Batalla congelada

1 de Noviembre, 1939

En los helados paramos de Finlandia en medio de la vaso nula luz que había por culpa de la oscuridad de la noche y la intensa tormenta que estaba azotando la región, el viento invernal congelaría a cualquier hombre en poco tiempo y muchos soldados perecieron estando de pie.

Pero justo ahora en la oscuridad de la noche se podían ver varias luces que brillaban como si fueran estrellas en el firmamento nocturno, los soldados finlandeses y soviéticos no tenían experiencia en el combate contra seres sobrenaturales, por lo que ese primer encuentro les hizo ver qué la guerra guiada por el Eje en realidad era más mortífera de lo esperado.

Cómo era costumbre los líderes llamarían a sus familiares para atacar el campo de batalla, casi siempre eran criaturas monstruosas, eran fuerte, pero con la cantidad apropiada de balas de ametralladora o con cañones Anti tanque podrían derribarlos.

En ese momento el campo de batalla se llenó de sangre cuando una cantidad inmensa de trolls, murciélagos, Alcones e incluso criaturas como tigres gigantes, pero lo más sorprendente era que llamaron al can Cerbero, un perro gigante de tres cabezas que custodiaba la entrada del Inframundo, una criatura monstruosa en toda la extencion de la palabra.

Los soldados humano no tenían oportunidad luchando contra esos monstruos, eran casi imbatibles en combate directo y sus amos estaban cerca atacando a los diferentes enemigos que aparecían con la capacidad de herir a sus mascotas.

Los generales finlandeses ordenaron retirarse a una línea defensiva trasera ante la repentina aparición de Kokabiel y sus tropas, no tenían suficientes magos como para hacerle frente en ese momento y de quedarse solo será un desperdicio de recursos en una batalla perdida.

Pero Dimitri no estaba dispuesto a retirarse, no mientras veía como ahora la Unión Soviética tenía la posibilidad de avanzar sobre Finlandia, en la mente del híbrido estaban presentes las horribles cosas que sucedían cuando algún estado era congelado por la Unión Soviética, por lo que no dejaría que avanzarán.

Su posición era una colina que tenia una sola pendiente para llegar a la cima, tenían varios sacos de arena para cubrirse, alambre de púas, nidos de ametralladoras y en la cima se encontraban algunas piezas de artillería, el lugar perfecto para defenderse.

Dimitri: ¡Prepárense para defender este punto! ¡No dejaré que los bolcheviques ni ese imbécil crucen por esta linea —Sus alas fueron desplegadas mostrando esa inusual combinación de alas blancas y negras, creo una espada de luz blanca y trazó una línea en la tierra— ¡Que no crucen este límite!

Cao Cao: ¡De esto estaba hablando! ¡Al fin cumplieron su promesa de una gran batalla por la humanidad! —El guerrero de la lanza sagrada empuñó su arma a medida que veía como las criaturas se congregaban alrededor de ellos—

Heracles: ¡Que emocionante! ¡Al fin todos verán que el gran Heracles es el héroe más poderoso de todos! —Se veía su emoción antes de la batalla mientras veía como los monstruos en lugar de atacarlos estaban rodeando su posición—

El muchacho de ojos rojos lo noto de inmediato, estaban allí por ello y de alguna manera habían logrado encontrar su posición, pero no ayudará en nada lamentarse, ahora era el momento para luchar, ganar o morir, sin importar el resultado no se podrían rendir.

Ali: siempre supe que moriría lejos de casa, aunque hacerlo en un lugar que parece el ultimo circulo del infierno es inesperado, será una buena anécdota sobre mi —Cargo una bala en su rifle y disparo contra un ciclope, la bala estaba recubierta de magia por lo que atravesó la cabeza de su enemigo en un instante—

Cao Cao estaba luchando contra todos los enemigos, la batalla era como ver una pequeña roca en medio del mar siendo golpeada una y otra vez por las inclementes olas, en tierra el líder de la facción de los héroes, Koneko y Ali se encargaron de asesinar a quien intentara llegar a su posición, mientras que en el cielo Dimitri era el encargado de destruir todo lo que se atravesara en su camino.

Kokabiel sonreía como un demente viendo a todos luchar, había pasado demasiado tiempo desde que se divertía con una batalla como esa, era divertido verlos luchar contra diferentes enemigos, pero esto era demasiado peligroso como para permitir que esos humanos causaran demasiadas bajas.

Levanto su mano y creo una gran lanza de luz explosiva, miro la pequeña colina en medio de ese paramo helado y se rio por dentro al ver que en ese lugar pronto seria solo un cráter en la tierra, pero cuando estaba por arrojar su arma una gran cantidad de circulos mágicos se formaron en el cielo.

