— ¿Ya estamos cerca?. — preguntó Harpus en un tono suplicante.

— No estamos lejos. — respondió el Bakugan de Fabia, Aranaut. — solo espero que los demás logren distraer a los Gundalianos.

— No habrá que preocuparse, son realmente fuertes. — añadió Dren.

— No serán capaces de resistir su fuerza para siempre, necesitamos movernos. — aconsejó el de cabellos negros.

— Tienes razón.

— En ese caso. — la fémina de cabellos azules se colocó frente a nosotros. — vamos.

  Fabia nos había guiado hacia donde se supondría que sería un atajo, solo que frente a nosotros ahora se encontraba un pequeño lago. Por como estaba era algo profundo para poder pasar.

— Ahora ¿cómo piensan cruzar hacia el otro lado?. — cuestionó Harpus.

— Shun. — mis orbes se clavaron en el de cabellos negros, este asiente entendiendo mi mensaje.

  El antes mencionado había sacado una soga junto con una garra metálica, la cual había se enredó en un árbol cercano, al mismo tiempo comprobó que la soga estuviera lista y cuando estaba apunto de dármela, le hice un pequeño ademán para que se lo entregará a Fabia. La de cabellos azules tomó la soga con una sonrisa, para después dirigirse hacia el otro lado del lago.

  La fémina había lanzado la soga en mi dirección, así que imite el acto que había hecho Fabia con anterioridad, así como el siguiente el cual había sido Shun.

— Supongo que ustedes dos siempre tienen buenos planes. — admitió la de cabellos azules con una sonrisa, la cual no logré entender bien.

— Sigamos. — aconsejo para después seguir caminando por la selva.

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— Por favor asegúrese de ver botones de flores gigantes. — pidió Fabia.

— ¿Porque?. — le pregunto con un poco de curiosidad.

— Bueno es que son...

  La cara de Fabia había cambiado a una que expresaba sorpresa, mientras que Shun me había tomado por el brazo jalándome por impulso. Había observado como es que una flor gigante había estado apunto de atacarme con sus pétalos y gracias a Shun esto no ocurrió. De pronto otra flor comenzó a acercarse al lugar donde nos encontramos.

— Gracias. — formuló hacia el de cabellos negros, quién solo asiente paradespues retirar su mano de mi cintura. — deberíamos irnos.

  Una vez que habíamos dejado atrás a las plantas carnívoras nos habíamos detenido unos momentos para descansar, justo después correr a una gran velocidad para salir libres de aquellas plantas. Ahora agradecía que estas grandes plantas no se encontraran enlaces Tierra.

— Podrías habernos dicho que habían plantas carnívoras aquí. — agregó Harpus había Fabia, una vez que el ambiente quedó en silencio.

— Lo lamento, no pensé que nos encontraríamos con uno de esos. — se disculpó la princesa.

— No te preocupes, al menos estamos bien. — observo a mis alrededores con cierta duda.

— El generador está tras esas colinas, así que estamos cerca. — expusó la fémina de orbes jade.

  Justo después de pronunciar aquellas palabras una brisa de aire nos había golpeado, lo que causó conmoción entre los presentes. Ya que la temperatura era cálida, nada más, sin brisas de aire ni nada de eso. Cuando dirijo la mirada hacia el cielo me había percatado de que una nave, la cual reconocí como perteneciente a los Gundalianos, se encontraba sobre nosotros.

  Al instante las figuras de Jesse Glenn, el cual ahora se encontraba en su forma original y humana junto a Stoica, el peleador Aquos. Ambos se habían colocado frente a nosotros.

— Los encontramos. — añadió el de cabellos naranjas mientras reía, como si se tratara de un chiste.

— Tranquilas, no saben lo que estamos buscando. — formulo Shun en voz baja.

— Nuestros camaradas en la linea frontal sospecharon que sus fuerzas eran un señuelo, parece que tenían razón. — expusó Stoica con una sonrisa. — y la pregunta sería, ¿qué es lo que hacen aquí realmente?.

— Hablen, ¿cual es su motivación?. — cuestionó ahora Jesse.

— Justamente estábamos tan cerca. — estaba molesta, se suponía que debía de ser un plan para lograr rescatar uno de los escudos y había fallado. 

— Relajate, aún nos queda un truco más. — formuló la de melena azul. — es momento de utilizar nuestra segunda estrategia.

— Muy bien. — observo a Fabia, quién se colocó frente a nosotros. — todo depende de ustedes dos. — alcé la mano en dirección hacia Shun, quien ejerció una sonrisa tomando mi mano con suavidad.

  Al instante la silueta del peleador Ventus había desaparecido, lo cual de hecho me había impresionado, sus habilidades ninja habían aumentado considerablemente.

