Capítulo 5

Capítulo 5


-"¿Qué extraño, si la mataron donde están las heridas?"- miro una vez más al cuerpo intacto y bien conservado frente a ella. Una fugaz idea atravesó su mente-"No es... esta no es Midoriko"- casi tartamudeo las palabras, girando con lentitud el rostro miro a través del orificio-"Tal vez..."- susurro casi en completa convicción, se movió con rapidez pudo meter casi la mitad de su cuerpo y con ayuda de su linterna -"¡La encontré está aquí dentro!"- con gran esfuerzo logro pasar, raspándose la piel, ya que el hueco no era lo suficientemente grande-"No hay dudas, es Midoriko"- se extrañó al ver que estaba completamente cubierta por una capa de piedra, noto que le faltaba el brazo izquierdo y que tenía un gran agujero en el pecho, era como si le hubieran arrancado el corazón.

Los demás lograron pasar trayendo consigo más iluminación

-"¿Qué son esas cosas?"-Houjo menciono aterrado, un poco más abajo del cuerpo de Midoriko se encontraban criaturas desconocidas.

-"Son demonios..."- le respondió Ayame-"Y están por todos lados"-recalco mirando a su alrededor.

-"Iban tras ella"- menciono Aome, con un deje de tristeza en el fondo sintió mucha pena, morir de esa forma no era para nada agradable-""¿Por qué?"" -se preguntó a sí misma, quería comprender lo que paso, pero aún le faltaban piezas ¿Por qué alguien la ocultaría y tras un muro y pondría un señuelo? ¿Por qué esos seres tan horripilantes la mataron? ¿Qué le hizo para que muriera de esa manera? ¿O había algo más? Tal vez algo se les estaba escapando.-"Será mejor tomar algunas muestras y fotografías nos queda muy poca luz, deberemos regresar mañana"

-"Si"

Cuando terminaron el trabajo, Aome fue la última en retirarse, se sentía exhausta así que tomo su vieja mochila amarilla, esta que llevaba a todos lados, tenía un valor sentimental enorme además creía que era de la buena suerte.

Suspiro y levanto la vista el cielo estaba completamente estrellado se sorprendió por la gran diferencia que había en la ciudad, ya que solo se podían distinguir pocas estrellas, se sentía en paz, e incluso la idea de mudarse a un lugar así, atravesó su mente. Lejos de los ruidos, de las infinitas luces en los edificios, del aire mezclado con el humo, lejos de las malas personas que podrían dañar a su familia.

Soltó un pequeños suspiros-"Será mejor que me dé un baño"- murmuro con una sonrisa-"Si mal no recuerdo Houjo me dijo que la laguna se encontraba muy cerca de aquí"- se dijo así misma y con ayuda de su linterna se alejó caminado con tranquilidad, pasaron menos de 5 minutos y por fin hallo el lago. Maravillada observo el reflejo de la luna sobre el agua, podía ver todo claramente-"He pasado tanto tiempo bajo las sombras, que había olvidado lo hermosa que eres..."- susurro alzando su mano derecha como si pudiera tocarla.

De despojo de sus prendas, quedando completamente desnuda, camino hasta que el agua le cubrió los senos, y con el jabón líquido que guardaba en su equipaje comenzó a limpiarse, se tomó su tiempo la temperatura del agua estaba perfecta. Una vez que termino salió, se secó el cabello y comenzó a vestirse.

El ruido de una rama al romperse la puso en estado de alerta-"¿Quién está ahí?"- estaba asustada, pero en su vos no se notaba, podía ser algún animal hambriento o incluso algún sujeto extraño, miro a su alrededor sin poder ver nada extraño-"¡Es mejor que salgas quien quiera que seas!"- grito, pero al no recibir respuesta alguna y oír sonido alguno tomo sus cosas y salió caminando lo más rápido que pudo de ese lugar-""Maldición ¿Quién estaba espiándome?""- pensó enfadada, estaba a pocos metros de su cabaña, ya podía ver las luces a lo lejos-"Debí pedirle a Ayame que me acompañara"- se reprochó, un escalofrió le recorrió la espalda, se sentía observada.

