El mundo sobrenatural

El mundo sobrenatural había temblado hasta sus cimientos ante el espectáculo que se había mostrado en  Roma, no solamente vieron como los humanos fueron capaces de luchar en contra de una de las razas mas poderosas de todo el mundo sobrenatural, todos lo vieron, no solo la mitología bíblica, muchas otras facciones vieron esto y se dieron cuenta que la humanidad se estaba fortaleciendo.

Durante milenios diferentes dioses vieron como los humanos recurrían a ellos en busca de esperanza y poder, pero ahora los seres que estaban en lo mas bajo de la jerarquía de poder estaban ascendiendo sin darse cuenta, lo peor es que temían que ellos se dieran cuenta del poder que tenían en conjunto.

La humanidad era la especie mas numerosa en todo el mundo y eso no era una novedad, con tantos años de existencia su especie demostró no tener problemas para adaptarse a diferentes entornos, tenían una taza de natalidad alta por lo que lograron poblar la tierra con facilidad y aprendieron a luchar con gran facilidad.

Seres como los demonios eran naturalmente mas poderosos que un humano, hasta los mas débiles podrían luchar con facilidad con un humano desarmado, pero ahora la situación era diferente y los seres humanos aprendieron que si no podían ganar una guerra usando solamente la fuerza natural crearían armas para equilibrar el campo de batalla.

Debido a que los seres sobrenaturales se habían confiado de su propia fuerza nunca buscaron mejorar sus armas, creían que los humanos nunca superarían su magia y poderes, pero desde que la humanidad en general conoció la magia crearon armas y pronto supieron que eran capaces de derrotar a los ejércitos de las diferentes facciones.

Tanya Von Degurechaff fue la primera muestra de que los magos estaban volviendo a los ejércitos humanos autenticas amenazas para el mundo sobrenatural y el dominio que habían tenido desde las sombras, entre mas fuerza consiguiera la humanidad mas distantes serian las posibilidades de poder cerrar nuevamente esa caja de pandora. 

Para la facción bíblica fue una lección muy dura que estaban aprendiendo por las malas, las fuerzas expedicionarias que habían enviado a la tierra se suponía que deberían ser suficientes para someter a los ejércitos convencionales, pero con los magos y la artillería mejorada los humanos de las Potencias Centrales resistían los ataques y eran capaces de hacerlos retroceder.

 Había muchas cosas que intrigaban a los aliados sobrenaturales de las Potencias Aliadas, una de ellas fue que sin importar cuanto se esforzaran no podían teletransportar a nadie detrás de las líneas enemigas, su plan inicial para la victoria contemplaba que enviarían a sus soldados a las principales ciudades de las Potencias Centrales para obligarlos a rendirse, pero desde el comienzo de la guerra fueron incapaces de teletransportarse ni un metro detrás de la lineal del frente.

Para la frustración de los ángeles, ángeles caídos y demonios en ningún momento podrían hacer sus acostumbrados ataques sorpresa y movimientos rápidos, teniendo que resignarse a luchar contra el grueso de los ejércitos humanos y soportar perdidas, que si bien eran inferiores a las de los humanos la población con la que tenían no era tan numerosa y su taza de natalidad era demasiado baja.

Podrían matar a decenas soldados humanos y estos serian remplazados en las siguientes horas, pero perder a tantos ángeles y exorcistas entrenados en una sola noche sin poder dar de baja a ninguno de los atacantes del vaticano era un duro revés para los ángeles que eran los que menos querían herir a los humanos.

Gracias a Zero y sin que nadie lo supiera el mundo entero pudo ver en primera fila como el grupo de Walfrid y Tanya destruían la ciudad que se suponía nunca caería, para Italia fue un golpe crítico que si el país hubiera sido un ser humano habría sido el equivalente a romperle los brazos y piernas, los dejo fuera de combate demasiado tiempo y aunque se levantara nuevamente su ejército perdió liderazgo y tardaría aún más en prepararse para soportar los ataques alemanes.

