— Que silencioso. — formulo Jake, todos los presentes nos encontrábamos en silencio debido a la situación que había sucedido.

— No puedo creer que Ren engañara a Marucho de esa forma. — generó Dan mientras se levantaba de su asiento, se veía notablemente molesto.

— Supongo que el pequeño Marucho lo ha tomado muy mal ¿verdad?. — cuestiono Jake, mientras se cruzaba de brazos.

— Lleva encerrado en su casa por mucho tiempo. — respondo hacia el grandullon, quien solo baja la mirada.

— Tal vez debería ir a visitarlo. — expuso el de cabellos castaños, mientras se dirigía hacia la salida de la sala de juntas.

— Aguarda, creo que es mejor si lo dejamos solo. — pronuncio Shun, generando que Dan estuviera su caminata.

— ¿¡No te importa tu amigo?!. — exclamó Dan hacia Shun.

— Claro que si pero... — Dan lo interrumpió.

— Marucho necesita ayuda, deberíamos ayudarlo. — formuló el de orbes carmesí, mientras observaba a los presentes.

  Al poco tiempo después la puerta del lugar se abrió, dejando a la vista al sexto peleador Bakugan, Marucho Marukura, quien se encontraba alegre con una sonrisa en su rostro.

— ¡Al fin lo hice!. — exclamó el pequeño rubio.

— ¿Que fue lo que hiciste?. — le pregunto con curiosidad.

— Miren esto. — oprimió varios botones de su BakuPod, para después saliera una esfera Bakugan en el.

— No comprendo, ¿qué es lo que tiene Akwimos?. — cuestiono Shun con cierta confusión.

— Solo escuchen. — pidió Marucho, para después presionar al Bakugan, quien se acercó rápidamente a Drago formulando unas palabras.

— ¡Genial! ¿Como lo hiciste hablar?. — Dan se acerco al Bakugan observándolo con detenimiento.

— Como Jake menciono que solo los Bakugan reales hablaban he trabajado en un programa de habla para los digitales. — explicó el menor del equipo.

  Había observado al Bakugan con suma atención, ya que esto debió de costarle mucho tiempo a Marucho. Akwimos comenzó a acercarse a Drago repitiendo las mismas palabras 《Lo bueno manda, amigo》. Hasta que el Bakugan de Dan simplemente se alejó de este con incomodidad.

— ¿Porque solo repite eso?. — cuestiono Shun.

— Le programe una personalidad relajada y eso es lo que el generador de habla eligió alzar. — explicó Marucho con una pequeña risa.

— Debo de admitir que esto debió de costarte mucho tiempo. — admiro al Bakugan. — me alegro que estés bien Marucho.

— Tenemos Gundalianos que vencer, no estaré deprimido por siempre. — el rubio giro la mirada observando a Fabia, quien se encontraba en completo silencio. — ¿te encuentras bien Fabia?.

— ¿Eh? N-no es nada. — generó la fémina bajando la mirada.

— ¿Estas segura?. — cuestiono observándola. — sabes que puedes confiar en nosotros.

— Aveces me pregunto si en verdad creen en mi. — murmuró la de cabellos azules cabizbajo. — Después de la traición de Ren ¿cómo pueden confiar tan fácilmente?. — cuestiono afligida. — seguramente tienen muchas dudas sobre mi.

— Descuida Fabia, confiamos en ti. — generó Dan decidido. — cuando te vismos molesta acerca del uso de los Bakugan en ma guerra, sabíamos que te sientes igual que nosotros. — explicó Dan. — es la prueba que necesitamos, estamos del mismo bando.

— Si lo estamos. — Fabia sonrío con alegría. — y como muestra de ello, es momento de darles estos. — dejo varias esferas Bakugan en la mesa de junta.

— ¡Son Bakugan!. — exclamó Jake asombrado.

— Conozcan a Akwimos Aquos, Hawktor Ventus y Goredem Subterra. — presentó la de cabellos azules justo al momento de levantarse de su asiento. — estos son los Bakugan originales.

— ¿Estas segura?. — le pregunto Shun.

— Por supuesto, los traje desde Neathia. — explicó la fémina con una sonrisa.

— ¡Lo que siempre quise en la vida!. — exclamó Jake, llamando la atención de los presentes. — ¡Asombroso un Bakugan real!.