No pudo soportarlo más hecho una última mirada hacia atrás antes de emprender carrera, llego y entro como alma que lleva el diablo.

Asustando a Kaede quien esperaba por ella, los niños ya se habían dormido minutos antes-"¡¿Mi niña que te sucede estas pálida?!"

-"No pasa nada, estoy bien"- le regalo una sonrisa para convencerla-"" No le diré, tal vez solo fue mi imaginación, o quizás un animal si eso debió ser... es mejor no preocuparla en vano""

-"¿Estas segura?"

-"Si, ¿y los niños ya han cenado?"

-"Si, y están durmiendo como dos angelitos"- sonrió la nana

-"Tu deberías hacer lo mismo, ve a dormir yo comeré algo y luego también descansare"- dio un suspiro sin borrar su sonrisa-"debes acompañarme mañana quiero mostrarte algo"

-"Está bien"-se cruzó de brazos para luego agregar –"Los muchachos dejaron eso para ti"- señalo la estatuilla de la deidad sobre la mesa-"No te desveles mucho mi niña"- se acercó para besar su frente.

-"Hasta mañana, descansa"- cuando Kaede se retiró, ella fue a la cocina, se preparó un bocadillo-"Veremos que tenemos aquí..."- se sentó frente a la estatua y comenzó a analizarla, primero la limpio, dejándola prácticamente como nueva, en eso haya un grabado sobre la base-"Pro- protección... sello"- repitió estrechando la mirada-"¿A quién estabas protegiendo Kaguya?"- se puso de pie, camino hasta la ventana miro directamente a la luna-"¿Qué fue lo que paso? Si tan solo tuviera más pistas... todo esto me parece muy extraño, una sacerdotisa muerta peleando con demonios ¿pero porque? Y luego una tumba con un cuerpo, que ni si quiera se a quien perteneció, una diosa protegiéndola... algo se me está escapando ¿pero qué es? Ayúdame a saber qué fue lo que paso... "- se rio de sí misma, ¿rogándole a una deidad? Esta no era ella, porque Aome jamás se había sentido tan perdida con algo relacionado a su trabajo. Jamás ya que siempre encontraba las respuestas de manera inmediata. El sueño comenzó a vencerla así que sin más se durmió al lado de sus hijos.

Eran exactamente las 4 de la mañana cuando el pequeño Shippo se despertó de su sueño, la razón había tomado demasiada agua y las urgencias estaban al límite, sentía que pronto explotaría si no hacía algo pronto, salió de la casa con desesperación.

-"Haaa"- suspiro ya más relajado y vacío por decirlo de cierta forma. Regreso dispuesto a dormir, pero un extraño objeto brillando llama su atención, era la estatuilla con curiosidad el tomo entre sus manos-"¡Hay!"- exclamo y la dejo caer, aquel objeto estaba muy caliente, en primera instancia se agrieto para luego estallar en pedazos, delante de su ojos-""Oh, oh, mamá se molestara""- pensó asustado, se agacho para recoger los pedazos, tal vez podía pegarla y su madre con suerte no se daría cuenta-"Hmn ¿Qué es esto? "-de entre los restos salió una pequeña pelotita rosada-"Parece una canica"- pensó feliz y se la guardo dentro del bolsillo.

Una hora después había unido todas las piezas, aunque la estatuilla no quedo perfecta, se sintió muy orgulloso de su trabajo; saco la pequeña esfera del bolsillo y la miro detenidamente esta parecía estar brillando en un tono rosa-"Es muy bonita... la conservare"- se dijo a si mismo sonriendo-"Pero que estaría haciendo dentro de esa cosa..."- se cuestionó mientras se acomodaba al lado de su madre.

La tierra vibro y explosiones se oían a lo lejos, asustando a todos lo que estaban dormidos en ese bosque, los animales salieron despavoridos.

