♤01♤
Y despertó, en un sueño con un destino ya escrito, él con espada en mano se encaminó al país, un extraño y loco país. Dentro encontró miles de extravagantes cosas que poco después lo llevarían hasta un hombre de mediana edad, este lo llamó por "Alicia" aunque él se llamara SeokJin, a las demás personas parecía no importarles pues todos le decían igual.
Tal nombre le molestaba a él pero nadie hacía caso en que lo dejaran de llamar así, en cambio aquel trato aumentaba más y más hasta que se apartó y buscó respuesta a todas las dudas que tenía, ¿por qué estaba en ese lugar?, ¿estaba muerto?, ¿cuándo pasó de estar en batalla a estar en ese extraño país?, ¿por qué no estaba herido si en la batalla sintió el filo de su espada cortarle el cuello?
Miles de preguntas sin respuestas rondaban su cabeza, no lograba conservar la calma y el ruido de todas esas personas era estresante, no lograba encontrar nada que lo llevara a algún lugar por lo que no se molestó en preguntarse si estaba perdido pues era como estaba.
Su mente se vio abruptamente interrumpida cuando de repente un par de hombres armados lo detuvieron y lo llevaron a lo que parecía ser un castillo, ahí se encontró con el rey, extrañado pero siendo cortés para no ser asesinado preguntó el por qué de su llamado... la respuesta fue por mucho interesante.
–Sé mi soldado.– había escuchado salir de los finos labios del rey. Extrañado preguntó:
–¿Por qué yo de entre todos sus súbditos?, mi lord.– aunque esa pregunta no tuvo más que una leve sonrisa y un "pronto lo sabrá", aceptó el cargo, él no tenía posada y mucho menos comida, por lo que se dispuso a apoyar las fuerzas armadas del país a pesar de no saber el por qué de todo.
Parecía una marioneta... una con destino devastador.
Ya eran las 17:56 pm. Un pueblo entero de Epistolaria había sido arrasado, no hubo supervivientes más que el soldado Kim Seok Jin, él estaba bajo los escombros de lo que fue su casa, a su veredicto él estaba durmiendo... ellos sabían que no era verdad.
Esa noche entre lamentos y tristeza de muchos el país entró en luto, y lejos de ellos estaba el Guerrero SeokJin, sin algún alma en su cuerpo, teniendo dentro aún su pequeña y única parte buena gritando de dolor, tratando de matar al demonio en su interior que trataba de tomar el poder pero el bueno era débil.
Días después escapó, ya no se preguntaba el por qué de estar allí o cualquier otra cosa, solo deseaba alimentar al demonio en su interior.
Y como había llegado al país salió, con su espada de doble filo y su armadura roja, matando y robando para sentir una pizca de "felicidad" pero no encontrando tal cosa que le volvía aún más descabellado.
Noche tras noche él cambiaba, su alma, su ser lo abandonó... sólo quedó un cuerpo con hambre de muerte. Su destino había sido torcido y no se podía reparar.
En su gran locura de matar persiguió a un hombre hasta llegar al bosque, quedando perdido y encerrado en castigo a sus pecados.
Al hombre nunca lo encontró y gracias a sus errores al entrar en el bosque enloqueció de a poco, más de lo que estaba. Cuando la oscuridad llegó, trató de buscar un lugar para pasar la noche, transcurrieron algunas horas donde no había luz alguna ni lluvia; no encontraba nada hasta que dio con una cueva maloliente, sin más opción entró al fondo de esta y se dispuso a dormir un sueño del cual nunca podría escapar.
–¿Dónde estoy...?– susurró con la voz ronca al no poder tomar o comer algo durante días, con una mirada llena de ojeras se levantó y quitó su fiel armadura, en ese momento su mente y cuerpo no daban para nada más. Al verse envuelto en un laberinto de sangre y putrefacción se dispuso a seguir algún camino, abriendo puertas con su espada y devorando cualquier insecto que encontraba a su paso, sus únicas metas eran encontrar la salida y sobrevivir aunque cada vez el infierno era peor, no podía salir y sólo daba vueltas en el mismo mapa.
Y entre alaridos de dolor cayó al suelo, llorando por su desgracia y arrepintiendose de sus pecados, sin escusa, volviendo a sentir tener un corazón humano.
– ¿Quién eres tú?.– frente a él logró ver a un joven de cabellera oscura al cual apreció durante unos segundos hasta que su estómago gruñó y en su desesperación de comer mordió al chico que rápidamente gritó del dolor y se alejó lo más posible luego de haberle golpeado para que lo soltara.
Jin no pudo saborearlo, el chico se había alejado, para él era su presa hasta que cayó en cuenta del error que cometió, inmediatamente hizo una reverencia de 90 grados, temblando y cerrando los ojos, estaba seguro que el contrario iba a irse pues era obvio que le temía pero el chico poco después le acarició el cabello.
Levantó con lentitud y miedo la cabeza, viendo al chico sonreír hermosamente, este le dio comida y habló con él para que estuviera tranquilo, un trato tan amable que hace mucho no tenía, incluso le daba vergüenza decir que la comida sabía un poco mal.
–¿Qué haces aquí?–preguntó con curiosidad y seriedad, en su recorrido por ese país este debía ser delicado al hablar.
–Estoy esperando a Alicia–tales palabras le hicieron congelarse, su corazón dolió y en su mente volaron ciertas imágenes, parecían ser memorias, unas dolorosas que lo hicieron desmayarse.
Al despertar estaba en una habitación oscura junto al chico, este al verlo le sonrió de forma extraña y le susurró un "Despierta, Alicia" luego de tirarlo a la oscuridad completa. Ahí gritó de desesperación, en busca de ayuda y de alguna luz que pronto encontró.
Despertó de su sueño, aún estaba en la cueva pero ya era de madrugada. Con el cuerpo temblando se levantó y salió con lentitud, recobrando las pocas fuerzas que tenía; al estar fuera notó una luz azul muy brillante, era un portal.
¿Jin irá hasta esa luz o buscará otra salida del bosque?
1: Ir al portal.
2: Buscar otra salida.
1049 palabras.
Primer pista en la multimedia.
Por si aún no lo entienden lo aclarar desde ya, esta historia es interactiva por lo que ustedes deciden como irá la historia ;3.
Bye♡
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