En el Inframundo ver cómo un grupo de locos humanos vencía a ángeles de incluso tres pares de alas era suficiente para que muchos pensaran que estaban siendo engañados, había humanos excepcionalmente fuertes, pero nunca vieron a alguien ser capas de destruir la ciudad fortaleza del Vaticano, que si bien estaba poco resguardada por la guerra seguía teniendo una fuerza formidable.

Michael, el líder de los ángeles, estaba muy preocupado no solo por la destrucción de su principal base en el mundo humano, vio regresar a un enemigo que se suponía habían derrotado apenas 400 años antes y les había costado la muerte de muchos de sus hermanos y hermanas en una guerra que casi los extingue.

Los dioses Mexicas fue una facción mitológica muy poderosa en el pasado, con un poder tal que al momento de llegar a américa tuvieron que enviar a ejércitos enteros y ni siquiera los derrotaron del todo, solamente los sellaron y de esa manera no podrían interferir en sus planes a futuro para américa.

Pero ahora el dios mas temible de todos estaba de vuelta, el dios de la guerra y el sol del amanecer ataco su base y salió victorioso, Huitzilopochtli, el dios que lucho contra los serafines saliendo victorioso y que al final solamente murió cuando enviaron a varios usuarios de Longinus, Sacred Gear y Michael en persona lucho contra él saliendo gravemente herido.

Esperaban que su arma la transformaran en una Sacred Gear pero fue un fracaso ya que tenia vida propia y se retiro, deberían tener cuidado y comenzar a enviar ordenes a sus subordinados para eliminar a esa reencarnación humana o de lo contrario se enfrentaban a que intentara liberar a sus hermanos y comenzara otra guerra.

Michael: ordenen que envíen mas tropas a los Aliados en México, quiero que tomen el control sobre la capital lo antes posible, no quiero que nadie descubra como liberar a esos monstruos e intenten generar caos de nuevo —A pesar del bondadoso corazón del ángel el mejor que nadie sabia que no podían permitirse perder—

Preparo a su ejercito para marchar a la guerra en un pais que no había visitado desde hacia algunos siglos, pero a diferencia de esa ocasión donde nadie pudo predecir que ellos atacarían primero, ahora México estaba unificado en un pais que se curtió en la guerra y estaba preparado para luchar hasta la ultima gota de sangre.

En el inframundo se habían reunido los cuatro reyes demonios para debatir sobre la amenaza que representaban esas personas para su seguridad, era común enfrentar amenazas menores como rebeldes o demonios callejeros, pero rara vez había organizaciones como esas personas que atacaron a sus aliados.

Trataron de investigar mas acerca de las identidades de aquellas personas pero no tuvieron éxito, lo mejor que podían hacer en ese momento era actuar con cautela y pedir información a sus aliados debido a que no podían subestimar a sus enemigo.

Ajuka Beelzebub era uno de los reyes demonio y estaba fascinado por las habilidades de aquellos seres, pensaba en que podría haber hecho que pudieran accedes a poderes como hacer temblar la tierra y el cielo, manipular el tiempo de las personas o tener un poder semejante al sol.

Para él seria conveniente poner de su lado a esas personas y de ser posible convertirlos en subordinados, porque matar a la gallina de los huevos dorados si puedes aprovecharla al máximo para tu beneficio, con esa mentalidad fue que Ajuka desidia proponer algo a sus compañeros.