-"¿Qué rayos fue eso?"- grito Houjo a los demás, todos estaba afuera tratando de ver el causante de ello.

-"Nana quédate con los niños enseguida regresare"- logro articular Aome antes de salir corriendo-"¿Qué sucede?"

-"No lo sé, pero esa explosión parece venir en dirección de la excavación"- respondió Ayame, también asustada.

Un nuevo temblor los sacudió, haciendo que se cayeran de bruces al suelo, la tierra se abrió y varios de sus ayudantes cayeron dentro, los gritos y llamados de auxilio se volvían a cada minuto más desesperados, Aome se abalanzo para ayudarlos tratando de subirlo, pero los temblores eran constantes apenas lograba mantener el equilibrio.

-"¡Ayúdame por favor!"- gritaba la mujer con desesperación ya que bajo sus pies crecía un gran rio de lava ardiendo-"No me sueltes"- rogo mirando como uno de sus compañeros caía y se quemaba al instante.

-"Resiste, te sacare de ahí"- jadeo la azabache tratando de subirla con toda sus fuerzas-"¡Aguanta!"- entro en pánico la grita parecía crecer con cada segundo que pasaba y la lava subía rápidamente

Houjo apareció en el momento justo, las dos iban a caer al precipicio, se aferró a la cintura de la morena y el tiro para atrás con todas sus fuerzas-"¡Higurashi ¿te encuentras bien?!"

Jadeo con alivio-"Si, muchas gracias"

-"Hay que salir de aquí cuanto antes"-Ayame los ayudo a levantarse a los tres y comenzaron a correr algunos de los muchachos que se encontraban ahí tomaron la iniciativa y huyeron despavoridos

"Vayan por los autos debemos salir de este lugar"-les dijo a todos e ingreso a la cabaña-"¡Nana, niños!"- tomo a Shippo entre sus brazos y a Rin de la mano, estos no dejaban de llorar y temblar asustados, Kaede iba tras de ella, todo lo que sus degastados pies le permitan. Entro en pánico la lava salió a flote como una gran cascada, arrastrando con todo a su paso-"¡Por todos los cielos!"

-"¡Aome cuidado!"

-"¡Higurashi date prisa!"

Escucho los gritos de sus amigos, no quería mirar hacia atrás sabía que las llamas estaban a centímetro de ella, podía sentir como rosaba sus pies, Shippo fue el primer en subir luego Rin y por ultimo ella y Kaede.

-"¡Apresúrate debemos llegar a la ciudad cuanto antes!"

-"Llamare a emergencias"- tomo el móvil de Ayame e intento contactar con alguien, pero las líneas daban todas ocupabas, y otras ni si quiera tenían todo-"No funciona"

-"¿Que fue todo eso?"- Houjo dijo mientras conducía a toda marcha la nube de polvo y cenizas cayendo impedía ver con claridad hacia donde iba.

-"¡Mamá quiero ir a casa!"

-"Niños ya no lloren, ya estamos a salvo"- consoló Kaede mientras los abrazaba.

-"Fue un tipo de actividad sísmica, tal vez el terremoto daño el núcleo terrestre y eso hizo que la lava subiera..."- fue Aome quien hablo-"¡Maldición no puedo comunicarme con nadie!"- grito frustrada, tecleando con fuerzas el móvil.

Ayame suspiro e intento calmarla-"Esta es una zona muy aislada es normal que no haya señal... cuando lleguemos a la carretera es posible que recién lo logres"

-"¿Mamá que fue eso?"-rin pregunto asustada, lo que parecía ser el grito de un animal se escuchaba cada vez más cerca

-"Tranquila seguramente es solo un ave"

-"Pues es un ave muy grande"-Houjo respondió mirando el inmenso animal que se detuvo metros más adelante, causando que el también frenara.-"¿Qué pajarito es ese?"-paso saliva asustado, aquél ave los miraba de una manera no muy amable. Tenía un aspecto extraño como el de un oscuro gran lagarto volador con un pico enorme y ojos rojos como el mismo fuego.



continuara...

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