Capítulo 11° : ❝ The Sacred Orb ❞
— Bienvenidos a Neathia. — formulo la de cabellos azules poco después de que llegáramos al lugar. — este es mi hogar.
Observo a mis alrededores observando mucho el color azul, los lugares parecin hechos de cristal puro. Había un lugar parecido a una montaña puntiaguda, ese se supondría que sería el castillo donde provenía Fabia. A decir verdad Neathia a simple vista era un lugar hermoso.
— Es increíble. — admitió Dren, en mi hombro justo igual que Harpus.
Al poco tiempo después, Linus y Fabia nos habían escoltado hacia donde se supondría que sería el castillo de la realeza. Todo por dentro seguía siendo completamente hermoso, los detalles parecían hechos de cristal.
— Por favor díganle a la reina, que hemos venido a verla. — pronuncio Fabia hacia un guardia que se encontraba deteniendo el paso.
Pasaron unos minutos después y aquel guardia había dejado que entraramos hacia lo que parecía ser el trono en donde se encontraba la hermana mayor de Fabia. Ella tenía la misma apariencia que Linus y los demás en el lugar, una apariencia Neathiana.
— Bienvenidos peleadores. — pronuncio la reina con un toque de serenidad a su alrededor. — soy la reina Serena, quisiera agradecerles por unirse a la lucha para salvar nuestro planeta. Mi hermana Fabia me ha hablado muy bien de ustedes, obviamente son muy valientes al venir aquí. Toda Neathia está en deuda con ustedes.
— No nos deben nada. — generó Jake con una sonrisa. — los Gundalianos son una amenaza para todo el universo, tenemos el mismo interés que ustedes.
— Necesitamos evitar que usen a los Bakugan como armas. — expuso Dan con seriedad.
— Es algo irónico que ustedes lo digan. — agregó la reina Serena ante lo que dijo Dan.
— ¿A que se refiere?. — cuestiono el de orbes rojizos.
— Ustedes recurren a las batallas, lo que significa que también usan a los Bakugan como armas. — explicó la reina. — ¿qué es lo que los hace diferentes de ellos?.
— Para nosotros no son armas, los Bakugan son nuestros compañeros y amigos. — explico con una sonrisa.
— Estoy muy contenta de oír eso. — alegó la reina con una diminuta sonrisa. — Fabia, llévalos al santuario sagrado, son de confianza.
— Por supuesto. — la de cabellos azules asintió.
— ¿Que es ese lugar?. — le pregunto a la antes mencionada.
— Solo sígame. Pronto les explicaré.
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— ¿Que es eso?. — cuestiono Marucho después de observar el lugar frente a él.
Frente a nosotros se encontraba la entrada hacia el lugar en donde se suponía que nos llevaría Fabia, aunque en la entrada tenía la apariencia de que no sería un buen lugar para entrar.
— Relajense, solo es una gárgola utilizada para asustar a la gente. No queremos llamar la atención del Santuario. — explicó con calma la princesa de Neathia, tratando de suavizar el ambiente.
Al poco tiempo después la fémina nos había llevado dentro de lugar, en donde la mayoría se encontraban cristales por cualquier esquina o techo. A decir verdad aunque este sería un tipo de cueva, no tenía la intención de asustar, exceptuando la entrada, ya que el lugar era agradable.
— Cuidado chicos, casi meto mi pie al agua. — formulo Dan rápidamente, para retroceder un paso.
— Descuiden. — generó Fabia con una sonrisa.
— ¿Como puedes caminar sobre el agua Fabia?. — cuestionó Marucho totalmente sorprendido, al igual que los demás.
— Todos los que son puros de corazón, pueden caminar en la superficie del estanque sin undirse. — explicó la de melena azulada
— Todo esto es totalmente interesante. — murmuró con una sonrisa.
Aquello sumamente era un descubrimiento, aunque sabíamos que solo era para proteger el Santuario de malévolas manos. Dan fue el primero en caminar sobre el agua, logrando lo por completo, aquello me había dado impulso para entrar logrando caminar sobre la superficie.