Miro en la dirección de la que venían y allí lo vio, un ángel caído con un par de alas blanca y una sola espada de fuego blanco, lanzo su ataque pero los circulos se activaron para hacer que una gran cantidad de bolas de fuego sagrado fueran lanzadas sobre el campo de batalla, quemando todo lo que pudiera hacerles daño en tierra.   

Kokabiel miro al hibrido y su sonrisa llena de dientes afilados se hizo todavía mas grande, pero antes de que pudiera hacer algo mas su oponente arrojo el arma el piso, el muchacho no hizo nada por detenerlo y en su lugar se lanzo al ataque contra su oponente, con su espada trato de cortarlo pero era mas rapido que él.

Kokabiel: eres bastante rapido, pero alguien con solo dos pares de alas nunca me podrá detener, menos siendo un patético hibrido —Estaba por atacar cuando una marca de corte se hizo presente en su ropa, quemando la tela y el ángel caído arranco su chaqueta para no ser quemado por el fuego sagrado—

Dimitri: te la pasas alardeando todo el tiempo sobre tu supuesto poder superior, tus cinco alas y no se cuanta basura mas, es tan cansado —Levanto su espada para seguir combatiendo, pero un un grupo de tres ángeles caídos con cuatro pates de alas se interpuso en su camino— 

Los tres lo atacaron pero su velocidad le permitió esquivar los ataques, solo espero al segundo y como contraataque le corto la cabeza a uno de sus oponentes, la cabeza cayo a tierra, el cuerpo se consumió en fuego y pudieron ver que ese enemigo no era un juego.

Dimitri: soy el hijo del ángel de la muerte, la espada que cegara a las fuerzas oscuras y quien destruirá a los enemigos de su señor —Sus único ojo rojo brillo con luz propia y su sonrisa se volvió un poco afilada— por desgracia para ustedes, mi amo es Walfrid Von Bismarck y no Michael 

Kokabiel: ustedes retírense y encárguense de que sus compañeros no se acerquen, yo me encargare de este tipo —Se trono los nudillos y se preparo para luchar contra su enemigo, tantos años de experiencia serian mostrados en ese combate—

En tierra Ali estaba disparando oculto en la nieve, la lanza no había dado en el blanco pero de todas formas evaporo mucha nieve y disminuyo todavía mas el campo de vision, la tormenta congelada estaba empeorando y se dio cuenta que los soviéticos no se rundían, estaban tratando de llegar a la colina.

Los ángeles caídos permitieron el paso de las tropas humanas que dispararon contra la colina, era un sonido ensordecedor el de la artillería disparando y los proyectiles explotando en el piso, Koneko se cubrió tras algunos  costales de arena a medida que escuchaba como el lugar se llenaba de personas.

Koneko: esto es difícil —Miro las piernas del francotirador egipcio y lo saco de entre la nieve, el joven de piel morena se retorció y miro a la nekomata con una expresión irritada— 

Ali: me estaba ocultando para disparar —La chica lo soltó teniendo una expresión indiferente y miro como se acercaban algunos tanques y soldados del ejercito rojo a su posición— carga un cañón y yo iré por la ametralladora para frenarlos

La joven de cabello blanco corrió a la zona donde se guardaban las municiones para poder cargar los cañones, pero cuando estaba por llegar al almacén una gran cantidad de lanzas de luz detonaron varias municiones, la explosión destruyo gran parte del lugar y la arrojo varios metros por la nieve.

El fuego estaba derritiendo la nieve y el agua estaba causando fango que no ayudaba a combatir el frio, Koneko se estaba levantado cuando una bala impacto en su estomago, ella tenia una gran resistencia pero de todas maneras fue un golpe bastante duro, miro a los soldados llegar y tomo una roca de tamaño pequeño para arrojarla contra sus enemigos.

El proyectil aplasto a varios de los invasores, pero todos estaban rodeando la roca y dispararon contra ella, Koneko se oculto tras algunos sacos de arena y espero para poder atacar, pero justo en ese momento se escucho el sonido de una ametralladora disparando cerca de ella.

Allí se encontraba el muchacho de piel morena disparando contra la infantería para ponerles un freno, el mayor problema eran los tanques ligeros que si bien no tenían una gran potencia de fuego era una amenaza si no se tenia a la artillería para destruirlos.

Ali: toma uno de esos y vamos a volar en pedazos a esos idiotas —Le señalo una caja llena con botellas de vidrio y tomo un par, corrió entre la nieve y Koneko se dio cuenta de la gran velocidad que tenia, pero lo mas impresionante era que no se hundía en la nieve profunda— 

Corrió entre las desordenadas filas de soldados y logro evitar que los cañones y rifles lo mataran, encendió el coctel molotov y lo arrojo en la ventilación del tanque, el fuego se esparció por el motor y los tripulantes salieron del vehículo blindado, pero al salir Ali les disparo con una pistola.

