Capítulo 4 : "Inicio guerra vecinal"
Félix Gómez en multimedia
P.O.V Eve
Desperté felizmente, me estiré e inhalé profundo, por alguna extraña razón sentí un aroma a químicos en la habitación e hice un mohín. ¿Desde cuándo olía a químicos? Le resté importancia.
Miré mi reloj.
¡Las dos de la tarde!
¿Cómo rayos dormí tanto?
Oí un ronquido que provenía de la cama de al lado, en la que Lilly parecía estar dormida más profundamente que yo. Ni siquiera me volví para mirarla. Como ella era siempre la que se despertaba primero y nos levantaba a mis otros hermanos y a mí, perdí por completo la esperanza de que Alex y Zac estuvieran despiertos, o al menos concientes.
Corrí la cortina y miré por la ventana, lamentablemente mi vista estaba arruinada por la casa de los Gómez.
Contuve la risa al ver a Blake y Félix cantando karaoke, no se oía lo que cantaban, pero a juzgar de cómo saltaban de cama en cama me imagino que era algo interesante.
Admito que de por sí ellos no son malos con Alex y yo. Pero son los populares del curso, y por muchas bromas que intentemos elaborar jamás en la vida hemos tenido problemas con la autoridad.
Los Gómez sí.
Félix es el chico más simpático del curso, me ha tocado hacer un par de trabajos escolares con él. Y siempre era él el que nunca escribía, pero aportaba el sentido del humor.
Blake, bueno, creo que a Alex le tocó un par de veces lidiar con ella y si mal no recuerdo nos contó que ella ni siquiera le dijo palabra y se dedicó a escribir todo el reporte que les asignaron como tarea para luego irse sin despedirse.
Sorprendentemente fueron la mejor calificación de la clase en ese trabajo mientras que a mí me tocaba convivir con el payaso. Genial.
Me pregunté si mis padres habían llegado, así que me levanté, y cuando pasé por el velador vi que en el mueble y había una nota en la que decía que fueron a comprar unos materiales que faltaban para el regreso de clases, y de pasó nos preguntaban sobre nuestro nuevo estilo.
¿Nuevo estilo?
Me volteé para preguntarle a Lilly sobre eso y de repente la vi con todo su cabello pintado de verde y tenía la cara rayada con marcador. Creo que no se dio cuenta porque estaba durmiendo. Tal vez fueron mis hermanos.
Me puse a reír hasta revolcarme en el piso. Con ese sonido mi hermana despertó.
- ¿Pero, qué...? – empezó Lilly, luego abrió mucho los ojos y se puso a reír señalándome.
Inmediatamente tomé un mechón de cabello y observé con horror que estaba teñido de verde.
-Sabías que tu cabello está igual ¿verdad? – le dije mientras me acercaba al espejo para examinar qué rayos le pasó a mi pelo y con total seguridad ahora pude afirmar que tenía un bigote pintado en mi cara.
Con esa declaración Lilly paró de reírse. Es más, con eso empezó a gritar desesperada.
Debido a ese barullo, los chicos aparecieron por la puerta y toda sospecha de que ellos hubieran sido se esfumó. Estaba igual o peor que nosotras.
- ¿¡Quién hizo esto!? – demandó Alex mientras se miraba los colmillos Drácula que alguien le había dibujado.
- ¿Quién crees tú? – le espetó Zac mientras se lavaba la cara por quinta vez- ¿Santa Claus acaso? Hermano, ¡es obvio que lo hicieron los vecinos!
- ¡El tinte no desaparece! – informé desesperada mientras me mojaba el cabello. Pero aún, así el verde no se iba.
-Ni el marcador- corroboró Lilly que por todos los medios tratando de aplicarse maquillaje, pero de todos modos esa cosa se veía. Sólo había una mente capaz de idear esto. Para ser más justos, cuatro mentes.
