Capítulo 9: "Tregua de paz"
P.O.V Eve
¿Qué demonios pasó? Eso es lo único en lo que podía pensar una vez que llegamos con mis hermanos a la casa.
Había pasado un día después del incidente y aún no me cuadraba en la cabeza esa broma. Ahora por orden de nuestros padres tenemos que pasarnos todo el día domingo de hy limpiando un desastre resbaloso que ocasionaron nuestros vecinos ayer.
Pero de seguro ustedes se preguntan, ¿dónde estaban ayer?
Bueno, mis padres estaban visitando a mi tía.
Y en cuanto a nosotros, se puede decir que mantuvimos la guardia alta todo el día, o casi.
Horas antes del atentado hacia nosotros, mis hermanos y yo habíamos ido de compras.
Bueno, inicialmente era sólo Lilly la que iba, pero luego yo quise ir, y Zac se entrometió y dijo que no había forma de que fuéramos por nuestra cuenta así que se nos unió.
Y Alex sólo fue porque no quería quedarse sólo en casa.
Cobarde.
Si el muy estúpido se hubiera quedado en casa ahora no estaríamos fregando el piso como desquiciado porque a los "vecinitos" se les ocurrió devolver la broma.
- ¿Sabes qué, Alex? – pregunté con mi mejor cara sonriente mientras sostenía una cubeta de agua para lavar el corredor del piso de abajo.
- ¿Si? -cuestionó el mientras levantaba la mirada del piso al cual hace unos minutos lavaba con una esponja de baño (no pregunten, es sólo que no se nos ocurrió otra forma).
No necesito más.
Le volqué la cubeta llena de agua en la cabeza y mientras aún se recuperaba del shock le grité:
- ¡¡Cobarde!! ¡Si te hubieras quedado en casa no estaríamos en esta situación! ¡Pero noooo el "niñito" quería acompañ...! – paré en seco al ver que estaba agarrando una cubeta llena de agua y sonreía como psicópata acercándose. De inmediato cambié mis quejas en plegarias:
-No, Alex, por favor- rogué retrocediendo, como vi que eso no me servía empecé a llamar ayuda:
- ¡¡¡Lilly!!! ¡¡¡Zac!!! ¡Ayúdenme por favor! ¡Alex está loco! ¡Llamen al psiquiátric...!
De nuevo me cortaron la frase. Mi hermano mellizo se le ocurrió lanzarme en ese preciso instante toda el agua en la cubeta.
-A mano- dijo con una sonrisa de superioridad.
-No- murmuré-. No lo estamos- alcé la voz mientras se oían los pasos de Lilly y Zac que estaban limpiando la sala, venir hacia acá. Miré a Alex de forma asesina- ¡¡Muereeeeee!!
Me lancé sobre su espalda a modo de jinete y comencé a golpearlo lo más fuerte posible.
- ¡¡¡Muere!!! ¡¡¡Muere!!! – seguía gritando y golpeando a Alex mientras que él intentaba que parara- ¡¡¡¡Deja la faz de la tierra!!!! ¿¡Me oíste hermano!? ¡¡¡Nadie que arruine mi ropa merece vivir!!!
Sentí que unos brazos me detenían, pero yo no dejaba de patalear y tratar de librarme para volver a atacar a mi hermano. Vi que Lilly ayudaba a Alex a levantarse, porque, a todo esto, se había caído de los golpes que le di, no estoy muy segura si aún distinguía colores. Para ser franca tampoco sabía si seguía vivo en ese momento.
- ¡Eve! – gritó Zac sin dejar de sostenerme- ¡Eve deja de oponer resistencia!
- ¡Tú no te metas! – rugí.
-Es cierto, de todos modos, Zac, ¡tú también dejaste la casa desprotegida para darte aires de "hermano-mayor-sobreprotector"! – le recriminó Lilly mientras ayudaba a Alex a levantarse.
Zac abrió mucho los ojos.