  Al poco tiempo los Bakugan se habían acercado a sus distintivos peleadores, dispuestos a presentarse debidamente.

— No te toco ningún Bakugan. — generó Harpus a mi lado, provocando que rodara los ojos.

— Con ustedes es más que suficiente. — murmuró observando a los demás, con su ahora Bakugan parlantes.

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— Y así concluye la lección de hoy; ¿Como ser tranquilo y relajado?. — expuso Marucho con una pequeña sonrisa.

  Aunque poco después se escuchó una alarma, provocando que los presentes nos preocuparamos. Marucho comenzó a teclear sobre el artefacto frente a el, encontrándose con una imagen de Ren teletransportando a dos jóvenes.

— ¿Que fue lo que sucedió?. — cuestiono después de ver aquella escena.

— Se está llevando a personas a Gundalia para pelear. — respondió Fabia, con un semblante molesto.

  Marucho abrió un portal que nos llevaría a aquel lugar rápidamente, ya que no podríamos estar viendo esas escenas sin hacer más. Cuando finalmente los visualizamos nos colocamos frente al pequeño grupo que se encontraba secuestrando a jóvenes peleadores.

— ¡Si que tienes agallas para mostrar tu rostro por aquí. — formulo Dan un poco más cerca de ellos. — ¡No tienes nada que hacer en este lugar Ren!.

— De hecho Dan, estas muy equivocado. — generó el moreno, mientras se encogió de hombros. — vámonos. — le ordeno a los demás.

— ¡Aguarda!. — Dan estaba apunto de acercarse a Ren, solo que tres presencias se acercaron interrumpiendo su acción.

— De hecho pelearan contra nosotros. — pronuncio uno de ellos.

— ¿De qué están hablando?. — pregunto el de cabellos castaños hacia el trío de chicos.

— A ustedes los conozco son Keisy, Taylor y Kristal. — afirmó Marucho colocándose alado de Dan.

— ¿Quienes son?. — cuestiono hacia Marucho.

— Son de los mejores peleadores. — respondió el menor de cabellos rubios.

— Adelante hagan su trabajo. — alegó Sid.

— Y no queremos ningún error, tampoco perder el tiempo. — expuso una rubia de orbes ámbar, mientras fruncia sus labios. Por las facciones que tenía sabía que se trataba de Eider Blouse.

— ¡Quítese de en medio!. — exclamó Dan con molestia.

— No dejaremos que molesten al maestro Ren. — formulo el joven con decisión.

— ¿Maestro Ren?. — pregunto con confusion.

— Al parecer los Gundalianos les lavaron el cerebro. — comento Shun a mi lado.

— Creo que tienes razón. — afirmó Dan. — Si los derrotamos, tal vez logremos rescatarlos.

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  Había tenido una batalla contra dos personas, Eider y Kristal. A decir verdad la segunda habis sido un poco fácil, ya que sus movimientos eran un poco precisos pero, había tenido complicaciones con Eider. En pocas palabras ella no tenía atributo en específico, utilizó un gran armamento que venció a Harpus de un solo movimiento, aunque al final Dren logró hacerle frente a su Bakugan.

— ¿Q-que estoy haciendo aquí?. — cuestiono la fémina llamada Kristal, mientras observaba a su Bakugan en el suelo.

— ¡Será mejor que corras!. — exclamo en su dirección. — no es seguro para ti. — la chica asintió un poco dudosa, para después salir rápidamente del lugar.

— Eres fuerte, no lo discuto. Pero, en la otra ronda me aseguré de que no vuelvas a ganar. — agregó Eider, mientras tomaba a su Bakugan con el ceño fruncido.

— Eso es lo que siempre dicen. — murmuró restandole importancia.

— Que tengas un lindo viaje. — se despidió con un ademán, a lo que la observaste con confusion.

— ¿Que dices?. — antes de que mencionara otra palabra mi cuerpo comenzó a teletransportarse.

  Segundos más tarde me encontraba fuera del interespacio Bakugan.

— Forzaron la salida del interespacio Bakugan. — explicó Marucho totalmente abrumado. — pero ¿cómo?.

— ¿Porque fue eso?. — le pregunto a Marucho.

— Dejenme explicarles. — escuche una voz familia, mientras mi muñequera vibraba, allí logre observar la silueta de Ren. — en este momento el interespacio Bakugan se encuentra bajo mi control total.