- ¡¡¡¡Gómeeeez!!!! – gritamos todos a la vez.
P.O.V Blake
Hace rato ya que Félix y yo habíamos parado de aullar descontroladamente las canciones de Fifth Harmony (así es, a Félix también le gustan), así que fuimos a la cocina a comer las galletas que hicimos del otro día. ¡Ah! Un detalle importante que a Jack se le olvidó mencionar que nos encargamos de que las nuestras NO tuvieran píldoras somníferas.
Eran como las una de la tarde y esperábamos el almuerzo.
Fui al refrigerador por jugo de naranja y oí como Carly y Jack hablaban sobre el comité estudiantil.
Ellos dos son parte importante a la hora de organizar eventos y ahora que fueron reelectos creo que están más imparables.
El comité se compone de cuatro chicos y se puede postular a los dieciséis, en conclusión, a Félix y a mí nos queda un año más para ser parte.
También los mejores amigos de mis hermanos son parte del comité. Está Matt, un chico rubio y el mejor amigo de infancia de Jack. Y por otro lado está Vic, un diminutivo de Victoria, ella es la mejor amiga de Carly. Esos cuatro son imparables y toda la escuela los ama.
Mi hermano y yo no tenemos mejores amigos. Sí, claro que somos populares, pero no hay personas honestas para considerarlas amigos, todos nuestros compañeros son unos aduladores que sólo nos quieren por ser los hermanos de los chicos más populares de último curso y penúltimo (Carly y Jack), o sólo les interesamos por ser problemáticos o rebeldes. Es una de dos. Por eso mi hermano y yo nos tenemos a nosotros antes que esos chicos.
Sí lo sé, es frívolo, pero es de la forma que es.
En fin, cuando mis dos hermanos mayores nos vieron, pararon su conversación y sonrieron.
- ¿Ya lo descubrieron? – preguntó Carly agarrando vasos para tomar jugo y empezar a servirlo. Obviamente con la pregunta se refería a los Mason.
-Nop. Aunque debes considerar que con la cantidad de pastillas para el sueño que les dimos deben estar peor que un oso en hibernación- respondió Félix agarrando un vaso lleno de jugo de la mesa de la cocina para luego sentarse en uno de los banquillos.
Jack se sentó al lado de él y le desordenó el cabello, recibiendo protestas por parte de mi hermano. Hasta que de repente oímos un grito capaz de llegar a Suiza.
- ¡¡¡¡Gómeeeeez!!!! – se oyó de la casa de al lado.
Nos miramos entre nosotros.
Uno.
Dos.
Tres.
Y luego llegó el ataque de risa que debió durar unos cuatro minutos en los que Jack casi se cae de su asiento de la histeria.
Inesperadamente mamá llegó a la cocina con las cejas alzadas y los brazos cruzados.
-Mamá – dije a modo de saludo mirando a mis hermanos preocupada, al ver que ellos tampoco se esperaban esta visita continué:
- ¿Qué haces... acá?
-Yo COCINO acá-dijo mamá haciendo énfasis en "cocino".
Carly miró a Jack y le hizo una seña con la cabeza, éste trató de darle una explicación inventada a nuestra madre, pero ella lo cortó diciendo:
-No me interesa. Lo que quiero saber es qué es lo que les hicieron a los vecinos, cómo lo hicieron y si tengo que buscar un abogado.
Carly arrugó la frente, pensó unos momentos y explicó:
-Teñirles el cabello. De noche. No.
Ahora mamá fue la que arrugó la frente para buscar la concordancia con sus preguntas. Finalmente lo dejó pasar y nos dijo que nos fuéramos de su cocina antes de que nos echara con una olla.
- ¿Cómo creen que habrán quedado después de nuestro pequeño cambio de look? – preguntó Carly divertida.
Estaba a punto de responder cuando tocaron el timbre. Qué raro.
Oí un "chicos, vayan ustedes", por parte de papá que seguramente leía el periódico en la biblioteca del segundo piso.
