escoria

Escucho aquellos gritos desesperados y tiro del gatillo disparando y manchando la pared con sangre, saco de su ropa varias fotos de mujeres jóvenes y otras personas en situaciones comprometedoras, además de algunas imágenes de cadáveres y las rego sobre el cuerpo antes de irse cantando a todo pulmón el puente de Londres esta cayendo.

Una victoria diabólica y cobarde sobre el virtuoso joven demonio que soñaba con superar a todos sus contrincantes con su fuerza, un sueño que se podría desvanecer ahora que se encontraba sepultado bajo toneladas de escombros y agua bendita mientras aquel diabólico asesino se retiraba para seguir con la carnicería.  

Con Walfrid y Tanya

El hombre de cabello negro estaba luchando a gran velocidad contra los dos peones y reina de Rias y Sona, aquel cuchillo estaba causándoles profundos cortes en el cuerpo y también golpeaban los cuerpos de su oponente, tenia varias heridas pero estaba en buenas condiciones todavía, aunque no decía lo mismo de sus oponentes.

Akeno fue su principal objetivo, le hizo varios cortes para impedir que ella lo atacara ya que esos rayos que le lanzo lograron causarle daños muy severos, ella tenia una grave hemorragia en su brazo derecho y estaba teniendo que distraer sus acciones entre impedir desangrarse y evitar que su oponente la matara en un descuido.

Issei fue con quien mas se ensaño ya que si bien quería neutralizar la amenaza de Akeno ese muchacho le saco de quicio, con el daba golpes críticos para romper sus costillas y ahora su próximo objetivo era romperle los brazos para que dejara de ser una amenaza mas a sus planes.

Walfrid: creo que esto es aburrido, tengo que ayudar a mis compañeros en el aire pero estoy atrapado aquí con ustedes... —Esta vez acelero el tiempo de él y paralizo por completo a Saji que no pudo defenderse de un corte en su estomago que lo atravesó hasta la espalda— no me importa lo que tenga que hacer o si tengo que arrancarles las alas para poder arrojarlos por barrancos, esto no termina hasta que estemos todos muertos

El tiempo volvió y el muchacho rubio cayo al suelo sosteniendo su estomago ante el insoportable dolor y ver como la sangre estaba emanando por montones de su herida, Tsubaki quiso ayudarlo pero Walfrid apareció tras ella haciendo una llave en su brazo para someterla y despues saco su pistola disparando contra Issei que intento dispararle con su Sacred Gear.

Tanya: ¡Deja de lucirte y ven a ayudar! —Le grito con una evidente molestia mientras cargaba de poder una de sus balas apuntando hacia donde estaba su líder de equipo— ¡Los  hare pedazos y se los daré a los cerdos malditos bastardos!

Disparo y su jefe tuvo que correr ya que apenas impacto la bala con el suelo una gran explosión se expandió arrasando con una manzana entera, Walfrid salió de los escombros tosiendo un poco por el polvo y floto en el aire usando du Orbe Operativo. no sabia si sus oponentes sobrevivieron pero era seguro que nadie se levantaría de ese ataque.

En el aire estaban luchando contra los diferentes demonios que se encontraban en el área, Dimitri estaba usando un arco de luz para disparar contra sus enemigos mientras volaba con agilidad esquivando los disparos dejando atrás solamente algunas plumas negras, Visha tenia pocos problemas para luchar y sabia que solo había que neutralizar a quien pudiera volar.

Dimitri: Tenemos que retirarnos, estoy seguro que si nos quedamos demasiado tiempo por aquí estaremos acabados —El tenia un Orbe Operativo por lo que el mismo escudo esférico lo protegía de los constantes ataques que llegaban hasta él—

Estaba a punto de atravesar el cuerpo de uno de sus oponentes con su espada cuando una gran cantidad de energia roja que destruyo el escudo que lo protegía, retrocedió algunos metros y vio como Rias seguía atacándolo por lo que tenia que evitar esos rayos que estaban destruyendo los edificios que había en el lugar.

Walfrid: tu ve a ayudar a Walfrid, yo iré por Visha y nos largamos de aquí —Miro a Tanya que asintió con la cabeza volando a gran velocidad en dirección a Dimitri que contraatacaba los constantes ataques de la joven de cabello carmesí— 

La batalla estaba empeorando todo lo que ocurría y la ciudad del Cairo era demolida con cada ataque de esos combatientes, Walfrid estaba herido pero podía seguir luchando pero las heridas que le hicieron eran suficientes como para que no le quedaran mas que unos cuantos minutos de energia para poder retirarse.

