capítulo 70
Su cabello hondeaba junto al viento, sus lágrimas se mezclaban con su sudor y su manos se aferraban con fuerza al caballo que había robado de los establos.
Contenía su odio pero no sus sollozos, su corazón dolía y eso le impedía pensar con claridad.
Que error estabas cometiendo Nur
Hürrem miraba a sus sobrinos dormir, odiaba verlos llamar a su madre todas las noches, una vez ambos se quedaron profundamente dormidos salió de sus aposentos y se dirigió hacía los suyos pero unas voces la hizo detenerse.
—Mañana ambos morirán, la sultana Meleksima y Cihangir dejarán de ser un estorbo —aseguró Neylam hatun a Afife.
—No quiero errores hatun, esos bastardos tienen que morir pronto—dijo Afife sonriendo.
Hürrem sintió su corazón latir fuerte y su vista se nublo, ella prometió que ambos niños estarían a salvo y lo cumpliría.
La castaña regresó a los aposentos de sus sobrinos y los miró dormir plácidamente, se acercó a ambos y se recosto con ellos.
Nur bajo del caballo con cuidado y entro al palacio en la pequeña entrada secreta, su corazón se aceleró con cada paso, sus ojos demostraban odio y su mano dejo de temblar cuando se acerco a los aposentos de su objetivo.
Le pidió perdón a sus hijos, a Nurbanu, a sus amigas de toda la vida, y sobre todo a sus hijos, haría eso por ellos, acabaría con la causante de su dolor por ellos.
Cuándo vio que las criadas que custodiaban las puertas se fueron entró con cuidado y se acerco a dónde descansaba ella.
Creyó que todo iba a salir bien, pero sus ojos se abrieron y ambas comenzaron a forcejear.
—Esto es por mis hijos, eran inocentes, maldita, asesina—le gritó
—Eran los tuyos o los míos, y decidí que eran mis hijos primero—dijo tratando de quitarsela de encima.
—Mataste a mis nietos, Tenían tres y cinco años, no tienes corazón—gritó
—Estaba dispuesta a todo, aún lo estoy— un gritó se escucho.—en la guerra no siempre se gana.
El cuerpo de Nur cayó a un lado del de Gevherhan, la valide miró con horror lo que había hecho, y escucho un fuerte sollozo a lo lejos.
—No,no, no allah—negó Gevherhan
—Esperó que el sultanato de tu hijo sea maldito, deseo de corazón que quedes en la miseria, morirás sola—dijo Nur cerrando sus ojos, Hürrem que escucho sus gritos la miró con dolor y se acercó a Nur.
—Nunca te hizo daño—sollozo—ni ella ni mis hermanos, eres un monstruo, te odio, te odio con todo mi corazón—abrazo el cuerpo de Nur.
Provenía de Grecia, de un hermoso lugar pero con una vida caótica, Anali ese fue mi nombre antes, Nür fue el que el me puso cuándo lo vi por primera vez.
El medió los mejores regalos, mis hijos, pero me dio el dolor de perderlos. ¿Que te hice allah para que mis hijos pagarán pecados ajenos?
¿Que te hice Allah para que muriera de esta forma?
Sólo quería vengar a mis hijos, ahora me voy sin mi venganza y con una hija que queda sola, sola en ese horrible mundo, ese que me quitó la felicidad.
Perdóname Nurbanu, me fui sin despedirme, sin decirte cuanto te amaba, cuán feliz me hiciste, pero descuida, ahora rie a descansar en paz.
Ahora iré con mi motivo, mi sonrisa.
Soy Nür mi nombre significa luz, soy Nür la que perdió su vida por querer vengar a sus hijos.
Soy Nür sultan.
—Hürrem, hija, yo no, hija—hablo Gevherhan Nerviosa
—¡No soy tu hija! No me llames nunca más hija—grito y se puso de pié, salió corriendo de los aposentos de su madre y se encerró en los de sus sobrinos.
Miró con pena a ambos niños y la voz de Meleksima la hizo dejar su trance.
—¿Pasa algo tía?
—No mi pequeño Ángel, ¿quieren agua?—ambos niños asintieron.—ya les sirvo, sólo déjame terminar esto—agarró una pluma y comenzó a escribir, con cada letra que ponía una lágrima salía. Meleksima miró con preocupación a Hürrem mientras que Cihangir miraba a ambas.