Koneko lo imito y aunque era menos rapida de igual forma logro saltar sobre un tanque y lo inhabilito doblando el cañón principal y despues arrojo el coctel molotov en la ventilación de otro tanque, aunque ella no tuvo la sangre tan fría como para matar a los soldados en retirada.

Cao Cao y Heracles se encargaron de los seres sobrenaturales, la lanza vaporizaba a los ángeles caídos con un solo toque y a pesar de ser un humano su poder era incuestionable, luchando a la vez con varios enemigos y derrotándolos uno a uno sin tener que curarse todavía.

Cao Cao: ¿Esto es tal como te lo imaginabas? —Le interrogo a su compañero que estaba sujetando el cuello de un cerbero y despues lo sometía con facilidad—

Heracles: ¿Bromeas? ¡Esto es un parque de diversiones para quienes amamos la lucha! —Estaba rodeado de muchos enemigos pero de inmediato se activo su Sacred Gear para disparar varios proyectiles explosivos que destruyeron parte del territorio—

Esa sola unidad formada por cinco personas estaba parando la embestida de los enemigos, pero de todas formas era evidente que tarde o temprano sus enemigos los podrían rodear y seguir adelante para atacar la siguiente linea defensiva.

El portador de Longinus estaba terminando con el ultimo de los oponentes que lo ataco cuando vio una gran distorsión en el cielo, en la batalla veía como chocaban las armas de luz y las lanzas explosivas que destruían el terreno de combate.

Miro al cielo y pudo ver una luz blanca caer en picada, se enfoco mejor y vio allí a Dimitri cayendo con una herida de tamaño considerable en su estomago y con una herida en el brazo que seguramente lo dejaría incapacitado temporalmente.

Corrió a donde se encontraba su actual líder y lo encontró levantándose del piso, escupiña sangre y pudo ver que la herida en su brazo izquierdo era todavía peor de lo que imaginaba, ya que estaba casi desprendido de su cuerpo, se sorprendió al verlo ponerse de pie y crear en sus manos otra vez sus espadas.

Kokabiel: al menos eres persistente, hay que admitir eso —Le gustaba parecer superior a su enemigo, pero la realidad era que ya estaba cubierto de varias heridas y quemaduras, le faltaba una oreja y desde lejos se veía el daño a cuatro de sus alas— 

Dimitri: ¡Ese bastardo es mío! —Planeaba atacar de nuevo pero Cao Cao se interpuso en su camino antes de que pudiera hacer algo estúpido, el ojo del muchacho lo miro con notable irritación, pero el portador de la lanza lo detuvo—

Cao Cao: respeto tu resolución de matar a Kokabiel, pero necesitas algo de ayuda —De su ropa saco un frasco de apariencia lujosa y se la mostro a su líder— te ayudara a reparar tus heridas y energia, ahora ve y mata al desgraciado

Abrió el frasco y antes de que Kokabiel pudiera detenerlo virio una gota sobre la herida de Dimitri, su brazo se acomodo en su sitio y las heridas en su cuerpo se recuperaron, por un momento pensó que quizás su ojo se curaría, pero recordó que lo había perdido ya que el poder de Rias redujo su ojo a menos que cenizas.

Cao Cao retrocedió y vio como de nuevo los oponentes chocaban sus armas, el fuego sagrado estaba quemando todo en los alrededores mientras que el líder de los ángeles caídos trataba de herir de nuevo a su oponente, pateo un costado de Dimitri y lo arrojo lejos contra un incendio.

Voló para acabar con su objetivo cuando una lluvia de flechas blancas fue disparada contra él, tuvo que esquivar los ataques y despues seguir avanzando, vio a su oponente con un arco en las manos, tenso la cuerda y de nuevo disparo contra su oponente quien bloqueo varios de los ataques, pero uno logro incrustarse en su hombro.

Desde la lejanía los soldados de Finlandia observaban el combate y les era difícil calcular que tan intenso era, había explosiones todo el tiempo, el calor era tal que lograron hacer que la temperatura bajo cero subiera lo suficiente para que la nieve comenzara a derretirse.

Coronel Finlandés: ¡Prepárense para la contraofensiva! que los rusos no tomen el control de nuestras líneas de defensa, llamen a los magos y pidan refuerzos —Observo en la lejanía el combate y se sentía muy impresionado por ver como esos dos ángeles caídos peleaban a muerte—

Los soldados se prepararon para luchar, corriendo a sus escuadrones y cargando sus ametralladoras para moverlas por los paramos helados, notaron que el viento estaba cambiando de trayectoria, soplando desde el norte contra las posiciones soviéticas.