-En primer lugar, si ustedes dos- nos señaló a mí y a mi hermana-, no hubieran salido de compras NADA de esto hubiera pasado.
-No culpes a la ropa de esto, Zacarías -amenazó Lilly usando el nombre completo de Zac, a lo que todos contuvimos la respiración y miramos a Mason mayor. Su expresión era indescifrable, parecía sorprendido, pero furioso a la vez, era extraño y me hizo desear tener una cámara para capturar la escena.
Se acercó a Lilly, a la cual le estaba flanqueándo la seguridad. La tomó de la cintura y se la echó al hombro, pese a las protestas de mi hermana se fue al patio y sin compasión por Lilly la arrojó a la piscina.
Solo entonces mostró una expresión en su cara: felicidad.
***
-No tengo nada- se quejó Lilly mientras se secaba el cabello con su toalla y se tiraba a la cama derrotada. Así es, salió de la piscina, pero no dijo palabra y nos lanzó dagas visuales a cada uno después de eso.
-Bueno, no has tenido nada en ese cerebro por diecisiete años, pensé que te habías acostumbrado- se burló Alex chocando los cinco con Zac.
-No fastidies, idiota- le devolvió Lilly incorporándose y mostrándole su puño.
Alex retrocedió por instinto.
Estábamos en mi habitación y la de Lilly.
Habíamos invitado (más bien mis hermanos mayores invitaron) a Camila y Jason. Y si no me equivoco ellos dos no tardarían en llegar.
Ding-dong
¿Ven? Se los dije.
-Voy yo- dije.
Bajé las escaleras corriendo. Ya que ahora nos habíamos librado de la mantequilla y cera para pisos de nuestra planta baja podía correr sin peligro... o al menos, no tanto como antes.
Abrí la puerta y Camila estaba sonriéndome brillantemente.
-Hola Evie- saludó mientras yo fruncí el ceño.
-De hecho, es "Eve"- corregí mientras que la dejaba pasar.
Ella se encogió de hombros.
-Evie queda más cool- explicó mientras subía las escaleras.
Suspiré. No es que no me agradara, pero era tan superficial a veces.
Iba a cerrar la puerta cuando un pie me detuvo.
Grité en pánico, temerosa de que fuera un ladrón como esos de las películas... o peor aún: un Gómez que nos quisiera hacer una broma.
Así que mi instinto tomó el control y agarré el bastón de la abuela (que había quedado en el perchero de la entrada después de que lo intentáramos usar contra los gemelos Gómez), y traté de aplastar ese pie que bloqueaba la puerta.
- ¡Auch! – se escuchó una voz amortiguada que yo conocía.
- ¿Jason? – pregunté aun sosteniendo el bastón, por si acaso.
-Sí, Eve- respondió con un resoplido el mejor amigo de mi hermano.
-Oh, eso lo explica- dejé caer el bastón y abrí la puerta dejando ver a un Jason muy adolorido y que abrazaba su pie izquierdo haciendo equilibrio para no caer.
-Los demás están arriba- expliqué.
-Está bien, elfo- me molestó mientras pasaba.
- ¡Sólo porque soy tres años menor que tú no significa que no vaya a crecer!
***
Ahora estábamos todos reunidos mi cuarto.
-Estoy cansado de esto- dijimos Alex y yo al mismo tiempo.
-Pero no vamos a renunciar- reclamó Lilly.
-No, no lo van a hacer- repuso Camila con una sonrisa malévola.
- ¿Cuál es tu plan? – inquirió Jason ya recuperado del golpe del bastón.
Camila miró a todos de forma maléfica.
-Tregua de paz.
- ¿Tregua? ¿Paz? – repitió Lilly molesta.
-Sí.
- ¿Estás loca?