Ajuka: propongo que podríamos enviar a un grupo para buscar a esas personas, que los puedan persuadir para unirse a nosotros y matar dos pájaros de un tiro, eliminamos a un oponente peligroso y conseguimos nuevo material para investigaciones —Todos lo miraron con evidentes dudas acerca de su plan y el peligro al que estaban exponiendo a los enviados— sus hermanas menores podrían ser perfectas, son jóvenes y podrían entenderse con esas personas

Serafall: ¡Estas loco si crees que dejare que envíes a Sona a buscar a esos locos! —La furia de la única mujer en esa mesa causo que por un momento Ajuka pensara en como no terminar congelado—

Planeaba buscar la ayuda de su amigo pero Sirzechs parecía igual de molesto de Serafall ante la idea de enviar a su amada hermana menor a buscar a un grupo de guerrilleros y asesinos que hasta ese momento ya habían matado a miles de civiles y soldados, además de que había varias acusaciones en su contra por haber torturado a algunos soldados.

Desde el punto de vista de los dos hermanos mayores eran criminales peligrosos y si enviaban a sus hermanas a buscarlos solamente conseguirían que resultaran heridas o peor, pero el rey demonio de cabello verde oscuro tuvo una carta bajo la manga que podría resultar en que aceptaran su sugerencia.

Ajuka: supongo que no se dan cuenta que esto es bueno para ellas, se supone que las dos entraron al servicio militar para escapar de sus compromisos forzados —Los dos le miraron con recelo acerca de que estaba hablando— supongo que si logran desaparecer a una gran amenaza podríamos darles algún premio y la recompensa seria anular sus matrimonios

 Al escucharlo ambos parecían considerar las opciones que se les ofrecía, en el inframundo la pureza de la sangre era algo muy importante debido a que eso ayudaba a saber que tan poderosos serian sus descendientes,  por esa razón es que a los demonios nobles tenían matrimonios arreglados para que la pureza de la sangre continuara.

En el caso de Rias Gremory y Sona Sitri eran hermanas de los reyes demonio por lo que todos creían que sus hijos podrían dar paso a una generación muy poderosa, esta claro que ellas no querían a sus prometidos forzados pero el mundo no era justo y aunque sus hermanos quisieran no podrían librarlas de sus matrimonios sin muchos daños colaterales.

Los dos reyes demonio al final decidieron aceptar y permitirían que sus hermanas con sus noblezas buscaran a esos humanos para tratar de convencerlos de unirse a ellos, nadie sospechaba que podrían estar enviándolas a una misión destinada a fracasar y podría terminar muriendo a causa de la naturaleza conflictiva del grupo.

Al final de las tres facciones estaban los ángeles caídos, eran el grupo menos numeroso debido a la guerra de las facciones y en esa guerra eran la facción que menos había aportado en cuanto a enviar tropas al frente de guerra, entre todos ellos estaba Azazel leyendo los informes de la batalla en Roma.

Azazel era un hombre exentico a la vista de muchos, pero nadie negaría que era un genio en la investigación a la par de Ajuka, pero a diferencia de su contraparte el hombre de alas negras estaba interesado en las Sacred Gear y su funcionamiento por lo que siempre investigaba cual era su funcionamiento.

Al ver la batalla noto de inmediato que muchos de ellos usaban armas diferentes a las que hubiera visto antes, había investigado los Orbes Operativos pero siempre que estaban a punto de capturar alguno el mago lo autodestruía y se quedaban sin nada, le pareció interesante ver las armas de ese hombre con ojo de reloj y el joven que destruyo el Vaticano con un terremoto.

Si bien había Sacred Gear con habilidades semejantes nunca vio alguna que le diera tantas habilidades a su usuario o que pudiera destruir toda una ciudad de esa manera y sin usar ataques de energia, quería investigarlos pero hasta donde había visto ellos no parecían dispuestos a negociar con seres sobrenaturales.

No tenia medios para enviar algún mensajero por lo que tendría que esperar a que alguien los llevara ante él con vida y con eso en mente ofreció una cantidad cuantiosa de dinero por llevarlos con vida, si morían sus armas podían desaparecer y por lo tanto tendría que ser cuidadoso de no perder ese valioso material de investigación.

