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Escuchen la canción y creen sus teorías 😈.
–Chicos, hoy empezaremos más animados de lo especial, hay un nuevo prototipo... puedes pasar.–el profesor de la clase habló y seguido de sus palabras entró un chico alto de hermosas facciones pero con rostro de pocos amigos–Él es Jeon Jungkook, a diferencia de otros robots es más "humado" y más especial, traten lo o verán consecuencias.–terminó de hablar el hombre.
Seguido todos en la clase se levantaron e hicieron el saludo militar, luego de ello volvieron a sentarse y la clase de estrategia comenzó. JiMin el mejor estudiante de la clase mantuvo su vista fija en el robot, era totalmente normal que hubieran de estos en las escuelas de militares, al fin y al cabo estaban en guerra.
La nueva era de la tecnología realmente no fue la soñada por los tiempos anteriores, gracias al gran poder del ser humano en la tecnología llevó a la guerra, fue en 2134 que la batalla dio a inicio, conllevando muchas vidas inocentes y catástrofes, la única población a salvo era la de Marte que se mantenía ignorante a lo que sucedía en la ya casi totalmente desértica Tierra.
La humanidad hacia mucho tiempo había conquistado Marte y logrado hacer fértil la tierra de ahí pero por desgracia el planeta Tierra estaba a punto de morir, la capa de ozono ya no existía por lo que la ciencia debía hacer todo lo que estuviera a su disposición para enmendar el error, todo hubiera estado bien si tan solo la guerra no hubiese dado comienzo. La ciencia paró en hacer cosas de bien y pasó a crear máquinas de guerra, entre ellas Jungkook.
Los robots eran codiciados en su mayoría, parecían humanos, totalmente con sentimientos y mente descomunal, solo algunos prototipos tenían un cuerpo completo osea que tuvieran órganos reproductivos, estos más que todo solo servían para una "recarga" al sistema por lo que eran casi en su totalidad inútiles.
Pasando a la milicia esta fue implementada en todos los países del mundo y se crearon dos bandos, ambos en busca del total poder del mundo, uno siendo expertos en misiles y bombas, además de tener estrategas de élite. Mientras tanto el otro bando tenían millones de científicos que lograban hacer robots y máquinas muy fuertes e inteligentes para pelear, las cuales antes de salir a la batalla eran amaestradas por el ejército.
En el ejército también habían personas pero eran pocas pues muy pocos eran valientes para salir todos los días y volver con vida a casa, JiMin era uno de esos pocos valientes y con la frente en alto se abría paso entre el ejército para lograr cumplir su cometido y era parar la guerra. Pero primero debía cumplir con ciertos años en la milicia y mejorar demasiado para poder ir a la verdadera guerra.
–Hey robotsito, ¿quieres ir un rato al campo de tiro?–JiMin se había decidido por hablarle al nuevo, le tenía mucha curiosidad pues nunca había visto a un robot tan real y hermoso, desde el primer momento capto su atención y no iba a actuar como el clásico niño tonto que no hablaba por timidez.
El contrario solo asintió y se levantó de su asiento para luego seguirlo en silencio hasta la sala de tiros, al llegar tomaron sus auriculares y sus respectivas armas, Jungkook con una pistola Beretta y JiMin con una Ak47. Pasaron horas en las cuales llegaron a hacer competencia de tiro lejano con francotirador y a usar la espada, en todas o la gran mayoría quedaban en un terrible empate haciendo que llegaran a entrenar hasta hacerse la noche para al fin ganar alguno de los dos pero terminaban igual, en empate.
Así llegaron todos los días apenas terminaban sus clases con los demás militares, aunque tuvieran un dolor o estuvieran muy cansados del entrenamiento anterior jamás faltaban.
–¿Listo para ser pisoteado, humanito?–Kook le susurró en su oído, riendo de diversión poco después.
–Ni tú te la crees, hoy la Victoria la tendré yo–se señaló con el ego y orgullo en alto.
–Un enano no me puede ganar–y con esas palabras comenzó la pelea entre esos dos, volviendo a quedarse entrenando hasta la media noche.
Ambos con cansancio cayeron al suelo al volver a quedar en empate, no importaba cuántas competencias hubieran, siempre estaban iguales en lo físico ya que JiMin inteligente no era tanto como Jungkook.