-Tiene razón- irrumpió Zac que hasta entonces había permanecido callado-. Tengo el campamento anual en unas semanas y el baile escolar. Además, quién sabe qué cosa tienen esas mentes maquiavélicas de los Gómez planeado. Lo mejor es pensar una broma porque hasta el momento no tenemos nada, y conseguir superarlos en otras cosas que podamos manejar.
-De acuerdo- cedió mi hermana.
- ¿También hay que superar a los amigos de los mayores? – pregunté.
-Ellos participaron en la broma- afirmó Alex-. Vi el auto de ellos dos cuando salimos de casa ayer.
-Oficialmente incluimos a Jason y Camila a nuestro bando- anunció Lilly.
-Ahora la parte compleja- murmuró Zac.
- ¿Cuál? – preguntamos todos al unísono volteándonos hacia él.
-Decirles a los Gómez.
Abrí mucho los ojos y me dejé caer en mi cama.
Esto de seguro no va a terminar bien.
***
No sé qué pinta deben tener unos seis adolescentes parados en la puerta de una casa, seguramente una pinta muy estúpida, pero básicamente así nos veíamos nosotros. Esperando que algún Gómez nos abriera la puerta.
-Empiezo a creer que no están- murmuró Camila.
Como por arte de magia la puerta se abrió y mostró a un Félix que nos miraba con el ceño fruncido. Como si no creyera lo que viera. Yo tampoco lo creería.
- No puede ser- dijo con tono aburrido y cansado-, ¿ya volvieron a reclamar por la broma? No puede ser que por cada cos...
-Tregua- le cortó Lilly.
Félix ni se inmutó, es más, sólo se dio vuelta y gritó, posiblemente, a sus hermanos.
- ¡Oigan, chicos! ¡Los Mason's y sus amigos quieren tregua!
Unos tres segundos después todos los hermanos G y los dos individuos que parecían ser los amigos de los mayores estaban en el marco de la puerta mirándonos de forma evaluadora.
-Aceptamos- respondió Félix en el mismo tono, como si hiciera algo que no quería hacer pero estaba bajo obligación-, pero por un plazo indefinido hasta que uno ataque, después de eso, el otro tiene libertad para atacar todavía más fuerte. Adiós.
Y con esas palabras nos cerró la puerta en la cara.
-Estúpido- mascullé.
Camila chasqueó la lengua y dijo:
-Vamos, tengo que preparar algunas cosas para mañana. Dicen que entregan las invitaciones para la fiesta de Victoria Main.
- ¿Quién es ella? – preguntó Alex.
- ¿Recuerdas a la chica rica castaña que es la mejor amiga de Carly Gómez? – preguntó Jason.
-Si- respondió mi mellizo.
-Ella es.
-Definitivamente no estaremos invitados en esa fiesta- se lamentó Camila.
-Y tampoco iríamos.
-No mientas, Lilly- reprimió Camila a su mejor amiga.
-Da igual – cortó Zac-, porque, de todos modos, no somos ese tipo de chicos.
No pudimos más que asentir con eso.
***
-No puedo creer que estemos invitados- comenté a Alex mientras aferraba mi invitación como si fuera de oro. En el fondo, así era, de forma metafórica claro.
-Yo tampoco- coincidió mi hermano examinando la tarjeta color crema que Blake y Félix nos habían enregado.
Hoy en la mañana no vimos a los Gómez en el autobús, sino que se fueron en el (ya reparado) auto de Carly.
Pero eso no quita que hoy en la sala de clases a primera hora Blake y Félix estuvieran repartiendo invitaciones para la fiesta de la tal "Victoria Main". ¡Incluso a todos los Mason's nos entregaron! Eso abarca a Jason y Camila.
¿Por qué será?
***
P.O.V Félix
¿Tregua?
Estrategia.
¿Invitaciones?
Estrategia.
¿Hamburguesa con tomate y queso que mi hermana se lleva?
Estrateg... esperen un segundo, ese es mi almuerzo.
- ¡Blake devuélveme mi almuerzo! - grité persiguiendo a mi hermana por la cafetería de la escuela.