Pero todo estaba por empeorar, el cielo estaba negro por incendios diferentes esparcidos por toda la ciudad, esta vez no mostraban piedad, destruían todo a su paso y no les parecía interesar que había cientos o miles de personas muriendo en el fuego cruzado, un crimen mas a su larga lista de crímenes de guerra.

En medio de aquel incendio estaba Dimitri utilizando una espada de luz para intentar alcanzar a Rias que seguía atacando sin darle un respiro, estaba muy cansado por haber combatido durante varios minutos y luchar contra una persona que parece nunca agotarse es un problema muy grande

Rias: deberías rendirte y dejar que te llevemos a nuestra base, no creo que tengan problemas en dejarte vivir, incluso te podría adoptar como uno de mis siervos, quizás uno de mis caballeros —El muchacho cambio su espada por un arco y creo una fecha de luz con la que le apunto—

Dimitri: eso le dijeron a mi padre, que no luchara y fuera un esclavo mas del sistema, te adelantare el drama... todos murieron como esclavos ¡Perder mi libertad nunca será una opción! —Disparo la flecha y esta se dividió en seis ases de luz que chocaron contra el escudo protector de la heredera del clan Gremory creando una gran barrera de humo—

Rias: supongo que te podre llevar en pedazos —Disparo una vez mas y este ataque logro dar en su rostro destruyendo parte de la mascara y desintegrando su ojo derecho— ríndete o seguirá tu pierna

Ella seguía sin un rasguño y parecía tener energia para un largo rato, no por nada era considerada una de los jóvenes demonio mas poderosos solo por detrás de su primo Sairaorg, por su parte Dimitri apretó sus dientes e ignoro su dolor volviendo a disparar sus flechas pero obtuvo el mismo resultado, solo que esta vez el ataque dio en su pecho arrojándolo por los aires hasta chocar con una pared.

Sus plumas negras estaban regadas por el suelo y tenia una gran herida en su pecho que le impediría moverse, la joven estaba por rematarlo cuando una de las balas explosivas de Tanya casi logra herirla, esta vez la princesa de la ruina carmesí ya no estaba jugando y lanzo un poderoso ataque contra Tanya la cual logro resistir el impacto con su escudo y cuando llego frente a Rias disparo a quemarropa contra ella.

Tanya: metete con alguien a tu nivel mocosa malcriada —Ella no tenia tiempo que perder, Dimitri estaba en un estado terrible y por lo que escucho del combate detrás de ella había muchos mas demonios de los que esperaba—

Rias: esto no a terminado —Quería disparar contra su oponente ya que aun se encontraba en pie pero una bala la impacto en el hombro derribándola— ¡Quien fue!

Sus oponentes no esperaron y se fueron volando mientras Rias disparaba contra los edificios cercanos buscando al francotirador, pero su agresor estaba en un edifico empacando sus cosas, sabia que pronto llegaría un bombardeo y quería salir de ese lugar antes de que todo se volviera una bola de fuego gigante.

Ali: nos tenemos que ir Asia, alguien necesita ayuda y yo no puedo seguir atacando desde este punto —Recogió sus pertenencias y se dirigió a la salida mientras que Asia revisaba que nadie se acercara a ellos—

Asia: no viene nadie —Corrió en dirección a la planta baja mientras tomaba su pistola para disparar a cualquiera que intentara atacarlos, no tenia la intención de matarlos pero quería ser capas de defenderse—

Pero mientras bajaban escucharon el inconfundible sonido de una sirena antiaérea, este sonido estaba inundando la ciudad y era debido a la presencia de decenas de aviones que estaban viajando por el aire con dirección a la ciudad capital de Egipto, esto era una mala señal para todos ya que creían que los ataques se restringirían a Alejandría.

Pero lo que no sabian era que esos aviones tenían una carga mucho mas letal que unas bombas comunes, estaban cargados a su máxima capacidad con magos especializados en combate traídos directamente del norte de Italia y Yugoslavia tras la aplastante victoria de unos cuantos meses atrás.

Ahora la Operación Prometeo ya no tenia vuelta atrás, atacarían por completo a Egipto y cerrarían el mediterráneo como parte de su estrategia para obligar a los Aliados a tomar rutas comerciales mas largas y donde sus buques serian blancos fáciles para sus submarinos, estaban apostando en grande e incluso la Unión Latinoamericana estaba arriesgándose a perder algunas ciudades importantes.

Los Aliados atacaron de forma sorpresiva y casi causan el colapso de Alemania y varios paises americanos en los primeros meses de batalla, ahora era su turno de tomar la iniciativa para demostrarles que debieron haberse olvidado de una guerra contra ellos, pero también le dejarían un mensaje claro a los seres sobrenaturales "No nos rendiremos con facilidad".

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