— Perdimos a un artista. — formuló Jesse hacia Stoica.

— Si, si ¿qué importa? Tendremos las manos llenas con los otros dos. — Stoica le restó importancia. — si el pequeño cobarde quiere correr, que lo haga. Adelante peleadores díganos las verdadera razón por la que estaban en la jungla.

— Esos no te concierne. — lo observo con seriedad, a lo que este solo frunce el ceño.

— Eres una niñita arrogante. — generó Stoica con molestar.

— Tendrán que vencernos. — agregó Fabia.

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  La batalla Bakugan comenzaba a tornarse un poco más violenta para Aranaut y Fabia, ya que estos eran los únicos en el campo de batalla. Me encontraba un poco molesta por no tener que intervenir al respecto, aunque más bien si lo podría hacer pero, los Gundalianos frente a mi sospeecharian demasiado y no podría darme el lujo de ello.

  Afortunadamente Fabia había llevado muy la batalla, estaba apunto de encargarse de Jesse, mientras que Stoica tenía un mayor porcentaje de vida.

— Phliteon seguirá golpeándolo hasta que lances a Dren, así que será mejor que lo hagas o ¿quieres salir corriendo como Shun?. — cuestionó Stoica un tanto burlón, cuando el Gundaliano de cabellos naranjas había notado mi pequeña sonrisa su semblante había cambiado. — ¿¡Donde esta Dren?!.

  Finalmente esa era mi entrada.

— Se ha ido. — formulo con una mayor sonrisa. —¡Bakugan pelea!. — lanzó al Bakugan a la batalla. — ¡Bakugan surge!.

  Al instante el Bakugan Hawktor Ventus había surgido en su forma original, mientras que Harpus se había colocado a mi lado.

— ¡No puede ser, cambiaron sus Bakugan!. — exclamó Stoica frustrado al respecto.

— Poder activado. — alce una carta. — anillo volador, tiro de combate.

  Al instante Hawktor había golpeado al Bakugan de Stoica.

— ¡Oh cielos! Se siente bien, moría de ganas por entrar a golpear a duros Gundalianos.  — exclamó Hawktor.

— Lo lamento, tenía que hacerlo. — el Bakugan solamente asintió.

— Ahora que saben de nuestro engaño, tenemos que mantenerlos más ocupados. — expusó la fémina a mi lado.

— ¿Porque no? Así también nosotras nos podremos divertir. — sonrío. — por sino lo sabían, cambiamos de Bakugan como una medida de seguridad solo en caso de que aparecieran. Sabia que irían tras de mi, pensando en que pelearía con Dren. Mientras los manteníamos distraídos, Shun y Dren continuarían con nuestra misión.

— ¿¡Cómo es posible que nos engañaran?!. — clamó Stoica.

— Así es y ahora estamos por reiniciar el segundo escudo. Lo que evitará que traigan a sus refuerzos. — genero con victoria. — ¡poder activado! ¡defensa ninja, torbellino espiral!.

  Hawktos se había dirigido con velocidad hacia ambos Bakugan Gundalianos, los cuales no lograron evitar el impacto. Stoica y Jesse habían enviado ataques hacia Hawktor.

— ¡Poder activado!. — alzo una carta de poder. — ¡colmillo celeste, ciclón volador!.

  Al instante Hawktor se había alejado de los ataques de ambos Bakugan.

— ¡Poder activado!. — alce otra carta. — ¡cola de cometa ninja!.

  Habíamos anulado la carta portal, así como aumentado de nivel de poder, ahora estábamos a la cabeza.

— Esos fueron buenos momentos. — admitió Hawktor.

— Y aún no termina. — formulo con seguridad.

  Stoica había utilizado el armamento en su Bakugan, así como también activo una carta de poder que atacó a nuestros Bakugan en un solo golpe. Después fue Jesse junto a Phliteon, quienes atacaron en el aire.

— Ahora si tenemos que terminar con ellos. — formulo hacia Fabia.

— Voy detrás de ti (T/N), habrá que causarles más daño. — generó la princesa Neathiana.

— Aumentaremos los ataques Hawktor.  — expongo hacia el Bakugan. — ¡poder activado! ¡Colmillo volador, tiro de combate!.

  Fabia también había atacado junto a Aranaut, al instante nos habíamos encargado de ambos Bakugan. Aunque casi toda la batalla la había hecho Fabia, podría decirse que al final fue un gran trabajo en equipo.

— Tuvieron suerte hoy peleadores. — alegó Stoica, mientras que ambos se teletransportaban fuera del lugar, retirando sus naves Gundalianas.

— ¡Eso fue genial!. — exclamó mientras golpeó la mano de la princesa en un gesto amistoso.