-Corre- me animó ella. Fácil de decir cuando va llevándome ventaja- así perderás más calorías y podrás comer tu hamburguesa.
Gruñí y paré de correr.
Daba igual, en algún momento me la devolvería. Al menos, eso espero.
Ayer en la noche, después de que Carly se pasara el día viendo el diseño de invitaciones a Vic y esta última lo imprimiera para poder mañana llevarlas y repartirlas en el colegio, ideamos un plan con mis hermanos .
Lo de la tregua nos tomó desprevenidos. Pero después de que Vic y Matt se fueran comenzamos a razonar.
Carly y Mason mayor se van a un campamento que su curso organizó este año en algunas semanas. Lo que nos deja a Blake, Jack y a mí la tarea de hundir a los Mason's. Si bien suena complejo por el hecho de devolver bromas con más fuerza y eso de lo que acordamos con ellos ayer, no hay que olvidar que perdieron a uno de sus soldados (Zac). O lo perderán con eso del campamento.
Y aunque nosotros también lo haremos, podemos decir que no es la primera vez que Carly se ausenta del juego.
De todas formas, esta fiesta es la manera perfecta de que bajen la guardia, y de paso acercarnos más al objetivo, eso si es que el plan funciona igual que en la expectativa.
Volví a la mesa con mis hermanos y sus amigos.
- ¿Por qué perseguías a Blake? - preguntó Carly.
-Porque me quitó mi hamburguesa.
-Deberías dejar de comer esa clase de comida- aconsejó el rubio amigo de Jack.
-Cállate Matt, tú no sabes lo que es el aprecio a la comida. Cuando te comas un shampoo aprenderás a querer los comestible que no tienen productos químicos- me defendí.
- ¿Shampoo? -cuestionó Vic interesada. Ella estaba jugueteando con lechugas que tenía su esalada. ¡Puaj! ¿Qué es lo que voy a hacer ahora que a Blake y Carly se les dio por la fiebre saludable? ¡Y encima Vic las apoya!
-Larga historia- contestó Jack sacudiendo la cabeza con pesar-, y si no quieres vomitar mientras comes tu almuerzo te recomendaría que no la escucharas.
Vic le hizo caso, y al poco rato volvió la traidora de Blake Rebecca Gómez (alias: mi melliza) a sentarse a la mesa.
Pero sin mi hamburguesa.
¿Qué hizo?
¿Dónde está mi bebé?
Buen, no es mi bebé, jamás me comería a mi bebé así que hay que dejarlo en "mi precioso alimento comestible llamado hamburguesa".
Pero de todas formas le pregunté.
-Me la comí- respondió la malvada de forma simple.
- ¿¡Qué!?
-No viniste a buscarla, así que supuse que no la querías- Blake se encogió de hombros.
-Te voy a matar- amenacé.
Blake rió y salió corriendo.
-No de nuevo- mascullé entre dientes.
Estaba a punto de no salir a buscarla, pero luego recordé mi hamburguesa y lo mucho que esta tenia por vivir hasta que me la comiera.
Y juré venganza.
- ¡¡¡Vuelve acá, asesina de hamburguesas!!! - grité mientras que toda la cafetería se nos quedaba viendo, algunos riéndose, otros negando con la cabeza. Incluso a los Mason's les interesó el espectáculo.
Disfruten el espectáculo vecinos, después ustedes habrán lamentado meterse con el "Supremo Vengador de Comida Félix".
Así es. Así te cambia el comer shampoo.
******
HOLA HOLA HOLA
¿Cómo están?
Espero que les guste el capítulo, no hallaba la hora de actualizar. En fin, lo de siempre: voten comenten y eso.
Arriba está la imagen de los aliados de cada bando en guerra. Me dio flojera ponerlos uno por uno porque se van a confundir, así que los puse todos juntos. Está bien felices fiestas.
Chao.
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