—Prometo que la crueldad y el dolor no los seguira, recuerden que los amo, mami los espera—se acercó a la cama y beso sus frentes— los amo tanto—dijo cerrando sus ojos.
Gevherhan fue en busca de sus criadas de confianza quiénes al ver a Nur ahí se asustaron pero no dijeron nada, llevaron el cuerpo hasta otro lado.
En la mañana siguiente Nurbanu se despertó para buscar a su madre, tenía un mala corazonada y aumento al no encontrarla.
—Dilara busca a mi madre— murmuró corriendo hacía los aposentos de Muazzez.
—¿Pasa algo linda?
—¿No ha visto a mi madre?
—No cariño debe de estar con Şivekar
—No está ahí—negó nerviosa y Muazzez se acercó a ella.
—Puede que éste olvidando todo, pero ella va a aparecer, tu eres como una hija para mi, vamos por tu madre.
—Gracias —suspiró y la rubia tomó su mano para ir a buscar a la castaña.
Todas buscaron a Nur en cada rincón del palacio, con miedo Nurbanu fue a los establos y dio con que uno de los caballos faltaba.
—Mi madre fue a buscar a Gevherhan—sollozo Nurbanu—la va a matar, mi mamá va a morir.
—No digas eso, no va a pasar—dijo Mihrimah nerviosa.
—Es lo único que me queda—sollozo la castaña
—Ya lo dije antes, eres parte de cada una de nosotras, no te dejaremos sola—dijo Muazzez y las demás asintieron.
Nurbanu negó repetidas veces y ordenó que buscarán un carruaje.
—Iré por ella—susurró y las demás asintieron siguiendola.
Gevherhan buscaba a Hürrem con desesperación, temía que contará lo que había visto, las criadas habían puesto a Nur en un ataúd y esperaban a avisar a su hija sobre lo sucedido.
La valide ingreso a los aposentos de Cihangir para ver si ahí estaba su hija y la encontró con ambos niños durmiendo. Se acercó a a ellos y la movió levemente, nada sucedió.
—Hürrem, por favor, tenemos que hablar, hija—susurró y movió a sus nietos, ninguno se movió, no lo harían jamás —¿Que hiciste? No, ¡Hürrem! Hija!, no por favor, despierta, Meleksima, Cihangir.
—¿Que está pasando?—dijo Turhan entrando a los aposentos de su sobrino—¿mamá?
—Se han ido—grito y Turhan sollozo
—¿Que hiciste? Habla, ¿que les hiciste?—grito —Hürrem por favor—tomó su mano y Mahidevran ingreso a los aposentos
—¿Que es todo ese alboroto?
—Hürrem se suicido y mato a mis nietos —susurró
—¿Como fue capaz?
—Tu cállate, eres igual de vil y cruel que todos aquí—gritó y se acercó a la carta que estaba a un lado de la mesa con si nombre — ustedes son culpables de todo, las odio—las miró y corrió a sus aposentos.
Soy Hürrem. Aquella que fue la primera hija de Gevherhan Sultán. Aquella que fue odiada desde que nació por ser solo una niña.
Soy Hürrem la que vivió bajo la sombra de sus hermanos menores. La que sufrió por el rechazo de sus padres. La que hizo hasta lo imposible por ser notada.
Soy Hürrem. Tuve que hacer esto por mis sobrinos. Para que no sufrieran más. Para que el mal y la crueldad no llegaran a ellos.
Fue un acto cruel pero justo. Ahora los tres estamos en manos de Allah.
Perdonó a mis hermanos por que ellos no son los culpables de mi tristeza. Todo se lo debo a mis padres; ellos me hicieron menos.
Allah cuida de Turhan, de las sultanas Mihrimah, Muazzez y Şivekar. Hoy voy en busca de mis hermanos y de Nur Sultán que ya están contigo. Oh Allah perdona por llevarme a mis sobrinos conmigo. ¡Perdoname!
Soy Hürrem la que ríe aunque nunca halla reído. Jamás fui feliz... soy Hürrem Sultán.
No estaba tan segura de subir el capítulo, sinceramente se me han quitado las ganas de seguir con todo este rollo del Imperio otomano, pero terminaré cada una de mis historias.
Espero les guste.
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