Pero no solo la mitología bíblica estaba planificando que haría en el futuro, había dos mitologías que parecían interesadas en los humanos que se revelaron contra lo que para muchos era la tiranía que los oprimía, los Youkai y la facción nórdica parecían interesados en los humanos debido a la transmisión que habían visto.

Los Youkai siempre se habían mantenido neutrales en los problemas del mundo exterior a sus dominios, pero recientemente habían notado que eran vigilados por seres como los ángeles caídos y demonios, no les gustaba ese espionaje y desde que comenzó varias personas habían desaparecido.

La líder de esa facción en Japón había visto como el pais se alistaba para una guerra y se preguntaba si ellos no se verían obligados a entrar en combate, ella odiaba la idea de tener que enviar a sus soldados a morir en una guerra que no les incumbía por lo que trataría de mantenerse neutral.

Por otra parte estaba Odín, el dios principal de la mitología nórdica y responsable de escoger los movimientos de su facción mitológica, vio la guerra desde el comienzo y se dio cuenta que las Potencias Centrales no comenzaron la guerra y hasta ese momento parecía que no los afectaría en absoluto el resultado de la guerra.

Pero ver como esos humanos declaraban la guerra a las facciones mitológicas que se interpusieran en su camino lo hizo sentir nerviosismo, no era la primera vez que algún humano arrogante se quería equiparar a los dioses, pero ahora no eran humanos solitarios, eran paises enteros con millones de soldados moviéndose para ganar la guerra.

 De alguna manera el siempre respeto a los humanos debido a que veía perseverancia en ellos y parecían una raza indomable salvo por sus semejantes, pero ahora ese mismo era el problema, desarrollaron la capacidad de hacerle la guerra a seres como ellos y aunque no ganaran esto solamente era el precedente para guerras humanas contra seres míticos.

Pero a pesar de sus pensamientos el prefería no interponerse en una guerra que no les incumbía, si la facción bíblica decidió desatar a Fenrir ahora ellos deberían meter su brazo en las fauces de la bestia para encadenarlo nuevamente, el nunca subestimo a los humanos pero esta contingencia lo tenia fascinado.

 Pero no solamente seres sobrenaturales vieron este combate, ciertos grupos de humanos habían visto el mensaje de Walfrid para el mundo y sintieron una emoción indescriptible, los dos humanos que vieron esto fueron un hombre de nombre Vali que al momento de ver esa imagen estaba en  Londres y otro llamado Cao Cao que se encontraba en las montañas de China.

Vali era un hombre fascinado por la batalla que buscaba oponentes fuertes para luchar, durante un tiempo estuvo al servicio de Azazel pero al final se separo de él para seguir su propio camino, se había mantenido al margen durante mucho tiempo pero al ver esas imágenes solamente pensó en una cosa, luchar.

Vio a esas personas destruyendo a los enemigos que se pusieran en su camino y la pasión con la que luchaban y solamente tenia en mente el deseo de tener un combate serio contra ellos, era tal su amor por la lucha que no le importaría entrar a un campo de batalla para buscar a su oponente y arriesgarse al fuego de artillería.

Como meta se propuso buscarlos y encontrar a su líder para luchar y saber si realmente era lo suficientemente fuerte como para divertirlo, seria un problema debido a que los territorios de las Potencias Centrales estaba bloqueado a la transportación por circulos mágicos y debería transportarse por algún otro medio.

Pero Cao Cao era diferente a Vali en cuanto a su propósito en la vida, el quería saber cuales eran los limites de la humanidad y veía como su deber exterminar a cualquier ser que amozara a la humanidad, con ese mensaje se le presento un posible aliado para sus planes en el futuro.

Cuando vio a esa persona en la imagen supo que ahora estaba frente a la oportunidad que espero toda su vida, creía que con esa guerra el podría unir a humanos poderosos a su facción, por esa razón es que se propuso como meta el buscar a esas personas para hacer que se unieran a su equipo.