–Escuché que... nos creen pareja.–habló Jungkook, riendo al escuchar sus propias palabras–Me pregunto, ¿quién amaría a un enano que solo tiene buenas nalgas?–este volvió a reír cuando sintió un golpecito en su pecho, JiMin que estaba a su lado casi totalmente dormido le daba una mirada asesina, permitía cualquier insulto menos el "enano".
–Y yo me pregunto, ¿quién en su santo juicio estaría con un robotcito que ni pene tiene?–tapó su boca mientras reía y sentía la mirada asesina del otro.
–Está en creación, para tu información–achicó sus ojos respondiendo con orgullo.
–¿Entonces te va creciendo de a poquito? Entonces es un bananitooo~.–soltó una carcajada al imaginarse un pitulin tan pequeño en el cuerpo tan mamadisimo de Jeon–eres con esos dibujos viejos del hombre, hacen el cuerpo todo bien pero el pene es así–achicó sus dedos, haciendo referencia a algo ultramega pequeño.
–Te vas a sorprender cuando lo veas bien...–bufó desviando la mirada y puchereando inconscientemente.
Ante esas últimas palabras no hubo respuesta pues JiMin decidió dormir, al siguiente día lo seguiría molestando, era divertido y le quitaba el estrés de la guerra.
Ya pasadas unas horas volvieron a sus respectivos puestos y siguieron sus días normalmente hasta que hubo una explosión, el enemigo había descubierto la base y estaba atacando, todos ya sabiendo que hacer fueron directo a unas salas donde estaban miles de armas y donde estaban los drones explosivos por lo que algunos se quedaron en las salas, controlando a las pequeñas máquinas mientras que los demás salían en busca del enemigo para asesinarlo.
No pasó mucho cuando una horrible balacera se originó, dejando algunas pérdidas tanto humanas como de robots, JiMin y Jungkook eran de los pocos que quedaban en el área de fuera, entre los dos idearon un pos para acercarse al enemigo, usando los arbustos, instalaciones y los camiones para cubrirse disparaban desde ciertos puntos claves, confundiendo al enemigo y llevándolos hacía su trampa exitosamente. No los mataron pero con un humo tranquilizante lograron dejarlos inconscientes para llevarlos directo a la sala de tortura, ahí los superiores se encargarían.
–Casi te mueres, conejo–soltó JiMin mientras se sacaba el casco militar.
–Eso debería decirte yo, enano.
Pasó el tiempo y ambos chicos lentamente iban tomando mayor confianza pero nunca llegarse a verse mientras hacían sus necesidades, eso solo era para los de fetiches extraños.
Después del altercado en la base militar debieron buscar otro lugar, esa ubicación ya la sabían y a lo que dijo el enemigo luego llegarían refuerzos así que como el viento alistaron las cosas y salieron directo a alguna otra base, obviamente dejando muertos a los enemigos infiltrados, no llevarían a los traidores con ellos.
Alrededor de un año pasó para que lograran estar seguros en otro lugar, a fin de cuentas en ese tiempo un amor empezó a nacer entre Jungkook y JiMin, empezaron a ser como los clásicos chicos clichés, algo que juraron nunca ser porque daba cringe resultaron ser.
Ahora en vez de verse para entrenar iban a ciertos lugares para pasar el rato, se escapaban un momento ee la horrible guerra que había en el mundo, solo para amarse.
–Hoy al fin hay estrellas... ¿crees qué algún día podríamos ir a Marte?–habló Jungkook mientras acomodaba su ropa, al fin él tenía un "pene pasable" por lo que desde entonces se la pasaban cogiendo como conejos... en otras palabras más románticas, hacían el amor... de una forma tan terriblemente fuerte que JiMin no lograba pararse en días y aveces fallaba en las prácticas, quedando de segundo después de Jungkook, obviamente este lo aprovechaba y lo usaba a su favor.
–No te permitas soñar tanto, sabes que nosotros no podemos ir allá, solo los ricos pudieron salir de este basurero, dejando a los locos y pobres aquí.–el mayor se acercó a Jungkook y se sentó en su regazo, apreciando el hermoso cielo que casi nunca había–si tan solo tuviera en suficiente poder... el suficiente dinero, te sacaría de aquí...–susurró tristemente bajando la mirada, él estaba escalando para ser alguien de alto poder pero cada vez era más cansado, habían pasado años y apenas estaba llegando a la meta que era la guerra, en la cual podría demostrar su poder y así tomar mayor poder.
–No te preocupes tanto, ambos estamos metidos en esto, si sale uno sale el otro–susurró dejando un beso en su mejilla derecha.
Dime que me amas, una última vez por favor...
