Derek

    Voy caminando por los pasillos de la universidad, cuando veo esa melena castaña a la cual le hice daño y se que me equivoqué me deje cegar por el poder que utilize algo tan doloroso para ella en su contra.
-Aisha- grito y ella se detiene, pero cuando me ve rueda los ojos.
-que quieres, me vienes a humillar, por que ya no me duele- dice bruscamente y  me siento como un verdadero idiota.
-Aisha quería pedirte perdón, fuí un verdadero idiota contigo- digo arrepentido.
-es muy difícil perdonar sabés- dice y trata de irse, pero me interpongo en su camino.
-Aisha lo siento, enserio lo siento- digo y me mira con una expresión fría.
-y crees que un lo siento cura el daño que se causó- dice con la mirada dolida.
-no,  se que no, de verdad quiero hacer algo por tí, que pueda recompensar el daño que te causé- digo sacando dinero de mi billetera, pero ella se ríe sarcastica.
-sabés puedo ser pobre, pero tengo dignidad- dice y pasa por mi lado que trato de decir, acaso no acepta mi ayuda.

Aisha

Quién se cree ese sínico que piensa que por que soy pobre va a poder humillarme de esa manera, que estaré aceptando algo de su parte por el daño que causó, acaso piensa que el dinero o lo material puede borrar el dolor que me causó, ese miserable no sabe quién soy yo y talves no tuve dinero, pero si tuve una madre que me enseño a ser feliz con lo poco que se tiene y ha respetar a los demás, ese tonto cree que puede aparecerse y creer que puede solucionar todo solo con ofrecerme su ayuda es un imbécil y  jamás aceptaría nada de su parte, por que tengo dignidad y jamás me rebajo a las limosnas de mimados riquillos que creen que con dinero pueden arreglar todo.

    Llegó a mi dormitorio y le cuento todo a Ámbar, ella me dijo que hice muy bien que me felicita por que yo se que mi amiga puede tener dinero, pero jamás sería como ese imbécil.

    Llegó a mi trabajo, empiezo hacer mis deberes, después de una noche exhausta salgo del bar y me dispongo a caminar para llegar a la U, pero un Audi R8 negro pasa por mi lado.
-necesita que te llevé- dice el miserable desde el auto.
-no- contesto seca y sigo mi camino, pero él sigue mi paso con su auto.
-Aisha te dije que te puedo llevar- dice y  ruedo mis ojos.
-y yo te dije que no- digo cortante.
-ha estas horas es peligroso que camines- dice y  suspiro frustrada.
-ya estoy acostumbrada- digo y sigo mi camino, pero el sigue ahí siguiéndome.
-por que eres tan terca y orgullosa- dice frustrado por mi rechazó, pero es lo mínimo que se merece.
-como tu eres tan sínico y descarado- digo y él rueda los ojos.
-ya te pedí disculpas, te ofrecí mi ayuda y no la aceptaste que mas quieres que haga- dice y paró mi camino y me acercó a su ventanilla, colocó mis manos en la puerta del auto y me cunclillo para quedar frente a su cara.
-que desaparezcas de mi vida- digo entredientes y me levanto para seguir mi camino. Y por fin logre desaserme de ese gilipollas descarado sin corazón.

   Llegó a la Universidad, pero siento una mano que tapa mi boca y me encierra en el cuarto del concerge.
-desaparecer, nunca- dice tan cerca de mi oído que siento una electricidad recorrer mi espina dorsal.
    Me suelto bruscamente de su agarre, lo miro con odio, salgo del cuarto y me dirijo a mi dormitorio.

Ohhhh esto se esta poniendo interezante y ahora que estará tramando Derek, acaso solo se siente arrepentido o  habrá otro sentimiento fluyendo en él.

Les quiere Yarlin.