El mundo entero se estaba moviendo según su propia agenda e intereses, pero todo esto ocurría mientras Walfrid y su grupo viajaban en un tren griego capturado por los turcos que los llevaría a su destino en Alemania para esperar nuevas ordenes para atacar a algún enemigo de sus paises.

Desde que escaparon de Italia Walfrid y Tanya no habían hablado con Asia y estaban esperando la oportunidad perfecta para entrevistarla, necesitaban seguridad de que no los traicionaría en ningún momento y en caso de que lo pudiera hacer ellos pudieran eliminarla antes de revelar información importante.

Los tres estaban en un vagón aislado de todos, Walfrid estaba vestido con su uniforme militar negro y Tanya tenia su uniforme militar verde, los dos conocían bien el arte de quebrar a una persona en una entrevista de trabajo, aunque a simple vista parecía que Asia se quebraría apenas la saludara.

Tanya: hasta donde tengo entendido tu eres una monja que sigue viva gracias a nuestros compañeros, no tenemos mas información de ti además de que estabas sentenciada a muerte y tienes la capacidad de curar heridas —Reviso sus notas en una libreta con encuadernado de cuero y el logo de su anterior escuadrón—

Walfrid: dinos las razones por las que deberíamos aceptarte en nuestra unidad y no enviarte a un campo de prisioneros o con la policía del estado —Era muy evidente que el joven no la enviaría a esos lugares, necesitaban un medico y no perdería un activo tan valioso por nada—

La joven de cabello rubio apretó sus puños por los nervios, ella nunca fue buena para la interacción social y menos cuando las personas que estaban frente a ella parecían listas para atacarla en cualquier momento, tardo algunos minutos en tranquilizarse y pudo contestarles.

Asia: bueno yo... puedo curarlos y se hacer algunas tareas domesticas, además de que puedo aprender rápido —Al escucharla los dos anotaron algunas cosas en su hoja de supervisión—

Tanya: como sabes estamos en guerra por lo que tenemos que matar a muchas personas, quiero saber que no interferirás en nuestras tareas, no te obligaremos a ver, pero tendrás que ser consiente que nosotros no somos buenas personas —No había nada peor que un soldado con moralidad impidiendo los labores de sus compañeros y el demonio del Rin no permitiría uno de esos soldados en su unidad—

Asia: no me gusta pero creo que no puedo hacer nada —Una vez contesto Walfrid se levanto de su asiento y le extendió una tabla con un contrato de reclutamiento con espacios para rellenar— 

La joven tomo el documento llenándolo con tranquilidad y noto que en ese documento le informaban que su esperanza de vida no era muy alta al participar en combates cercanos tras las líneas enemigas, eso era desalentador pero no tenia muchas opciones acerca de que hacer con su vida.

Walfrid: apenas lleguemos a tierras alemanas hare saber de tu presencia a mis superiores, por ahora ve con los demás, tengo asuntos que resolver con la Mayor —Espero a que ella se fuera de ese lugar y despues se sentó buscando en sus ropas una barra de chocolate—

Tanya: si seguimos reuniendo niños para el ejercito pareceremos una maldita guardería —Tomo una barra que había tomado de las raciones que enviaba el ejercito y la comió al lado de su colega—

El mayor solamente le quito importancia a lo que decía, la guerra no los esperaría y debería esperar a que sus superiores les dieran nuevas indicaciones, tendría que pelear con uñas y dientes para conservar a Asia y evitar que otros oficiales quisieran tomarla como enfermera personal.

Los dos oficiales conocían el sistema muy bien por lo que pretendían hacer que su unidad tuviera los mejores materiales disponibles, provisiones y equipos de punta, necesitaban actuar de forma inteligente y obtener todavía mas méritos para subir de posición y despues tener una vida cómodas lejos del campo de batalla en el caso de Tanya y ser recordado por siempre en el caso de Walfrid.

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