Al siguiente día volvió a ocurrir lo de un año atrás pero esa vez fue en el atardecer, cuando ya casi nada se veía, el enemigo aprovechó para destruir la base y raptar a Jungkook, ese robot era lo más codiciado que había y lograron obtenerlo sin mucho esfuerzo.
JiMin mientras disparaba a unos hombres escondidos trataba de buscar a Jungkook, él no estaba en el punto de encuentro y eso alargaba a JiMin que con rapidez se deshizo de los enemigos pero aunque buscars y buscara entre la batalla de balas y explosiones que habían no encontraba a Jungkook hasta que lo vio no muy lejos. Estaba inconsciente y lo llevaban unos hombre en uno camión, con la mayor rapidez que pudo se acercó y atacó pero aquellas personas eran más fuertes y lograron noquearlo.
Desde ese día JiMin no volvió a ser el mismo, y la milicia nunca encontró a Jungkook...
2152: dos años después.
JiMin ahora era jefe de las Fuerzas Armadas de Corea y Japón, entre esos años ambos países se unieron en la guerra y eran de los más fuertes que habían, la mente de Park ya no era la misma, fue obligado a olvidar a Jeon Jungkook, su pareja.
Mientras tanto Jungkook ahora pertenecía a las milicias del "enemigo" y también fue obligado a olvidar, todo su pasado fue borrado y reemplazado por recuerdos falsos en los que debía asesinar al gran jefe Park JiMin, para eso fue creado.
En toda esa guerra JiMin descubrió con el verdadero enemigo no era nadie, ambos bandos luchaban por los mismos objetivos egoístas de dominar sobre todo, no había solución ni salida por lo que sin más tuvo que seguir liderando en la guerra, asesinando y robando para llevar a sus aliados hambrientos y enfermos, era lo mínimo que podía hacer en esa desastrosa situación.
Llegó un momento en que las tropas enemigas se alzaron de tal manera que casi lo dejaban sin opciones para contraatacar, eran en mayor cantidad y tenían unas tácticas difíciles de descifrar, junto a otros hombres y algunos científicos idearon un plan para distraer a las tropas adversarias y así llevar a otra base más segura a las personas débiles que por desgracia estaban metidas entre los militares.
Logró llevar a cabo su plan pero algo ocurrió, el jefe en aquella guerra era Jungkook... él sintió un escalofrío y vio algunas imágenes de su vida con el otro chico pero no cayó ante estas, esos momentos hermosos no quedaba más que olvidarlos.
Dio un grito, dando la señal de ataque mientras él se volvía el señuelo, aunque para su desgracia el único que le disparaba y lo perseguía era Jungkook, este lo miraba con una sonrisa y lo perseguía como si se tratase de su presa, finalmente llegaron a una marte aislada en la cual JiMin aprovechó para atacar con su espada pues ya no tenía balas con él, la batalla se desató entre los dos... más al verse a los ojos Jungkook reaccionó.
Grave error.
Cayó al suelo y JiMin logró herirlo en el pecho, el contrario no reaccionó, estaba en un shock pues no lograba procesar bien la información que llegó de repente.
–J-JiMinie...–susurró soltando un líquido verde por su boca producto de que varios cables y engranajes habían sido destruidos.
El mayor al escuchar su nombre lo miró con sorpresa, negándose a recordar y viendo al chico bajo él solo como otro enemigo.
–S-soy Jungkook... robot de última generación y era tu compañero en la milicia de Corea... ¿n-no me recuerdas?–habló con un tono ronco, su garganta estaba fallando al poder emitir sonidos por lo que no se lograba escuchar bien, unas pequeñas lágrimas recorrieron su rostro al lograr ver que el otro no lo recordaba, el dolor que eso provocaba era mayor al de la mortal herida en su pecho.
–Yo soy el jefe Park JiMin, todo lo que tuvo que ver en mi pasado ahora ya no es parte de mí...–habló sin titubear, aunque por dentro sintiera un horrible dolor, su cabeza lo quería matar con las abrumantes escenas de él junto al chico moribundo bajo suyo. Pero aunque sintiera todo el dolor del mundo mató a Jungkook, apreciando una pequeña sonrisa y escuchando de último un "nos veremos en Marte, amor mío". Cayó llorando sobre el cuerpo de quien alguna vez amó pero aquello no duró mucho pues una bala atravesó su corazón.
La pareja murió en una guerra injusta, donde el amor no podía más que perder.