— Eso es genial, tienes el corazón puro. — anuncio Harpus, a lo que simplemente asentí.
— Es fabuloso. — pronuncio para después seguir caminando.
Al poco tiempo después habíamos llegado hacía un lugar en específico, parecía ser el centro de todo la cueva. Dentro de ese lugar se encontraba una gran esfera que en su interior emanaba destellos de los colores de los atributos, el lugar parecía irradiar luz por aquella esfera.
— ¿Que es esa boda disco?. — pregunto Dan observándolo, al igual que los demás.
— Este es el orbe sagrado, un objeto venerado aquí en Neathia y el origen de todos los Bakugan. Dentro contiene los códigos de ADN de cada Bakugan. — explicó la princesa de Neathia.
Al instante los Bakugan pertenecientes a Neathia se acercaron un poco hacia aquel orbe, irradiando el color de sus atributos. Sin embargo Drago, Harpus y Dren no se encontraban de la misma manera, debía exponerlo ya que ellos son Bakugan de Vestroia y no de Neathia como los demás.
— Barodius, el emperador de Gundalia, quiere apoderarse de él para cambiar sus poderes y utilizarlos para sus malvados propósitos. — anunció la princesa con un toque de molestia.
— No comprendo, pensé que nos habías dicho que los Gundalianos solo buscaban el Elemento. — pronuncio Shun sin entender.
— El elemento solo es una porción del poder que está presente en el orbe, Barodius quiere poseerlo pero solo como ventaja temporal para si guerra contra nosotros. — detalló la de orbes jades. — pero ahora que Dren lo tiene, no hay duda de que lo que desea es el Orbe. Estoy convencida de que el orbe ha sido su objetivo original después de todo, si logra poner sus manos en el no solo poseerá su poder sino también la habilidad de controlar a todos los Bakugan existentes.
— Puedes estar segura de que nada malo sucederá a partir de ahora con nosotros a tu lado. — pronuncio con una sonrisa hacia Fabia.
De pronto el lugar se fue envuelto por un sonido que llegó hasta el lugar, provocando que algunos se sorprendieran.
— ¿Que es ese sonido?. — cuestionó Dan.
— Es la alarma, están en el perímetro. — anuncio la princesa.
Al poco tiempo la silueta de la reina Serena se logró observar frente al orbe sagrado, a decir verdad estaba totalmente impresionada con la tecnología que tenían los Neathianos para enviar una imagen así desde el castillo.
— Los Gundalianos están aquí, por favor aprensurense. — pidió la reina de Neathia.
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— ¡Poder activado; Tormenta de plumas¡. — exclamó justo después de que Harpus lanzara el ataque, Dren también lo había hecho solo que un poco antes.
A decir verdad ya esto le estaba causando un dolor de cabeza, desde mis inicios como peleadora jamás había visto Bakugan con diferentes atributos y siempre en cada batalla me encontraba con alguien así. Solo que esta vez, por lo que me estaba diciendo Dren, el Bakugan que se encontraba frente que nosotras era un Bakugan sin atributo. Por lo que me sorprendí un poco, había una joven de vestimentas moradas y blancas, ella se mantenía de brazos cruzados mientras que su Bakugan hacía todo para ganarle a Dren.
Cuando gire la mirada, me había encontrado con Dan y Drago, estos estaban en una batalla contra un Bakugan Darkus. Lo que me preocupo es que Drago había caído.
— Dren. — murmuró hacia la Bakugan, ella había entendido el mensaje asi que le dio un gran ataque al Bakugan junto con Harpus para dirigirse hacia Drago quien se encontraba en problemas.
Irónicamente me encontraba en el hombro de la Bakugan, quién rápidamente se había acercado hacia Dan. Aunque no me había percatado de que totalmente la fémina se encontraba tras de mi junto con su Bakugan, para cuando había llegado al lugar con Harpus, la fémina llegó unos segundos después. Esto causó que una luz cegadora apareciera ante los cuatro, para que finalmente desaparecieran de un segundo a otro.
— ¿Que fue eso?. — pregunte con confusión.
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