Coronel finlandés: ¡Esta es la señal! ¡Avancen y no permitan que el suelo de nuestra patria sea mancillado por el ejercito rojo! —Los soldados corrieron por las trincheras y los magos presentes se preparaban para enfrentar el combate mas duro del día—

De forma repentina vio como una gran cantidad de luces verdes emergían desde el norte y recibió una orden del cuartel general, esas luces eran sus aliados, Noruega, Dinamarca e incluso Suecia acababan de declarar la guerra a la Unión Soviética en favor de Financia, Polonia y los paises bálticos.

El cielo se lleno de los magos de la liga nórdica para atacar al ejercito rojo, del cielo llovieron balas y proyectiles mágicos que diezmaron a las tropas soviéticas que nunca esperaron una contraofensiva de mas de 5.000 magos de combate.

Los soldados finlandeses se armaron de valor y con la moral por los cielos corrieron a la batalla con todo lo que tenían, los pocos ángeles caídos que quedaban en el lugar fueron masacrados por los magos que acababan de llegar desde Suecia, la batalla era sangrienta y durante horas se escucharían las explosiones que llegaban de todas partes.

En el combate entre Dimitri y Kokabiel se veia como el hibrido estaba haciendo retroceder a su oponente, de nuevo fue herido en la cara, con una espada dorada que corto desde su frente hasta el final de su mejilla, la ventaja fue que era el lado de su cara que carecía de un ojo.

El muchacho esquivo los ataques de su oponente y usando su velocidad superior esquivo por completo la defensa del líder de Grigory, a sus espaldas Kokabiel intento atacar con sus alas, pero de inmediato sintió un gran dolor que lo hizo gritar con una gran agonía y caer al piso retorciéndose.

Sus cinco pares de alas habían sido cortadas con un solo ataque, Dimitri sostenía una de las alas con su mano y la otra tenia una espada blanca con fuego sagrado, pero cuando su oponente había caído él también lo hizo, había perdido una de sus piernas a causa del ataque de su oponente.

Todos sus compañeros corrieron a donde estaba y lo cubrieron de los ataques que venían desde las filas soviéticas, estaban justo en el frente de batalla donde podían escuchar los gritos agonizante de los mutilados y heridos, Koneko cargo a Dimitri en su espalda mientras que Heracles tomaba la pierna para que pudieran curarla.

Estaban retirándose cuando de manera sorpresiva Kokabiel se levanto del piso, su rostro deformado por el dolor y las lagrimas se fruncía en una mueca, en su mano creo una lanza explosiva y Cao Cao se preparo para matarlo, pero antes de que pudiera hacerlo vio como la sangre brotaba desde su cabeza.

Ali: púdrete en el infierno —Bajo de su escondite entre las ruinas y corrió hasta donde estaba el cuerpo de su enemigo, saco un cuchillo de su ropa y con una maestría en cortar la carne logro decapitar a su victima— necesitamos evidencia de la victoria

Tomo la cabeza de su enemigo como un macabro trofeo, la guardo en un saco y corrió en dirección a donde venían los finlandeses, el cuerpo de Kokabiel no fue recogido por ninguno de los bandos en la contienda y el destino final fue incierto, siendo la versión oficial que fue destruido por el combate que se desato.

Ese día la batalla en Finlandia se torno en contra de los rojos, los refuerzos habían llegado, bien entrenados, con equipo moderno comprado al Eje y soldados acostumbrados a un clima tan rudo como lo era el principio del infierno finlandés, Stalin pronto se daría cuenta que su intento por conquistar los paises colchón no seria tan fácil como esperaba.

Alemania y la Unión Latinoamericana habían presionado tanto a los paises nórdicos para que participaran en la guerra que al final no tuvieron mas opción que unirse en esa cruzada contra Stalin y los bolcheviques, disfrazándola como una guerra contra el comunismo y su falta de deseos de compartir fronteras con un pais comunista y revolucionario.

Se hicieron llamar la Alianza Nórdica, no se habían unido sus fronteras, pero compartían una ideología y una mentalidad, ahora con el apoyo de dos superpotencias como los alemanes y los latinos estaban entrando en la guerra para proteger el este de la URSS.

Stalin estallaría en cólera al saber que el mar báltico había dejado de ser controlado por su flota ya que la guerra se torno contra su armada y ahora tenia a la flota de la Alianza Nórdica amenazando Leningrado y estaban llevando suministros a los paises bálticos, que estaban logrando mantener algunos enclaves en la costa.

El dictador sabia que apenas llegaran a la paz con Francia y vencieran a Inglaterra irían por él, ahora era momento de que el gigante rojo lanzara toda la carne al asador y comenzara a hacer sus propios planes para mantenerse como una potencia en el mundo, habría preferido mantenerse neutral, pero ya no quedaban muchas alternativas, si no se apresuraba pronto tendría a las tropas enemigas a las puertas de Moscú.

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