Así que no tuvimos más remedio que ir los cuatro, ya que jugar a "piedra, papel o tijeras" con cuatro chicos para decidirlo es bastante complejo e inútil.
Fui la primera en llegar y abrí la puerta con Félix apoyado en el umbral, Jack con una mano sobre mi hombro y Carly de brazos cruzados al lado de Jack.
En serio que NO estaba preparada para lo que me esperaba.
- ¡¡Ustedes!!
Cuatro chicos con el cabello verde y marcador en la cara nos apuntaron enojados. Miré a Félix, el cual me sonrió y asintió respecto al último detalle.
Por mucho que hallamos orquestado su transformación, no esperábamos verlos así, por lo que no nos contuvimos la risa.
-Su... su cabello- apuntó Jack después de un rato de descontrol.
- ¡No te hagas el inocente! -le espetó Lilly que tuvo que ser frenada por Alex para que no atacara a mi hermano mayor.
Jack alzó las manos en gesto de rendición.
- ¡Oye! – reclamó Carly abandonando su pose de inocente-, ¿cómo supones que somos nosotros?
- ¡Porque son los únicos aquí que hacen bromas! – atacó Zac.
-Olvidan un punto importante- señalé mirando a mi hermano en busca de apoyo, a lo cual este tonto comprendió y asintió seguro.
- ¡¿Y cuál sería ese puntito importante?! – demandó Alex muy histérico.
Yo alcé las cejas y le hice gesto de calmarse.
-Ese "puntito" es- dijo Félix haciéndose el importante-, que... emmmm
Olvidé que era mi hermano el que respondía, eso implica que de un momento a otro va a decir una estupidez.
-Lo que él dijo- seguí tratando de que sonara como una afirmación para apoyar a Félix.
- ¡No tienen argumentos! – acusó Eve. Me fijé que ocupaba un gorro de lana al igual que su hermana. Sus dos hermanos también tenían gorras de béisbol y se las habían sacado para hablar con nosotros y mostrarnos nuestra obra maestra.
-Ok, cálmate- dijo Carly acercándose al Mason mayor-. ¿Tú das un ejemplo bélico y conflictivo a tus hermanos pequeños? ¡Tú forma de resolver esto es confrontarlo en la puerta de NUESTRA casa! En serio que es deplorable tu conducta.
Zac se puso a pensar un buen rato con las palabras "bélico" y "deplorable" pero cuando volvió en sí, estaba muy enojado.
- ¿¡Qué dices!? ¡Nosotros somos los angelicales y ustedes los demonios! ¿Quién te crees para decir eso?
Carly conservó la compostura, no era la primera vez que peleábamos con el inútil de Zac. Pero era la primera vez que llegábamos tan lejos y elos estaban tan enojados.
- Si fueras tan bueno como dices no estarías haciendo el escándalo del siglo en MI casa.
Así es, a ella le encantaba remarcar algunas palabras.
- Nuestra casa- corrigió Félix por lo bajo.
Jack le pegó un codazo.
-Sepan de antemano que responderemos a esto- dijo Lilly señalando su cabello.
-Eso esperábamos linda- contestó Jack tan sereno como siempre.
- ¡No me llames linda! – replicó Lilly molesta.
Jack alzó las manos en gesto de rendición otra vez.
-Algo más queridos- agregué con tono de superioridad, ya que sabía lo molesto que era-, el tinte es algo permanente, al menos por unos cinco días más. Créanme, Carly lo comprobó en vacaciones.
Mi hermana asintió.
Los Mason's abrieron los ojos preocupados.
-Y el tinte no es el único problema- dijo Félix con falsa tristeza-, el marcador Gina Raynolds patente pendiente es permanente por unos tres días. Chaito.
Luego de esto Félix cerró la puerta y quedamos con una gran duda en la cabeza:
¿Qué nos harían los Mason?
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