JiMin y Jungkook se encontraron nuevamente en un laboratorio, totalmente extrañados se levantaron y apreciaron su apariencia, ambos eran rubios y aparentaban menor edad, era totalmente extraño pero aquel sentimiento no les duró mucho pues los llevaron a una sala donde les implantaron unos aparatos extraños.
Ellos revivieron las escenas del país de las maravillas pero obtuvieron un error, pasaron a otra realidad donde pudieron ver a detalle lo que hacían los científicos que alguna vez hubo en el pasado. Desde 2050 hasta 2099 las instalaciones hacían miles de experimentos, uno de todos llevó gran relevancia que era "Proyecto Alicia". Había una dimensión que no deseaba desaparecer pero solo era un sueño, así que para revivir tal sueño cada año seleccionaban 5 "Alicias" y las introducían al mundo, al parecer una serie de terror y suspenso, cada función era preparada especialmente para un público sádico lleno de dinero.
Ellos no tenían un nombre pues mantenían todo en secreto pero siempre cada año atormentaban a más y más inocentes, JiMin y Jungkook al ver tales escenas y ver sus yo en esa dimensión pasaron buscar venganza, todas las escenas, todo era revivido en sus mentes, y gracias a los errores de sistemas que ahora ambos tenían lograron entrar al mundo, y con espada en mano fueron directo a por el creador de todo, que justamente era el jefe Jung Hoseok que para aparentar era profesor en un colegio prestigioso, del cual había raptado a Kook y JiMin en ese mundo.
–Oh profesor, no debía hacernos esto, no sabe dónde se metió...–susurraban mientras quebrantan todas y cada una de las cámaras para solo quedar de testigos ellos dos, mientras ellos se encargaban de raíz, Seok Jin y Taehyung se encargaban de asesinar a todos los de la instalación, resultaba que Jin logró salir por un portal en el bosque y al encontrarse con el par de "gemelos" idearon el plan y con ello destruyeron un chip que había sido implantado en la piel de todas las Alicias, por desgracia los únicos en morir eran los gemelos de esa dimensión.
Todos los demás estaban a salvo... o eso parecía. Ellos terminaron rápido con Hoseok, unas simples cortadas terminaron por asesinarlo, ellos no necesitaban explicación del por qué hacían todo eso o como lo llevaban a cabo, ya lo habían visto todo.
Ellos escucharon un estruendoso ruido muy cerca por lo que fueron corriendo hasta ahí para encontrarse con la tercer Alicia tratando de ser asesinada por un anciano del sueño, rápidamente acabaron con este y sacaron a la Alicia que pronto supieron que se llamaba Yoongi. Este estaba a punto de morir, necesitaba ayuda urgente pues había perdido mucha sangre, sin mayor salida ellos corrieron hasta el portal que les había mencionado Seok Jin, tardando pues los árboles les impedían el paso.
Finalmente llegaron y pasaron a dejar al chico en una sala de primeros auxilios que había en las instalaciones, justamente habían unos hombres aparentemente doctores ahí, a estos los tomaron como rehenes y los obligaron a que salvaran al chico, por suerte lo habían logrado...
Fue una rotunda victoria el haber destruido aquellas instalaciones, todo había pasado tan rápido que ni ellos lograba explicar lo sucedido, solo sabían que habían hecho lo correcto.
–¡YoonGi!–gritó Taehyung apenas entró a la sala, lleno de lágrimas observó el cuerpo de su novio y se lamentó por lo ocurrido, aunque hubiera sido controlado por los sádicos de aquellas instalaciones... se culpaba por todo el mal que le hizo y el haber asesinado a aquellos chicos.
–No te preocupes, pronto estará bien, fue tratado a tiempo.–firmemente habló JiMin, dando una reverencia de noventa grados para luego salir de la sala y encontrarse con Jungkook.
–Entonces... Park JiMin, ¿me permite llevarlo a Marte?–le susurro en el oído, abrazando lo por la espalda.
–Tonto, aquí todavía no llegamos a Marte–el mayor se dispuso a reí y con emoción de al fin ser felices se tiró sobre Jungkook y lo besó, sellando así su destino.
–Entonces vivamos aquí, no vi toda la vida de nuestros gemelos pero sé dónde viven–habló apenas se separaron del beso.
–Acepto totalmente~.–dio un último beso y luego tomaron sus manos para salir juntos de las instalaciones.
Para al fin tener un futuro feliz.
2963 palabras.
-LaiMin- ♡
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